Читать книгу La fe cristiana frente a la corrupción en América Latina - Roberto Laver - Страница 7
ОглавлениеPrólogo
Ya desde el título, La fe cristiana frente a la corrupción en América Latina, el Dr. Roberto Laver nos invita a considerar las implicaciones sociales de la fe, ante todo frente a la corrupción, ese mal inveterado que nos arrasa en América Latina y en el mundo. ¡Cuánto ha costado que nuestras comunidades de fe se percaten del profundo sentido social de la Misión!
El autor es un destacado profesional con vasta experiencia en diferentes campos que van desde el Derecho —que es su profesión primordial— la docencia universitaria, el desarrollo internacional y la obra misionera mundial, entre otros. Ha estado vinculado al Banco Mundial y a la Universidad de Harvard. En todos esos lugares y en esos diversos campos del saber ha primado siempre su carácter de persona de fe. Es un cristiano comprometido con la misión cristiana, pero no solo por la extensión geográfica de ella (Hch 1.18), sino también con su integralidad social y política (Mt 25.34–46).
Y es por este compromiso que escribe acerca de las relaciones entre la justicia y la fe, entre la labor pastoral que ocurre dentro de las fronteras eclesiales y la labor profética que trascurre (o debería trascurrir) más allá de esas fronteras. Estamos, entonces, ante un texto escrito por un profesional cristiano de firmes convicciones que entiende y aprecia todo cuanto puede hacer la iglesia cristiana en su papel de agente de una transformación integral de la sociedad. No se trata solamente de un libro que expone con rigor académico el fenómeno de la corrupción, sino que, con el mismo rigor (y la pasión que nace de la fe) convoca a las comunidades cristianas a asumir el encargo profético y ser conscientes de su quehacer social.
En el primer capítulo, presenta la corrupción en el escenario internacional y aclara que no es un problema exclusivo de los países latinoamericanos; es un problema en el mundo. Hasta la década del 80, no se aceptaba que era un asunto relevante para la comprensión del desarrollo social y económico de los países. Esa situación cambió en la década siguiente cuando se reconoció como un tema central para la agenda global del desarrollo, como lo constató en su momento el Banco Mundial, afirmando en su momento que no había nada más importante que la corrupción, como bien lo reseña con lujo de detalles el Dr. Laver.
En los siguientes tres capítulos, se presentan los conceptos más importantes acerca de la corrupción. Se exponen diferentes definiciones, así como sus sistemas de clasificación; las diferencias conceptuales con gobernabilidad, trasparencia y entrega de cuentas; las diferentes modalidades o formas de la corrupción; los indicadores que suelen usarse para su medición técnica y, en el cuarto capítulo, sus costos y causas. Con admirable capacidad pedagógica ahonda en los vericuetos académicos del tema, más sin detenerse en ellos, porque su finalidad es, ante todo, educativa, pastoral y misionera. Así nos alienta a considerar la corrupción como campo de misión cristiana, porque, si la corrupción impide el desarrollo económico, intimida la inversión, reduce los ingresos y encubre el gasto público, debilita la calidad de los servicios públicos, deteriora la calidad de la salud y la educación pública, entre otros costos, ¡cómo dejar de considerarla dentro del proyecto cristiano de trasformación social y de denuncia de aquello que contradice la buena voluntad del Señor!
A partir del quinto capítulo y hasta el séptimo, nuestro autor explica los enfoques y las lógicas de muchas de las reformas institucionales que se han aplicado, sobre todo en los países emergentes y en desarrollo. Esas reformas se examinan, se clasifican y se analizan sus resultados y se considera su eficacia hasta concluir que han tenido un escaso impacto y que exigen algo que muchas veces se deja al margen, como es la práctica de valores y actitudes coherentes que las respalden. Por otra parte, se abordan los factores culturales, es decir, la influencia que tienen las creencias, valores y actitudes que predominan en la sociedad. Estos factores, como lo afirma el autor, inciden en la corrupción al punto de tener mayor prevalencia que las normas formales contra la corrupción. Existen leyes y normas (pululan en América Latina), pero por encima de ellas sobresalen las normas informales adoptadas y validadas por la cultura.
El octavo capítulo, antes de las conclusiones, contiene una amplia y contundente exposición del papel de la fe y la iglesia cristiana para un cambio cultural. Porque si la corrupción está emparentada con la cultura, entonces su solución no se reduce al cambio de las leyes o a la reforma de las instituciones deficientes —asuntos siempre válidos y necesarios, pero no suficientes—, sino que debe ir al fondo del problema, allí donde se cultivan los hábitos, se asimilan los valores y se adoptan las normas. Y en ese fondo del problema, las comunidades de fe tienen un campo de oportunidad ministerial y una responsabilidad misionera primordial.
Estoy entre los entusiastas lectores que le dan la bienvenida al libro del Dr. Laver. Le agradezco su honestidad académica y su admirable talante cristiano para proponernos que frente a la corrupción la fe cristiana tiene una enorme tarea que asumir. Es asunto de responsabilidad con Dios mismo y su proyecto de bienestar de restauración social y humana integral (Mi 6.8).
Harold Segura
Director de Fe y Desarrollo de World Vision para América Latina