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ESCENA II
ОглавлениеPor otro lado, una bella mujer, que es muy humilde, sencilla y con un corazón noble, es Elisabeth Sousa con 22 años de edad. Es muy feliz y se dedica a hacer prendas de vestir. La mayor parte de sus gustos es la de ser costurera, pero siempre tiene conflictos con sus padres por dicha profesión. Elisabeth es hija de Claus Días y Pedro Sousa, dueños de una hacienda con varias riquezas, y tiene dos hermanos. Su hermano se llama Jorge Sousa, es la mano derecha de su padre en la hacienda, tiene 27 años y es el mayor de todos, pero su debilidad es que está sometido ante sus padres y no puede hacer una vida normal; y la otra se llama Carolina, de 26 años de edad, que está casada con Ángel Pedroso.
Carolina recibe constantemente los maltratos de su marido por celos enfermizos, ella aguanta todo porque no sabe dónde refugiarse. Tiene un hijo de 4 años, sus padres no le permitieron volver a su casa porque ella debe estar con su marido y, además, tiene una buena posición económica. Más tarde, Elisa se entera de lo sucedido con su hermana, esta se enfurece y aconseja a su hermana.
ELISA.— Hermana, ¿cómo puedes soportar todo esto? Además, él es tu marido y para eso se casaron, para formar una familia. En una pareja debe brotar el respeto y la confianza entre ambas partes.
CAROLINA.— Lo sé, hermana, pero, ¿dónde me refugio? Nuestros padres no me dieron el apoyo que necesito.
ELISA.— Tú puedes salir adelante sin ayuda de nadie, hermana. Lo más importante en esta vida es tener fe en ti misma, tener una profesión para poder salir adelante; vas a venir conmigo ahora mismo.
CAROLINA.— ¿Dónde nos vamos, hermana?
ELISA.— Nos vamos a cualquier parte, menos quedarnos en este lugar. Recoge tus cosas, esta noche te vas a quedar en nuestra casa, mañana te voy a acomodar en mi casita y, de paso, vamos a trabajar en mi pequeño negocio.
CAROLINA.— En serio, hermana, no sé cómo agradecerte, pero Ángel no va a parar de buscarme. Seguro que está con sus amigos tomando, pero todo lo que gana en esta hacienda se va a juegos de azar.
ELISA.— Piensa en ti y en tu hijo, él aprenderá a comportarse cuando sea consciente de sus actos.
Después de la conversación entre las hermanas, Carolina decide irse con Elisa, recoge sus cosas y se van a la casa de sus padres para poder pasar la noche. Ella deja una carta dirigida a su esposo con la intención de que él pueda cambiar algún día.