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9. Los Guardianes Celestiales
Оглавление22:9.1 (252.3) Los hijos trinidizados por criaturas son abrazados por la Trinidad del Paraíso en clases de siete mil. Estos vástagos trinidizados de humanos perfeccionados y de personalidades del Paraíso-Havona son igualmente abrazados por las Deidades, pero se asignan a los superuniversos de acuerdo con la recomendación de sus instructores previos, los Hijos Instructores Trinitarios. Aquellos de servicio más aceptable son comisionados Asistentes de los Hijos Elevados; aquellos de actuación menos distinguida son designados Guardianes Celestiales.
22:9.2 (252.4) Cuando a estos seres singulares los ha abrazado la Trinidad se tornan adjuntos valiosos de los gobiernos de los superuniversos. Conocen los asuntos de la carrera ascendente, no por ascensión personal, sino como resultado de su servicio con los Hijos Instructores Trinitarios en los mundos del espacio.
22:9.3 (252.5) Se han comisionado en Orvonton casi mil millones de Guardianes Celestiales. Están asignados principalmente a las administraciones de los Perfecciones de los Días en las sedes de los sectores mayores y están hábilmente asistidos por un cuerpo de mortales ascendentes fusionados con el Hijo.
22:9.4 (252.6) Los Guardianes Celestiales son los oficiales de las cortes de los Ancianos de los Días, funcionando como mensajeros de la corte y llevadores de citaciones y decisiones a los distintos tribunales de los gobiernos de los superuniversos. Son los agentes de los Ancianos de los Días que están a cargo de los arrestos; salen de Uversa para traer de vuelta los seres cuya presencia se requiere ante los jueces del superuniverso; ejecutan los mandatos de detención de cualquier personalidad en el superuniverso. También acompañan a los mortales de los universos locales fusionados con el Espíritu cuando, por cualquier razón, se requiere su presencia en Uversa.
22:9.5 (252.7) Los Guardianes Celestiales y sus asociados, los Asistentes de los Hijos Elevados, nunca han sido habitados por Ajustadores. Tampoco se fusionan con el Espíritu ni con el Hijo. El abrazo de la Trinidad del Paraíso compensa sin embargo este estado no fusionado de los Hijos Trinidizados de Perfección. El abrazo de la Trinidad puede actuar únicamente sobre la idea personificada en un hijo trinidizado por criaturas, dejando al hijo abrazado sin ningún otro cambio, pero dicha limitación ocurre solamente cuando así se la planea.
22:9.6 (252.8) Estos hijos trinidizados dos veces son seres maravillosos, pero no son ni tan versátiles ni tan confiables como sus asociados ascendentes; carecen de esa tremenda y profunda experiencia personal que el resto de los hijos que pertenece a este grupo ha adquirido al trepar literalmente hacia la gloria desde los oscuros dominios del espacio. Nosotros, seres pertenecientes a la carrera ascendente, los amamos y hacemos todo lo que podemos para compensar sus deficiencias, pero nos llenan de gratitud sempiterna por nuestro origen bajo y nuestra capacidad para la experiencia. La disposición de ellos de reconocer y ver sus deficiencias en las realidades experienciables de la ascensión universal es trascendentalmente hermosa y a veces altamente conmovedora y patética.
22:9.7 (253.1) Los Hijos Trinidizados de Perfección están limitados, en contraste con otros hijos abrazados por la Trinidad, debido a que su capacidad experiencial está inhibida en el tiempo y en el espacio. Les falta experiencia, a pesar de la prolongada capacitación con los Ejecutivos Supremos y los Hijos Instructores, y si no fuera éste el caso, la saturación experiencial prevendría el hecho de que se los mantuviera en reserva para adquirir experiencia en una edad universal futura. No hay nada en toda la existencia universal que pueda tomar el lugar de la auténtica experiencia personal, y estos hijos trinidizados por criaturas se mantienen en reserva para una función experiencial en alguna época universal futura.
22:9.8 (253.2) En los mundos de estancia he visto a menudo a estos dignos oficiales de las altas cortes del superuniverso contemplar con deseo y nostalgia aun a los recién llegados de los mundos evolucionarios del espacio, de tal manera que no se puede dejar de en-tender que estos seres poseedores de la trinidización no experiencial verdaderamente envidien a sus hermanos supuestamente menos afortunados que ascienden el camino universal mediante pasos de experiencia real y vivir auténtico. A pesar de sus dificultades y limitaciones, constituyen un cuerpo de trabajadores maravillosamente útil y constantemente listo para la ejecución de complejos planes administrativos de los gobiernos de los superuniversos.