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ОглавлениеCapítulo 1.
La comunidad invisible
Todavía hoy, en las montañas del sur de China y en las comunidades chinas en el exterior, los hakka mantienen fórmulas de saludo que en realidad son antiguos códigos de identificación para reforzar el sentido de pertenencia a este clan diseminado dentro y fuera del país durante la diáspora10. Esta comunidad es apenas un pliegue del gran abanico de diversidad y complejidad al interior del grupo mayoritario chino.
Los hakka están reconocidos oficialmente como una subetnia Han, en línea directa con el grupo mayoritario de China, una posición que los coloca por encima de los grupos minoritarios no Han y los aleja finalmente de la etiqueta «tribal». El grupo se caracteriza por su constante y prologanda migración, en un viaje centenario desde las Planicies Centrales hasta el sur del país para después cruzar fronteras y arribar al Perú a partir de 1849.
En la historia documentada de la inmigración china en el Perú los hakka han pasado casi desapercibidos. Ello es probablemente consecuencia de la invisibilidad del grupo en la propia China. Esta «invisibilidad» puede ser considerada una característica intrínseca de la comunidad a lo largo de una historia extensa y oscura de migraciones continuas por varios siglos, a través de las cadenas montañosas. Pero también es una característica extrínseca que marcha con el nombre propio de los hakka asignado por las poblaciones locales y se refiere a las «familias visitantes» o «familias huéspedes»11.
En la historiografía china los hakka no destacan como protagonistas de un recorrido de quince siglos en territorio chino ni tampoco como actores con roles principales en un escenario como Liangguang —esencialmente Cantón— del siglo XIX, pese a su participación activa en la Rebelión Taiping y la Guerra de clanes Hakka-Punti, dos sucesos históricos que impulsaron la emigración china y perfilaron la identidad hakka y sus valores.
Los grupos étnicos chinos
La tradición antropológica china es poco conocida y fragmentada, aunque refleja el devenir de su propia y agitada historia. A fines del siglo XIX y principios del siglo XX, la antropología llegó a China a través de Japón, con los académicos chinos que estudiaban en este país y las traducciones de obras de autores occidentales. Las ciencias sociales emergentes parecían dialogar con el nacionalismo chino.
Fue Cai Yuanpei, considerado el padre de la Antropología china, quien estandarizó la disciplina e impulsó su difusión. Educado en la Universidad de Leipzig, participó en la fundación de la Academia Sínica en Beijing y la apertura del primer departamento de antropología en 1928. Seis años después, la antropología se dividió en dos ramas: etnología (antropología cultural) y antropología, en 1934. La etnología o minzuxue (民族学: Mínzú xué) quedó definida como «el estudio de las nacionalidades y los grupos culturales», mientras que la antropología o renleixue (人类学: Rénlèi xué) comprendía «el estudio de los pueblos, seres humanos». Esta división de contenidos persiste hasta la actualidad, la primera con más prestigio y mucho más desarrollada que la segunda.
Categorizada como disciplina de primer orden, la etnología fue la encargada de estudiar a las minorías étnicas y sus culturas o grupos «no Han», y formar a antropólogos socioculturales en China. De acuerdo con Smart, esta rama sirve a los intereses del Estado en su gobierno de los pueblos no Han (2008, p. 97). Liang subraya que «la etnología —en China— se enfoca en el “otro interno”, mientras que los antropólogos se enfocan en los Han» (2016, p. 6)12.
Así, el territorio chino también quedó divido según las distintas escuelas antropológicas. Mientras que en el norte de China la investigación antropológica llevó la impronta de las teorías británicas y europeas, la visión estadounidense de la antropología tuvo más influencia en el sur del país. Antes de 1949, la escuela del norte dirigía trabajos de campo en aldeas con poblaciones de mayoría Han, mientras que la escuela del sur realizaba investigaciones sobre minorías étnicas en zonas fronterizas (2016, p. 2).
Para la Comisión Académica del Consejo de Estado de China, la etnología o «antropología cultural» —conceptos intercambiables en la investigación y el uso en el ámbito chino— es una disciplina de «primer orden». En este mismo nivel también se encuentra la sociología, de la cual dependen otras cuatro disciplinas de «segundo orden», entre ellas, la antropología. En 1953, la etnología lideró el proyecto masivo de definición, identificación y clasificación de las nacionalidades minoritarias de China o Minzu shibie (民族识别: Mínzú shìbié), a través de la Comisión Central de Asuntos Étnicos. «Teóricamente, el proyecto seguía la definición “Minzu” o “nacionalidades” de Stalin», es decir, con territorio común, lenguaje común, organización económica común, y núcleo cultural estable, define Liang (Fei Xiaotong, 1997; Lin Yaohua, 1984 y Ma Yao, 1982, citados Liang, 2016, p. 3).
El sello multiétnico ha distinguido históricamente a China que se abre como un abanico en la diversidad. De acuerdo con Liu, «antes de 1953, el número de grupos étnicos en China era desconocido. Según los datos estadísticos de 1953, se registraron más de 400 nombres étnicos, y solo en la provincia de Yunnan, por ejemplo, había más de 260 nombres étnicos» (2003, p. 220). Estos 400 grupos exigieron ser reconocidos como «nacionalidades», por lo tanto, «una de las múltiples tareas que enfrentó el nuevo régimen a principios de la década de 1950, fue determinar quién cumplía los requisitos para ser clasificado como pertenencia a qué. Se enviaron equipos de trabajo por todo el imperio para que hicieran recomendaciones» (Jenner, 2001, p. 104).
Jenner plantea dos casos que sirven para explicar cómo los investigadores «impidieron el reconocimiento de las diferencias étnicas entre los chinos Han, un proceso que incluía denegar a ciertas comunidades que no deseaban ser consideradas Han sus reclamaciones de un estatus étnico alternativo» (2001, p. 104). Mientras que el grupo «los vestidos de verde» (de Guizhou) pidió ser reconocido como una nacionalidad separada, los hakka defendieron su pertenencia a la etnia Han.
Según los investigadores, en ambos casos los grupos tenían ancestros chinos (Han) y sus lenguas procedían de la antigua lengua china, por lo tanto, debían pertenecer al grupo Han (Jenner, 2001, p. 104). Sin embargo, los académicos no podían entender la necesidad de «los vestidos de verde» por desprenderse de la «hanidad». «Nos resulta difícil imaginar que pudo haber unas pocas personas dentro de la gran nacionalidad que constituye la inmensa mayoría de la población de China que realmente no quisieron admitir que eran Han» (Bai Shouyi, 1989, p. 42, citado en Jenner, 2001, p. 105).
¿Qué mantuvo a los hakka adheridos a la etnia Han? Para Jenner, «resultaba políticamente inaceptable renunciar a una identidad china o hacer demasiado hincapié en otra identidad dentro de la china. De modo que los hakka, considerados diferentes en toda clase de sentidos tanto por su propia parte como por parte de sus vecinos no hakka, no pudieron verse reconocidos como un grupo étnico diferenciado ni recibir el tipo de status formal del que disfrutaban otras nacionalidades» (2001, p. 105). En realidad, los hakka no permitieron ser desafiliados del grupo Han que representaba el centro civilizado. Precisamente, durante gran parte de su historia fueron calificados como «no Han» y, por ende, bárbaros, lo que desencadenó conflictos con los cantoneses Yue en los siglos XIX y XX. Su inclusión oficial dentro de la órbita Han representaba el triunfo final para los hakka, «esto pese a una historia secular de diferencias suficientemente serias como para alimentar violentos conflictos con otros grupos Han» (p. 105).
Mediante este proyecto clasificatorio, el Estado determinó los nombres, la cifra poblacional, y la composición interna de 55 nacionalidades o Shaoshu minzu (少数民族: Shǎoshù mínzú)13 oficialmente reconocidas en China, reflejo de «un país multinacional unificado», como se explicó. Fue en 1953 cuando se reconocieron 41 minorías étnicas, en el censo de 1964 se sumaron otras doce y, en 1982, se añadieron dos etnias más, hasta alcanzar la cifra actual (Newby, 2000, p. 190, citada en Campos Rico, 2007, p. 4).
Respecto a los hakka, Jenner afirma que «solo en años muy recientes han obtenido los estudios hakka reconocimiento en China, coincidiendo con la introducción de un término —Minxi—, destinado a describir a los hakka, que significa algo menos que Minzu pero reconoce una cierta singularidad» (2001, p. 105). Efectivamente, Minxi (民系: Mínxì) es un término moderno que fue introducido para etiquetar a los subgrupos étnicos —como es el caso de los hakka— y admite la traducción de ‘linaje étnico’, lo cual impregna a estas comunidades de prestigio basado en la antigüedad. Como sostiene Jenner, está por debajo de Minzu (民族: Mínzú), que se traduce como ‘grupo étnico’.
El término «Minzu» fue un préstamo léxico del japonés, a fines del siglo XIX. En 1898, el intelectual chino Liang Qichao introdujo por primera vez el término japonés «minzoku». «Al combinar las palabras preexistentes Min (民: Mín) o (gente) con Zu (族: Zú) o (linaje), surgió Minzu como un término cargado de connotaciones modernas que incluye nación, etnia, nacionalidad, gente y raza» (Yen, 2012, pp. 140-141). Para Gladney, el témino Minzu «desplazó y se mezcló con otros términos que sí pertenecen a las nociones chinas de identidad como persona (人: Rén), pueblo (人民: Rénmín), lugar (土地: Tǔdì), familia (家: Jiā), clan (族: Zú), y localidad (本地: Běndì)» (2003, pp. 12-13, citado en Campos Rico, 2007, p. 7). Actualmente, para referise a grupo étnico, es más común utilizar los términos Zuqun (族群: Zúqún) o incluso Qunti (群体: Qúntǐ), donde «qun» (群: Qún), la partícula común, se traduce como ‘grupo’.
Similitudes y diferencias entre los subgrupos cantoneses
De acuerdo con la división étnica oficial, la mayor parte de la población de Cantón actual procede de la etnia Han, mayoritaria en el país14. Los tres subgrupos más representativos de esta provincia son: cantonés Yue15, hakka16 y teochew17, cada uno con sus propios dialectos (Situ Shangj, 2001, pp. 15-17). Pero, además, existe una relativa presencia de las etnias minoritarias Yao, She, Miao, Li y Zhuang (Tong), que a su vez tienen diferencias significativas.
Cui Zhongzhou sostiene que estos tres grupos son «subculturas de una cultura mayor, la china». Los hakka a diferencia de los cantoneses Yue o los teochew poseen una «cultura de la tierra o huangtu (黄土: Huángtǔ)», que es una cultura agrícola que encuentra sus recursos en la tierra, frente a los otros grupos que son «culturas de mar», o «culturas marítimas que busca sus recursos en el mar» (Castro Obando, 2017a, s.p.).
Se ha dicho que mientras los hakka vivían encerrados en las montañas, los cantoneses Yue y también los teochew construyeron sus casas frente al mar: «La cultura hakka es clanística, es decir, un conjunto de familias que permanecen unidas para protegerse y compartir los beneficios de la tierra, esto es lo que caracteriza a las culturas huangtu, a diferencia de los grupos de culturas de mar que son más individualistas y asumen más riesgos» (Castro Obando, 2017a, s.p.).
Sin embargo, los tres grupos mayoritarios en Cantón son el resultado de pueblos indígenas, situados en las Planicies Centrales y el sur de la cordillera Qilian (祁连山: Qílián Shān)18, que migraron en tres grandes picos, durante las dinastías de Jin, Song y Ming, a la zona de Liangguang, en el sur de las montañas de Nanling19, lo que actualmente comprende a la provincia de Cantón, la región de Guangxi y la isla de Hainan. Fue en esta zona20 que floreció la «cultura de Lingnan» (岭南: Lǐngnán)21 o «cultura cantonesa», desarrollada por estos tres grupos22. Al respecto, es importante destacar la función de los «corredores culturales»23, que permitieron el paso natural de distintos grupos étnicos y su coexistencia. Es el caso del Corredor de Nanling, que desembocaba en el delta del río Perla, convirtiendo a Cantón en un lugar de múltiples culturas.
Los cantoneses Yue no solo habitaban Cantón sino también el este de Guangxi24. Tampoco son «originarios» de Cantón, pues llegaron en olas durante la dinastía Han (206 a.C.-220 d.C.) desde el norte de China a esta zona que estaba habitada por los Baiyue (百越: Bǎiyuè)25. Estos grupos nativos fueron desplazados o asimilados por poblaciones Han que heredaron el nombre de Yue (粤: Yuè), el cual unido al nombre de la provincia «Cantón», dio como resultado la combinación «cantonés Yue». En la antigüedad ambos caracteres, 越 y 粵, que se pronuncian igual, «yuè», eran intercambiables, pero en la actualidad solo se utiliza el segundo, 粵, para referirse a la abreviatura de la provincia de Cantón, la lengua cantonesa y el grupo subétnico cantonés Yue. Otra particularidad es que no todos los cantoneses hablan el mismo dialecto Yue. Por ejemplo, los taishaneses (de Taishan) son cantoneses que hablan Taishanés.
Así como los cantoneses Yue, los teochew no son originarios de Cantón. Durante la dinastía Jin (265-420 d.C.) arribaron desde las Planicies Centrales (Henan y Shanxi, vía Fujian) hasta la actual Chaoshan que en los siglos XIX y XX recibía el nombre de prefectura Teochew o Chaozhou. Debido a su lugar de procedencia, se les conoce como «Helao o Fulao», aunque los cantoneses Yue los llamaban «Hoklo», literalmente «Hombre de Fujian». Históricamente han tenido buenas relaciones con los hakka.
A diferencia de los grupos anteriores, los hakka llegaron «tarde» a Cantón y por lo tanto fueron consideradores «los de afuera», pese a que todos eran estrictamente colonos. A Cantón arribaron de forma masiva alrededor del siglo XVII aprovechando el incentivo monetario por familia que ofreció la dinastía Qing para repoblar las regiones costeras.
Un 60% del total de la población hakka dentro de China está asentada en Cantón, con fuerte presencia en Meizhou, Heyuan, Shaoguan y Zhangjiang. La zona hakka más representativa en esta provincia se conoce como Xing-Mei (Xingning-Meixian). Los territorios en el este de la provincia están en poder de los hakka, con excepción de Chaozhou y Hailufeng. De la antigua zona de los «Cuatro condados», los hakka residen mayoritariamente en Chixi, la subprefectura independiente hakka en Taishan.
De acuerdo con datos de 1982, en la zona de Lingnan estaban registrados 40 millones de cantoneses Yue (o guangfu) que ocupaban el 54,8% del territorio, 15 millones de hakka (20,5%) y 18,1 millones de chaoshan, antiguamente teochew (24,7%). Pese a que los hakka representan la segunda mayor población, se encuentran en el tercer lugar con referencia a la ocupación de la tierra (Situ Shangji, 2001, pp. 15-17).
El delta del Río de las Perlas (珠江三角洲: Zhūjiāng sānjiǎozhōu) fue uno de los centros más importantes de la distribución del dialecto Cantonés o Yue26, que se extendió en la zona de «Liangguang» (Cantón y Guangxi) además de Hong Kong y Macao. Incluye a las prefecturas de Guangzhou, Shenzhen, Dongguan, Foshan, Zhongshan, Zhuhai y Jiangmen, así como parte de Huizhou y Zhaoqing27.
La más prestigiosa es la variante cantonesa de Guangzhou, que además es identificada como Yuehai, Guangfu o simplemente «dialecto Cantonés»28. Mientras que la variante de Siyi o Cuatro Condados está subdividida en el Taishanés (Taishan) y el Siquianes (Siquian). Pese a que la variante de Siyi (del campo) pertenece a la rama de lenguas Yue, otros hablantes de Cantonés estándar (de la ciudad), tienen dificultad para entenderla.
Lo mismo ha sucedido con la lengua hakka, que tiene una decena de variantes regionales, cada una con sus características fonológicas distintas y, en ocasiones, difíciles de comprender para hablantes hakka de distintas zonas. Un ejemplo clásico son los tonos que cambian entre las variantes de Kejia, en la mayoría son seis —tipificada por la rama de Moiyan o Meixian—, pero hay casos de cuatro tonos e incluso un caso de una rama que ha perdido su tronco, es decir, no posee ningún tono.
El dialecto Kejia prevalece actualmente en el área de Xing-Mei y el valle de Dongjiang. Tanto en el norte y el este de Cantón los dialectos Cantonés y Chaoshanés fueron opacados por el Kejia que se extendió ampliamente y se dispersó en la provincia29: «Existen 15 condados y ciudades en Cantón en donde solo se utiliza el dialecto hakka, y cerca de 50 condados y ciudades que no son puramente hakka»30.
La principal frontera entre los hakka y los punti (los cantoneses Yue) es la lengua que define la identidad. Para Hsieh, «el límite lingüístico hakka-punti, por supuesto, es una parte fundamental de la identidad hakka, y ayuda a mantener un fuerte sentido de contraste cultural, lo cual también está representado por pequeñas diferencias en el vestir, preferencia por divinidades, el diseño de altares hogareños y más» (1929).
El Chaoshanés31 —lengua hablada por los teochew que es una variante de la lengua Min del sur— tampoco es la excepción. No guarda vínculos con el Cantonés ni con el Kejia; sin embargo, al igual que el Kejia, conserva vocabulario y formas de pronunciación del chino arcaico. A su vez, se divide en tres subgrupos. Se considera el más complejo de los dialectos, ya que emplea ocho tonos, es decir, el doble del Mandarín. Se habla en ciudades como Shantou, Chaozhou y Jieyang.
Actualmente, en el este de la provincia de Cantón, domina el dialecto Chaoshanés o dialecto Chaozhou. Geográficamente, este dialecto también está presente en Hong Kong y Macao. Además, en la Península Leizhou, en el oeste de Cantón, se utiliza el dialecto Leizhou, como el Chaoshanés, una variante del dialecto Min, con 3,3 millones de hablantes32.
Debido a la gran cantidad de variantes por cada uno de los tres dialectos, el gobierno ha designado tres pronunciaciones estándar relacionadas con áreas geográficas. Así, «la variante Guangzhou representa la pronunciación estándar del dialecto Cantonés, la variante Meixian es la pronunciación estándar del dialecto Hakka, ambas en Cantón, mientras que la variante Shantou en Fujian, es la pronunciación estándar del Minnan o Min del sur, soporte del Chaoshanés»33.
Además de los tres grandes dialectos de Cantón, otros pertenecientes a grupos minoritarios del área (Yao, She, Miao, Li y Zhuang), clasificados como el bloque «Zhuangdong» (壮东: zhuàngdōng), se han conservado tanto en la provincia como en las comunidades chinas en el extranjero: «Mantener en la base el lenguaje natal, retener las formas del chino antiguo, además de incorporar préstamos de lenguas extranjeras son las características generales de los dialectos cantoneses actuales»34.
Según datos del año 2011 del gobierno provincial de Cantón, actualmente 38 millones de personas tienen como primera lengua el Cantonés (con 70 millones en las comunidades chinas de ultramar), 21 millones el Kejia (con 65 millones a nivel mundial) y 10 millones el Minnan o Min del sur (con 25 millones incluyendo a Hong Kong y Macao)35.
Diversos estudios se han propuesto explicar la personalidad y el temperamento de los pobladores de Cantón: «Históricamente, la zona habitada por los Guangfu (cantoneses Yue) fue el centro del gobierno, por lo cual se comunicaban mejor con otras zonas y tuvieron mayores contactos con otras etnias. Los hakka, por su parte, ocupaban las montañas y su desarrollo fue posterior, por eso eran más cerrados» (Situ Shangji, 2001, pp. 15-17).
La misma publicación destaca la personalidad «globalizada» de los chaoshan (teochew): «Como vivían frente al océano, empezaron a comerciar tempranamente y estaban influenciados por la cultura del mar» (2001, pp. 15-17). Esta particularidad hizo que de los tres grupos, «los chaoshan emigraran de forma más frecuente y en mayor cantidad, además mantenían una fuerte cohesión en las comunidades de ultramar» (pp. 318-319).
Según Cruz Soriano, existen rasgos físicos que distinguen a los hakka: «Entre los antiguos hakka cuando se hablaba de la lectura de rostro se menciona aspectos como el «saa mian» o rostro de serpiente. […] Lo que sí es cierto es que entre los hakka se dan más los casos de dedos supernumerarios y de calcificación de la uña del dedo pequeño del pie, de manera que la uña se funde con el hueso»36.
Los asentamientos de cada uno de los grupos tienen una arquitectura particular, asociada además a su entorno: «Los guangfu (cantoneses Yue) muestran más variantes debido a las influencias que recibieron de otras culturas. Los hakka, en cambio, prestan mucha atención al Fengshui y sus construcciones están diseñadas para que la protección de familias grandes. Los chaoshan (teochew), se preocupan más por la estética» (Situ Shangji, 2001, pp. 238-246).
Mientras que el cantonés Yue y especialmente el teochew construyen su mundo hacia afuera, con viviendas que dan la espalda a las montañas y miran al mar; el hakka se encierra en un tulou en medio de las montañas y levanta allí su propio mundo. La arquitectura también es un espejo de la interacción que mantienen estas comunidades migrantes con los locales durante el recorrido.
El cantonés Yue encarna la visión de la China tradicional. «Respecto a la práctica del matrimonio, existe una relación vertical en China (padre-hijo) que supera la relación horizontal (esposo-esposa) de Occidente u otros grupos», explica Cui Zhongzhou. «Este vínculo padre-hijo está por encima de cualquier otro tipo de relación», añade (Castro Obando, 2017a, s.p.).
Para los cantoneses Yue era importante asegurar la descendencia dentro del esquema una esposa y varias concubinas, siempre de origen chino. «Los hijos fuera de este esquema no son considerados parte de la familia», sostiene Cui. «Esta relación vertical padre-hijo le da sentido al matrimonio y es el vínculo más importante dentro de la familia china», agrega (2017a, s.p.).
Los hakka equipararon en importancia ambas relaciones «padre-hijo» y «esposo-esposa», alejándose de la práctica tradicional china. Fueron por tradición monógamos. Los padres elegían a la futura esposa del mismo pueblo (compartiendo variante dialectal) aunque de distinto clan y, por ende, apellido. La mujer es considerada una «socia de vida» y el hijo, «el trasmisor» de la herencia.
En las tradiciones culturales y religiosas el punto en común es la veneración a los ancestros, el culto a los dioses naturales, el taoísmo, budismo mahayana y enseñanzas confucianas37: «Los tres grupos son politeístas, los cantoneses (Yue) adoran a varios dioses a la vez, los hakka se destacan por la veneración a sus ancestros, y los chaoshan (teochew) prestan más atención a los dioses del mar o de la naturaleza» (Situ Shangji, 2001, pp. 283-297).
Los tres grupos principales se diferencian también por particularidades en su cocina, tipos de ópera, artesanías (tallado de madera), artes marciales, bailes, instrumentos musicales y canciones tradicionales. Sin embargo, cada uno de ellos ha impactado en los otros dos y mantienen un denominador común que los identifica como «cantoneses», «chinos cantoneses» o «chinos de Cantón».
«Respecto a la comida, los guangfu (cantoneses Yue) tienen platos más ligeros mientras que los hakka, más salados y concentrados. Los chaoshan (teochew) prefieren los productos del mar» (Situ Shangji, 2001, pp. 300-307). Wong señala que cada cocina responde a su realidad geográfica: «la gastronomía hakka es salada, picante, grasosa, con productos de las montañas, la gastronomía teochew es suave, con productos del mar, mientras que la gastronomía cantonesa es un balance de sabores» (Castro Obando, 2017b, s.p.).
También existen prácticas distintas durante la celebración de las fiestas tradicionales, como es el caso del Festival Qingming (清明节: Qīngmíngjié)38. En China esta fiesta que comparten todos los grupos Han está dedicada a honrar a los antepasados. La veneración a los ancestros es la principal forma de expresión religiosa de los hakka.
Tradicionalmente los hakka no limpiaban las tumbas durante este festival, sino que más bien lo hacían en otras dos ocasiones: una en primavera, cerca del Año Nuevo chino, y la otra en otoño, con el Festival del Medio Otoño o Fiesta de la Luna. Antiguamente abril (mes de esta festividad) coincidía con la temporada de siembra, lo que impedía a los hakka acudir a las montañas donde se encuentran las tumbas.
Como todavía no era época de cosecha, tampoco disponían de los ingresos suficientes para la compra de pescado, cerdo y gallo, que ofrecían como sacrificio a sus antepasados. En Meixian, aún se continúa con este calendario. La situación económica ha mejorado notablemente para esta comunidad y ahora los hakka celebran tres veces al año.
Otra ligera diferencia consiste en el plato dedicado a la fiesta. Los hakka prefieren comer Qingmingban 清明粄 o panecillo Qingming a diferencia del Qingtuan 青团 o pastel de arroz glutinoso y otros manjares. Los Qingmingban, que también se llaman «Aiban» 艾粄, se preparan con harina, azúcar y Aicao 艾草 o artemisa china. Es un plato tradicional y muy popular en las zonas hakka. Se cree que el consumo de Qingmingban aleja las enfermedades (Zhang Weijun, 2014).
A lo largo del siglo XIX, los hakka de Cantón conservaron dos características que los distinguen ampliamente de los otros grupos en la provincia: la educación y la mujer: «Prestan mucha atención a la educación, en detrimento de sus vínculos comerciales (a diferencia de los teochew y los cantoneses Yue)» (Situ Shangji, 2001, pp. 314-315). «Las mujeres juegan un papel clave en la comunidad, tanto en la casa (tareas domésticas) y en el campo (labran las tierras de cultivo) (pp. 315-317).
En un estudio que se enfoca en el concepto de identidad, para evaluar las coincidencias entre las tres subetnias de Cantón, las respuestas giran en torno a elementos como cultura, lengua, sangre y tierra: «Cuando se les pregunta qué define su identidad, las tres eligen en este orden de prioridad: «la cultura y la lengua», «la sangre y la tierra» (Huang Shuzheng, 2001, pp. 101-103). Los dos primeros elementos marchan de la mano en la cosmovisión de los cantoneses.
El caso de Cantón, donde coexistieron los hakka, los cantoneses Yue y los Teochew, que posteriormente migraron al Perú, permite distinguir similitudes y diferencias de estos grupos, además de un regionalismo Liangguang que los engloba. El desarrollo de la «Hakkalogía» o estudios sobre los hakka, desde las primeras décadas del siglo XX, sustentó un discurso que resaltaba las particularidades de esta comunidad en China.
Cuestión de identidades: china, han y hakka
El discurso centro-periferia es el eje sobre el cual gira la identidad china que, pese a varios esfuerzos, en la práctica mantiene como centro a la identidad de la etnia mayoritaria Han convertida en la identidad china, y como periferia a todos los otros grupos chinos. Este esquema se pueda extrapolar, y aplicarlo a la relación de los nacidos en China (como centro) y los inmigrantes chinos o chinos de ultramar y hasta sus descendientes (como periferia).
El centro está ocupado por los Han que han sabido conectar en la historia oficial china los conceptos de «Han como pueblo y Han como etnia» (Gladney, 2004). Históricamente, los Han como pueblo son los fundadores de China y su origen se remonta hasta dos siglos antes de la era cristiana, mientras que los Han como categoría étnica se sitúa a fines del siglo XIX y a lo largo del siglo XX.
Se registra el origen de los Han en los pueblos agrícolas Hua y Xia que se asentaron en las Planicies Centrales o Zhongyuan (中原: Zhōngyuán) sobre la cuenca baja del río Amarillo, «la cuna de la civilización china». A este grupo se le conoce como Huaxia (华夏: Huáxià) o «los civilizados Xia» en contraste con los Yi (夷: Yí) o, por entonces, «las otras tribus bárbaras»39.
Debido a este origen antiguo, al desarrollo alcanzado, a la asimilación de otros pueblos y a la integración territorial, los Huaxia son reconocidos como los fundadores del pueblo chino y los ancestros de los Hanzu (汉族: Hànzú) o chinos Han. El nombre de la dinastía Han (206 a.C.-220 d.C.) que siguió a la dinastía Qin tiene este origen y los Han gozan de ese prestigio.
Con referencia a «Han como pueblo» o «Han ren», Gladney sostiene que esta categoría «fue en realidad establecida formalmente en China primero por los mongoles que incluían a todos los pueblos del norte como Han (hasta los coreanos) a diferencia de los sureños (nan ren), los asiáticos centrales (semu ren), los Hui (musulmanes) y los mongoles, como parte de sus categorías coloniales» (2003, p. 27).
De acuerdo con registros de la dinastía Yuan dominada por los mongoles, los Han ren (汉人: Hànrén) «era una de las categorías poblacionales que se usaba para referirse a los chinos provenientes del norte del imperio (chinos del norte, kitanes, jurchens y coreanos), aunque en ocasiones también incluían a los Nan ren (南人: Nán rén) o poblaciones del sur» (Endicott-West, 1989, p. 124). En el siglo XVII, Han ren «era el término común para aquellos quienes se consideraban a sí mismos como descendientes de la dinastía Han» explica Hostetler (2001, p. 6). Tanto Han 汉 (de Han ren) como Hua 华 (de Hua xia) son partículas vinculantes a la etnicidad china que no necesariamente están relacionadas con la nacionalidad china40.
La categoría Han como Minzu («nacionalidad» o etnia en este caso), para Gladney «es un fenómeno bastante reciente, popularizado por Sun Yat-sen en oposición a tibetanos, mongoles, manchúes y Hui, en su principio de Cinco Pueblos», y lo más importante, «contra los imperialistas extranjeros, todos los cuales fueron percibidos como naciones» (2003, p. 27).
Varios autores coinciden en señalar al imperio manchú como el espacio de nacimiento de la etnia Han. Para Elliott, «durante la dinastía Qing el término Han como etnónimo fue usado para distinguir a los chinos tanto cultural como étnicamente del Otro No-Han» (2001, pp. 384-385). Hostetler afirma que «desde fines del siglo XIX, el término Han ha sido utilizado para referirse a quién es, aparenta, afirma o asume ser étnicamente chino» (2001, p. 6).
Si bien «Han como etnia» o Hanzu encuentra su antecedente étnico en «Han como pueblo» o Huaxia para dotarse de este carácter ancestral, excluye la característica multiétnica que fue producto de un largo proceso de asimilación. Como señala Campos, esta «evidente heterogeneidad étnica» de los Han «contradice la percepción que se tiene de ellos como un grupo culturalmente homogéneo» (2014, p. 26).
La categoría étnica Han se configuró a partir de dos elementos: la sinidad41 y el parentesco. A través de la sinidad o «el ser chino», los bárbaros fueron civilizados, es decir, «sinizados» adoptando la cultura Huaxia, mientras que las relaciones de parentesco, «expresadas en el sistema organizativo Zongzu» (宗族: Zōngzú) o clan, los insertaron en una red de relaciones sociales (Campos Rico, 2007, pp. 9-10).
Tanto la sinidad como el clan responden a la teoría centro-periferia, en la que el centro son los Han y la periferia todos los grupos no Han. Mientras que en el centro se ubica la civilización, en la periferia habita la barbarie. Aquí radica la construcción identitaria de los Han y la mirada al «otro» que alcanzó su climax al término del gobierno manchú, considerado como extranjero (2007, p. 9).
El concepto de identidad étnica china está perfilado por el discurso cultural chino o la teoría centro-periferia: «Se deriva de la cosmología imperial en la cual reinos concéntricos rodeaban a China, con el emperador en su centro. La barbarie disminuía a medida que uno se acercaba al irresistible poder de civilización del centro imperial» (Pann, 1999, p. 13, citado en Tjon Sie Fat, 2009).
Desde otra perspectiva, «se entiende que la civilización se irradia desde un centro, lugar del emperador, hacia las periferias, donde la barbarie se apodera gradualmente de estos espacios». Según los textos antiguos, «la distancia al monarca indica el estatus social como el nivel de civilización, desapareciendo en sus márgenes en un reino sombrío, en el que no hay una distinción clara entre lo criminal y lo bárbaro», y por implicación entre los Han y los otros (no Han) (Dirlik, 2008, p. 6).
Esta «misión civilizadora del centro» se convertirá en la «misión civilizadora de los Han», que finalmente unifica culturalmente a China y le otorga sus características fundamentales. «Se reconocen las diferencias regionales, pero sin una explicación clara de los motivos que provocaron estas diferencias, excepto, como ajustes locales de una cultura Han que se extendió fuera de las llanuras del río Amarillo». Es decir, se acepta una diversidad étnica en la cual «los Han constituyen la posición cultural dominante (y superior) en la formación de China» (Dirlik, 2008, p. 7).
De acuerdo con Dirlik, la llamada civilización china ha sido el producto de muchas nacionalidades (etnias) y cuando se habla de cultura china realmente se está hablando de la cultura Han: «La cultura Han ha sufrido una transformación incesante; era diferente de un período a otro y, dentro del mismo período, difería de un lugar a otro y de una región a otra; no existe una cultura común a lo largo del tiempo, que cubra a toda la sociedad feudal» (Tan, 1987, pp. 27-55). Así que «lo que se denomina Sino-centrismo, debería llamarse Han-centrismo» (Dirlik, 2008, p. 10).
El prestigio histórico y cultural de los Han se ha constituído en el sello de la identidad china desde la categoría de «Han como etnia» y ocupa el «centro civilizado». Esta poderosa etnia, los Han o Hanzu (汉族: Hànzú) —la mayoritaria de las 56 reconocidas oficialmente por el Gobierno Chino— está dividida en ocho subetnias o Minxi (民系: Mínxì), entre las cuales está la hakka.
Bajo el paraguas Hanzu, los subgrupos o Minxi son «fragmentados y diversos». Pueden clasificarse por dialectos (diferencias lingüísticas), subculturas o tradiciones (diferencias culturales), área que ocupan (diferencias regionales, provinciales o lugares de origen), aunque también se admite «pares de oposición» como norte/sur, urbano/rural, como señala Agnieszka (2013, p. 850). De estas categorías, los dialectos determinan ocho grandes subgrupos, entre ellos el Kejia (o lengua hakka) hablado solo por el sugbrupo étnico hakka.
A pesar de esta notable fragmentación, oficialmente se considera que las distinciones al interior de las subetnias Han son «mínimas y superficiales» y prevalece la tendencia a no generar identidades étnicas diferenciadas. Para explicar las profundas diferencias lingüísticas y culturales que existen entre estos grupos, se ha propuesto el concepto de «identidad subétnica». «Esto abre la posibilidad de crear múltiples identidades en China, una tendencia deplorada por el Estado enfocado en la unidad nacional», sostiene Davis (2005, p. 245).
En esta búsqueda por una obsesiva uniformidad, se ha establecido que los Han proceden de un ancestro, un lugar y una dinastía común: Huangdi (el legendario emperador amarillo), las Planicies Centrales y la dinastía Han, respectivamente. Cada uno de los subgrupos Han está vinculado a una o más de estas etiquetas. Por ejemplo, los hakka y los cantoneses Yue comparten el origen, las migraciones al sur y el prestigio de la dinastía Tang.
En lugar de constituirse como un grupo étnico diferenciado y construir desde allí su propia identidad, los hakka «muestran un profundo orgullo por sus vínculos con la cultura de las Planicies Centrales y especialmente, con la cultura de la dinastía Tang»42, señala Davis (2005, p. 333). Este autorreconocimiento como «gente de Tang» (唐人: Tángrén)43 y, por ende, su pertenencia al centro, continuará con la diáspora (Tjon Sie Fat, 2009, pp. 54-55)44.
Gladney recuerda una anécdota que apunta a esta pertenencia cuando un maestro de escuela hakka que conoció en las calles de Fuzhou le gritó: «aunque nosotros mismos nos llamemos en hakka «gente de Tang» (Tongnyin) somos miembros de la nacionalidad Han. ¡Los hakka no somos integrantes de los pueblos minoritarios atrasados!» (落后的少数民族) (Gladney, 2003, p. 11).
Diversos autores —desde la Hakkalogía hasta fuera de ella— definen a los hakka como «un clan cerrado que se caracteriza por su hermetismo»45. De esta premisa, que se sostiene en las características de «clausurado y hermético», han derivado las descripciones sobre los hakka y también varias de sus etiquetas. Pero, ¿cómo se autoperciben los miembros de este grupo?
Constable señala que «mientras que otros grupos ven a los hakka como cerrados o exclusivistas, con un fuerte sentimiento de clan, ellos se ven a sí mismos como unidos y cooperativos» (1994, p. 134). Estas dos cualidades que destacan la unión y la cooperación entre los miembros son una constante en la autopercepción hakka cuando se remite a la dicotomía de «nosotros» frente a los «otros».
Ambas características se mantienen como valores muy preciados entre los residentes hakka de las provincias de Jiangxi, Fujian y Cantón hasta la actualidad. «Somos hakka y por eso somos uno y tenemos que ayudarnos», es una constante entre las personas de la tercera edad que aún habitan las antiguas residencias hakka o tulou en estas provincias, ante la ausencia de hombres y mujeres jóvenes que han marchado a las ciudades en busca de trabajo.
La cohesión fue un aspecto fundamental para la formación de este grupo de desplazados. «Con el fin de luchar por un espacio vital después de la migración y el asentamiento, los hakka debían fortalecer la cohesión familiar unida por líneas de sangre y desarrollar una mentalidad común de culto a los ancestros» (Kong, 1992, p. 164). Esta situación fue impulsada también por la hostilidad tanto del ambiente geográfico como del ambiente social, lo cual se reflejó en la arquitectura de sus viviendas comunales.
Zhou Jianxin señala que desde la dinastía Ming (segunda mitad del siglo XIV), «la identificación étnica se mantuvo a través los apellidos familiares, clanes y la combinación de ramas clanísticas» (2007, p. 87) y, a fines de la dinastía Qing (segunda mitad del siglo XIX y primera década del siglo XX), el concepto de clan había alcanzado un desarrollo pleno. Durante el recorrido norte-sur, diversos factores impulsaron la unidad hakka a través de los sistemas de familia que, a su vez, conformaban los clanes.
De acuerdo con Han Zhiyuan, «un espíritu de equipo de alto nivel más allá de la idea de clan se puso en marcha y se expandió entre los hakka. Esto se reflejó principalmente en la aparición de muchas organizaciones folclóricas hakka que no estaban confinadas a un clan o apellido de familia», explica (2005, pp. 21-26). Fue así como los hakka se asumieron como una sola gran familia o el clan mayor entre los clanes.
La mayor descripción del «nosotros» se encuentra en una inscripción en el Museo Hakka de China, que narra las migraciones en los cantos épicos, los cuales contribuyen a una narrativa legendaria: «Los hakka han abierto caminos a través de las cordilleras, llevando en sus manos las cenizas de sus ancestros. Han ofrecido elegías a las montañas y los ríos de su tierra natal, mientras atravesaban tierras estériles. Han transmitido a sus descendientes la identidad hakka, cantando por donde iban, somos los hakka».
La Hakkalogía ha contribuido a la construcción del «nosotros» a partir de un discurso épico con raíces históricas. Tan Yuanheng imprime este sello épico en la personalidad: «los hakka encarnan el espíritu de las dinastías Jin, Meridionales y Septentrionales, que aspiraban a la libertad de pensamiento y la expresión de la personalidad. Uno recuerda a esas dinastías al ver a un hakka» (2008, pp. 52-53).
Otro caso similar sucede con Xu Xuzeng —considerado el primer académico que escribió sobre los hakka en 1815—, quien los dota de tres fortalezas: «son descendientes de los hombres valientes de la dinastía Song del sur, que llegaron al sur con el emperador; la cultura presta mucha atención a las letras y a la fuerza, y las mujeres tienen autodisciplina y obedecen los principios de la moral» (Xu, 1815, citado en Wang, 2008, p. 23).
El «nosotros» se resume en el «código hakka», un saludo utilizado por los hakka para reconocerse en China o en el extranjero, que abre las puertas de cualquier tulou, real o mental. La frase en lengua hakka es corta y directa: «chi ka ngin» (自家人: Zìjiārén), y se traduce como «somos una misma familia», «uno de los nuestros», etcétera. Según Leo, este saludo «personifica el llamado (rasgo) exclusivista de los hakka» (2015, p. 282).
Otra forma de saludo, «Ngai He Hakka Nyin» [涯]系客家人 o «Yo soy Hakka», confirma la imperiosa necesidad de afirmar el «nosotros» como parte del grupo frente a esos «otros». Ambas frases pueden ser consideradas marcadores de identidad étnica entre los hablantes de esta lengua en China y en las comunidades hakka en el exterior como una necesidad de reconocimiento.
El «nosotros» está expresado en «el hermetismo y la tradición» —que se aplican a los valores y las prácticas culturales— y «son gemelos», como indica Huang Langhua. Y añade que «el hermetismo del tulou, el entorno de las montañas y la independencia económica debido a la agricultura facilitaron la preservación de las tradiciones y el carácter conservador de las personas que habitaron allí» (2011, pp. 350-351).
El tulou, un tipo de vivienda comunitaria en las tres provincias, tuvo un gran impacto en la forma como los hakka entendían la vida. Para Huang Langhua, estas construcciones cerradas y herméticas modelaron la identidad hakka; «Esto explica la dificultad que tenían para relacionarse con otros. Han caído en la arrogancia de creer que su sangre es pura y son los auténticos chinos», sostiene (2011, pp. 350-351).
Ese «nosotros» está expresado en la arquitectura. Según dice, «los hakka construyen el tulou y el tulou “construye” a los hakka»46. «Las características del tulou, una estructura cerrada para la defensa, representa la fuerza del grupo, y al mismo tiempo, refuerza el hermetismo (exclusivismo) que se transforma en los valores hakka de «perseverancia y obstinación», señala (2011 pp. 350-351)47.
El medio agreste y el estilo de vida —aislados en las montañas— contribuyeron al hermetismo de los hakka y refuerza el «nosotros». Feng Xiuzhen explica que «desde las primeras migraciones, los hakka se internaron en las montañas o se trasladaron a zonas fronterizas entre las provincias de Jiangxi, Fujian y Cantón. Debido a las malas condiciones del lugar, las familias debían vivir todas juntas» (2013, p. 91).
«En las zonas hakka existía un sistema familiar muy poderoso y un concepto de familia muy fuerte. Se valora el sistema de familias grandes (clanes) y que los miembros de varias generaciones vivan todos juntos. Se prestaba mucha atención a mantener la cohesión entre los miembros», explica Wu Yongzhan y enumera cinco motivos hakka para vivir en comunidad dentro de una sola estructura (2012, p. 14)48.
Frente a «nosotros» están los «otros». Esta relación de enfrentamiento con los «otros» ha sido otra constante durante el recorrido hakka. En Jiangxi se enfrentaron a los gan; en Fujian y Taiwán, a los hoklo; y en Cantón y Guangxi, a los cantoneses Yue. Para los especialistas, los hakka fueron víctimas de un profundo racismo, persecuciones, hostilidades y odio que han formado parte de la «postura antihakka» de los locales.
¿Cómo son vistos los hakka por esos «otros»? No se puede entender a los errantes hakka sin los locales o punti49, una dicotomía hakka-punti que los define desde el origen. Barth sostiene que «el vínculo positivo que conecta varios grupos étnicos en el sello del sistema social circundante depende de la complementariedad de los grupos respecto a algunos de sus rasgos culturales característicos. Esta complementariedad puede originar una independencia o una simbiosis» (1976, p. 11).
Desde su nombre, los hakka fueron bautizados por sus enemigos. El nombre de esta comunidad no está vinculado ni a un territorio propio ni fue elegido por sus miembros, sino más bien, describe su permanente trashumancia o lo que se ha llamado «la migración perpetua». Es decir, fue producto de la interacción con poblaciones locales a lo largo del recorrido por quince siglos en el territorio chino.
De acuerdo con Constable, los hakka aceptaron este apelativo «después de entrar en contacto con hablantes de Min o Yue (Fujian o Cantón, respectivamente), se reconocieron —y fueron reconocidos por otros chinos— como cultural y lingüísticamente distintos». Esto generó «una base para la identidad colectiva, la acción y la creencia compartidas» (1994, p. 21).
El exónimo se popularizó en Cantón cuando poblaciones hakka situadas en el norte de esta provincia se desplazaron hacia la región delta del río Perla para asentarse en la zona de los Cuatro Condados o Siyi50, a inicios de la dinastía Qing, en las primeras décadas del siglo XVII. La relación entre los arrendadores punti (en Cantón fueron los cantoneses Yue) y los arrendatarios hakka, que abrió paso a la comercialización de productos y la migración hakka al sur, se quebró con la crisis del siglo XIX y aumentó la disputa por la escasez de recursos existentes.
Según Barth, «la conciencia de la nueva identidad no sucede en aislamiento». Se trata de una «identidad contrastiva» que es la base de la identidad étnica, la cual se construye a partir de la oposición del «nosotros» frente a los «otros» (1976, pp. 1-3). El enfrentamiento hakka-punti es ineludible para la construcción identitaria. Hsieh afirma que «la identidad hakka frente a la identidad punti tiene una rica historia como línea divisoria en conflictos locales, disturbios y enfrentamientos» (1929).
Y fue aquí, en el delta del río Perla, cuando se «reafirma la conciencia hakka», apenas unos años después de la Rebelión Taiping y en el marco de la diáspora china. Según Constable, la «identidad colectiva» de los hakka se define recién a través de la historia de las migraciones y la Rebelión Taiping. Sin embargo, fue el conflicto interétnico en Cantón lo que delimitó las nuevas fronteras, colocó a los cantoneses Yue (punti) en el centro y echó a los hakka a la periferia.
Mientras los cantoneses Yue (punti) reclamaban ser los legítimos habitantes de Cantón, pertenecientes a la etnicidad Han, acusaban a los hakka de invasores que pertenecían a «tribus bárbaras», con lo que los desvinculaban del centro civilizado Han y empujaban a la periferia. Para defenderse de estos ataques, los hakka construyeron un discurso de autoidentificación como «los verdaderos y auténticos chinos Han».
Debido a su largo peregrinaje por las montañas esta «reputación tribal» fue una constante durante el recorrido hakka, como parte de la leyenda negra en el sur de China que los describía como «bárbaros y bandidos». Este perfil contrastaba con la imagen positiva y benévola sobre los hakka que había sido propalada en el exterior por los misioneros extranjeros que entraron en contacto con estas comunidades en el siglo XIX.
Esta visión negativa que se asentaba en su origen y sus hábitos alejaba a los hakka de los civilizados Han: «El peor insulto, narrado por un hablante Yue (cantonés) a misioneros extranjeros, fue la implicación de que los hakka, con su lenguaje extraño, y vestimenta y costumbres desconocidas, no eran de hecho chinos, sino que estaban más estrechamente relacionados con gente bárbara o tribal», detalla Constable (1994, p. 10).
Ante estos discursos, los estudiosos de la Hakkalogía han marcado un contraste, realzando a los hakka frente a los cantoneses Yue. Hsieh, por ejemplo, afirma que «los hakka son un pueblo del futuro, desprovisto de los prejuicios o la fácil inactividad de los viejos terratenientes que están orgullosos de sus riquezas y su supuesta superioridad» (1929). Aquí se está refiriendo a los cantoneses Yue que controlaban la tierra en Cantón.
«Los hakka no son los típicos sureños, sino que heredan el sentido de dignidad, resignación y tolerancia de los norteños», precisa Huang, quien además los retrata utilizando algunas etiquetas: «son rectos, dignos, empeñosos, y al mismo tiempo, demasiado orgullos y de mentalidad estrecha sobre la identidad étnica» (2011, p. 336). Todas estas descripciones han sido inspiradas en los discursos hakka de inicios del siglo XX.
No obstante, los estereotipos no solo definieron a los hakka sino también a los cantoneses Yue, los «otros» en Cantón. De acuerdo con Bohr, los hakka consideraban a la «cultura bendi»51 (cantonesa Yue) como arrogante, materialista, adicta a las apuestas y a fumar opio» (2009, p. 3). Esta percepción sobre los cantoneses Yue, que data del siglo XIX, ha sido totalmente opacada por la negativa imagen de los japoneses en China, incluso entre los aldeanos hakka del sur del país.
La teoría más aceptada en la actualidad es que los hakka son en su mayoría chinos Han del norte que migraron progresivamente hacia el sur, huyendo de la guerra, la pobreza y el caos. Si fueron migraciones deliberadas o éxodos caóticos es un punto de discusión, pero independientemente de su naturaleza, las dificultades sufridas durante estos tiempos se han convertido en un punto focal en la historia del origen hakka (Hsieh, 1929).
10 Diversas experiencias recogidas durante el trabajo de campo en las provincias chinas de Jiangxi, Fujian y Cantón.
11 «Hakka» es la pronunciación más popular y procede de la lengua cantonesa, aunque comparte la sonoridad con la lengua hakka dependiendo de la variante (Hakka pinyin: Hag5 ga1 o Kag5 ga1). En ambos casos es muy distante al nombre en Mandarín «Kejia» (客家: Kèjiā), que se ha reservado como el nombre de la lengua.
12 Todas las traducciones, a menos que se indique lo contrario, son mías.
13 Actualmente se traduce como ‘minorías étnicas’, ‘grupos étnicos minoritarios’ o incluso ‘nacionalidades minoritarias’.
14 Se calcula que la etnia Han representa un 91,6% de la población china estimada en 1394 millones a noviembre de 2019.
15 Cantonés Yue o Cantonés (en caracteres simplificados: 广府人, en pinyin: Guǎngfǔrén, en jyutping: gwong2 fu2 jan4). Son los hablantes del Cantonés o familia lingüística Yue. En Cantón es sinónimo de punti (en caracteres simplificados: 本地人, en pinyin: Běndì rén, en jyutping: bun2 dei6). Traducción literal: ‘nativos o locales’.
16 Hakka (en caracteres simplificados: 客家人, en pinyin: Kèjiārén, en jyutping: haak3 gaa1, en lengua hakka: Hak-kâ o hak-ga-ngin y otras muchas). Son los hablantes del Kejia. Traducción literal: ‘familia forastera, visitante, invitada’. En todos los casos refiere a lo que no es originalmente de la zona.
17 Teochew (nombre utilizado en el siglo XIX y principios del siglo XX; en caracteres simplificados: 潮州人, en pinyin: Cháozhōurén, en jyutping: Chiuchow o Chiuchao yan, en lengua Teochew: Tiê-Chiu). También reciben el apelativo de «Fulao» 福佬 (en pinyin: Fú lǎo, que admite como traducción literal ‘chinos benditos’). Históricamente ocupaban la prefectura Chaozhou que hoy tiene el nombre de Chaoshan. También son conocidos como «chaozhouneses» o «chaoshaneses». En todos los casos son hablantes del dialecto Teochew o Min del sur.
18 Cordillera Qilian, montañas Qilian, montañas Nan, Nanshan, etcétera. Es una cadena montañosa considerada la frontera ente las provincias de Qinghai y Gansu, una línea divisoria geográfica entre el norte y sur de China.
19 Montañas Nanling (南岭: Nánlǐng) o montañas del sur, también conocidas como montañas Wuling (五岭: Wǔlǐng) o Cinco montañas, es una cadena montañosa que divide el centro y sur de China. La cordillera principal se extiende de oeste a este, desde el este de Guangxi (Guilin y Hezhou) al sur de Jiangxi (Ganzhou); y de norte a sur, desde el sur de Hunan (Yongzhou y Chenzhou) hasta el norte de Cantón (Qingyuan y Shaoguan). Marcan el límite entre cuatro provincias: Cantón, Guangxi, Hunan y Jiangxi. En el sur de las montañas floreció la «cultura Lingnan».
20 Antiguamente estaba habitada por el reino de Nanyue (南越: Nányuè) y comprendía Cantón, Guangxi, Yunnan y la parte norte de Vietnam. Su capital se llamaba Panyu y estaba ubicada en el actual Guangzhou (capital de Cantón). En el 200 a.C. el reino fue conquistado por el Imperio Han. Sin embargo, la sinicización a gran escala recién se produjo en los siglos VI-VII, durante la dinastía Tang. Se les considera parte de los Baiyue.
21 En sentido amplio y desde un punto de vista geográfico, la «cultura de Lingnan» abarca a los grupos subétnicos Han como los cantoneses Yue, los hakka y los Teochew, además de minorías étnicas como Zhuang de Guangxi, es decir la zona de Liangguang. Sin embargo, en sentido estricto se conoce como «cultura de Lingnan» a la «cultura cantonesa» propia del grupo subétnico cantonés Yue.
22 Portal oficial del Gobierno Provincial de Guangdong 广东省人民政府门户网站. 岭南文化.
23 Desde las Planicies Centrales hasta el sur de Nanling geográficamente existen cinco caminos antiguos que permitieron la migración y se convirtieron en corredores culturales desde la dinastía Qing: Yuechengling (越城岭), Mengzhuling (萌渚岭), Qitianling (骑田岭), Lingling Guiyang Jiao (零陵桂阳峤) y Dayuling (大庾岭).
24 Hay zonas de Guangxi donde se habla hasta hoy Cantonés, como Wuzhou y Liuzhou. Recién en 1958 fue conocida como Región Autónoma Zhuang de Guangxi. La etnia mayoritaria es Han, dentro de la cual algunos son hablantes del Mandarín sureño y otros de las variedades de la lengua Yue. Un 90% de la etnia minoritaria Zhuang reside en esta zona.
25 Baiyue (百越: Bǎiyuè) o Yue (粵: Yuè), literalmente «un centenar de Yue». El término aparece por primera vez en un antiguo registro enciclopédico «Crónicas de la Primavera y el Otoño del Señor Lu» (呂氏春秋: Lǚ shì chūnqiū), compilado alrededor del año 239 a.C. Fueron poblaciones primitivas que habitaron el sur de China y el norte de Vietnam, desde el siglo III a.C. hasta el siglo I d.C. «Baiyue» ha sido utilizado como un término colectivo para denominar a estas poblaciones no chinas (Han). Tanto los reinos Minyue en Fujian y Nanyue en Cantón son considerados estados Baiyue.
26 Lengua o dialecto Cantonés (en caracteres simplificados: 粤语, en pinyin: Yuèyǔ, en jyutping: Jyut6jyu5). También se le conoce como Guangdong Hua (en caracteres simplificados: 广东话, en pinyin: Guǎngdōng huà, en jyutping: Gwong2dong1 Wa2). El Cantonés estándar: Guangfu (廣府話) o Yuehai (粵海話) que se habla en Cantón, Zhongshan, Wuzhou y Foshan, Hong Kong y Macao.
27 Portal oficial del Gobierno Provincial de Guangdong 广东省人民政府门户网站. 珠江三角洲.
28 Según la clasificación de Campbell, 1912, hay por lo menos diez variantes.
29 «En Meixian (Moiyen en Kejia y Moiyan en la variante dialectal de Meixian) no solo se habla un hakka que tiene menos influencia del Cantonés, sino que existe música hakka e instrumentos musicales hakka» (Joseph Cruz Soriano en Grupo Facebook Hakka Perú 客家人在秘鲁).
30 Portal oficial del Gobierno Provincial de Guangdong 广东省人民政府门户网站.
31 Chaoshanés, chaozhounés o dialecto Teochew (en caracteres simplificados: 潮州话 o 潮汕话, en pinyin: Cháozhōuhuà o Cháoshànhuà, en el dialecto de Chaozhou: Diê⁵ziu¹uê⁷). También es llamado Chiuchow.
32 Portal oficial del Gobierno Provincial de Guangdong 广东省人民政府门户网站.
33 Portal oficial del Gobierno Provincial de Guangdong 广东省人民政府门户网站. 官方方言.
34 Portal oficial del Gobierno Provincial de Guangdong 广东省人民政府门户网站. 壮东.
35 Portal oficial del Gobierno Provincial de Guangdong 广东省人民政府门户网站. 统计.
36 Joseph Cruz Soriano en Grupo Facebook Hakka Perú 客家人在秘鲁.
37 Para los hakka «los ancestros» eran el tema primordial y después siguieron todas las otras creencias religiosas, pues no hacían mucha diferencia entre una y otra. Los hakka del sur de Fujian abrazaron tempranamente el catolicismo por la presencia de misioneros cristianos durante la dinastía Ming.
38 También se conoce como Día de la Claridad Pura, Día de las Tumbas o Día de los Muertos. Se celebra el primer día del quinto período solar. Durante esta festividad se visita al cementerio, con ofrendas de comida y se limpian las tumbas de los antepasados.
39 El término Yi (夷: Yí) se utiliza para designar a las tribus en la periferia del poder dinástico chino, considerado el centro civilizado. De allí que el concepto también signifique «bárbaros». La mayor parte de estas tribus estaban asentadas en el sur, mientras que algunas rápidamente se asimilaron, otras enfrentaron a las dinastías y se mantuvieron en el espectro «no chino».
40 Mientras que «Han ren» se puede traducir como «perteneciente o descendiente de la etnia Han», «Hua ren» alude a «pertenencia al antiguo pueblo Han» o «descendiente de la cultura Huaxia», en contraposición a «Zhongguo ren» o ciudadano chino de la República Popular China.
41 Sinidad, sinización o sinificación (中国化: Zhōngguóhuà) o (汉化: Hànhuà) es una asimilación cultural de conceptos chinos, o también llamado el proceso de «hacerse chino» que se equipara a «hacerse Han». Se utiliza para describir el proceso de asimilación cultural de personas no Han dentro de la identidad china.
42 Tang (唐: Táng), Hakka: Tong, literalmente se refiere a la dinastía Tang (618-907 d.C.), pero en ciertos contextos es equivalente a China o Zhongguo (中国: Zhōngguó) para señalar los orígenes. En Hakka: Tongsan (equivalente a China), Tongnyin (equivalente a chino como nacionalidad).
43 Los «barrios chinos» se traducen literalmente como ‘La calle de los Tang’ (唐人街: Tángrénjiē).
44 Los hakka, así como los cantoneses Yue utilizaban a la dinastía Tang para expresar su etnicidad china, así como los Han se refieren a la dinastía Han con el mismo propósito.
45 Esta etiqueta ha sido utilizada por autores de la Hakkalogía desde Eitel (1873) hasta especialistas occidentales en el tema hakka como Constable (1994).
46 Frase original en chino: «客家人建造了土楼, 土楼也建造了客家人» (Huang, L., 2011, pp. 350-351).
47 El concepto 屈强介立 (Qūqiáng jièlì) ha sido traducido como ‘perseverancia y obstinación’. Tiene un doble sentido, denota que los hakka «nunca se rinden» debido a una autoestima muy elevada.
48 Los motivos que enumera son: mantener el sistema de clanes; escapar de las guerras y sobrevivir a la migración; protegerse y defenderse de los ataques; cultivar la tierra en las montañas a partir de las unidades familiares; y conservar las enseñanzas del confucianismo feudal de los ancestros norteños.
49 Los residentes locales varían según el recorrido hakka, sin embargo, la estancia en Cantón hace que «local» o «punti» sea sinónimo de «cantonés Yue».
50 Región de los Cuatro Condados o Siyi (广东四邑地区: Guǎngdōng sì yì dìqū).
51 Cultura «bendi» (本地: běndì) por su pronunciación en Mandarín, es menos extendida que la forma cantonesa de Cultura «punti». En este contexto tanto bendi como punti se refieren a los cantoneses Yue.