Читать книгу Un mundo sin depresión - Alfonso Basco - Страница 5

Оглавление

Prólogo

Quizá uno de los elementos que constituyen una diferencia en la vivencia de la población actual sea la búsqueda del sentido. La pregunta de por qué y para qué ocurren las cosas y la posibilidad de que las respuestas a las preguntas que cada uno se plantea le permitan sentirse en conexión consigo mismo, vivir en coherencia con lo que le completa y tener una existencia íntegra.

Esto sitúa a la humanidad en un lugar distinto a etapas anteriores en las que los conceptos morales de lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto, respondían a la adecuación del comportamiento y al recorrido del individuo a criterios estandarizados que marcaban la integración del comportamiento individual en la expectativa social.

Esta evolución se traduce en una vivencia interna de conexión y adecuación a lo que es importante y da sentido a la vida. Los estándares desaparecen y pasan a jugar un papel relativo en la subsistencia y los niveles básicos de satisfacción de necesidades. Incluso en muchos casos se invierte la escala de necesidades básicas que se sustituyen por las de sentido y autorrealización, dando lugar a personas que adoptan formas de vida en las que la seguridad externa y la subsistencia ocupan grados mínimos de interés. La sensación global ha cambiado: los indicadores han pasado de situarse en el reconocimiento social a ocupar un lugar mucho más íntimo y subjetivo.

Este comportamiento, que afecta a cambios sociales importantes, también tiene una repercusión decisiva en la vida de cada persona. La conexión con uno mismo, la escucha de lo que late en el interior, de lo que da sentido, se constituyen en el sensor que expresa el grado de satisfacción con la experiencia vital. Desde esta perspectiva, la satisfacción que proporciona estar en armonía con uno mismo y sentirse de acuerdo con lo que proporciona una experiencia de plenitud y coherencia es el objetivo vital en base al cual se establece la valoración de la evolución y los resultados que se van obteniendo y experimentando en la vida.

La tristeza es una emoción que conecta con el mensaje de pérdida, con aquello que desaparece y que es importante, con lo que tiene sentido y no se puede recuperar o hay una expectativa de imposibilidad, de falta de recursos para alcanzarlo y dirigirse a ello; es decir, se anticipa que algo importante va a desaparecer o no se podrá acceder más a ello y tampoco se puede hacer nada para revertir la situación. Este es el origen y la razón por la que la sensación de tristeza ocupa un lugar muy importante en la vida de muchas personas: no han sido preparadas para dirigirse y alcanzar sus propios sueños. Confundieron lo que realmente las identificaba con la expectativa social, con lo que querían los que estaban a su alrededor, y se perdieron a sí mismos. Y hay un momento en que la consciencia cognitiva o corporal, o la sensación vital, les puso en contacto con esa pérdida a través de la emoción de la tristeza y se plantearon: «¿Y ahora qué puedo hacer? ¿Cómo puedo salir de esta encrucijada si el foco de mi vida fue satisfacer a otros y no la demanda interna que tiene origen en mi talento y potencial? ¿De qué manera recupero el encuentro conmigo mismo, la coherencia que daría lugar a otras emociones? ¿Cómo se puede recuperar la alegría de vivir?».

Todo ello pasa por la acción, por enfrentarse a nuevas formas de moverse y dar pasos distintos, por encontrar lo que es importante y dirigirse a ello, por atreverse a ser uno mismo y tener sueños en la vida, por permitirse disfrutar, ser pleno e invertir la vida en lo que le va a dar un sentido y una plenitud que ayude a vivir al cien por cien. La educación ha de evolucionar, desplazarse de la estandarización a la individualidad, de lo que está bien a lo que da sentido y nos permite establecer una relación amorosa con nosotros mismos.

Este libro responde a esos momentos, a ese encuentro, a la apertura de posibilidades, a las acciones que son posibles y que se pueden abrir. Es una perspectiva que ofrece respuestas en un terreno en el que estas son absolutamente necesarias, porque vivimos desde un aprendizaje distinto a las inquietudes que nos planteamos. Hemos de aprender a convivir con la incertidumbre, a construirnos con el foco puesto en el potencial de cada uno, en lo que nos da sentido y en lo que dirige las acciones a los sueños, a los objetivos que proporcionan identidad y plenitud.

A través de la lectura de este libro encontrarás muchas claves para hacerte cargo de esta situación y poder integrarla en tu vida tomando medidas que te permitan verla desde otro punto de vista, actuar de forma diferente y buscar soluciones de acuerdo al momento y la situación concreta que estés viviendo.

Dr. Miguel Ángel Velázquez,

Psicólogo y coach ontológico.

Director del Centro de Investigación en Valores

CIVSEM - Fundación Tomás Pascual y

Pilar Gómez-Cuétara

Un mundo sin depresión

Подняться наверх