Читать книгу La práctica política y sus agentes - Néstor Raúl Arturo - Страница 7
Referencias
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11 Siguiendo a Duque (2014), el desarrollo de la disciplina en la región ha sido heterogéneo, alcanzando un mayor progreso a partir de los años 70 en Brasil, Argentina y México, seguido por Chile, Colombia, Uruguay, Venezuela y Costa Rica, países en los que existen avances, pero el proceso de institucionalización es aún incipiente; en los países restantes el desarrollo de la disciplina ha sido insatisfactorio.
2 En esta discusión solo aspiramos a enunciar las principales apuestas de las teorías codeterministas y dos de sus críticos. Estamos, claramente, dejando de lado teorías que relegan a un segundo plano o hacen desaparecer al actor y la agencia en la explicación del universo social; piénsese, por ejemplo, en la teoría de sistemas de Luhmann o en aproximaciones postmodernas que postulan el predominio absoluto de la estructura lingüística y disuelven al sujeto en el lenguaje.
3 Cabe anotar que Bell (2011) reconoce que otras vertientes del institucionalismo, como el institucionalismo constructivista, no están exentos de críticas similares. A juicio del autor, este último tiene tal énfasis ideacional (las instituciones delimitan el contexto de sentido de la acción) que se acerca al posmodernismo y termina desplazando el foco lejos de los agentes situados, que operan dentro de un marco institucional que limita y promueve determinadas agencias.
4 Kiser (1999) recuerda que Weber, como individualista metodológico, considera que una explicación de la acción debe exponer los motivos de los agentes. Aunque distingue la acción en cuatro tipos, Weber (como se citó en Kiser, 1999) argumenta que será analíticamente útil comenzar asumiendo microfundamentos instrumentales: “con miras a un análisis tipológico científico, es conveniente tratar todos los elementos irracionales, afectivamente determinados del comportamiento como desviaciones de un concepto típico ideal de acción racional” (p. 157).
5 El tipo ideal weberiano es un modelo. Weber (como se citó en Kiser, 1999), insiste en que “entre más afilado y preciso haya sido construido el tipo ideal y, en consecuencia, entre más abstracto e irreal en tan sentido sea, mejor podrá desempeñar su función en la formulación de terminología, clasificaciones e hipótesis” (p. 158).