Читать книгу Comportamientos suicidas - Adalberto Campo Arias - Страница 7

Prevalencia

Оглавление

En el contexto mundial, la frecuencia de comportamientos autolesivos varía en forma significativa. La prevalencia de intentos de suicidio y de muertes por suicidios guarda relación con las técnicas de medición del fenómeno (Rockett et al., 2011; Tollefsen et al., 2012).

Los registros oficiales muestran que la tasa mundial de suicidio es de 14,5 por 100 mil habitantes, cifras inferiores a 1,0 por 100 mil habitantes. La tasa puede ser significativamente mayor en países como Irán y Lituania, en lo que se registran cifras de 40,0 por 100 mil habitantes (Hawton y van Heeringer, 2009; Hawton et al., 2012). En Estados Unidos, la tasa de suicidio está en 11,5 por 100 mil habitantes y en América Latina, sin incluir las Antillas, la tasa de suicidio varía entre 1,0 y 16,0 por 100 mil habitantes. Las tasas más bajas se encuentran en Perú, Brasil y México y las más altas se informan en Cuba y Uruguay (Organización Panamericana de la Salud, 2014).

En Colombia, la tasa de suicidio se ha observado, en el más reciente decenio, entre 4,2 en el 2008 y 5,7 por cada 100 mil habitantes para el 2018 (Macana, 2019), inferior a la media estimada para las Américas del 9,1 por 100 mil habitantes (Organización Panamericana de la Salud, 2014). Sin embargo, es necesario tener presente que la tasa de suicidio varía significativamente entre ciudades, departamentos y regiones. Para 2018, la tasa de suicidio en Bogotá fue de 5,11 por 100 mil habitantes, mientras para otras ciudades capitales la tasa de suicidio más baja se encontró en San Andrés (1,43 por 100 mil habitantes) y la más alta en Mitú (17,73 por 100 mil habitantes). Por departamentos, la menor tasa de suicidio se observó en el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina (1,79 por 100 mil habitantes) y la mayor en Vaupés (15,41 por 100 mil habitantes) (Macana, 2019). Estas diferencias podrían estar dadas por las disparidades en los determinantes sociales proximales, intermedios y distales encontrados en cada territorio. En los próximos capítulos se revisarán estos determinantes.

En jóvenes entre 10 y 24 años, la frecuencia de comportamientos autolesivos en el curso es ampliamente variable; estas prevalencias se ubican entre 4,1 % y 41,5 % (un valor promedio de 16,1 %) (Botega et al., 2005; Kessler et al., 2005; Muehlenkamp et al., 2012; Young et al., 2006). Por su parte, la prevalencia en los últimos doce meses puede tener frecuencias tan bajas como el 2,5 % o tan elevadas como el 21 %. Es necesario tener presente que las frecuencias están condicionadas por los contextos sociales y culturales propios de país y los métodos usados en el proceso de cuantificación de los comportamientos autolesivos (Muehlenkamp et al., 2012). En esta población es necesario precisar que el suicidio explica el 6 % de todas las muertes (Patton et al., 2009). En adultos, la prevalencia vital de comportamientos autolesivos está en cifras entre 0,75 % y 6 %. El valor menor se observó en El Líbano y el mayor en población de Canadá (Soomro, 2008).

En población adolescente de Suramérica, la prevalencia de comportamientos autolesivos no es uniforme y está relacionada con las características demográficas y sociales de los países de la región. Por ejemplo, en Chile el 18,8 % de los adolescentes tiene historia de al menos un intento de suicidio en algún momento de la vida (Valdivia et al., 2015), mientras que en México la frecuencia está cercana al 6,8 % (Dávila-Cervantes y Luna-Contreras, 2019). En Nicaragua, Herrera et al. (2006), en una población de adolescentes y adultos jóvenes entre 15 y 24 años, encontraron prevalencia anual de alguna expresión suicida del 46 %, distribuidos en: 33,5 % cansancio con la vida, 27 % deseos de muerte, 19,8 % ideación suicida, 5 % plan suicida y 1,8 % había realizado un intento de suicidio. Por su parte, la prevalencia de plan suicida en adolescentes de Perú se mueve entre 15,1 % y 36,1 %, y el antecedente de intento de suicidio varía entre 8,7 % y 22,3 %, de acuerdo con las condiciones demográficas en las regiones del país (Vera-Romero, 2012).

En el contexto colombiano, en población adulta la prevalencia en el curso de la vida de intento de suicidio se halló en 4,3 % y durante el año más reciente la frecuencia alcanzó el 1,2 % (Gómez-Restrepo et al., 2002). Por otra parte, mediante entrevista frente a frente, la ideación suicida alcanzó frecuencia de 12,4 % en adultos, los planes suicidas los informaron el 4,1 %, y los intentos suicidas llegaron al 4,7 % (Posada-Villa et al., 2007).

En un grupo de adolescentes de Medellín se clasificó que entre el 23,0 % y el 26,5 % mostraban un alto riesgo de suicidio (Toro et al., 2009); en Bogotá, los comportamientos autolesivos se presentaron en 26,5 % de los adolescentes (Pérez-Olmos et al., 2012); y en Manizales, la ideación suicida alguna vez estuvo presente en el 45 % en estudiantes de colegios oficiales (Amézquita et al., 2008).

En Barraquilla, se halló que el 4,3 % de los estudiantes universitarios presentó ideación suicida durante el año más reciente y dos terceras partes de este grupo informaron la realización de un intento suicida (Alonso et al., 2008). Asimismo, en Bogotá, en adolescentes escolarizados mayores de 14 años, el 16 % realizó por lo menos un intento suicida durante el mes más reciente (Pinzon-Perez y Pérez, 2001); en estudiantes universitarios menores de 18 años, se encontró que el 4,4 % informó ideación suicida al momento de la evaluación y el 13 % durante el año más reciente (Sánchez et al., 2002); y en estudiantes universitarios adultos se registraron prevalencias similares del 3,6 % para ideación suicida actual y del 18 % en el último año (Calvo et al., 2003).

Sin embargo, en Manizales la ideación suicida es muy frecuente: se documentó que el 41 % de estudiantes de diferentes carreras universitarias refirió ideación suicida (Amézquita et al., 2003). Finalmente, en Bogotá se observó que el suicidio dio cuenta entre 5,4 % y 7,7 % de las muertes violentas anuales durante la última década (Sánchez et al., 2005).

Por último, en la Encuesta Nacional de Salud Mental 2015 se encontró que el 6,6 % de los adultos colombianos ha pensado suicidarse, el 2,4 % ha planeado un suicidio y el 2,6 % intentó suicidarse alguna vez en el curso de la vida (Arenas et al., 2016).

Comportamientos suicidas

Подняться наверх