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Tallar te obliga a pensar en las cosas*
ОглавлениеGracias a la crisis me dedico al arte.
Por suerte los seres humanos contamos con la capacidad de no crecer
no es que seamos inmaduros toda la vida
sino que tenemos más a flor de piel el niño interno.
Empecé jugando con un niño que tenía de vecino
pared de por medio nos revoleábamos cosas
de todas esas cosas, de mi lado, había quedado una tiza
y me puse a jugar hasta darme cuenta de que había tallado un duende
y dije: acá hay algo.
Me compré una cajita de diez tizas e hice seis modelos
una virgencita, una pareja de tango, una pareja desnuda,
un duende, la estatua del pensador y La Venus,
que ahora la hago en ocho minutos.
Es práctica, si yo lo hago vos también podés hacerlo.
Un hombre que pasó por la feria, al que le enseñé a tallar me dijo:
«mientras que unos usan el puño para pegar otros usan las manos para enseñar».
Me piden cosas y yo investigo
sobre medusas, guerras, líneas aéreas, mascotas de beisbol japonés.
Cuando inventé la calesita estaba en Córdoba haciendo un trabajo para un hotel.
El dueño me había pedido que le hiciera un museo en miniatura
con cosas que veía adentro
desde un Miguel Ángel hasta un Cristo Redentor.
Había personas de setenta, ochenta años jugando con el David, que quizás
si no estaba al lado del caballo de calesita no daba jugar con él.
Y eso para mí está bueno, desestructurar el arte.
La gente al llevarse un objeto me obliga a hacerlo de nuevo
y al hacerlo de nuevo lo voy mejorando.
Tallar te obliga a pensar en las cosas, si alguna vez no rompés una tiza
aprendiste algo. En la vida pasa exactamente igual.
El arte busca movilizar algo en el interior de otra persona.
El arte es una progresión si ves la historia.
Las primeras piezas eran de cerámica para proteger granos
luego se empezaron a decorar esas piezas, ahí ya hablamos de algo más artesanal
lo artístico es una forma de lujo en lo artesanal.
Mi sueño es armar la Santa Basílica completa.
*Entrevista a Gustavo Omar Suárez. Placita Cortázar. Palermo. CABA.