Читать книгу Inteligencia artificial y proceso penal - Raquel Borges Blázquez - Страница 4
Agradecimientos
ОглавлениеEmpecé el trabajo de investigación del que surge la presente obra durante la realización de la que fue mi primera (y, por ahora, única) estancia postdoctoral en el instituto Max Planck für ausländisches öffentliches Recht und Völkerrecht (Heidelberg) con una beca de la Fundación Manuel Serra Domínguez. Debido a la situación de emergencia sanitaria que estamos viviendo no conocí la ciudad en sus mejores circunstancias. Las bromas sobre la situación que se escuchaban en los pasillos a mi llegada dieron paso a la incertidumbre y al miedo para finalmente dejar un espacio de reflexión. Esto fue en marzo de 2020. Un año después, escribo los agradecimientos de este libro con España sumida en Estado de Alarma y Valencia con toque de queda a las diez de la noche debido a la situación de emergencia sanitaria que estamos atravesando.
Pero no adelantemos acontecimientos. Volví de Heidelberg a finales de marzo de 2020 y me encontré un lugar muy distinto al que había dejado apenas tres semanas atrás. La concesión del contrato postdoctoral PROMETEO 2018/111 (Claves de la Justicia Civil y Penal en la sociedad del miedo: Feminización, Inteligencia Artificial, Supranacionalidad, Eficiencia y Securitization) me permitió continuar investigando de la mano de la Profa. Silvia Barona Vilar, una de las mayores expertas en la materia. A ella quiero expresarle mi más sincero agradecimiento por permitirme formar parte de este proyecto y por todo lo que me ha enseñado leyéndola y escuchándola. También quiero agradecer a la que fue mi directora de tesis, la Profa. Elena Martínez García, por seguir confiando en mí y por guiarme en este camino. Por esa capacidad que tiene de hacer posible lo (im)probable y por estar en los momentos importantes. Silvia y Elena son fortaleza y superación. Pero, sobre todo, son equipo. Por eso, este agradecimiento también quiero hacerlo extensivo a mis compañeras del equipo, que en algún momento dejaron de serlo para también ser compañeras de vivencias.
Durante este tiempo la tecnología nos ha mantenido cerca de personas que no lo están. Y a todas ellas quiero mostraros mi agradecimiento. En especial, a aquellos compañeros que también os encontráis en los inicios de la vida académica y que compartís conmigo sueños y miedos. A Cristina García Arroyo, por animarme a plasmar sobre el papel el boceto que, tras mucho esfuerzo, se convirtió en este libro. Las líneas de investigación de Cristina no pueden estar más alejadas de lo que en este libro se plasma, pero ello no ha sido obstáculo para escuchar pacientemente mis audios y contestarme siempre con esa sinceridad y honestidad que la caracterizan. A Ana Carrillo del Teso, la “resistencia” procesalista friburguesa, por sus consejos y por infundirme confianza. Por hacerme ver que para que algo sea posible debemos intentar una y otra vez lo (im)posible1. También a Oriol Martínez Sanromà, porque tiene la capacidad de convertir en insignificantes las dudas e incertidumbres sobre el futuro. Los tres se encuentran entre las personas que Freiburg me regaló. Y al casi-doctor Adrián Palma Ortigosa, por su disposición a debatir y contraargumentar cuando las dudas me asaltaban. Si no lo encuentran más citado en este libro, es porque todavía no ha defendido su tesis sobre Inteligencia Artificial y Protección de Datos.
Por último, se lo debo a mi familia. Porque en unos tiempos tan difíciles y complejos como los que estamos viviendo, han sido capaces de ofrecerme la calma y la tranquilidad que la redacción de un libro requiere. A mis padres, porque nunca dejen de mirarme del modo en que lo hacen. Porque piensan que puedo conseguir todo lo que me proponga y consiguen hacérmelo creer. A mi hermano Luis, porque solo él es capaz de teletransportarme al pasado recordándome una anécdota de nuestra infancia cuando necesito evadirme de la realidad. Y a Carlos, por su infinita paciencia ahora que el teletrabajo nos ha convertido en “compañeros de trabajo”. Por todo el tiempo que no le he dedicado mientras escribía estas líneas. Y por el futuro.
1. “Man muss das Unmögliche versuchen, um das Mögliche zu erreichen” (Herman Hesse).