Читать книгу El lado bueno de la vida - Pedro Luis Romero - Страница 6
Prólogo
ОглавлениеLa felicidad es una cualidad innata
Fue con mucha felicidad y contento que recibí la invitación de Pedro Romero para prologar su obra, sobre un tema tan necesario en nuestra actualidad y que ayudará a la salud mental de nuestra sociedad.
La palabra latina beatus significa ‘feliz’. Yo creo que todos perseguimos el deseo de ser felices; pero, por la adversidad, nos ha tocado experimentar en alguna ocasión la desilusión de ese anhelo. Felicidad es ser libre, es ser uno mismo. Si quieres sentirte feliz, tienes que esforzarte en dejar atrás todo lo que no te sume para llegar a esa meta y ponerle fecha de caducidad no solo a ciertas situaciones, sino a la relación con algunas personas en tu vida, al final está en tu terreno hacer lo que creas que debe hacerse para ser feliz, y en una parte del libro, Pedro nos regala diez pasos para ir evolucionando hacia ese estado natural.
Durante muchos años solo hemos sido meros espectadores del poder mediático de la religión, del poder militar, del poder económico y, ahora, del poder de la tecnología que intenta, con trampas efímeras de placer, mantenernos inmersos como receptores entretenidos en perder el tiempo. Decía Michel Seres que “la industria más nociva para la libertad y la felicidad es la del entretenimiento”. Vamos aceptando poco a poco que esta ingrese a nuestra vida (juegos, televisión, fútbol, etc.) y vamos postergando el tiempo que necesitamos para nosotros mismos. Tiempo para ser felices. La filósofa María Novo nos alerta de ello: “Tenemos que reapropiarnos del tiempo, buscar tiempo para pensar, para meditar, para imaginar lo que nadie ha imaginado”.
Hoy se habla mucho de época de cambios, pero es preciso iniciar un cambio de época y de paradigmas en la persona, para luego cambiar codo a codo a la sociedad. Estoy seguro de que la aportación de Pedro, con El lado bueno de la vida, será una gran ola en este inmenso océano que necesita de semillas para tener una gran cosecha. Este libro me trae muchas rememoraciones de un icono llamado Nelson Mandela y la búsqueda de su felicidad que no tuvo límites en desvivirse por los demás y salió 27 años después de prisión con los brazos extendidos, sin odio ni resentimiento, en la página 21, el autor nos expresa: “Todos los hombres son mis hermanos… Estoy en la tierra con un propósito: crecer”.
Cada capítulo de este libro rezuma compromiso para mejorar el convulsionado mundo interno en el que vivimos. Su contenido aboga para que dejes de ser tu pasado y te conviertas en tu futuro, y ancles en un presente de valores y afirmaciones positivas: “Hoy sobrepasaré toda acción que realicé ayer”. (Pág. 23), nos dice Pedro y reafirma conduciéndonos a otro nivel para ver nuestra propia vida: “Cada día es una oportunidad para aprender, solo debes estar atento a los mensajes del entorno, gestos de las personas, entrelíneas de las conversaciones y verás que nada es igual, todo es relativo, tú eliges cómo interpretar y hacerte cargo de esas interpretaciones, puedes tomar toda esa energía a tu favor o en tu contra, lo más importante eres tú mismo, abre un nuevo camino y comienza a disfrutarlo”. (Pág.27). Así, el libro va haciéndonos penetrar en el interior y dar pequeños pasos para dar luego un gran salto: “Esta semana redobla tus esfuerzos por conseguir tus sueños. Y si las cosas no resultaron, no te sientas mal. Comprende que estás en un constante aprendizaje y eres afortunado en lograrlo todo si asumes que tus errores son escalones para tu hermoso futuro”. (Pág. 30). Pienso en esta sociedad actual que gasta miles de millones de dólares al día en armas. Dicen: «Estamos listos para la paz, pero también debemos estar listos para la guerra». Y se arman hasta los dientes. Es una vergüenza colectiva que suceda ello cuando en nuestras propias narices hay cientos de mujeres y niños que recorren diariamente kilómetros de sufrimiento e infelicidad para conseguir unos litros de agua. Que tienen que ir a buscar palos y troncos para hervirla porque no somos solidarios de aportar un mínimo para que puedan tener un servicio decente de agua potable. “Para ver un mundo nuevo, tenemos que aportar. No solo criticar”. (Pág. 36).
El doctor Romero nos anima en cada línea a ser felices, a buscar incesantemente ese estado innato: “No desmayes. El camino es duro, pero si no fuera así...” , me sumo a su cruzada asegurando que para ser felices, tenemos la mañana al despertar, cuando salimos corriendo tarde rumbo a clases, al trabajo, a una reunión o entrevista, porque vale la pena seguir corriendo en la lucha por nuestros sueños. Hay días de una enorme felicidad, lo mismo que de tristeza. A veces veo a mi hijo en silencio y siento una «felicidad» insustituible. Y me sucede lo opuesto cuando veo algún niño pidiendo limosna en la calle, en pleno frio nocturno y me acerco a él con la mano tendida para ayudarle, la Madre Teresa, tenía razón, el desprendimiento sin límites es otra forma de felicidad que nos conduce hacia el lado bueno de la vida.
Les animo a sumergirse en este fabuloso libro y encontrar en el “voluntad unida a tu perseverancia”. (Pág. 48). Y aceptando los reveses y valorando las oportunidades, puedan tener motivos suficientes para que «este ser feliz», nos anime a reinventar cada día el alba y todas las nuevas puestas de sol.
Dice el autor: “La fe es un bastión importante de nuestra vida. No todo está perdido cuando las cosas no funcionan a tu favor. De tu lado está Dios y con este gladiador es imposible que pierdas. Y con esta linda frase quiero decirte que esto es perfectamente posible, pero nosotros lo hacemos posible, con la fe”. (Pág. 52). El verbo «Dios» cobra significado en la realidad para ser felices. Las escrituras también nos animan desde décadas pasadas a ser capaces de desarrollar nuestro potencial, de encontrar nuestra esencia y de vivir conforme a nuestros valores. Sé tierra fértil para poder crecer, “Mentaliza lo que deseas y arriésgate a lograr tu felicidad”. (Pág. 59). La vida buena se alimenta de las mejores personas, de aquellas que encuentran satisfacción en los detalles del camino y no en las cosas materiales: “No hagas nada por dinero y por materializar tu felicidad. Hay muchas cosas importantes para reinventarse, pero esto es lo más importante. Hay muchas cosas que no cuestan dinero y, sin embargo, te dan felicidad”. (Pág. 67).
En estas páginas encontrarás consejos y maneras que pueden impulsarte a multiplicar tu felicidad. Disfruta de los diez capítulos de este libro, de sus particulares e interesantes visiones acerca de cómo cruzar al otro lado bueno de la vida. Anímate a llevar nota de las claves que encontrarás en la lectura, enfócate en sus palabras positivas y guarda las frases que afirman que todo se puede, para que así consigas el cambio que tu vida merece.
La felicidad es una cuestión urgente. No temas a los cambios: “Focaliza, cambia, lee, actúa, ten fe y da. En la medida que des, Dios te dará mucho más”. (Pág. 67). No pospongas tus decisiones. Ahora es un momento exacto para empezar a sentirte más feliz, afronta los desafíos y alcanza paulatinamente el éxito que te lleve al lado bueno de la vida.
ALFREDO COELLO PERALTA
Surco, julio de 2017