Читать книгу ¿Por qué te preocupas? - Robert D. Jones - Страница 5
DIOS TE DA ESPERANZA PARA
SUPERAR LA PREOCUPACIÓN
ОглавлениеDada la variedad de métodos que nuestra cultura recomienda, y su incapacidad para resolver el problema de la preocupación, ¿qué esperanza tenemos? La respuesta es Dios y Su Palabra. La Escritura contiene buenas noticias: la preocupación es un problema que puede ser resuelto. A través de Su Palabra y Su Espíritu, Dios proporciona a los seguidores de Cristo la sabiduría y el poder que necesitamos para combatir la preocupación y superar nuestra ansiedad. El Señor nos da consejos poderosos para este problema incesante.
¿Qué deberíamos hacer con nuestra preocupación? ¿Cómo deberíamos manejar su aparición? Tres veces en Mateo 6:19-34, Jesús nos ordena que no nos preocupemos: “Por eso os digo, no os preocupéis por vuestra vida” (v. 25 LBLA); “Por tanto, no os preocupéis, diciendo: «¿Qué comeremos?» o «¿qué beberemos?» o «¿con qué nos vestiremos?»” (v. 31 LBLA); “Por tanto, no os preocupéis por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará de sí mismo” (v. 34 LBLA). Tan solo este detalle ya nos da esperanza. El hecho de que Jesús mismo hable de la preocupación significa que Dios conoce este problema y que Él tiene respuestas. Para encontrar respuestas a los problemas de la vida, no hemos sido abandonados a las psicologías seculares. El creyente en Jesús no necesita depender de opiniones, teorías y técnicas humanas. Tenemos la Biblia, que nos enseña cómo manejar la preocupación. Dios mismo nos garantiza ayuda y esperanza a aquellos que nos preocupamos, como tú y yo.
Además, el hecho de que Jesús hable a Sus seguidores también nos da esperanza. ¿Por qué? Porque prueba que incluso los cristianos pueden luchar con preocupaciones. Incluso los apóstoles de Cristo experimentaron ansiedad, y si fue así en el caso de ellos, entonces es altamente probable que también nos pase a nosotros. Dios sabe eso. Y, dado que Él nos ama, Él quiere liberarnos progresivamente de nuestra preocupación. Las palabras de nuestro Señor sobre este asunto desbordan esperanza. Jesús dice que podemos aprender a no preocuparnos.