Читать книгу Declaraciones Proféticas Para El Progreso - Olusegun Festus Remilekun - Страница 4

AGRADECIMIENTOS

Estoy en deuda con el Anciano de los Días que me dio la gracia de escribir este libro. A Él sea la gloria y el honor.

Mi especial agradecimiento a mi colega en el ministerio Pastor Joseph Alabi, quien me animó y jugó un papel significativo en la escritura de este libro y también al Anciano Leonard Coker por su invaluable contribución al éxito de este libro.

Mi mayor agradecimiento va a mi querida esposa y compañera de ministerio, Sis. Grace Remilekun y mis cuatro maravillosos hijos, Success, Favor, Gold y Esther, cuyo amor y apoyo me han impulsado contra cualquier desánimo mientras escribía este libro.

También agradezco al hermano John Francis y a la hermana Chinelu Ogbeide, por la corrección de los guiones y su enorme ayuda para hacer este trabajo de gran valor.

Quiero reconocer a mis mentores, que han tenido un gran impacto en mi vida espiritual.

Quiero reconocer a mi abuelo en el Señor Pastor E.A. Adeboye, quien a través de su humildad aprendí a ser humilde y a través de sus enseñanzas, aprendí a enseñar a otros. Señor, usted es una persona muy admirada.

También quiero reconocer al obispo David Oyedepo, mi mentor, mi maestro y mi obispo.

Quien me enseñó tanto sobre la fe e hizo una declaración que cambió mi percepción sobre la guerra, cuando declaró esta declaración:

“ESTE MUNDO NO ES UN PATIO DE RECREO, SINO UN CAMPO DE BATALLA”. Dios lo bendiga, Obispo.

También quiero reconocer al más grande reanimador de nuestro tiempo, el Dr. D. K. Olukoya, que el fuego del reavivamiento nunca se aleje de usted. Que Dios lo bendiga con más fuego. ¡Más gracia, señor!

Sobre todo, gracias al Espíritu Santo, que ordenó e inspiró este trabajo. Te doy gracias, Señor.