Читать книгу La imaginación metodológica - Raúl Trejo Delarbre - Страница 15
Andar en monociclo
ОглавлениеTrabajar con ARS en las plataformas digitales implica un desafío inicial en dos frentes. En el primero aparece la brecha cognitiva de contar con nociones epistemológicas y metodológicas cardinales, además del conocimiento especializado sobre teoría de grafos y los diferentes enfoques sobre redes. Para iniciar esta actualización, recomiendo el texto de Cazau (2011) sobre la evolución de las relaciones entre epistemología y metodología de la investigación. El segundo es la brecha técnica que pone en evidencia la parafernalia computacional de la minería de datos y el uso tanto de software como de hardware especializado.
Una vez superados medianamente estos retos, que se vuelven una constante, aparece una etapa de exploración, divertimento y serendipia, caracterizada por la plasticidad en la elaboración de corpus, la fascinación por el manejo de las herramientas y las incontables epifanías de resortes creativos para plantear problemas de investigación de pertinencia social. Finalmente, al encontrarnos insertos en una misión de carácter científica, toca seguir de la mejor manera los preceptos que nos han dejado las tradiciones más avanzadas de los estudios sociales.
Sin embargo, además de esto, he preferido cerrar este recuento con una inquietud de sobrada relevancia, ubicada en el campo de la metareflexión: me refiero a la inexcusable pregunta sobre el papel del investigador en el manejo de datos que esta metodología demanda, entendiendo que “las dimensiones más contundentes no están solamente en el debate estrictamente científico o no científico en la investigación, sino en la ética de sus para qué y en la política que circunda sus procesos de producción, difusión, aplicación y uso” (Orozco y González, 2011: 206).
En un contexto donde lo público ha ganado terreno sobre lo íntimo o lo privado, generalmente de facto, el cuidado que exige la generación de conocimiento aunado a la imposibilidad de obtener el consentimiento informado de miles de personas involucradas en los corpus, nos exige responder cuestionamientos sobre consideraciones éticas con un modelo predominantemente abierto bajo un mandato inexcusable: la prevalencia en el cuidado de los otros. Se trata de un asunto solventado con tácticas de despersonalización y anonimato como garantía del resguardo de la privacidad y la seguridad de los usuarios, principalmente si tenemos acceso a perfiles privados. Y esto no significa que plataformas como Twitter estén exentas de estas consideraciones. A final de cuentas, como investigadores, podemos disponer de una cantidad limitada, pero nada despreciable, de información que puede responder preguntas importantes sobre la convivencia social, y hay que indagarla, pero con cuidadoso esmero hacia las personas que los proyectaron.