Читать книгу Biomecánica básica - Pedro Perez Soriano - Страница 114
3.3. Protocolos de estabilometría más utilizados
ОглавлениеLos protocolos de estabilometría que podamos utilizar van a depender, en parte, de disponer o no de una plataforma de fuerzas que permita balancear al sujeto. Como esto no es habitual, la mayor parte de los protocolos suelen realizarse sobre una plataforma que se mantiene estática. En ella, los protocolos de apoyo monopodal y bipodal son los más habituales, aunque estos últimos suelen ser más utilizados en población adulta, que no es capaz de mantenerse los 20-30 s en apoyo monopodal, necesitando incluso utilizar elementos de seguridad como barras donde apoyarse y/o arneses (figuras 15A y 16A). Una primera modalidad de test son aquellos que se realizan con los ojos abiertos y cerrados, para evaluar así la importancia de la contribución del sentido de la vista a la estabilidad del equilibrio mediante lo que se conoce como cociente de Romberg (figura 15B). Un cociente de 1,05 significa que el sentido de la vista influye un 5% en la estabilidad del equilibrio. Una segunda modalidad pretende alterar las condiciones de la superficie de la plataforma, lo cual sobre una plataforma estática sólo puede realizarse utilizando superficies de goma-espuma (figura 16A), para así cuantificar la contribución del sistema somatosensorial, formado principalmente por receptores sensoriales mecánicos repartidos por todo el cuerpo. Una tercera modalidad de test analiza la influencia de introducir una información visual errónea (distorsión de la imagen en un espejo, movimiento de las paredes de un habitáculo o utilización de realidad virtual 3D) en la estabilidad del equilibrio (figura 16B). Otro tipo de protocolos de estabilometría con biofeedback consisten en cambiar la ubicación del CP hasta unas dianas que se van encendiendo en la pantalla (figura 16C), intentando permanecer en ellas el mayor tiempo posible, y obteniendo algunos registros estadísticos sobre la estabilidad del equilibrio (p. ej., tiempo encima de la diana, tiempo entre diana y diana, etc.). Sin embargo, es posible que estos protocolos sean más apropiados para el entrenamiento del equilibrio que para la valoración de su estabilidad, dada la influencia de la familiarización de los sujetos con el protocolo y al hecho de que el movimiento se produce de forma voluntaria, y no como respuesta refleja o automática a situaciones de inestabilidad externas. Para más información sobre los protocolos anteriormente mencionados, consultar la referencia IBV (2003).
Figura 15. Estabilometría estática con apoyo biopodal en un estabilómetro (Biodex) con barras de seguridad (A). Recorrido del CP (mm) durante la mencionada estabilomería con ojos cerrados y abiertos: cociente de Romberg (B).
Figura 16. Estabilometría estática con apoyo biopodal utilizando un arnés de seguridad y alterando la superficie de la plataforma con goma-espuma (A). Alteración de la visión durante el test utilizando unas gafas de realidad virtual 3D (B). Sistemas de biofeedback para el entrenamiento del equilibrio (C).
Una valoración más integral de la estabilidad del equilibrio se puede realizar utilizando plataformas móviles, las cuales permiten llevar a cabo todos los protocolos anteriores de forma estática y dinámica (figura 17), constituyendo el protocolo más estandarizado entre los especialistas en esta disciplina. En este protocolo, los resultados de todos los test se expresan mediante una puntuación de 0-100%, tal y como se ha comentado en párrafos anteriores. Su principal ventaja es que al moverse la plataforma valora con mayor profundidad los sistemas que intervienen en la estabilidad del equilibrio (visual, somatosensorial y vestibular). Esto hace que sea menos probable que la interacción de estos sistemas enmascare los verdaderos efectos de una variable independiente (p. ej., fatiga, entrenamiento, etc.) en la estabilidad del equilibrio. Por ejemplo, está demostrado que la fatiga muscular deteriora la estabilidad del equilibrio porque afecta el sistema somatosensorial, pero es muy probable que si queremos valorarla mediante un test estático con ojos abiertos se obtengan los mismos resultados antes y después de la misma, debido a una mayor contribución del sentido de la vista. Lo mismo se ha observado al valorar los efectos de la actividad física en la estabilidad de personas mayores (Buatois et al., 2007), no encontrándose diferencias en los protocolos 1 y 2, pero sí en los protocolos 3, 4, 5 y 6 (figura 17).
Figura 17. Batería de test para la valoración integral de la estabilidad del equilibrio utilizando diferentes condiciones visuales y de estabilidad de la plataforma.
PUNTO CLAVE
El protocolo más estandarizado de estabilometría utiliza un apoyo bipodal, realizando un total de 6 test (sobre superficie estable e inestable: ojos abiertos, cerrados y alteración de la visión) que suelen dar una valoración global de la estabilidad del equilibrio, así como de la contribución de los sistemas visual, somatosensorial y vestibular al mismo.