Читать книгу Cuando las luces aparezcan - Roberto Abad - Страница 4
ОглавлениеMientras seguían andando y hablando, he aquí que un carro de fuego y caballos de fuego separaron al uno del otro y subió Elías en un torbellino al cielo. Eliseo miraba y clamaba: ¡Padre mío, padre mío!... Y no lo vio más.
IV DE LOS REYES 2, 11-12