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PERUVIAN RUBBER COMPANY
Iquitos. 5 de agosto de 1933
ОглавлениеSeñor Amado Dam, con estas referencias me presento a su servicio. Me especializo en ciencias de la raza. Recolecto indios en la Amazonia peruana para la Peruvian Rubber Company desde 1902. Los indios trabajan con nosotros en extracción de caucho y gomas silvestres.
Los busco con un cartógrafo y un equipo militar de doce hombres que abren con machetes la mata enlazada. Los indios viven nublados de moscas, mordidos. La selva es el único estímulo librado a su experiencia y nunca vieron al hombre blanco. Creen que los rifles nos salen del brazo, que somos muertos, o animales con piel de cerdo y apariencia humana, o humanos deformes.
Presentarse ante ellos en sumisión, ofreciendo comida, como hacían los primeros recolectores, es un error que costó muchas bajas. Disparamos al aire para anunciar el miedo del primer contacto, que nos salva la vida.
En general son pacíficos, pero hay pueblos duros. Traté en condición de guerra con la tribu de los moene, que hace emboscadas silenciosas y mata sin dejarse ver. Llevan el pene sujeto a un cintillo de fibra anudado a la cintura, con los testículos muy a la vista, a veces decorados, y cultivan el sigilo del movimiento entre las ramas, pero en un descampado y cara a cara redujimos a cincuenta de a una patada por indio.
Se les ofrece emigrar al norte o trabajar para la empresa.
En el tiempo del traslado hasta la zona de extracción les damos palabras cristianas y un repertorio de gestos nuevos. Señalar con el dedo lo que quieren, no sacar la lengua, no tocarse.
No contamos con mano de obra esclava. Les pagamos con raciones de comida y ropa porque están privados de la idea del dinero, y casi no saben de propiedad, aunque son dados al robo, como las hienas.
Peruvian Rubber Company le brinda lo que busca en las condiciones de transparencia y conformidad con las leyes del estado soberano del Perú que usted exige. Confiamos en que lo dejaremos satisfecho con el envío.
Le recordamos que Peruvian Rubber Company no se hace legalmente responsable por los indios mientras pisen suelo argentino.
Cuente con nosotros para futuras provisiones.
Respondo al cuestionario que recibimos de usted sobre características de los indios y estipulación del contrato entre los indios y usted.
Los indios que le envío son diecinueve, doce hombres de entre quince y treinta años, y siete mujeres en edad fértil. El conjunto se obtuvo en la frontera con el Brasil. Suponemos por el parecido que hay tres hermanos varones, y una posible madre que recibe trato especial de los demás, pero no hay manera de certificarlo porque comparten la simiente viril como un bien comunitario.
En el conjunto había un bebé de tres o cuatro meses que preferimos apartar y dejar al cuidado de otros indios establecidos en los gomales. No era prudente lanzarlo al viaje. Los indios no advirtieron la ausencia del bebé, ninguno lo lloró.
No tenemos gestos en común, ni siquiera el del saludo con la palma en alto. Para saludar, los peira hacen la mueca de olerse los sobacos y caer desmayados por el olor. Otros muestran el ano. Los arache, que son enanos y viven con los pies sumergidos, se tapan la cara. No reconocimos uno solo de estos gestos en el conjunto que le envío.
No hay sonido de su idioma que evoque algo remotamente familiar. Me ha llamado la atención que no hablan por ocio, y que los diálogos más largos son los que siguen a la caída de un trueno o cualquier otro hecho fortuito que los despierta al habla.
Una característica desagradable que querrá saber de antemano es que no son capaces de retener la orina mientras duermen. No supone problema en su entorno natural, porque drena en la tierra, pero sí en superficies impermeables. Los cerebros desarrollados producen la orden de despertar para evacuar la vejiga, algo fundamental para la vida moderna. Este grupo humano es de lo más primitivo que podría obtenerse en la zona, como usted expresamente pidió.
Logramos mantenerlos aislados de los blancos y de la palabra de Dios, como también pidió, pero fue imposible hacerles entender la naturaleza fina del contrato que usted propone, porque para eso deberían conocer la idea de ley, de país, y antes la de diferencia, de la que están capados por la endogamia, pero sí entienden que no los obligamos a vestirse, ni los hacemos trabajar, ni les pedimos nada a cambio, salvo estar donde les digamos. La parte medular del acuerdo, entonces, está comprendida.
Desde que los encontramos no hicieron rituales ni ceremonias. Nos mantuvieron alejados de una pieza de madera que parece un cascarón o la base de un árbol. La llevan a la rastra a todos lados con una negligencia que se pensaría inadecuada para un objeto de culto, pero los dioses de esta gente del Amazonas, al igual que sus consciencias, son anteriores a la forma, por eso la embalamos con precaución especial y la sumamos al lote solicitado por usted, que paso a detallar:
La referida supuesta pieza de culto.
Una colección de collares de cuentas.
Una colección de agujetas nasales de madera negra.
Una humilde colección de armas compuesta por dos lanzas y una cerbatana con cruces y líneas tajeadas en la superficie y realzadas con pigmento negro, el mismo que usan para tatuarse la piel, pigmento que no pudimos conseguir porque no guardan nada, no conservan nada, comen de a puñados y beben directo del suelo. Esto también explica el faltante total de alfarería en el lote.
Se agregó una bolsa de huesos que van dejando por ahí después de comer, para que los estudie usted a su criterio.
El viaje programado es el siguiente: desde Iquitos, por tierra, cruce de la frontera del Brasil, hasta Tonantins; en barco por el Amazonas hasta Manaos; trasbordo en el buque Sertoes, tercera clase, con paradas en Fortaleza, Recife, Rio de Janeiro, Montevideo y entrega final en Buenos Aires, entre el 22 y el 30 de septiembre. La duración estimada es de cuarenta días.
Por motivos personales de máxima urgencia estaré ausente al momento de la entrega. Sepa disculpar cualquier inconveniente.
Suyo,
D. Ontivero
Peruvian Rubber Company
Pd: contamos con un conjunto de negros africanos recién llegados al Brasil que acaso se ajusten a las condiciones de su novedoso emprendimiento. Si le interesa, no dude en comunicarse para organizar un nuevo envío.