Читать книгу La gente me cuenta cosas - Adela Sánchez Avelino - Страница 5
PRÓLOGO
ОглавлениеHay en la cama un nexo común en estos cuentos. Para soportar una separación tras años de convivencia, una mujer pone libros en el lugar de la cama que su pareja ocupó. El vacío se llena con palabras de otros. De otra en este caso porque los libros que ocupan ese vacío son de Idea Vilarino y en la lectura de su poesía se escucha hablar al Uruguay, ese país escondido detrás de los viajes de trasbordo y el free shop, ese país donde el río es invadido por el mar y se forma un estuario, y se forma, también, la confusión: Y si la naturaleza misma se confunde, cuánto más nosotros, pensé. Eso escribe Adela Sánchez Avelino, eso sienten sus personajes. Pero la constante es la cama. La cama es también, la que mira el amor de un hombre a los 70 años que acepta que una mujer joven deje juguetes y sobrecitos en la mesa de luz para ofrendarse, que intenta sacar fotografías en su memoria para recordar su primer y tardío trío amoroso, que rescata y hace su amante a una pantera que encuentra en otro el remanso que su propia cama no le da. Es, la cama, también, el cobijo de la mujer que espera en reposo para evitar el aborto espontáneo: las células embrionarias se acoplarán a la matriz o saldrán despedidas en una triste marea roja: el cuerpo humano es un estuario que mezcla lo fecundo con lo estéril. Pero la cama, también, no sirve solo para el reposo, es el espacio que abandona la mujer afortunada que pudo parir, y es el escenario de todos los cuentos de este libro. También del último, donde la venta de un somier separa, al fin, las diferencias entre el río y el mar.
Sebastián Chilano Autor de Los Preparados