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Etimología


Científico Hypsoblennius sordidus

Hypsoblennius es una palabra compuesta del prefijo griego Hypso que significa ‘‘altura, arriba’’ y Blennius, del latín, que significa ‘‘limo, mucosidad’’. Se debe al aspecto de los blénidos porque no tienen escamas. El nombre de la especie sordidus se origina en el latín y significa ‘‘sucio, vil, medio, base’’.


Común Cachudito, trombollito robusto

Se le llama cachudito por sus “cachos”, que son sus cirros nucales (supra orbitales), los que cumplen una función sensorial y forman parte de un complejo mecanismo sensorial-conductual. Otro nombre por el cual se le conoce es trombollito robusto, que probablemente deriva de la mucosidad de la piel sin escamas (ito, su diminutivo) y robusto por su cuerpo redondo.

Taxonomía

Familia Blennidae

Género Hypsoblennius Gill, 1860

Especie Hypsoblennius sordidus (Bennett, 1828)

Distribución

En Perú y Chile, entre Arica y Aysén.



Descripción


Cuerpo sin escamas, porción anterior y posterior de la aleta dorsal de similar longitud (familia Blennidae). Aperturas branquiales confinadas a los lados del cuerpo; sin caninos, dientes delgados y largos. Porción posterior de la aleta dorsal un poco más alta que la anterior, unión poco muesqueada (A).

Porción anterior de la aleta dorsal con XII espinas, posterior con 17-18 radios (generalmente 17). En la aleta anal tienen II espinas y 18-20 radios (generalmente 19). En sus aletas pectorales tienen entre 14-15 radios (generalmente 15). En sus aletas pélvicas tiene I espina y 4 radios. La aleta caudal presenta 13 radios (9 ramificados) [123]. Cirros orbitales característicos, los cuales varían de simple en especímenes juveniles, hasta ramificados (6 como máximo) en los especímenes de mayor tamaño (B). Línea lateral generalmente es continúa hasta los últimos radios de la aleta dorsal. Varias bandas oscuras sobre el cuerpo y barras negras en la parte interior de la cabeza. Presencia de una mancha oscura cubriendo la membrana entre las primeras 2-3 espinas de la aleta dorsal, otra de mayor tamaño debajo de la porción posterior de la aleta dorsal o el pedúnculo caudal [31, 123].

Diagrama


Historia natural

El cachudito es común en zonas rocosas de bahías y cercanas a estuarios. Se le encuentra en Perú y, en Chile, entre Arica (18°40’S) y Aysén (45°24’S). Antiguos registros reportan su presencia en las costas de Argentina, Uruguay y Brasil, pero estos no han sido ratificados en investigaciones recientes [123]. En profundidad es posible encontrarlo desde la orilla misma hasta los 20 m. Es uno de los peces que puede vivir tanto en el ambiente intermareal como en la zona submareal, donde habitan hasta los 30 m. Son especies comunes en el submareal, se les ve casi siempre refugiados en conchas abandonadas de picorocos (el picoroco gigante que habita en Chile, Austromegabalanus psittacus), donde pueden pasar todo el día escondidos y solo asomar su cabeza. Sus ojos se encuentran muy cerca de los cirros nucales (de ahí su nombre de cachudito), lo que les permite detectar cambios en la corriente y flujos cuando pasa un depredador o una presa y así fija su vista rápidamente. Esto les posibilita observar y controlar su territorio dentro de las conchas de picorocos, dado que pueden habitar zonas muy expuestas al oleaje. En el sur de Chile se les ve colonizando las balsas o jaulas de salmones y las cuelgas donde se cultivan choritos. Son muy territoriales, defienden furtivamente su área, desplazando a los más débiles e intrusos. Son de colores llamativos; la hembra adquiere una coloración rojiza en sus periodos reproductivos.

Son activos depredadores carnívoros. Sus dientes como cuchillos les permiten rasgar su presa y desconcharlas rápidamente. Consumen numerosas especies que habitan en las algas foliosas café (como la Dictyota kunthii), algas de no más de 10 cm, que dan hogar a un gran número de pequeños crustáceos (anfípodos, isópodos), pequeños moluscos, caracoles y gusanos de mar (poliquetos); también puede consumir picorocos. Los depredan peces como la cabrilla española (Paralabrax humeralis), la vieja tiuque (Acanthistius pictus) y el cormorán (Phalacrocorax marmoratus) [25, 58, 124].

Depositan sus huevos en el bento (fondo marino). Con una sustancia adhesiva secretada por el riñón, el cachudito coloca sus huevos dentro de las conchas del picoroco. También pueden depositar los huevos en otros objetos rígidos como las conchas vacías de la cholga o choritos [125]. No está claro si el cuidado parental lo realiza la hembra o el macho, ya que se ha encontrado tanto a machos como a hembras llevando a cabo las tareas parentales dentro de las conchas de picorocos. Luego de la fertilización, las actividades de cuidado parental son diversas, una de ellas es el “fanning”, esto es, la eliminación de sedimentos del ambiente mediante el uso de las aletas pectorales y/o pélvicas, o moviendo el agua sobre los huevos a través de la boca o cavidades branquiales. Con ello provocan una aireación y eliminan los huevos muertos o enfermos. También recuperan huevos o crías que se han salido del nido. La limpieza de los huevos involucra tomar los huevos con la boca y manipularlos dentro de la cavidad bucal. Otra de las actividades de cuidado parental es proveer de nutrientes a las crías mediante la alimentación ectodérmica, la que se realiza en la superficie del cuerpo del progenitor mediante la producción de una sustancia mucosa, la que sirve como alimento para los alevines (larvas) cuando estos no tienen vitelo o su vitelo es escaso. El cuidado parental se ha descrito en al menos un 20% de las familias de peces. En la mitad de estos, donde hay cuidado parental, es el macho quien se ocupa, las hembras lo hacen en un 30% y en el 20 % restante el cuidado es biparental [126-128]. Las diferencias respecto a qué sexo cuida a sus crías en el mar depende bastante de la forma de cuidado y los costos para realizarlo. Por ejemplo, cuidar crías en un sitio definido puede aumentar el riesgo de depredación. Existe una compensación de costo-beneficio en la reproducción que en algunos casos son mayores para la hembra en desmedro del crecimiento somático (inversión en tamaño corporal) que podría beneficiar a los machos y esto podría explicar por qué son machos los que cuidan a sus crías. Los costos de que sea la hembra la encargada del cuidado parental suelen estar asociados a la inversión en la producción de huevos y la nutrición asociada [129]. La idea de realizar el cuidado parental es garantizar el éxito del desarrollo de las larvas dentro del huevo. El macho asegura su progenie en un nido eliminando furtivamente a los depredadores. La hembra, por otro lado, como genera más gametos que el macho por época reproductiva, resguarda su progenie depositando sus huevos en diferentes nidos [127, 130]. El macho, entonces, no invierte su energía en la producción de gametos como las hembras, sino en cuidar sus crías en el nido. De muy pocas especies de peces de la costa de Chile se ha descrito algún tipo de cuidado parental posfertilización, pero están los casos de, por ejemplo, la doncellita, la cabrilla, el bagre y la castañeta, y en todas ellas es el macho quien protege a las crías [128].

El cachudito cuida los huevos durante su desarrollo, removiendo el material que pueda dañar a sus crías. Luego de unos días, las larvas de 2-3 mm eclosionan, prácticamente listas para depredar el plancton que consumen de manera activa durante unos 92 días (tiempo promedio que permanecen en la columna de agua antes de asentarse en el fondo) [123, 125].

El desarrollo de esta especie se relaciona directamente con la temperatura, por lo que se podría esperar que la época reproductiva en el sur de Chile sea en verano, mientras que en el norte sea durante la primavera, aunque no se sabe con certeza sobre la conducta reproductiva de los cachuditos. En el centro del país las larvas están muy cerca de la superficie y de la costa; en cambio, en el sur, las larvas tienen una conducta de migración vertical; durante la noche llegan a la superficie y durante el día se encuentran a unos 50 m de profundidad, lo que favorece su supervivencia [46, 84].

En la actualidad esta especie no tiene interés comercial y no hay registro de que haya sido capturada en asentamientos prehispánicos.

Sobrevive bien en acuarios y tiene potencial ornamental o para la educación ambiental.


1

Estos blénidos son de colores llamativos y muy territoriales. Usan las conchas desprovistas de picorocos para refugiarse e incluso para depositar en ellas sus huevos y así protegerlos de los depredadores. Tienen cuidado parental. Archipiélago Humboldt, Reserva Marina de isla de Choros, Punta de Choros, 2012.


2

Los cirros nucales le sirven al cachudito como órgano sensitivo. Son dos grandes antenas que le ayudan a percibir cambios de temperatura, ondas en el flujo de oleaje generadas por algún depredador. Como en las reservas marinas puede haber hasta dos veces más depredadores que fuera de ella (porque no está permitida la pesca), el cachudito se esconde y solo asoma los cirros nucales y sus grandes ojos para evaluar lo que sucede afuera de la concha que usa para protegerse. Reserva Marina de la Estación Costera de Investigaciones Marinas (ecim-uc), Las Cruces, 2015.

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