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ОглавлениеCAPÍTULO 2
SANTA PLANTA, SU BOTANICA
Botánica de la planta de cannabis
La planta de cannabis (cannabis sativa sp.) es una planta dioica o unisexual, lo que significa que produce flores masculinas y femeninas en plantas diferentes, aunque también puede producir plantas que presenten ambos sexos, a las que denominamos hermafroditas. A la planta que producen flores masculinas la llamamos planta macho y a la que produce flores femeninas la llamamos planta hembra.
Las plantas de cannabis machos florecen ofreciéndonos unas campanitas agrupadas en panículas, que cuelgan hacia abajo y que acaban abriéndose y soltando el polen, mientras que las plantas hembras nos ofrecen unos cálices en forma de lágrima de donde salen dos pelitos, normalmente blancos llamados pistilos y que se agrupan formando lo que solemos llamar cogollos.
¿Cuándo se puede diferenciar el cannabis hembra?
Por lo general, la planta del cannabis empieza a florecer cuando se alarga el fotoperiodo nocturno (las noches se hacen largas), lo cual le sirve de señal para entrar en floración y marcar así claramente su sexualidad. En realidad las plantas llegan a su estado de maduración sexual pasadas entre seis y ocho semanas después de la germinación de las semillas, sin necesidad de ningún cambio en el fotoperiodo.
Es precisamente este hecho el que nos puede ayudar a conocer el sexo de nuestras plantas sin tener que recurrir a esquejar o realizar cambios de fotoperiodo que podrían estresar a nuestras jóvenes plántulas.
Como hemos dicho anteriormente, las plantas al cumplir los dos meses desde la germinación, o lo que es lo mismo al llegar al quinto o sexto semana desde la germinación, llegan al estado de "maduras sexualmente" lo que significa que ya han marcado su sexo y, excepto en algunos casos de hermafroditismo posterior inducido por estrés, ya va a ser el sexo que va a mantener durante toda su vida, y es justo en este momento cuando podemos sexar nuestras plantas.
Esta es una técnica complicada para cualquier cultivador, la de detección precoz de sexo, que se va perfeccionando cuanto más la usamos y puede llevarnos a poder diagnosticar el sexo de nuestras plantas de cannabis desde una etapa muy precoz.
CICLO DE VIDA DE LA PLANTA DE CANNABIS
Para cultivar cannabis, es importante tener unos conocimientos básicos sobre las etapas que atraviesa durante su ciclo de vida. Es la base que te ayudará a entender qué están haciendo con las plantas en determinado momento, y qué requisitos tienen.
El cannabis es una planta anual, lo que significa que su ciclo de vida, de semilla a cosecha, dura un año. En el caso del cannabis, suele ser de 4 a 10 meses. La primera fase del ciclo es la germinación.
Germinar se refiere al acto de empezar a brotar dentro de la semilla de cannabis. Cuando una semilla germina, el embrión de esta semilla se abre paso a través de la cáscara de la semilla para formar una raíz. Esta raíz se fija en el medio en el que crece, permitiendo que se pueda impulsar hacia arriba.
A medida que gana altura, se formarán dos hojas embrionarias para comenzar a recibir luz. Este proceso puede tardar entre 12 horas y 2 semanas. Una vez finalizada la germinación, la planta de cannabis entrará en la etapa de plantón.
Ahora que la planta de cannabis recibe luz por medio de sus hojas embrionarias, concentrará su energía en producir un follaje más substancial. Comenzará produciendo 3 hojas en forma de dedos, lo que hará que empiece a parecerse más a una planta de cannabis. A medida que crecen los plantones, se empezarán a forma cada vez más hojas.
Dependiendo de la cepa, algunos plantones tienen un tallo bastante débil, y les cuesta soportar el peso. En este caso, se puede sostener por medio de una estaca de madera delgada y un poco de hilo, hasta que tenga una estructura más fuerte. La etapa del plantón suele durar entre 1 y 3 semanas; sabrás que está superada cuando tus plantas de cannabis hayan formado de 4 a 8 hojas nuevas durante este tiempo.
La etapa de crecimiento vegetativo es una de las más importantes del cultivo de cannabis. Es la etapa en la que las plantas se desarrollan realmente, y se concentran en crecer al máximo antes de florecer. Durante este tiempo, las plantas de cannabis requieren de mucha energía, y necesitarán mucha luz y nutrición para producirla.
Es durante esta etapa en la que la planta adquiere la típica forma de una planta de cannabis, y crecerá rápidamente tanto a lo alto como a lo ancho, produciendo un tallo más grueso con muchas más ramas y hojas completas. Este crecimiento maximiza la capacidad de la planta para producir flores con una mayor superficie para la exposición a la luz e integridad estructural - que es, a fin de cuentas, la razón para cultivar cannabis.
El género del cannabis también comienza a ser discernible hacia el final de esta etapa, lo que permite arrancar las plantas macho del cuarto de cultivo, antes de que liberen el polen – si se dejan con las plantas hembras, se obtendrá una cosecha de semillas en lugar de brotes. La etapa de crecimiento vegetativo dura de 1 a 5 meses.
ETAPA PRE-FLORACIÓN
Esta etapa es algo así como una sub-etapa, que ocurre, como su nombre indica, un poco antes de que la planta de cannabis comience a florecer. Durante esta etapa, el cannabis continúa desarrollándose, concentrándose ahora en el desarrollo de ramas y nodos - para poder aguantar la mayor carga posible. Sabrás que esto está sucediendo cuando veas que se comienzan a formar cálices en los nodos (donde las ramas se unen al tallo). Esta fase del ciclo puede durar de 1 día a 2 semanas.
ETAPA DE FLORACIÓN
Esta es la etapa que has estado esperando, y la etapa final más importante del ciclo de vida del cannabis. ¡Ya es el momento de que tus plantitas verdes produzcan su brote! Durante esta etapa, el sexo del cannabis estará claramente visible, y si ves algún macho olvidado asomándose, asegúrate de arrancarlo rápida y cuidadosamente, antes de que tenga la oportunidad de dispersar su polen.
Una planta macho producirá unos pequeños racimos de bolas llenas de polen; mientras que las plantas hembra concentrarán todos sus esfuerzos en producir sus flores con unos pequeños pistilos blancos. Esta etapa puede durar entre 1 y 4 meses, dependiendo de la cepa de cannanbis que se cultive.
FASE DE LA COSECHA
Como ya hemos mencionado, la cosecha no es una parte del ciclo de vida de la planta. Pero saber cuándo cosechar es crucial. No solo determina el sabor de tu cannabis, sino también el aroma, el peso y los efectos – todos ellos esenciales.
Un buen consejo es observar tus plantas de cerca para detectar cualquier mínimo cambio que pueda producirse en ellas. Para una aproximación general, presta atención a los pistilos. Si no sabes lo que son, estamos hablando de esos pequeños pelos blancos que hay en los cogollos y que acabarán volviéndose marrones o rojizos a medida que la planta madura. Cuando los pistilos empiezan a coger ese color marrón, es hora de empezar a analizar los tricomas.
Para poder ver realmente los tricomas de tus cogollos, necesitarás un microscopio de bolsillo, que podes comprar en cualquier tienda online.
Cuando los tricomas dejan de ser traslúcidos para volverse grisáceos, tus cogollos habrán alcanzado su máxima potencia y deberías cosechar la planta de inmediato, antes de que sea demasiado tarde.
Los Tricomas, el marcador natural para cosechar.
Los tricomas cannabis son formaciones que se asemejan a unos pelos glandulares que sobresalen de la superficie cérea de hojas y cálices.
De nada nos sirve llevar a cabo un excelente cultivo con una variedad única si al final perdemos calidad porque hemos cortado la planta fuera de tiempo. Por eso escribimos estas líneas, para hacerte ver lo importante que es la observación de tu planta para todo, incluso hasta para cortarla en el momento adecuado. En este aspecto clave entran en escena los tricomas como un marcador para cosechar.
De hecho, con una simple observación a la vista, o si lo preferís con una lupa o microscopio, podes determinar el grado de madurez de tu planta para cortarla justo en el punto de máximo esplendor en su producción de cannabinoides y máxima calidad terpénica. Además, la observación de los tricomas te ayuda a dirigir los últimos riegos y fertilizaciones a aplicar a tu planta unos días antes de cortarla.
Vamos a explicarte con detalle cómo utilizar los tricomas para ejecutar la cosecha de tu planta evitando la degradación de los cannabinoides al máximo.
Hay dos tipos de tricomas que se desarrollan durante la etapa vegetativa de la planta, el primero es una especie de pelo con aspecto lechoso (tricomas lechosos), largo y terminado en punta, es unicelular, y prolifera por toda la planta a lo largo del tallo herbáceo, tanto si la planta se desarrolla en climas templados como en climas cálidos.
El otro tipo de tricoma es el Cistolítico, y también comienza a desarrollarse en etapas tempranas vegetativas de la planta.
El tricoma cistolítico es más corto que el que acabamos de describir, hinchado en la base (en este caso viene cargado de cristales de oxalato cálcico) y también termina en punta.
Un tipo de tricoma secretor o glandular muy común es el bulboso, que carece de tallo o pedúnculo. Este tipo de tricomas a diferencia de los anteriores están conformados por más de una célula, de hecho poseen hasta diez células, formando un orgánulo con cabeza aplanada en su extremo. Estos son los tricomas que encontrás en la superficie de las hojas anexas a los cogollos (tricoma tipo sésil).
El otro tipo de tricomas, es el tricoma tipo stalked, el cual debe su nombre a su forma de seta o champiñón, siendo alargado en su base y con una cabeza globular que puede llegar a contener hasta 16 células.
Este tipo de tricoma es el responsable de la secreción intensiva de resina cargada de cannabinoides. Las células de estos tricomas carecen de cloroplastos, que son los orgánulos de las células vegetales que albergan la clorofila, por tanto, no son verdes son incoloras y además, han evolucionado única y exclusivamente para generar resina cannabinoide y terpénica.
En la resina se incluyen los cannabinoides que la planta sintetiza para protegerse de la radiación ultravioleta.
Son uno de los mecanismos de protección que el reino vegetal ha adquirido a lo largo de la evolución.
Y lo más increíble aún es que su resina transparente nos dice el grado de oxidación cuando se vuelven de color ámbar (tricomas ámbar), lo cual se asocia al momento de corte o cosechado de la flor.
¿Cómo utilizar los tricomas como indicadores de maduración?
Para el caso de estas maravillosas glándulas, la observación es la clave para saber si nuestra planta está en el momento óptimo para la cosecha. Sin embargo, esta observación y su interpretación requieren de cierta experiencia, algo que vas adquirir casi de inmediato.
Si te equivocas, los dos casos con los que te podes encontrar son:
1- Si cortas demasiado pronto: si has creído que tu planta ya estaba preparada para ser cosechada, pero te has adelantado, lo más probable es que tu planta no haya alcanzado toda la potencia traducida en niveles de cannabinoides que se espera, ya que es probable que los tricomas hayan necesitado de unos días más para terminar de cargarse a tope.
A veces el cortar antes es una ventaja, aunque parezca mentira, y es que en variedades indicas que producen más CBD, al cortar antes, predomina mucho más el THC, con lo que conseguimos que el cannabis resultante tenga un punto más psicoestimulante que medicinal.
El punto óptimo de corte corresponde con el 50% de los tricomas de color ámbar y el otro 50% blancos o lechosos. En este momento el color nos dice que estadísticamente predomina la oxidación de la resina por encima de su síntesis, con lo cual, no esperamos a que la planta produzca más y podemos cortarla.
Para ver esto correctamente, como ya hemos mencionado arriba, necesitarás una lupa o microscopio, ya que, aunque cuando crecen son visibles, el ojo humano, a primera vista, es mucho mejor observar la madurez de la resina con un dispositivo en aumento.
Los tricomas, que comienzan siendo pequeños puntos blancos en la planta de cannabis, terminan convirtiéndose en una especie de “chupetín” que sobresale de la misma (si son tipo stalked por supuesto). En ellos se desarrollan el CBN (cuando el THC comienza a degradarse), el CBD, el THC, así como otros componentes de la resina de la planta de cannabis, que son los que también marcan su calidad, como es el caso de los aromas y sabores representados por los terpenos y flavonoides.