Читать книгу Esto no tiene sentido - Vanessa Vidal Mayor - Страница 7

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Cerca está

y es difícil de concebir el Dios.

Pero donde está el peligro, crece

también lo salvador.

Friedrich HÖLDERLIN

LA OBRA DE THEODOR WIESENGRUND-ADORNO COMO POSIBILIDAD

Como tantas otras cosas, deseos, devenires y te quieros, gracias a historia la memoriosa, muchas filosofías se quedan en la punta de la lengua. Frente a esta contra-dicción, este ensayo quiere ser una Anti-Antígona: no calla enterrando a diestro lo siniestro, sino que tira a lo siniestro de la lengua con la lechuza de Minerva. Esta última, detenida en la obra de arte tras reincidentes retrasos en sus vuelos al anochecer,1 se ha vuelto, entretanto, expresiva. Una de esas filosofías que se quedó en la punta de la lengua es la de Theodor Ludwig Wiesengrund-Adorno. Para evitar el trato desfavorable en tanto que descendiente de padre judío cuando tuvo que emigrar a Estados Unidos, Theodor Wiesengrund abrevió el apellido paterno en 1938, pasándose a llamar a partir de entonces Theodor W. Adorno.2 El emigrado forzado en Estados Unidos ha pasado con ese segundo nombre a la historia escrita por los vencedores (Benjamin, 1982: 696). El objetivo de esta investigación es desenterrar anti-antigónicamente una parte de la obra de Wiesengrund de la mano de la filosofía de Adorno. Cabe advertir ya que la imagen metodológica del «tirar de la lengua» no ha de confundirse con una reconstrucción de la filosofía del joven Wiesengrund desde la obra madura de Adorno, sino que es más bien una construcción de una filosofía que, por lo siniestro del momento histórico, quedó en el estado detenido (Stillstand)3 de la punta de la lengua como posibilidad. La posibilidad de construir la filosofía de Wiesengrund es expresada por el mismo Theodor W. Adorno en la «Notiz», que escribió para la edición italiana en 1961 al libro de 1933 de Theodor Wiesengrund, Kierkegaard. Konstruktion des Ästhetischen (Kierkegaard. Construcción de lo estético).

A pesar de las insuficiencias de lo escrito en cierta ocasión, que molestan [al autor] posteriormente, [el libro sobre Kierkegaard] contiene al mismo tiempo y por ello posibilidades, que él no realizó en el futuro y que a él mismo no le son en absoluto manifiestas. Pero en todo caso cree el autor, que [en el libro sobre Kierkegaard] hay muy poco que no vaya a merecer la pena pensar desde el aspecto de su posición actual, en lugar de rechazarlo como simple etapa previa. Tal vez deba llamar la atención sobre que el motivo del dominio de la naturaleza y de la razón que domina la naturaleza, el de la conciliación con la naturaleza y el de la autoconciencia del espíritu como un momento natural, ya son explícitos en el texto (2: 262).4

Entre las múltiples posibilidades contenidas en este texto –estos textos, como expondré a continuación– la que pretende exponer este ensayo es: la relación de historia y naturaleza que expresa la idea de historianatural, la construcción de la conexión de esta con la filosofía como interpretación, el materialismo y la relación de estos con la filosofía y el arte. De lograrse esa construcción, se hará realidad –y aquí se encuentra el momento expresivo de la lechuza de Minverva fosilizado en el arte– esa filosofía que la historia paralizó en la punta de la lengua y que en este ensayo se ha denominado interpretación materialista.

INTERPRETACIÓN HISTÓRICONATURAL

Adorno expone teóricamente la idea de interpretación y de historianatural5 en dos conferencias de principios de los años treinta del siglo pasado. En «Die Aktualität der Philosophie» («La actualidad de la filosofía») (1: 325-344) la interpretación es presentada como único modo en que es posible seguir haciendo filosofía tras el desmoronamiento de los aparentemente invencibles sistemas idealistas.6 «Interpretar es precisamente eso que todavía sigue moviendo hoy a la filosofía, diría yo. Quizá, con la pérdida de la confianza en la construcción total, la necesidad de hacer filosofía se ha trasladado a la interpretación» (IV 12: 185).7 En «Die Idee der Naturgeschichte» («La idea de historianatural») (2: 345-365) Adorno caracteriza la historianatural como intento de ir más allá, tanto de las concepciones de la historia como de las ontológicas que proponen las filosofías de principios del siglo XX para salir del idealismo trascendental y absoluto. La historianatural, tras una crítica a ellas, es presentada como un «cambio de perspectiva» (2: 356). Este permite una concepción dialéctica de la ontología y una propuesta de una filosofía como interpretación de lo diminuto artístico que sobrevive en una realidad devenida insensata. La conexión de la interpretación y la historianatural es sugerida por Adorno en la lección de 1964-1965 Zur Lehre von der Geschichte und von der Freiheit (Sobre la doctrina de la historia y de la libertad).

Si piensan ustedes sobre lo que les he explicitado acerca de la interpretación filosófica, pueden entonces quizás entender por qué le he dado en este punto un énfasis tan grande a la historianatural: porque de hecho se puede decir que este entrelazamiento de naturaleza e historia es el modelo según el cual ha de regirse en general un comportamiento interpretativo en la filosofía; casi se podría decir que él es el canon para que la filosofía se comporte interpretativamente, sin que esa interpretación caiga en pura arbitrariedad (IV 13: 187).

El concepto ‘interpretación históriconatural’ no es de Adorno. Se propone en este ensayo para dar cuenta de la estrecha relación entre ambas. La primera parte de este trabajo construye teóricamente la interpretación históriconatural y constituye la introducción abstracta al núcleo –duro, pero concreto– de este texto: la interpretación materialista del arte y las imágenes dialécticas que se elaborará a partir de lo que Adorno escribe en los libros sobre Kierkegaard.

EL ENIGMA EN TORNO A LOS DOS LIBROS SOBRE KIERKEGAARD

Se escribió «dos libros sobre Kierkegaard» porque, hasta ahora, la gran mayoría de las investigaciones sobre la obra de Theodor W. Adorno han considerado que Kierkegaard. Konstruktion des Ästhetischen, publicado en 1933 en la editorial alemana J. C. B. Mohr (Paul Siebeck), es el texto con el que Wiesengrund se habilitó en la Universidad de Frankfurt (Scheible, 1989: 62). Es cierto que Kierkegaard. Konstruktion des Ästhetischen es la publicación del escrito que permite en Alemania el acceso a la universidad, pero el texto que entregó para su habilitación en 1931 es Konstruktion des Ästhetischen in Kierkegaards Philosophie (Construcción de lo estético en la filosofía de Kierkegaard) y difiere enormemente de la versión revisada y publicada en 1933.8 Una de las peculiaridades de este ensayo consiste en ser la primera investigación intensiva sobre estos dos textos.9 Pero la novedad no reside meramente en la publicación aquí de citas inéditas hasta ahora, sino sobre todo en el hecho de que, en dos libros sobre Kierkegaard y las dos conferencias de los años treinta del siglo pasado, se encuentran claves para construir esta filosofía que quedó en la punta de la lengua de Adorno como posibilidad: la interpretación históriconatural y materialista y su relación con el arte.

LA INÉDITA CORRESPONDENCIA CON PAUL SIEBECK

Para ofrecer una idea introductoria de la magnitud de las correcciones que Adorno introdujo en Kierkegaard. Konstruktion des Ästhetischen, que dan cuenta de la importancia del material inédito y las diferencias de este texto con el original escrito de habilitación, se reproduce aquí una carta que le envió a Paul Siebeck en 1932, mientras estaba preparando la revisión de su escrito de habilitación para su publicación en 1933. Su expresividad hace casi superfluo cualquier comentario.

Muy estimado señor Doctor:

Después de que el señor Profesor Tillich hablara detalladamente sobre la cuestión de la publicación de mi libro sobre Kierkegaard, y, como él me dijo, usted tomara amablemente en consideración la publicación, le mando hoy para su diligencia un ejemplar del trabajo.

El señor Tillich me habló sobre la necesidad de una reducción y mis propias intenciones se dirigen de todos modos a hacerla; en la publicación se pueden evitar evidentemente un cierto exceso de citas, que en el caso del escrito de habilitación consideré necesarias por la excentricidad de la teoría defendida: el trabajo puede ser reducido en un cuarto y el aparato de notas, que en el manuscrito ocupa mucho espacio, podrá comprimirse un poco con la introducción de abreviaturas adecuadas y una ordenación razonable de las frases en pocas páginas (petit). Por lo que respecta a las reducciones, ya le puedo apuntar la dirección en que voy a hacerlas. Ellas se hacen visibles en primer lugar en el capítulo V (La lógica de las esferas), que puede ser formulado forzosamente de un modo más sucinto y preciso y que puede entonces quizá ser reducido a la mitad de la extensión actual. Más allá de eso, son posibles reducciones de una extensión amplia en el capítulo sexto y eventualmente en la parte introductoria del primer capítulo, es decir, hasta la interpretación de la estética explícita de Kierkegaard, que en todo caso es extremadamente densa. Los capítulos más importantes son el segundo, el cuarto y el último. Aquí no deberían ser posibles modificaciones, excepto quizá en una parte del último. El cuarto es ciertamente muy denso. En el segundo me gustaría añadir todavía en el apartado sobre el «intérieur» (el centro de toda la concepción) un pasaje clarificador sobre el lado ‘mítico’ del interior. El concepto de lo mítico y su relación con el problema de la dialéctica lo podré trabajar de hecho más plásticamente. Para ello me gustaría recurrir a la tesis de Kierkegaard en mayor medida en que lo hice en la primera versión. En la redacción del texto estaba todavía bajo la sugestión del prejuicio de que la tesis, como «dependiente», todavía era hegeliana. Por eso solo la utilizo para la determinación de la relación con Fichte. Entretanto me tuve que convencer de que la tesis, en realidad, contiene con diferencia mucho más. La (difícil) tesis del carácter mítico de la abstracción la puedo probar a partir de ahí; los conceptos de lo mítico y de la dialéctica están aquí ya pensados por el propio Kierkegaard como configuración y toda la teoría de lo mítico se dejará clarificar mucho a partir de aquí.10

EN LA PUNTA DE LA LENGUA: CONFIGURACIÓN DE MITO Y DIALÉCTICA

El hecho de que se publiquen aquí por primera vez fragmentos inéditos del original escrito de habilitación no es solo interesante, como acabo de señalar, desde el aspecto editorial. La comparación de las dos versiones permite una experiencia de primera mano de las dificultades que el propio Adorno tuvo para exponer la filosofía que objetivan los dos libros sobre Kierkegaard y derivadas de la complejidad de la idea de interpretación que se intenta construir en este trabajo. «Nadie sabe mejor que yo de la desmesura de las dificultades que tiene que producir cualquier tipo de exposición de mi producto [el libro sobre Kierkegaard], producto de hecho, en verdad, espiritualmente excesivo […]» (Adorno y Kracauer, 2008: 304). «La (difícil) tesis del carácter mítico de la abstracción» es introducida en la segunda versión de la mano de la tesis de doctorado de Kierkegaard Über den Begriff der Ironie (Sobre el concepto de ironía) (1929).11 Lo que se mostrará es que ese movimiento entre dialéctica y mito no es sino el movimiento que, en las conferencias de 1930, Adorno llama historianatural. Esas configuraciones de dialéctica y mito serán descifradas como modelo de la interpretación, en tanto que dialéctica puede hacerse semejante a historia y mito a naturaleza, lo que sacará a la luz el modo en que la interpretación de la filosofía de Kierkegaard se consigue mediante la configuración de estos conceptos. Esa interpretación se comporta construyendo configuraciones de dialéctica y mito conecta además la interpretación con crítica inmanente. La otra novedad introducida en los libros sobre Kierkegaard y que enfatizaré finalmente en esta exposición es que esa interpretación ya no tiene por objeto los conceptos filosóficos, sino imágenes dialécticas, es decir, lo artístico en los escritos filosóficos del danés. Estas imágenes dialécticas se presentarán como modelo para pensar el arte y la filosofía en la época del fetichismo de la mercancía. Ellas son expresión de algo que está más allá de las intenciones de la subjetividad y que permitirá finalmente conectarlas con el materialismo.12

LOS LIBROS SOBRE KIERKEGAARD COMO Y MÁS QUE DIALEKTIK DER AUFKLÄRUNG

Adorno no publicó la corrección de su escrito de habilitación, Kierkegaard. Konstruktion des Ästhetischen, únicamente en 1933 en la editorial J. C. B. Mohr de Siebeck. Por expreso deseo e insistencia de Adorno, este libro aparece dos veces en la vida del autor en la editorial Suhrkamp, lo que no es sino prueba de la importancia que le concede a esta obra.13 Por ello, resulta especialmente siniestro que los dos libros sobre Kierkegaard, y, con ellos, la concepción de la filosofía que expone Adorno en ellos como interpretación y su exótica relación con el materialismo, hayan quedado hasta hoy en la punta de la lengua. Una posible explicación, que en absoluto pretende suavizar la sensación de siniestro que ese vacío produce, es, como ya he señalado sucintamente, la tendencia clásica a considerar en las reconstrucciones del pensamiento de Adorno que su filosofía solidifica por primera vez en Dialektik der Aufklärung (Dialéctica de la Ilustración).14 Esta obra es entendida mayoritariamente a su vez como filosofía de la historia,15 que invertiría la clásica concepción hegeliana solo en tanto que enfatiza la negatividad del proceso de racionalización frente a la reconciliación en que culmina la filosofía de Hegel. Las últimas tendencias reconstructivas del pensamiento adorniano, que ya no parten de Dialektik der Aufklärung sino de «escritos filosóficos tempranos»16 como «Die Aktualität der Philosophie» o «Die Idee der Naturgeschichte», suelen valorar estos textos como prolegómenos o como «etapa previa» a Dialektik der Aufklärung.17 Y lo mismo sucede con los pocos estudios sobre Kierkegaard. Konstruktion des Ästhetischen. La recepción académica oficial de la filosofía adorniana sigue viendo en Dialektik der Aufklärung la objetivación del origen de su pensamiento filosófico, cuya exposición completa se lograría en Negative Dialektik (Dialéctica negativa).18 Dialektik der Aufklärung es considerada además canónicamente por la mayoría de los intérpretes como filosofía de la historia heterodoxamente marxista. Paradigma de esta recepción es, sobre todo por su influencia a nivel mundial, la lectura ofrecida por Jürgen Habermas en Der philosophische Diskurs der Moderne (El discurso filosófico de la modernidad) y Theorie des kommunikativen Handelns (Teoría de la acción comunicativa).19 Su recepción de Dialektik der Aufklärung como filosofía de la historia de modelo hegeliano invertido20 convierte a esta obra en aporética, aporía que por cierto no es difícil de demostrar si se intenta reconstruir este texto como filosofía de la historia, aunque sea como una versión pesimista de la Phänomenologie des Geistes (Fenomenología del espíritu) de Hegel. Dialektik der Aufklärung, evidentemente, resulta aporética leída desde el paradigma de la filosofía de la historia clásica –hasta aquí Habermas lleva razón–. Pero si construimos el pensamiento de Adorno desde los escritos tempranos elegidos aquí y centrándonos en esa idea de interpretación materialista, lo aporético no es Dialektik der Aufklärung, sino querer reconstruir esta obra escrita en colaboración con Horkheimer, no solo como lo que no es, sino como lo que ya ha superado teórica y práxicamente: como filosofía de la historia clásica. Los escasos intérpretes que abordan Kierkegaard. Konstruktion des Ästhetischen lo consideran también un escrito de juventud (Scholze, 2000: 262), como etapa inicial en la formación de su pensamiento,21 y se limitan a reconstruir la influencia de esa «obra de juventud» en el Adorno maduro. No se va a negar aquí que Wiesengrund escribió Konstruktion des Ästhetischen in Kierkegaards Philosophie con veintiséis años (2: 261) y lo corrigió con veintiocho, ni que este libro influya en la filosofía del Adorno maduro. Pero lo que no es posible afirmar es que pueda considerarse un mero «escrito filosófico de juventud».22 Tampoco se está negando que un núcleo importante de la novedad filosófica que constelará como pensamiento adorniano esté expuesta en Dialektik der Aufklärung. Aunque si prestamos atención a lo que el Adorno de casi 60 años escribe en la «Notiz», que introduce en 1961 a la edición italiana del Kierkegaard, podemos afirmar que la Dialektik der Aufklärung surge y es expuesta ya en Kierkegaard. Konstruktion des Ästhetischen.23 En ella afirma que algunas de las tesis que después le hicieron conocido gracias a Dialektik der Aufklärung –la crítica a la razón que domina la naturaleza o la autoconciencia del espíritu como naturaleza– ya están formuladas, más de diez años antes, en los libros sobre Kierkegaard. En cambio, si leemos Dialektik der Aufklärung a partir de lo que Wiesengrund presenta en los libros sobre Kierkegaard y las conferencias de 1930, es decir, como ejercicio de interpretación históriconatural y materialista, las aporías desaparecen por arte de lógica.24 Convertir, pues, la interpretación históriconatural y los libros sobre Kierkegaard en tema principal de este ensayo es ya en sí una crítica inmanente a todas esas recepciones y una nueva propuesta de lectura de Dialektik der Aufklärung.25 En lo que sigue, se tratará de mostrar la actualidad del cambio de perspectiva que implica la historianatural frente a la filosofía de la historia hegeliana y sus reformulaciones marxistas, así como se dibujará la novedad y distancia que establece la interpretación en relación con esa historianatural y el materialismo frente a concepciones hermenéuticas de la filosofía que le son contemporáneas, como las de Heidegger o Dilthey, o posteriores, como la de Gadamer.

«HISTORIA EFECTUAL» DEL NACIONALSOCIALISMO HASTA HOY

Otra de las explicaciones que se puede dar a la ausencia de investigaciones sobre estos dos textos de Wiesengrund es la dificultad formal, lingüística y filosófica que objetivan. Lenguaje y estilo son de un hermetismo y densidad hiperbólicos. La novedad del contenido de los pensamientos que Adorno expone veta en extremo el acceso. Otra de las causas –incorrecta políticamente– de que la recepción de los libros sobre Kierkegaard no haya empezado realmente es que seguimos todavía bajo la influencia de la «historia efectual» del nacionalsocialismo. Kierkegaard. Konstruktion des Ästhetischen se publicó justo el mismo día en que Hitler ocupó el poder.

La versión definitiva apareció en 1933 en la editorial J. C. B. Mohr (Siebeck) el mismo día en que Hitler tomó el poder con su dictadura. La recensión de Walter Benjamin se publicó en el Vossische Zeitung un día después del boicot antisemita, el 2 de abril de 1933. La repercusión del libro estuvo desde el principio ensombrecida por la desgracia política (2: 261).26

Esa desgracia política parece haber acompañado al libro hasta hoy, silenciando su recepción. Pocos fueron los potenciales lectores de esta obra, que, por cierto, ya formulaba una temprana crítica a la ontología heideggeriana,27 que quedaron en la Alemania dominada por los nazis. Las recensiones sobre el libro publicadas en el momento apenas tuvieron eco. Algunas de ellas, como sucede con la que escribió su amigo Kracauer, quizás el mejor conocedor de su filosofía en esta época, no tuvieron apenas repercusión. En una carta a Siebeck de 15 de septiembre de 1933, escrita poco después de que los nazis le quitaran la venia legendi como docente en la Universidad de Frankfurt, leemos a un Wiesengrund cuya ingenuidad contrasta radicalmente con la época que está comenzando y que el joven filósofo y músico todavía no puede ni imaginar:

Estimado señor doctor:

Acepte Usted mi más sincero agradecimiento por las recensiones sobre mi Kierkegaard. Usted fue de nuevo muy amable, pero el libro se publicó en un momento temporal muy desfavorable y pasó un poco desapercibido, quizá sería posible recordar el libro mediante extractos de críticas, en particular de las de Voss, de Königsberger Hartungschen, de Zeitschrift für Sozialforschung, de Zeitschrift für Theologie und Kirche y de Holländische Zeitung. En este contexto, quizá pueda pedirle el favor de ser tan amable de darme el nombre y dirección de ese periódico (o revista) holandesa, ya que no lo pude leer. Kracauer escribió para el Frankfurter Zeitung un artículo muy largo y acertado sobre mi libro, que allí pasó desapercibido y que, por cierto, si puedo comunicárselo con discreción, fue el pretexto del Frankfurter Zeitung para quitarse a Kracauer de encima. La crítica, con diferencia la más importante, no se ha publicado y el Frankfurter Zeitung no ha publicado nada sobre mi libro. Me parecería conveniente que la editorial misma se informara por escrito si va a publicar algo sobre él, ya que recibió un ejemplar para hacer una recensión. Esto solo como sugerencia, si es que le parece sensato. Yo personalmente estoy decepcionado con el F. Z. [Frankfurter Zeitung]. Como consecuencia del parágrafo ario de la Ley de los Funcionarios, me han quitado la venia legendi (mi padre es judío, mi madre de ascendencia aria). Me gustaría solo preguntarle si ve alguna posibilidad para mí, por ejemplo, en su editorial, un lectorado filosófico, una actividad periodística o lo que crea conveniente. Preferiría quedarme en Alemania, aunque eso solo me será posible si aquí hay alguna función para mí […].28

La posibilidad de quedarse en Alemania no pudo hacerse realidad y el que la recensión de Kracauer sobre Kierkegaard fuera el pretexto del Frankfurter Zeitung para despedirlo del periódico literalmente espeluzna. Wiesengrund tuvo que emigrar para escapar del nacionalsocialismo y regresó como Adorno a la Alemania pacificada en 1949, como profesor en la Universidad de Frankfurt y autor, junto a Max Horkheimer, de Dialektik der Aufklärung. A partir de ese momento, y ya como Theodor W. Adorno, su filosofía empezó a ejercer lentamente influencia en la Alemania violentamente pacificada. Una influencia que, debido en parte a la «historia efectual» del nacionalsocialismo, todavía no ha tomado en serio el libro sobre Kierkegaard, a pesar de sus reediciones en la editorial Suhrkamp en los años sesenta del siglo pasado. Este ensayo, en tanto que tira de la lengua de los dos libros sobre Kierkegaard, quiere presentarse por ello también, frente a esta no-recepción de estos hasta ahora, como un fragmento de historia escrita por los perdedores.29

EL MARXISMO NO INTERPRETA: TABÚS DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN SOCIAL

Pero no solo el extremo nacionalsocialismo condenó a la filosofía expuesta en los libros sobre Kierkegaard al estado estacionario de la punta de la lengua. El otro extremo, el marxismo imperante en la época, con el que Wiesengrund toma sobre todo contacto a través de Horkheimer y el resto de los miembros del Institut für Sozialforschung (Instituto de Investigación Social), tampoco contribuye con mucho entusiasmo a la difusión de Kierkegaard. Konstruktion des Ästhetischen. Más bien sucede lo contrario. Tras la muerte de Carl Grünberg, Horkheimer pasa de ser profesor asistente a director del Institut für Sozialforschung.30 Su primera propuesta de una teoría crítica para el Instituto de Investigación Social, que ha pasado a conocerse como «materialismo interdisciplinar» (Wiggershaus, 2001: 13), sugiere una revisión tanto del idealismo, como del materialismo clásicos mediante la investigación empírica desde una perspectiva multidisciplinar de los problemas sociales.31 Wiesengrund –y en ello insistiré en el capítulo sobre «Die Aktualität der Philosophie»– está defendiendo en esta época, frente a la propuesta de Horkheimer, la idea de interpretación históriconatural que se relaciona con el materialismo a través de la interpretación del arte y no la investigación conjunta de la filosofía entendida como Teoría Crítica con las ciencias sociales.32 Aunque, y partiendo de nuevo de la publicación conjunta de Dialektik der Aufklärung, la recepción de la obra adorniana suele suponer que Horkheimer y Adorno siempre trabajaron juntos, esto no se puede aplicar en ningún caso a las concepciones filosóficas que ambos defienden alrededor de 1930. Prueba de la distancia que existe en este momento entre la propuesta filosófica de ambos se halla, por ejemplo, en esta carta a Kracauer en la que Adorno expresa la reacción que tuvo Horkheimer, «Gutachter» junto a Paul Tillich en su habilitación, cuando leyó Konstruktion des Ästhetischen in Kierkegaards Philosophie:

Horkheimer ha leído todo el capítulo y está pasmado, lo encuentra en todo caso inauditamente difícil, más difícil que el libro sobre el Barroco. Ahí no puedo ayudar, está en las cosas. He desenmascarado el carácter mítico-demoníaco del concepto de existencia de Kierkegaard, si eso no se deja traducir a marxismo-suevo, yo no soy capaz de hacer nada en contra (Adorno y Kracauer, 2008: 235-239).

Wiesengrund está mucho más cercano a Benjamin y Kracauer en este momento, tanto en lo personal como en una propuesta de filosofía como interpretación de fenómenos artísticos, que a Horkheimer. Es sorprendente por ejemplo este exceso de neutralidad y la clara distancia que explicita Horkheimer en el informe sobre el trabajo de habilitación sobre lo estético en la obra de Kierkegaard.33

Me gustaría unirme al informe del señor Tillich y apoyar la autorización de W. [Wiesengrund] para las siguientes pruebas de habilitación. Se manifestará en ellas, como creo, que tiene las facultades para ejercer una actividad completamente honorable para nuestra Facultad en la Universidad. Esto lo digo con la conciencia de que, tanto la dirección de su interés filosófico, como los métodos de pensamiento del escrito de habilitación depositado, no están emparentados con mis aspiraciones filosóficas propias. Cuando W. [Wiesengrund] cree haber salvado en el pensamiento de K. [Kierkegaard] precisamente la esperanza y la reconciliación, ha dado con ello expresión a una creencia teológica de base que apunta a una de mis intenciones filosóficas radicalmente distintas y eso es palpable en cada frase. Pero sé que detrás de este trabajo se esconde no solo una fuerte voluntad de verdad, sino también la fuerza para promover la filosofía en posiciones importantes.34

La antipatía filosófica entre los dos filósofos en este momento es mutua. Tampoco conviene olvidar que Wiesengrund no llegó a ser nunca miembro del Instituto de Investigación Social en la Alemania anterior al nacionalsocialismo. Solo en la emigración, y en gran medida por el estado de excepción de las circunstancias, Horkheimer lo aceptó como tal, relativamente tarde, en 1938. Un Adorno totalmente desconocido hasta ahora insulta en esta época directamente de este modo al círculo de intelectuales miembros del Institut für Sozialforschung:

No se debe dar a estos imbéciles los puntos de ataque y se debe permanecer en la esfera de la interpretación constructiva. Esfera que a sus señorías no les gusta soportar y en la que se sienten crónicamente molestos, contra la que ellos no obstante nada pueden cuando les salta a los ojos de hecho finalmente la corrección de los hallazgos. C’est tout (Adorno y Kracauer, 2008: 219).

Filosóficamente incorrecto, este ensayo defenderá la concepción de la filosofía como interpretación en Adorno, así como su exótico e idiosincrásico modo de actualizar el materialismo, también en su oposición concreta a lo que, algunos años después, se hará conocido como proyecto de teoría crítica de Horkheimer y, con él, del Institut für Sozialforschung como «materialismo interdisciplinar». En «Die Aktualität der Philosophie» se dice lo siguiente respecto de la relación de esta idea de interpretación con el materialismo:35

Aquí se debe buscar la aparentemente tan sorprendente y extraña afinidad que existe entre la filosofía que interpreta y cualquier tipo de pensamiento que rechaza del modo más severo la representación de lo intencional, de lo significante de la realidad: el materialismo. Interpretación de la realidad sin intenciones a través de la agrupación de los elementos aislados analíticamente e iluminación de lo real por la fuerza de esa interpretación: ese es el programa de todo verdadero conocimiento materialista, un programa al que el comportamiento materialista hace tanta más justicia, cuanto más se distancia de cualquier tipo de ‘sentido’ de sus objetos y cuanto menos se relaciona con un sentido implícito, por ejemplo, religioso (2: 336).

Esa concepción de la interpretación históriconatural y el modo peculiar en que se apropia del materialismo, frente a la idea de «materialismo interdisciplinar» de Horkheimer y otras concepciones del marxismo como la de Lukács que son importantísimas en la época, es otra posibilidad que quedó en la punta de la lengua y que este ensayo trata de exponer como expresión de una filosofía actual.

1. «[…] la lechuza de Minerva emprende su vuelo una vez ha irrumpido el ocaso» (Hegel, 1979: 28). Todas las traducciones de los textos en alemán, mientras no se indique lo contrario en la bibliografía, las ha hecho la autora de este ensayo.

2. Empezó a firmar como Adorno en sus publicaciones en la Zeitschrift für Sozialforschung (Revista de Investigación Social) a partir de 1938. El cambio de nombre oficial de Theodor Wiesengrund-Adorno a Theodor W. Adorno lo hizo en 1942 (Claussen, 2003: 172-173).

3. Walter Benjamin utiliza ‘dialéctica en estado estacionario’ (Dialektik im Stillstand) en 1930 en el fragmento de La obra sobre los pasajes «Quintaesencia del método» y en el famoso «Exposé» de 1935: Paris, die Hauptstadt des XIX. Jahrhunderts (París, la capital del siglo XIX) (Benjamin, 1982a: 55).

4. A partir de aquí abreviaré las citas de la obra de Adorno indicando el número de tomo y la página. En la bibliografía se han detallado los títulos y los números de tomo de las obras completas y de los escritos publicados póstumamente.

5. Se ha escrito históriconatural e historianatural sin guiones para enfatizar el carácter dialéctico que Adorno les da a estos conceptos.

6. Aunque en los últimos años puede observarse en la bibliografía secundaria un creciente interés por la idea de filosofía como interpretación y la historianatural en la obra temprana de Adorno, esta suele abordarse de un modo indirecto y tangencial, como una especie de estadio anterior a Dialektik der Aufklärung (Dialéctica de la Ilustración) o un complemento a su filosofía sancionada académicamente como dialéctica negativa. De acuerdo en el gesto con esas nuevas lecturas, la tesis que se va a exponer aquí es más radical: la interpretación no es un estadio anterior ni un complemento, sino el modo de hacer filosofía en una actualidad cuyo sentido ya no es sostenido por totalidades idealistas.

7. El primer texto en la bibliografía secundaria que leí sobre la idea de interpretación en Adorno y que motivó la elección de la temática de esta investigación es «La hermenéutica materialista» (Sevilla, 2005: 79-91). Sven Kramer trabaja esta idea de interpretación en relación con la filología en Bild, Sprache, Kultur. Ästhetische Perspektiven kritischer Theorie (Kramer, 2009). En este artículo, Richard Klein presenta un concepto crítico de interpretación que apunta en la dirección de este ensayo Ideologiekritik oder kritische Hermeneutik? Methodologische Aspekte einer Musikphilosophie nach Adorno (Decker y Grave, 2008). También es interesante a este respecto el trabajo Erkenntnis und Interpretation. Kritisches Denken unter den Voraussetzungen der Moderne bei Theodor W. Adorno und Karl Barth (Eberlein, 2012).

8. En el Theodor W. Adorno Archiv, hay dos manuscritos mecanografiados, catalogados como Ts0432 y Ts0433, y titulados exactamente Konstruktion des Ästhetischen in Kierkegaards Philosophie. Ts0432 no tiene índice, está escrito a doble espacio y tiene 363 páginas. Ts0433 tiene una extensión de 127 páginas, índice y es con alta probabilidad el escrito con el que Adorno se habilitó en febrero de 1931 en la Universidad de Frankfurt. El Archivo Adorno los describe simplemente como «versión» por falta de pruebas que demuestren categórica y científicamente que los manuscritos mecanografiados son copias de ese escrito. Tras investigaciones en el Universitätsarchiv de Frankfurt y gracias al acceso a la todavía inédita correspondencia de Adorno con Paul Siebeck a propósito de la publicación en su editorial J. C. B. Mohr en 1933 del libro sobre Kierkegaard, se puede afirmar científicamente lo que el sentido común indicó desde el principio: que Konstruktion des Ästhetischen in Kierkegaards Philosophie, es decir Ts0432 y Ts0433, es el escrito con el que Wiesengrund se habilitó en 1931. Agradezco a los herederos de Adorno su permiso para publicar las citas inéditas.

9. Sorprende que, dada la cantidad de bibliografía secundaria que existe sobre la obra de Adorno, haya tan pocos textos que aborden los libros sobre la filosofía del danés. Uno de los textos más interesantes al respecto y que inspiró el inicio de esta investigación es El pensamiento estético de Theodor W. Adorno (Gómez, 1998). Algunos textos sobre Adorno y Kierkegaard desde una perspectiva teológica más o menos clásica de la que se distancia este trabajo son: Theologie. Studien zu Adornos Metaphysik und zum Spätwerk Kierkegaards (Deuser, 1980) y «Ontology of Hell: Reflections on Theodor W. Adorno’s Reception of Søren Kierkegaard» (Martinson, 2012). Una lectura en la tradición de la teoría crítica: «Adorno’s reception of Kierkegaard: 1929-1933» (Morgan, 2012). Un texto de solo una página sobre el Kierkegaard de Adorno se encuentra en Schlüsseltexte der Kritischen Theorie (Honneth, 2006). Un artículo sobre la relación entre Adorno y Paul Tillich es «Tillich, ‘Adorno and the Debate about existentialism’» (Hammond, 1991). En castellano apareció La historia perdida de Kierkegaard y Adorno, que, más que un estudio sobre el Kierkegaard de Adorno, es una reconstrucción de las semejanzas y diferencias entre ambos filósofos (Herrera, 2005). Muy sugerente es también el artículo «El joven Th. W. Adorno y la crítica inmanente del idealismo: Kierkegaard, Husserl, Wagner» (Zamora, 2009).

10. Carta inédita de Theodor Adorno a Paul Siebeck del 20 de abril de 1932.

11. Se ha intentado, siempre que ha sido posible, utilizar en este ensayo las ediciones de los textos que leyó y empleó el propio Adorno, que se encuentran en la biblioteca privada de este en el Theodor W. Adorno Archiv de Berlín.

12. La importancia del papel que el lenguaje tiene en la filosofía de Adorno me fue sugerida por algunas de las tesis defendidas en Crítica, historia y política (Sevilla, 2000).

13. Kierkegaard. Konstruktion des Ästhetischen fue publicado por la editorial Suhrkamp en 1962 y 1966.

14. Una explicación de que la recepción adorniana empezara tarde a tener en cuenta la importancia que tienen las conferencias de 1930 que abordo aquí en el pensamiento adorniano es que se publicaron póstumamente, es decir, con la publicación de los Gesammelte Schriften en 1973. De todos modos, esto no justifica la poca atención que se ha prestado hasta ahora a los libros sobre Kierkegaard.

15. Destacables en ese sentido son las tempranas recepciones marxistas de su obra como Die neue Linke nach Adorno (Soeller, 1969) o Die ‘Frankfurter Schule’ im Lichte des Marxismus (Schleifstein, 1971). Clásicas a la hora de describir el pensamiento de Adorno como surgiendo en Dialektik der Auflklärung son, entre otras: Vierzig Jahre Flaschenpost: Dialektik der Aufklärung 1947-1987 (Reijen y Schmid-Noerr, 1991); Geschichtsphilosophie in kritischer Absicht im Übergang zu einer Teleologie der Apokalypse. Die Frankfurter Schule und die Geschichte (Bialas, 1994), Die Aktualität der ‘Dialektik der Aufklärung’ (Kunnemann y de Vries, 1989).

16. El título del primer tomo de las obras completas de Adorno es Philosophische Frühschriften (Escritos filosóficos tempranos).

17. En esta dirección las interpretaciones de Erkenntniskritik und Negative Metaphysik bei Adorno (Müller, 1988), Das Eingedenken der Natur im Subjekt (Schmid Noerr, 1990), Selbstkritik und ‘Rettung’ der Aufklärung (Nho, 2000).

18. La evolución teórica de la Escuela de Frankfurt suele reconstruirse desde esta obra, considerada central. Aufklärung und Dialektik. Politische Philosophie von Hobbes bis Adorno (Künzli, 1971) y The dialectical imagination (Jay, 1973).

19. Theorie des kommunikativen Handelns. Band 1. (Habermas, 1981: 453-489). La tesis básica de Habermas es defendida también en Kritik der Macht. Reflexionsstufen einer kritischen Gesellschaftstheorie (Honneth, 1986: 43-70).

20. El optimismo de la confianza en la razón que muestra Hegel en la Phänomenologie des Geistes es invertido en pesimismo, según Habermas y Honneth. Pero la necesidad y objetividad de la construcción de la historia de Hegel se mantendrían en Dialektik der Aufklärung.

21. Así, The Origin of Negative Dialectics, Theodor Adorno, Walter Benjamin and the Frankfurt Institute (Buck-Morss, 1977: 111 y ss.), Adorno. Linee di origine e di sviluppo del pensiero (Petazzi, 1979).

22. Vicente Gómez Ibáñez es uno de los pocos autores que destaca la importancia de Kierkegaard. Konstruktion des Ästhetischen para la formación del pensamiento adorniano. Su tesis principal, y que ha alentado y servido de base a este trabajo, es que la función que tiene lo estético en Kierkegaard no es reductible a una teoría del arte, sino que se trata, dicho con Hegel, de una «posición del pensamiento ante la objetividad». El arte es inseparable del conocimiento (1990; 1998).

23. La interpretación de Kierkegaard. Konstruktion des Ästhetischen que es el núcleo de este ensayo implica un giro no solo en lo que respecta a la construcción de la filosofía de Adorno, sino también en lo que respecta a la historia de la recepción de la reconstrucción de su pensamiento. La segunda tesis únicamente es una consecuencia de esta interpretación, no su objetivo. Por ello será tratada solo de un modo indirecto.

24. Articulé una crítica exhaustiva a esta lectura-paradigma de Habermas de Dialektik der Aufklärung en (Vidal, 2000).

25. Para una interpretación crítica de esa nueva recepción de Dialektik der Aufklärung. Véase Vidal (2001, 2004, 2011).

26. Sobre la época nacionalsocialista y su relación con Adorno y su filosofía pueden consultarse Brunkhorst (1990), Scheible (1989), Müller-Doohm (1996), Jäger (2003) y Claussen (2003).

27. La crítica a la ontología de Heidegger se realiza sobre todo en el capítulo IV, titulado «Concepto de existente» (2: 99-124).

28. Carta inédita de Adorno a Siebeck del 15 de septiembre de 1933.

29. La tesis de que los que escriben la historia son los vencedores es afirmada por Walter Benjamin en las tesis recogias en Sobre el concepto de historia. En ellas es evidente la oposición de Benjamin al nazismo victorioso en la época. Recuperando lo que el nacionalsocialismo hizo que se perdiera, quizá sea posible escribir un fragmento de una exótica historia de eso que se perdió en el camino de la victoria (Benjamin, 2010).

30. El Institut für Sozialforschung había sido fundado en 1924. El joven Privadozent Max Horkheimer se convierte en su director ya en 1931. Sobre la temprana teoría crítica de Horkheimer, Schmidt (1981: 9-26).

31. El nuevo programa para el Institut für Sozialforschung es expuesto por Horkheimer el 24 de enero de 1931 en «Die gegenwärtige Lage der Sozialphilosophie und die Aufgaben eines Instituts für Sozialforschung» («La situación actual de la filosofía social y las tareas de un Instituto de Investigación Social») (Horkheimer, 1988).

32. He explicitado con más detalle las diferencias entre ambos proyectos filosóficos en este momento en «La actualidad de la filosofía como interpretación materialista» (2017) y «Crítica antes de la Teoría Crítica: el proyecto filosófico de Th. W. Adorno» (2019).

33. Conviene recordar –y esto tampoco suele subrayarse en la bibliografía secundaria– que Horkheimer contribuyó, como asistente de Hans Cornelius, a que Ursprung des deutschen Trauerspiels no fuera aceptado en la Universidad de Frankfurt como escrito de habilitación de Walter Benjamin (Lindner, 1994: 147-165).

34. Universitätsarchiv Frankfurt am Main, UAF, Abt. 134, Nr. 4, Bl. 33. Debo agradecer al Universitätsarchiv de Frankfurt am Main permitirme el acceso a estos «Gutachten».

35. La conexión de la interpretación y el materialismo es tratada ya por Sergio Sevilla (2005). Este artículo abre la perspectiva de conexión de lo que la tradición filosófica considera normalmente inconexo: la idea de interpretación filosófica y el materialismo que enfatiza clásicamente, frente a la teoría, el momento de praxis.

Esto no tiene sentido

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