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ОглавлениеArca digital
I
vamos a la deriva en un arca
alumbrándonos con antorchas bajo la tormenta,
desorientados en el sagrado desorden
de la última bacanal antes del diluvio digital,
sin dios ni ley que nos castigue
sobreviviendo
al diluvio de bits
a la desinformación programada
a bordo, lejísimos,
navegando sin transar,
muriendo, como tantas otras veces migrando,
inaprensibles en este reino condenado
escucho a la distancia
el murmullo aterrado de mis congéneres que se preguntan
¿dónde está la solución a todos mis problemas?
y reflexionan
sobre la posibilidad
de que algún acontecimiento superlativo
los aleje de Nave Nodriza,
y se desmayan con ademanes ampulosos
sin embargo, sus voluntades continúan atrapadas
al control parental del oro, paralizados,
inutilizados por la frustración de siglos
a fin de cuentas droides de una deuda soberana
nosotros, en cambio, intentamos una embarcación que resista
las embestidas de un mar ensangrentado
y consumido por los rastreadores,
una independencia que nos saque del más acá:
nos camuflamos para ello, resistimos
II
un sonar se interna
en la espesura de la noche
llamándote, amor analogía,
para que me acompañes a alterar el curso de los hechos,
para que lleguemos hasta la Mar Australis
y podamos juntos quitarle el velo a la arquitectura de la red,
antidiluviana nínfula
dame el beso ácido de tu enteógeno electro,
para que abramos las puertas de la luna
y descubramos así el origen de tu presencia
divino tesoro incomprendido,
encarnas tu cuerpo en toda la materia terrestre,
mi demonia vampira telúrica vegetación
eres mi dueña y mi ama, mi dueña y mi ama,
mi dueña y mi ama,
sin pasaporte ni visado en esta isla
en este jardín de las delicias,
en el paso de las estrellas
en el ocaso de las horas
III
este pedazo de país imaginario y desprendido de su memoria
debe volver necesariamente a la montaña
a su origen rokhero y caótico
que no es otra cosa que los Andes pleistocénicos
este pedazo de país imaginario y desprendido de sus raíces
debe volver al mar
que en tanto diálogo paleontológico
nos revela
que las rítmicas secuencias del refugio sudaca
fueron testificadas por el ojo Ammonite,
sabandija que escribió sus versos de fuego en estratos
justo antes de desaparecer,
tatuando en el basalto la llave que libera
al único holograma certero en esta Mar Australis:
una embarcación llena de niveles y saltos temporales,
una vieja arca tectónica
IV
los maderos garabateados flotan en un mar de cables y sueños,
envueltos en el himno sin banderas
y en la anarquía total tras el timón multidireccional,
abierto a la libertad de los sentidos
y a la dictadura de los espejos,
una chalupa tecnológica que es un lupanar divino
y arrasado por electropoemas:
el delirio convertido en un holograma de provincias
navega al garete en su mismo nido,
con resucitados mentirosos perdidos,
con travestidos
con macacos pseudoletrados y eruditos simios
veo un arca saturada de espectros
los que cayeron en el loop eterno de la deriva,
deriva que es una resistencia,
una danza stereo-primitiva:
la evidencia del ocaso de una forma inexacta de vida
por eso nos hemos propuesto, entre otras cosas,
sabotear el plan divino,
el plan divino...
in nomine patris et filiis et chupalakecuelga,
borregos de costas culpables
obligados a la fellatio ecuménica o si no para el limbo los boletos,
no paramos de gritarles:
—no respetamos a nadie ni a nada—
mientras un arca cyberfemenina nos acaricia
todo lo que podemos llamar cuerpo y espíritu,
mientras este hermoso planeta se va al carajo,
mientras las olas se hinchan con la lluvia
y las memorias se llenan de ceniza,
con ese par de volcanes encendidos
que giran alrededor de esta novela,
en medio de un diluvio,
en medio de la reestructuración del caos,
en medio del marketing del apocalipsis,
en medio de la humedad que traspasa los huesos embarrados,
navegando entre medio del cielo y el infierno
al garete y lleno de fantasmas
V
han sobrevivido en el tiempo un par de fogatas
en esta arca
/electrificada/neónica/efervescente/condenada/estridente/
solo un par de fogatas para entibiar los huesos,
y la sabiduría dionisiaca del alcohol
para que esta cubierta se mantenga a flote
y rebosante de tabernas y bares
y baños sucios donde se folla sin pudor
una isla que navega asegurada con lastres de vino,
una isla que navega asegurada con lastres de sangre,
para que el día de su fin no arribe
y seamos los herederos de esta stultifera navis,
extraviados en una desmesura
que ahora también es nuestra,
al timón un borracho que bebe del tiempo
vocifera insultos y poesías,
mientras desenmascara
a tanto polizonte suicida que se ha subido a esta independencia
digitando los axiomas del amor
para resistir el exterminio programado:
ahora la muerte es un código de barras
tatuado en tu nuca
VI
esclava del polvo y de la ceniza,
programación ineludible de la evolución,
cómo olvidar tus besos, tu saliva,
tus caramelos de amargura,
tus tremendos pezones de loba,
tu derrame petrolero, tu sicalipsis estéreo,
tu masoquista ternura sobre el limo
reina del borde exterior
hemos de seguirte bajo el inestable fluir de las arrobas
que centrífugas y confusas distribuyen tu sinsentido aparente
te esperamos aterrados
durmiendo sobre los últimos libros de la tierra,
vagando eternamente sobre una independencia
forjada entre lacrimógenas y vino
sobre los pilares de tu arquitectura va encriptada
el acta de una fundación profana,
la que se repite como bucle maléfico
en tanto que bellas mutancias cantan apresuradas y violentas
el nacimiento bastardo de esta neo república,
en un cementerio que ahora es una pista de baile,
el ágora de una orilla inaprensible
al final de esta navegación
nos espera Bahía Silencio
—para otros viajeros, el Absolut Zero—
por eso,
y mientras naufragamos mareados en el fin del mundo,
los amplificadores y las guitarras
siguen aullando su crónica de filos,
para que recordemos siempre, perpetua resistencia
esta arca nos libera
de lo que hemos temido tanto