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Paso 1

LA IMAGEN PERSONAL

“Una imagen vale más que mil palabras” (Proverbio chino)

Vivimos y transitamos por la aldea global, donde la diversidad de imágenes nos invade a través de los medios masivos de comunicación.

Habitamos en una sociedad de consumo influenciada por la belleza, la juventud, el atractivo físico, el culto a la personalidad y al estilo de vida.

Nos desenvolvemos en un mundo repleto de estímulos visuales mientras caminamos por la calle, al encender la televisión, cuando abrimos una revista, al momento de navegar por Internet. Estos canales nos envían mensajes que impactan constantemente en nuestra atención.

Nuestra sociedad es fuertemente influenciada por el poder de la imagen y los símbolos. Predomina el “tener” cosas, para después “hacer” los que nos gusta y a continuación poder “Ser” alguien.

Desde el punto de vista cultural, nuestra herencia es Grecolatina lo que da como resultado la tendencia a armonizar estéticamente en el cuerpo cada parte con el todo.

En el diseño de indumentaria las líneas, colores y volúmenes van construyendo formas, y cada persona mediante sus prendas, accesorios, peinados y maquillaje construirá su propio estilo personal, considerado capital simbólico.

El desafío al momento de crear nuestra imagen personal será armonizar estéticamente nuestra apariencia siendo además eficaces en nuestra comunicación no verbal.

Continuamente vamos creando mensajes con nuestra presencia.

Si observamos a nuestro alrededor, podemos comprobar en ciertas ocasiones la incongruencia en la forma de comunicarse que emiten algunas personas.


No existe coherencia entre su discurso (lo que dice) y la imagen personal, (lo que proyecta).

Esto me recuerda a una situación que experimenté hace unos días atrás cuando asistí a un Congreso sobre “La Comunicación en la Era Moderna”

El mismo fue dictado por prestigiosas profesionales que exhibían un currículum impecable, mientras que su imagen profesional no se encontraba acorde a las circunstancias.

La presentación personal deslucía el interesante discurso de las conferencistas.

Esto puso de manifiesto una imagen carente de equilibrio entre su discurso y su comunicación no verbal.

La imagen personal tiene una poderosa influencia a la hora de relacionarnos, de postularnos para un trabajo, al momento de ser aceptados o rechazados.

Treinta segundos son suficientes para proyectar o no una primera buena impresión.

En ciertas ocasiones, nos acercamos o nos alejamos unos de otros sin haber emitido una sola palabra.

En el ámbito laboral, la apariencia que presentamos juega un papel fundamental en nuestro desarrollo profesional.

La “primera impresión” parece ser la que realmente cuenta en las relaciones interpersonales, según un estudio realizado por dos investigadores norteamericanos, Michael Sunnafrank, de la Universidad de Minnesota, y Artemio Ramírez, de la Universidad de Ohio, publicado en el Journal of Social and Personal Relationships.

Lo que la investigación demuestra es que, con respecto a la percepción de los demás, la opinión sobre nuestra idoneidad profesional se decide en cuestión de minutos, no de días.

Los expertos consideran que es importante para las organizaciones crear una buena imagen institucional; por eso, a la hora de elegir a sus colaboradores se tienen en cuenta la imagen y su estilo personal.

Por supuesto que este aspecto es tan importante como su talento y sus aptitudes, pero la imagen que proyectamos quizás sea un área al que no le prestamos mayor atención y que se debe tener muy presente, ya que lo primero que percibimos de los demás es el aspecto exterior.

La clave sería lograr un equilibrio acertado entre el atractivo personal y la excelencia profesional.

Llevar la vestimenta “apropiada” para cada momento y contexto actúa como un signo de implicación en ello, y la persona que no se ajuste a los códigos de vestimenta que son requeridos para cada evento social puede resultar excluida de un modo sutil.


Con el fin de abordar el concepto “Imagen Personal” más profundamente, comencemos por definir:

¿Qué significa la palabra Imagen?

Según el diccionario de la Real Academia Española, la palabra imagen viene del latín imago, quiere decir representación, figura, ícono.

Imagen es la representación mental de algo o alguien.

Se refiere a todos aquellos juicios, ideas, percepciones que tenemos sobre la apariencia visible de las personas y los objetos.

A su vez, la palabra persona etimológicamente deriva del latín “personare” y quiere decir “sonar a través de”, mientras que en griego “proposón” significa máscara, aludiendo a las que llevaban los actores en la antigua Grecia para representar determinados personajes.

Entonces podemos definir la Imagen Personal como:

Es el conjunto de recursos, atributos, características,

aptitudes, actitudes que proyectamos y que los demás perciben de nosotros.

Hace referencia al conjunto de percepciones emocionales y racionales que se asocian a las personas, los objetos, las marcas y las empresas con un alto componente de subjetividad.

En la construcción de la Imagen Personal se observan dos grandes aspectos: La imagen interna y la imagen externa.

La Imagen Interna

Se compone por todas aquellas características de nuestra personalidad que dan como resultado un modo concreto y único de Ser, sentir y actuar.

Hace referencia a los atributos de nuestra singularidad que nos definen y nos permiten diferenciarnos de los demás.

La imagen interna constantemente se va desarrollando y va evolucionando con las experiencias y vivencias que atravesamos.

La imagen interna y la imagen externa se deben apoyar una a la otra.

No nos sirve de nada elaborar sólo la imagen exterior si no existe una personalidad que pueda sostenerla.

AUTOESTIMA

¿Cómo te ves?

Autoestima significa quererse, cuidarse, aceptarse, respetarse, comprenderse.

La autoestima es la capacidad que tenemos de valorarnos, aceptarnos y sentirnos satisfechas con nosotras mismas.

Es un conjunto de creencias, valores y percepciones que tenemos sobre nuestra persona y las capacidades con las que contamos.

Las creencias que provienen de nuestras experiencias de vida y de la valoración positiva que hacemos de nuestros recursos, son fundamentales para poder desarrollarnos de manera saludable.

La autoestima sana significa sentirse bien con una misma, emitir lo que se piensa, defender lo que se desea, independientemente de la mirada de los demás.

Aprendemos a valoramos sin que las opiniones ajenas nos hagan cambiar nuestros objetivos y nuestra sensación de satisfacción hacia nuestra persona.

Una persona con una sana autoestima reconoce el valor que cada persona tiene por sí misma, más allá de la apariencia personal, las capacidades o incapacidades que posee, las virtudes o los defectos que tiene, los aciertos y también los errores que haya cometido en su trayectoria de vida.

Una acertada autoevaluación incluye el conocimiento de nuestras fortalezas y también de nuestras debilidades.

La autoaceptación implica reconocer todas las partes de uno mismo como una forma particular de ser, sentir y actuar.

En primera instancia, tenemos que empezar por aceptarnos como esencialmente somos, luego encontraremos tiempo y opciones para mejorar nuestra imagen personal y potenciar los atributos naturales que tenemos.

Cuando frente a un desafío sentimos que podemos con él, florece nuestra fuerza interior y encontramos las herramientas para actuar con creatividad y entusiasmo.

La autoestima es el pilar básico del bienestar personal, el cimiento de la confianza.

Comenzaremos con la aceptación de la forma que tiene nuestro cuerpo, y esta actitud irá transformando la manera en la que nos vemos.

De esta manera, cuando empezamos a aceptarnos tal como somos, el cambio personal se pone en marcha y comienza a funcionar.

En lugar de desear modificar nuestra imagen inmediatamente, analizaremos primero quiénes y cómo somos y qué es lo que específicamente queremos mejorar.

La imagen personal refleja nuestras particularidades físicas y las características únicas de nuestra personalidad, transmitiendo además cómo nos queremos y cuidamos.

La imagen no es estática sino dinámica, la vamos creando constantemente a medida que crecemos, maduramos y, junto con la actitud se pueden transformar.

Fortalecer la autoestima es esencial para lograr una belleza integral y duradera.

Sentirnos atractivas acrecienta nuestra autoestima. No podemos querernos si no tenemos clara nuestra Identidad y nos sentimos a gusto con ella.

Mientras la moda es un juego creativo de volúmenes, colores y texturas sobre la superficie corporal, nuestra imagen personal revelará la magia que existe en nuestra interioridad.

Trabajar al mismo tiempo sobre el desarrollo de la personalidad y el aspecto físico son detalles a tener en cuenta para la construcción de una Imagen personal que cautive.

Anímate a identificarte como una mujer atractiva, única, llena de valor y segura de sí misma.

Ama tu Identidad. Solo así podrás mostrarte tal y como eres.


La Imagen Externa: Comunicación

¿Cómo te muestras?

Durante un encuentro cara a cara, lo que en primera instancia perciben los demás es nuestra apariencia física, nuestra imagen personal.

En cuanto conocemos a alguien nos hacemos una rápida impresión inicial de esa persona en breves segundos y sin ser muy conscientes de ello.

Todos asignamos características a las personas, muchas veces basadas simplemente en el aspecto físico o en los gestos que percibimos en esa crucial primera impresión.

Cada mirada, cada movimiento o cada color que vestimos constituye una señal que nos permite conectar consciente o inconscientemente con un otro.

Los gestos expresan una gran variedad de emociones, pensamientos, sensaciones. No son casuales, muestran nuestra personalidad, nuestra manera de pensar y sentir en determinado momento.

El lenguaje no verbal es muy poderoso como transmisor de mensajes. Con frecuencia, estos mensajes tienen un mayor impacto y significación que los verbales.

La imagen personal comunica a través de las expresiones del rostro, con el cuerpo, con la voz, con el lenguaje gestual, con las prendas que vestimos.

El cuidado de la piel, el aroma que desprende nuestro perfume, la manera en que saludamos, el tono, timbre y volumen de voz, la forma que tenemos de caminar, de sonreir, de lucir los accesorios forman parte de nuestra imagen personal.

Nuestra presencia habla en silencio.

La superficie corporal constituye un soporte magnífico de comunicación ya que narramos nuestra historia alrededor del cuerpo.

Con el aspecto físico podemos contar un relato mientras nuestra palabra cuenta otra. Esta comunicación sutil descubre nuestro Ser más profundo.

El cuerpo es más sincero. El ser humano comunica con todo su Ser, incluso cuando no dice nada.

Con nuestra presencia comunicamos continuamente y lo hacemos a través de códigos.

El vestir es un fenómeno que comunica: las telas y sus tonalidades, los diseños, estampados, peinados, se consideran códigos.

Durante un proceso comunicacional emitimos y recibimos múltiples mensajes que no siempre son expresados con palabras.

Interactuamos con los demás a través de distintos lenguajes que se manifiestan simultáneamente.

El entorno y los elementos que forman parte del proceso comunicativo decidirán la significación del mensaje.

Una imagen no sólo es la extensión de quién la emana, sino que también forma parte de quién la contempla y le otorga un significado.

El vestir constituye todo un sistema de signos, un lenguaje.

La vestimenta siempre significa algo, es esencialmente y desde sus orígenes un sistema de COMUNICACIÓN.

Nos vestimos por necesidad y también por deseo, para protegernos del clima y para expresarnos.

Queremos decirle algo a los demás a través de nuestra vestimenta.

Todo aquello con que adornamos nuestro cuerpo porta un mensaje sobre nosotros mismos. Día tras día, al vestirnos, nos describimos.

La ropa que nos ponemos a diario nos cubre y a la vez nos desnuda. La apariencia sería como un diccionario de símbolos.

Cada vez que elegimos nuestras prendas, vestimos nuestra personalidad, revelamos nuestro Ser, nuestra Identidad.

La vestimenta refleja lo que somos, lo que queremos ser, nuestras aspiraciones, nuestra imagen real, nuestra imagen ideal.

Todos estos elementos se convierten en una elocuente voz, aún sin mediación de la palabra hablada, transmiten información personal.

Cuando nuestra imagen personal refleja fielmente como somos, transmitimos un mensaje congruente y auténtico.

La autenticidad será el aspecto fundamental para mantener una agradable presencia a lo largo del tiempo y lograr construir una imagen atractiva, inolvidable. Será esencial para dejar una marca personal memorable.

Nuestra imagen personal es el complemento perfecto, la otra cara de nuestra personalidad.


La imagen se sustenta en cuatro pilares fundamentales:

1.La Apariencia: conformada por vestimenta y complementos.

Los elementos que componen un atuendo: prendas, accesorios, peinados, maquillaje, colores, texturas, están cargados de significados y los caracteriza más su valor simbólico que la función utilitaria que cumplen.

Si lo ausente es la palabra, mucho antes de establecer una conversación con otra persona, ya hemos estado comunicándonos a través del poderoso lenguaje de los símbolos.

Los zapatos, por ejemplo, son considerados símbolos de status.

2.El lenguaje de los gestos y la comunicación corporal.

El lenguaje corporal es tan importante como el lenguaje hablado pues a través de él nos comunicamos con el mundo.

En la comunicación no verbal intervienen los gestos, los movimientos del cuerpo, las miradas, el tono de la voz. También incluye nuestra apariencia estética.

El antropólogo Albert Mehrabian realizó un estudio en el que analizó la importancia de los mensajes verbales y no verbales concluyendo con una regla que denominó “7-35-55” y que se explica de la siguiente manera:

• La importancia del discurso hablado, de lo que se dice, representa solamente el 7% de lo que recordamos.

• El aspecto paraverbal de la comunicación, el “cómo” se dice el mensaje, abarcaría el 38%

• El 55% equivale a la comunicación corporal, o sea el mensaje que transmitimos con nuestro cuerpo: gestos, movimientos y miradas, siendo la comunicación no verbal más potente al momento de recordar un mensaje.

3.La comunicación verbal.

El canal verbal se utiliza principalmente para proporcionar información mientras que el canal no verbal transmite toda una gama de emociones y estados de ánimo.

4.El comportamiento y la Actitud. Cada comportamiento implica un acto de comunicación.

La forma en que nos vemos y cómo nos sentimos influyen en la manera en cómo actuamos. Impactan en nuestra autoimagen, por tal motivo es importante construir y conservar una valiosa opinión de uno mismo para transmitir una atractiva Imagen Personal.

Los elementos más importantes que componen nuestra presencia no son tangibles, no se pueden percibir de manera precisa, sino que se relacionan más con nuestra actitud y con las características que conforman nuestra personalidad.

La actitud, como la imagen se pueden cambiar y esa es una gran motivación para iniciar procesos de cambio y transformación.

¿Por qué es tan importante la imagen personal?

Porque nadie puede evitar proyectar una imagen.

La Imagen personal constituye la huella individual de una persona que capta la mente de su interlocutor.

Es percepción emocional y racional, transmitimos silenciosamente con nuestra presencia.

Todos tenemos una Imagen que es el fiel reflejo de nuestra individualidad e implica una profunda conexión sensorial, por lo tanto, la imagen que proyectamos posee un gran componente subjetivo, emocional.

Aunque permanezcamos en silencio nuestra imagen hablará de todos modos contando quiénes somos y qué hacemos.

La imagen personal se relaciona con la Identidad, con los atributos que hacen que una persona sea única e irreemplazable.

La apariencia que construimos es nuestra principal tarjeta de presentación, nuestro prólogo.

La vestimenta actúa sobre el ser, el hacer y parecer de las personas a través del sentido visual.

Todo aquello que nos llega por medio de nuestros sentidos genera algún tipo de información.

Lo que decimos cuenta poco en comparación con toda la información que proyecta nuestra presencia.

Enviamos constantemente mensajes que son interpretados por las personas generando ideas que se transformarán más tarde en opiniones.

Lo crucial de una primera impresión es que dejará una opinión duradera, por eso se dice que no hay una segunda oportunidad para causar una primera buena impresión.

Las primeras impresiones cuentan, especialmente en los tiempos actuales. Las personas, las marcas, los productos, los servicios, son evaluados a simple vista.

Tener en cuenta nuestra imagen personal significa prestar atención a un aspecto fundamental de la comunicación interpersonal, ya que en la era donde reinan las imágenes somos vistos antes de ser escuchados.

Trabajar en nuestra imagen tiene que ver con simplificar una parte de nuestra vida cotidiana pudiendo dar respuesta al eterno dilema:

¿Qué me pongo?

Lo que implica descubrir y construir nuestra imagen personal y el mensaje que queremos transmitir.

Ocuparse de la propia estética no significa seguir fielmente los cánones de belleza impuestos o adoptar inmediatamente las tendencias de moda ni bien aparecen en las pasarelas.

Crear una atractiva y saludable imagen no significa ocuparse solamente del aspecto externo.

Se trata de conocer cómo está conformado nuestro mundo interno para después ocuparnos de cuidar, embellecer y potenciar nuestro aspecto exterior.

Lo fascinante de diseñar nuestro estilo personal reside en la capacidad de sumergirnos en un viaje de autoconocimiento eligiendo quién queremos ser y qué valores deseamos transmitir.

Una imagen auténtica tendrá como base un profundo trabajo de autoconocimiento y autovaloración.

La autoestima y la actitud dejan huella en el aspecto, ya que como te sientes, te proyectas. Ocuparse de la propia estética potencia nuestro bienestar y nuestra autoestima en particular.

Si el objetivo es lograr una mayor confianza en nosotras mismas, primero tenemos que conocernos y aprender a valorarnos, para luego salir y mostrar nuestra belleza, nuestro talento y todo aquello que hace de nosotras, mujeres únicas.

Nuestras prendas serán un accesorio para embellecer las cualidades que llevamos dentro. Si acompañan una imagen verdadera, aparecerá el reflejo de tu esencia única, que resultará mucho más magnética que cualquier silueta de líneas perfectas.

La imagen personal y la moda son herramientas con las que contamos para conocernos y jugar con las formas y los colores mientras emprendemos un camino de exploración y de expresión creativa de nuestra personalidad.

Sin autoconocimiento no hay crecimiento personal.

Sin crecimiento personal no hay posibilidad de desamarrarse de identificaciones, creencias, miradas propias y ajenas, mandatos heredados.

Sin capacidad de desaprender y de soltar todo aquello que ya no nos representa, no podemos llegar a ser nosotras mismas.

El gran desafío será seguir siendo fiel a una misma en un mundo donde reinan los estereotipos que tratan de convertirnos en otras mujeres.

Somos una por una, singulares y diferentes. La femineidad será una cuestión de invención, una creación personal.

La moda es arte, juego, creatividad, uno de los múltiples caminos para llegar al conocimiento personal.

Brinda la posibilidad de transformarnos continuamente, de re- crearnos sin dejar de lado la propia Identidad.

No tiene por qué alejarnos de nuestro Yo esencial ni permitir su falsificación.

El aspecto exterior puede resultar postizo o estereotipado si no se completa con gracia interior.

Y a su vez la belleza interior perdería luz y brillo si no encuentra sustento en una imagen exterior auténtica, atractiva, sensual.

La moda es un lenguaje, depende de nosotras ponerla a hablar.

“Se tú misma, los demás puestos están ocupados”

Oscar Wilde


Encuentro con el Espejo

Dibuja un espejo en una hoja de papel y dentro del mismo responde a las siguientes preguntas:


1. Explorándonos hacia adentro: (Personalidad)

¿Cómo te ves a ti misma?


2. Explorándonos hacia afuera. (Comunicación)

¿Cómo te ven?


3. Anota una cualidad que te hace diferente


4. Escribe Cinco (5) juicios sobre tu manera de Ser que te abren posibilidades.

Ejemplo: “Soy optimista”

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3

4

5

5. Escribe cinco (5) juicios sobre tu manera de Ser que te cierran posibilidades.

Ejemplo: “Soy miedosa”

1

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3

4

5

6. Lo que piensas acerca de tu cuerpo físico es


Anota tres (3) atributos físicos que te gustan de tu cuerpo


8. Destaca el aspecto más atractivo de tu silueta


9. ¿Te permites mostrarlo?


10. ¿Qué estilo te gustaría llevar si tuvieras toda la libertad de elegir tus prendas?


11. El vestuario que empleas actualmente:

¿Consideras que es el apropiado según tus preferencias y el contexto donde mueves habitualmente?


12. ¿Cuál es tu prenda favorita? ¿Te ayuda a comunicar algún atributo?


13. ¿Qué deseas transmitir con tu Imagen Personal?


14. ¿Qué es lo que te gustaría cambiar? ¿Para qué? ¿Cuál es tu motivación?


15. ¿Te sientes segura con la imagen que proyectas?


16. ¿Cómo te quieres ver?


17. ¿Cómo te quieres sentir?


Conectando con tu Pasión

18. ¿Qué actividades realizas con pasión sintiendo que pierdes la noción del tiempo?


19. ¿Qué actividades se te dan naturalmente y te proporcionan felicidad y disfrute?


20. ¿Cuál fue la última vez que algo te salió muy bien? ¿Qué hiciste y por qué crees que tuviste ese resultado?


21. ¿Cuáles son esas cosas que podrías estar haciendo todo el día, aquello sobre lo que no paras de leer o investigar, sobre lo que podrías estar hablando durante horas?


22. ¿Por qué motivos te agradecen los demás? ¿ En qué te dicen que eres realmente buena?

Vernos a través de los ojos de los demás nos da la oportunidad de visibilizar nuestro talento.


Anota todo lo que surja, sin limitaciones. Las cosas que nos gusta hacer están muy alineadas con nuestros dones.


23. ¿Qué temas investigas habitualmente? ¿Cuáles despiertan más tu curiosidad?


24. ¿Qué personas o personajes admiras? ¿Por qué?


25. ¿Qué te inspira? ¿Qué libros te gusta leer? ¿ Qué música te gusta escuchar? ¿Qué programas de TV sigues?


26. ¿Qué paisajes prefieres? ¿Qué comidas disfrutas? ¿Cuál es tu aroma favorito?


27. Recuerda tu infancia. ¿Quién querías ser? ¿En qué asignaturas escolares lograbas un mayor desempeño?


28. ¿Qué habilidades reconoces en ti a partir de la pregunta anterior?


29. Describe cuáles son tus habilidades principales


30. ¿Tienes alguna otra habilidad que no te permitiste mostrar? ¿Cuál es?


En el lugar donde se cruzan tu personalidad, tus dones, pasiones, habilidades, conocimientos e intereses se encuentra tu talento.

Creatividad en Acción

Ejercicio: La Rueda de la vida

Un primer paso para emprender un cambio personal consiste en definir dónde nos encontramos, nuestro estado presente y evaluar cuál es nuestro nivel de satisfacción con respecto a las diferentes áreas de nuestra vida.

Conocer nuestro estado actual nos permitirá diseñar de mejor manera nuestro estado deseado.

Una herramienta que nos permite hacer este análisis de forma sencilla y muy visual es la rueda de la vida, un ejercicio que comúnmente se realiza en las sesiones de Coaching.

Consiste en dibujar un gran círculo donde dividiremos nuestras áreas a analizar por segmentos.

Puedes dividir por áreas de tu vida o por los roles que cumples: madre, esposa, hija, profesional.

En este ejemplo vamos a realizarla basándonos en las 8 áreas básicas.

Y a continuación realizaremos una segunda rueda donde graficarás el nivel de satisfacción que sientes con tu apariencia, con tu imagen Personal.

A modo de ejemplo, el ejercicio se simplifica en 8 segmentos, pero puedes modificarla a tu gusto según tu estilo de vida.

1.SALUD Y BIENESTAR: ¿Qué tan satisfecha estás con tu energía vital y tu vida emocional?

¿Qué habitos de alimentación tienes? ¿Haces ejercicio?

2.FINANZAS: ¿Creces económicamente y disfrutas del estilo de vida que deseas?

3.DESARROLLO PERSONAL: ¿ Incorporas a tu vida nuevos conocimientos que te enriquecen a nivel personal y profesional?

4.RECREACIÓN: ¿Disfrutas del tiempo libre? ¿Practicas el ocio creativo?

5.PAREJA: ¿Tienes pareja? ¿Disfrutas de tu relación de pareja? Si no la tienes ¿Qué tipo de persona deseas atraer a tu vida?

6.TRABAJO: ¿Tienes un trabajo que amas? ¿Aportas un servicio a los demás desde tu talento, habilidades y pasiones?

7.AMIGOS / FAMILIA: ¿Cómo te relacionas con tu familia y amigos? ¿Conoces gente con intereses diversos? ¿Compartes tu tiempo con familares, amigos y personas cercanas? ¿Te sientes apoyada?

8.ENTORNO FÍSICO: ¿Cómo te sientes con respecto a tu hogar y al entorno donde vives?

Con este práctico ejercicio puedes observar de forma visual y rápida qué nivel de satisfacción sientes hoy en cada área de tu vida y si llevas una rutina equilibrada.

En el caso que veas zonas desatendidas, el ejercicio te permitirá tomar acción y comprometerte con aquellas áreas de tu vida que deseas vitalizar.

En ciertas ocasiones deseamos salir de la cotidianeidad, experimentar cosas nuevas pero no sabemos por donde empezar, y esta herramienta nos dará un punto de partida, permitiéndonos evaluar donde necesitamos enfocar nuestra energía.

Manos a la obra

• Dibuja un gran círculo y divídelo en 8 segmentos.

• Coloca una puntuación del 1 al 10 en cada uno, según tu nivel de satisfacción en cada área.

• El centro del círculo corresponde al valor 0 y el borde exterior es 10.

• A cada área debes darle un puntaje de cero (0) a diez (10), de acuerdo a tu sensación de bienestar, siendo el cero el menor valor y 10 corresponde a la máxima satisfacción.

• Luego une los diferentes puntos a través de una línea curva, y así obtendrás el círculo que representa como es la rueda de tu vida actualmente.

• Puedes pintar cada área con diferentes colores y luego unir los puntos para que sea más colorida y visual.

• Una rueda equilibrada te transporta suavemente mientras que una de forma irregular brincará constantemente.



A continuación repite el mismo ejercicio, con los aspectos de tu Imagen Personal.

Coloca una puntuación del 1 al 10 con respecto al nivel de bienestar que te sientes en las siguientes áreas:

1.Estado físico.

2.Alimentación saludable.

3.Vitalidad, Postura.

4.Cuidado de la piel.

5.Cuidado del cabello y manos.

6.Maquillaje.

7.Accesorios, fragancias.

8.Vestimenta apropiada, sensualidad.


Una vez finalizado el ejercicio, responde las siguientes preguntas:

¿Qué sentimientos te producen ver ambas ruedas?


¿Te sientes cómoda y contenta con ellas?


¿Algún área te produjo sorpresa? ¿Cuál fue?


¿En qué áreas te sientes realizada?


¿Qué aspectos de tu vida necesitan de tu atención y compromiso para que te sientas más satisfecha con vos misma?


¿Qué emociones te gustaría experimentar en cada área?


¿Cuál es el aspecto al que le darás más prioridad en este momento?


¿Qué acciones vas a emprender ahora mismo para mejorar tu puntuación?


¿Qué necesitas hacer para sentir mayor bienestar?


Describe tu visión y anota los objetivos que te propones alcanzar a un año


Analiza cómo te gustaría que fuese tu vida, tu imagen y los cambios que deseas experimentar.


Comenta brevemente qué emociones experimentaste al realizar el ejercicio


Las reflexiones plasmadas sobre el papel te serán de utilidad para:

• Tomar decisiones, de manera que las acciones que emprendas te acerquen a las metas que quieres alcanzar.

• Analizar tu vida actual y ver qué te falta y con qué recursos cuentas en cada una de las áreas analizadas.

• Reemplazar hábitos para ir acercándote cada vez más hacia el estilo de vida que realmente deseas.

Una vez que sabes hacia dónde quieres dirigirte y pones foco en tus objetivos, puedes reflexionar sobre cuáles son las actividades clave que te pueden acercar a esa vision y establecer a continuación una estrategia y un plan de acción.

Con el ejercicio “La Rueda de la Vida” ganas claridad y puedas ponerte en marcha hacia la consecución de tus deseos.

Diseña tu vida y disfruta del proceso con energía, motivación y creatividad.

“No hay viento bueno para el que no sabe dónde va”.

Séneca

Manual verdadera imagen

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