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1. CUMBRES MINISTERIALES Y PRESIDENCIALES
ОглавлениеCon importantes antecedentes de relaciones entre las, por entonces, comunidades europeas con las subregiones y algunos Estados latinoamericanos, el diálogo región a región se inicia en la Cumbre de 1999 en Río de Janeiro, en la cual se enfatizó en la asociación estratégica birregional y en las segundas fases de los acuerdos de asociación con Mercosur, Chile y México.
La segunda cumbre, que se celebró en el 2002 teniendo como sede Madrid, centró el debate en el terrorismo, la migración y la seguridad, aunque solo sirvió para cristalizar poco después el acuerdo de diálogo político y cooperación con la CAN y con Centroamérica, así como los programas regionales ALIS (sociedad de la información) y Alban (formación universitaria). Sin embargo, solo fue en la Cumbre de Guadalajara, en 2004, cuando se definieron la integración regional, el multilateralismo y la cohesión social como ejes temáticos que soportarían la construcción de la relación ALC-UE. Por su parte, las conclusiones de la Cumbre de Viena, siendo consecuentes con la anterior en materia de integración regional, acogieron la instrumentación de los acuerdos de asociación con México y Chile y se decidió negociar con Centroamérica y con la Comunidad Andina, a la vez que se aprobó mencionar lo que significaba la Ley Helms Burton (sobre el embargo y bloqueo económico de Cuba dictada por Estados Unidos) contra el multilateralismo.
Por su parte, en la Cumbre de Lima de 2008, tuvo como uno de sus resultados destacados crear una fundación ALC-UE como espacio permanente de diálogo birregional de deliberación y visibilidad de estrategias comunes; además, tres conceptos dominaron las conclusiones: 1) el mejor programa social es la inversión productiva, 2) la necesidad de brindar seguridad jurídica a la inversión con marcos legales estables y 3) flexibilidad para hacer realidad los esquivos acuerdos comerciales con Centroamérica y CAN (utilizando mecanismos de múltiples velocidades). Además, se evidenció el interés de la UE por desarrollar una relación especial con Brasil (Tremolada, 2009).
En la Cumbre de 2010, que repitió a Madrid como sede, si bien se pretendía que la innovación y la tecnología estuvieran en favor del desarrollo sostenible y de la inclusión social como una nueva etapa en la asociación birregional, en la Declaración se reitera el compromiso con valores e intereses comunes de la asociación estratégica birregional, el multilateralismo, la democracia, los derechos humanos, la cooperación al desarrollo, la integración, el apoyo a la cohesión social, la protección del medio ambiente, y la lucha contra el terrorismo y la delincuencia organizada. No obstante, además de la Declaración, se obtiene como producto adicional, un Plan de Acción 2010-2012, que define una agenda orientada al futuro de la cooperación birregional, en ámbitos prioritarios como el desarrollo del “espacio UE-ALC del conocimiento”, el fomento de la interconectividad, el desarrollo de redes sociales y económicas, y la intensificación de los diálogos temáticos y la cooperación sobre migraciones, drogas, educación y cohesión social. Este Plan, así como el acuerdo de creación de la Fundación Alcue anunciada en Lima podrían traducirse en útiles instrumentos de seguimiento y concreción (Del Arenal y Sanahuja, 2010).
En 2013, la Cumbre de Santiago, titulada “Alianza para el Desarrollo Sustentable: Promoción de Inversiones de Calidad Social y Ambiental“, venía a fomentar las inversiones de calidad social y medioambiental, con dos expectativas: primero, una participación en grupo por el lado latinoamericano, bajo el paraguas de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac)3 y, por el otro, la ampliación temática del Plan de Acción 2010-2012, con capítulos sobre igualdad de género y sobre inversiones. Las discusiones se centrarían en el comercio y la inversión, la seguridad jurídica, el desarrollo sostenible y la responsabilidad social de las empresas. Además, se esperaba una obvia Declaración sobre la escena internacional, el proceso de asociación birregional y la promoción de las inversiones económicas, sociales y medioambientales de calidad (Comisión Europea).
La Declaración de Santiago (Consejo de la Unión Europea, 2013) recoge el esfuerzo —aunque no de síntesis— de incluir las dos expectativas enunciadas en el párrafo anterior y que se trabajan en cuatro apartados. El primero, dedicado al nuevo diálogo Celac–UE, es considerado con optimismo como un espacio más eficaz, constructivo, simétrico, complementario y solidario. En segundo lugar, son abordados los valores compartidos y las posiciones en el ámbito internacional y multilateral, donde fundamentalmente se reafirman principios imperativos del derecho internacional y, además, el compromiso de adoptar políticas que promuevan el comercio y la inversión para contribuir al desarrollo sostenible, crecimiento económico y empleo, basados en la cooperación, la solidaridad y la responsabilidad ambiental diferenciada.
El tercer apartado se refiere a los avances en el proceso de asociación estratégica birregional, incluyendo los esperados capítulos de género e inversión en el Plan de Acción 2013-2015 y estudiando la incorporación de otros, que cubrirían áreas de seguridad pública, seguridad alimentaria y nutrición. Hasta ahí lo novedoso, luego este largo apartado se refiere a la aplicación provisional de los acuerdos comerciales con Perú, Colombia y Centroamérica; la continuidad de negociaciones UE-Mercosur, para dotar de contenido comercial su acuerdo de asociación; se sigue apoyando la Estrategia de Seguridad Regional Centroamericana; se aprueba celebrar un Acuerdo Cultural entre la UE y Perú; así como la creación en Hamburgo de la Fundación Alcue4, y se espera que el próximo ciclo de cooperación 2014-2020 tenga en cuenta las prioridades de los Estados Celac dando preferencia a los proyectos que respondan a las tres dimensiones del desarrollo sostenible. Para concluir, dedica un apartado a la alianza para el desarrollo sostenible: Promoción de inversiones sociales y de calidad ambiental, entendiendo que el crecimiento económico debe proteger el medio ambiente, promover la equidad social y la inclusión. Y se deja un expreso reconocimiento de que esto requiere de la cooperación para aprovechar las complementariedades de ambas regiones.
La última Cumbre, de 2015, se llevó a cabo en Bruselas. Su rótulo fue: “Modelar nuestro futuro común: trabajar por unas sociedades prósperas, cohesivas y sostenibles para nuestros ciudadanos”. La Declaración se divide en cuatro partes: la primera, dedicada a los “Retos globales: modelar nuestro futuro común”; una segunda, a la Asociación Birregional: «Trabajar juntos por unas sociedades prósperas, cohesionadas y sostenibles para nuestros ciudadanos», seguida por “Un Plan de Acción Birregional Actualizado”, para finalizar con el “Futuro de la Asociación”.
De la primera parte, además de las reiteraciones de respeto a los principios y normas del ordenamiento internacional, se destaca la invitación a que todos los Estados ratifiquen y cumplan sus obligaciones de derecho penal internacional (Estatuto de Roma); también lo concerniente al respeto y protección de las minorías, en especial, de los pueblos indígenas. Hablan del Tratado sobre el Comercio de Armas, que es el primer instrumento multilateral jurídicamente vinculante relativo al comercio de armas, que incluye en su ámbito de aplicación las armas ligeras y de pequeño calibre. Con este instrumento jurídico de derecho internacional se espera:
[…] Dar una respuesta eficaz a las graves consecuencias del tráfico ilícito y no reglamentado de armas para muchas personas y numerosos Estados, en particular mediante la desviación de armas a agentes no estatales, usuarios no autorizados, a menudo vinculados a la delincuencia organizada transnacional y al tráfico de drogas. Asimismo esperamos que este Tratado contribuya a la prevención de los conflictos armados, la violencia armada y las violaciones del derecho internacional (Consejo Europeo, 2015).
A la vez se resalta lo referente a la reestructuración de la deuda soberana de los Estados y las dificultades producidas por el declive económico, como situaciones de falta de liquidez y cesación de pago, frente a lo cual es factible el uso de la acción colectiva y de la cláusula pari passu5. Por otro lado, se hace un llamado a la comunidad internacional para que consolide los acuerdos de la Ronda de Desarrollo de Doha con el fin de fortalecer el comercio internacional a instancias de la OMC. De esta primera parte no sobra destacar la mención que se hace de las migraciones entre las regiones, de los desafíos que impone, pero también de las oportunidades que auspicia.
En la segunda parte, es preciso destacar la mención y el apoyo que se da al proceso de paz en Colombia. Al respecto, se declara:
Animamos al Gobierno colombiano y a las FARC-EP a que se esfuercen al máximo para que estas negociaciones concluyan cuanto antes, y expresamos nuestra disposición a prestar asistencia para respaldar la aplicación de un acuerdo general de paz. La UE y sus Estados miembros trabajan para crear un fondo fiduciario en apoyo de la fase posterior al conflicto. Apoyamos firmemente los esfuerzos del Gobierno colombiano y de las FARC-EP, que intentan reconciliar al pueblo colombiano a fin de alcanzar una paz estable y duradera en Colombia y tener en cuenta los derechos de las víctimas del conflicto armado. Confiamos además en que las conversaciones oficiales entre el Gobierno de Colombia y el ELN den comienzo lo antes posible” (Consejo Europeo, 2015).
También se destaca el inicio del desbloqueo y fin del embargo a Cuba, con su consecuente modernización a futuro. Sobre el particular, se menciona el inicio de conversaciones entre la UE y Cuba a principios de 2014 sobre un acuerdo de diálogo político y cooperación. Además, de celebrar el establecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, reafirman:
(…) El rechazo de las medidas coercitivas de carácter unilateral, así como sobre la aplicación de las disposiciones extraterritoriales de la Ley Helms-Burton. Dichas medidas han provocado unas consecuencias humanitarias indebidas para el pueblo cubano y están perjudicando el desarrollo legítimo de lazos comerciales entre Cuba, la Unión Europea y otros países (Consejo Europeo, 2015).
En relación con la situación de (RB) Venezuela (República Bolivariana), la alusión fue bastante sutil: solo se menciona tomar nota del Comunicado de la Celac en el que manifiesta su rechazo a las medidas unilaterales tomadas por Estados Unidos en contra de Venezuela (RB) y los insta a resolver sus conflictos haciendo uso de los mecanismos pacíficos de solución de diferencias.
De la tercera parte de la Declaración es protagonista el tema ambiental, por lo que se expresa: “… La voluntad de adoptar un acuerdo mundial jurídicamente vinculante al amparo de la CMNUCC en 2015, a más tardar, y de que este entre en vigor y se aplique a partir de 2020, y que sea aplicable a todas las partes” (Consejo Europeo, 2015). Conviene destacar que respecto a la política sobre las drogas, se prevé trabajar en pro de defender una posición conjunta ante la Asamblea de la ONU celebrada a principios del año en curso.
Conforme a la Declaración, en el Plan de Acción se incluyen dos nuevos capítulos: «La educación superior» y «La seguridad ciudadana»; así mismo, se prevé la actualización del capítulo sobre «Desarrollo sostenible, medio ambiente, cambio climático, biodiversidad y energía» según los resultados del 21º periodo de sesiones de la Conferencia de las Partes de la CMNUCC (COP21). Para la próxima cumbre, se espera incluir un capítulo sobre la seguridad alimentaria. Además de la acostumbrada Declaración y la renovación del Plan de Acción, se produjo una Declaración Política, en la cual los jefes de Estado y de Gobierno de los Estados de ambas regiones, así como los presidentes de la Comisión y del Consejo Europeo, plantean el enfoque para lo que denominan, una “Asociación para la próxima generación”, en la cual refuerzan su compromiso de respetar las normas del derecho internacional desarrolladas por las resoluciones de la ONU, además de trabajar en pro de la consolidación de la paz y de medidas de protección ambiental ante el cambio climático. La declaración finaliza con un mandato dirigido a los ministros en los siguientes términos:
Con objeto de reforzar nuestro diálogo birregional, ahondar en nuestras relaciones mutuas a fin de que alcancen todo su potencial, atender a las legítimas expectativas de nuestros pueblos y responder de manera efectiva a los retos mundiales, los Jefes de Estado y de Gobierno, reunidos en Bruselas, damos mandato a nuestros Ministros de Asuntos Exteriores para que inicien un ejercicio de reflexión exhaustivo e integrador sobre el futuro de la relación birregional, que incluya la evaluación de los programas y acciones adoptados durante las cumbres, y sobre la mejor manera de alcanzar esos objetivos comunes. El resultado de este ejercicio se presentará durante la sesión birregional de Ministros de Asuntos Exteriores que tendrá lugar en 2016 (Consejo Europeo, 2015).
Aunque la tendencia de comunicados entre cumbre y cumbre no cambia y nos siguen anunciando estrategias renovadas y declaraciones que reiteran compromisos6, progresivamente hay cada vez un mayor esfuerzo por brindar coherencia a la relación birregional (Parlamento Europeo, Dirección General de Políticas Interiores, 2008). No obstante, alcanzar consensos o avances considerables en medio de tantos intereses diversos no ha sido ni será tarea fácil. Como se enunció anteriormente, las Cumbres UE-Celac reúnen a 61 delegaciones estatales, de ellas 20 son latinoamericanas, 13 caribeñas y 28 de la UE, además de las delegaciones que representan los bloques subregionales (Del Arenal y Sanahuja, 2010)7. Maihold viene demandando reformas de fondo que deberían introducirse en el proceso “entre-cumbres”, para que no siga en entredicho el carácter vinculante de la “Diplomacia de Cumbres” (Maihold, 2006). En ese sentido, significa un avance el mandato dado a los ministros en la Declaración Política de Bruselas 2015. En todo caso, más allá de que el potencial de estas reuniones se pueda estar desaprovechando y, más que juzgarlas por su carácter blando o no vinculante, hay que aprovechar el concurso que se produce entre una y otra reunión, puesto que así estas fuerzas coordinadas, y ahora evaluadas, podrían dar resultados tangibles en la relación birregional.