Читать книгу La siderurgia de Sagunto durante el primer Franquismo (1940-1958) - Ana María Quílez Pardo - Страница 9

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I. INTRODUCCIÓN: ¿CÓMO FUNCIONA UNA ACERÍA?

1. PROCESO DE FABRICACIÓN. PECULIARIDADES DE LA FÁBRICA DE SAGUNTO1

En términos generales, una planta siderúrgica integral es aquella que permite la obtención de productos derivados del acero, totalmente elaborados o semielaborados, a partir de los minerales de hierro.

Los primeros pasos del proceso tienen lugar en las denominadas instalaciones de cabecera. En una de ellas (horno alto) se obtiene el arrabio o hierro fundido a partir del mineral de hierro, carbón de coque y fundentes.

Este arrabio obtenido se procesa en la acería a través de los siguientes métodos: hornos Martin Siemens, convertidores al oxígeno u hornos eléctricos. Así obtenemos el acero, que puede llevar dos caminos: en uno se solidifica en lingotes y luego se lamina en el tren desbastador; en el otro, en forma líquida, se procesa en colada continua, pudiendo obtener, en ambos casos, desbastes y planchones.

Los desbastes pasan a unos trenes de laminación que los transforman en vigas, ángulos, redondos, carriles, etc. Por otra parte, los planchones son tratados en otros trenes donde se puede obtener: chapa gruesa, chapa fina, galvanizada, hojalata, etc.

La tendencia moderna en la fabricación de productos planos ha sido instalar trenes laminadores continuos de bandas en caliente (TBC) con un espesor de hasta 10 mm, y trenes laminadores de bandas en frío (TBF), que obtienen productos superiores a 0,15 mm.

Los productos obtenidos en estas instalaciones son utilizados en las industrias navales, del automóvil, de electrodomésticos, de construcción, etc.

Para explicar el proceso de una forma más detallada, se seguirá la relación de los distintos elementos que intervienen en él, pero especificando las particularidades de la fábrica de Sagunto.

El mineral de hierro, el carbón y los fundentes son las principales materias empleadas en la fabricación del arrabio (hierro líquido) y del acero. Se extraen de las minas y son transportados hasta las plantas siderúrgicas principalmente por vía marítima y almacenados en grandes espacios destinados al efecto.

El mineral de hierro se criba y los finos se tratan por sinterización antes de emplearlos en el horno alto. El mineral de hierro que se emplea en la acería saguntina procede de las minas de Ojos Negros (Teruel) y Setiles (Guadalajara), pertenecientes ambas a la CMSM, y cuyo dueño y principal accionista es también, durante los años que estudiamos, miembro del Consejo de Administración de AHV S. A., por lo que se mantiene una relación estrecha entre ambas empresas. La necesidad de hierro por parte de la siderurgia saguntina tras la guerra –necesitaba en torno a 500 Tm/día de mineral– llevará a la puesta en marcha de la explotación minera, paralizada durante la Guerra Civil, y a la reparación del ferrocarril que debía transportar el mineral hasta los Altos Hornos.

El carbón procedía fundamentalmente de Inglaterra y de las minas de Turón (Asturias). La carencia de este combustible durante los años de la autarquía será uno de los problemas que tendrá que abordar la siderurgia saguntina desde 1939 a 1954.

Las baterías de coque

El carbón se convierte en coque calentándolo, para eliminar las materias volátiles, en unos hornos especiales, que se agrupan en baterías y que se cargan por la parte superior. El tiempo de coquización es de unas 16 horas. Después se descargan mediante máquinas deshornadoras y el coque cae a unos vagones-tolvas que lo conducen a la torre de enfriamiento, efectuándose este con agua. El coque, una vez triturado a granulometría adecuada, se emplea en hornos altos como elemento termógeno y reductor. Los productos volátiles desprendidos se aprovechan como gases combustibles y para la obtención de productos químicos.

Las baterías de coque fueron la primera instalación productiva que se puso en funcionamiento en Sagunto en 1922. Como consecuencia de la crisis de 1929, la batería paró en 1932 y no volvería a arrancar hasta el 20 de enero de 1941. Desde 1949 comenzaron a instalarse nuevas baterías de la marca alemana OTTO, que producían más cantidad de coque que las anteriores (Hürez), pero que también originaban gran cantidad de gases, hecho que obligó a ampliar las instalaciones para la obtención de los subproductos del coque: fabricación de sulfato amónico, destilación de benzoles y alquitranes, y los almacenes de benzoles, naftalinas, aceites, etc.

Sinterización

Los minerales finos (menores de 8 mm) no deben meterse al horno alto porque dificultarían el paso del gas en su marcha ascendente, por lo que es necesario convertir esos finos en un producto adecuado. A este proceso se denomina sinterizar y para ello hace falta una instalación compuesta de: parque de descarga, silos de almacenamiento, cintas transportadoras, trómel mezclador, trómel agrumador, depósitos de material de mezcla y de cama, cinta sinterizadora, horno de ignición, soplante de aspiración de la máquina, triturador de barrotes, cribado en caliente, refrigerador circular, cribado en frío y soplante de desempolvado de la nave. Para la obtención de este sínter se emplean minerales de hierro, fundentes y, como combustibles, carbón de coque molido y gas de hornos altos.

Debido al carácter polvoriento del mineral procedente de Ojos Negros, la CMSM ya había montado a pie de mina y en Sagunto unos talleres de briquetas y de nódulos para tal fin. Pero estos sistemas de aglomeración eran muy laboriosos y de coste elevado, por lo que al instalarse la siderurgia en Sagunto, que debía utilizar el mineral de la misma procedencia, se instaló una máquina de sinterizar para una producción de 200 Tm/día, que empezó a funcionar en 1925; la segunda lo hizo en 1931; la tercera en 1955, con una capacidad de producción de 800 Tm/día; la cuarta lo hará en 1964 coincidiendo con la puesta en marcha del horno alto n.º 2.

Hornos altos

La fabricación de arrabio o hierro líquido se produce en los hornos altos. Los carros de carga suben por un plano inclinado con las materias primas: mineral de hierro, coque y fundentes, y se vierten por la parte superior, denominada tragante. El aire, de humedad controlada, antes de su inyección por las toberas, situadas en la parte inferior del horno, se calienta en estufas, lo que hace que el coque se queme y produzca una gran cantidad de calor. Se inyecta el fuel-oil por las toberas y el mineral se reduce, transformándose en gotas de hierro que se depositan en el fondo del horno. Los fundentes se unen a las impurezas para formar escoria, que flota sobre el hierro fundido, y en la colada se vierte por separado, pasando a una instalación de granular para ser empleada en fábricas de cemento. El arrabio se destina principalmente a los hornos de acero, transformando el excedente en lingotes de hierro para su empleo en fundición.

De los dos altos hornos construidos, en 1941 se procedió al encendido del n.º 2. Hasta el encendido del alto horno n.º 3 en 1954 no hubo coincidencia en el funcionamiento de los altos hornos debido a que solo había coque para el funcionamiento de uno. Al finalizar las dificultades en el suministro de carbón y el relanzamiento de la siderurgia nacional a partir de 1954, se procederá a instalar el alto horno n.º 3, mientras que el n.º 2 fue reconstruido desde su base en 1952. En 1961 fue derribado totalmente por segunda vez y se pondrá en marcha en 1964.2

Hornos de acero

El arrabio todavía contiene varias impurezas. Para transformarlo en acero se carga, con cantidades variables de chatarra, en los hornos Martin Siemens y convertidores LD de oxígeno, donde se afina el arrabio hasta obtener la composición deseada. La fábrica de Sagunto cuenta con hornos Martin Siemens, y hasta 1967 no se incorporan los convertidores LD de oxígeno, momento en el que la dirección de AHV decide trasladar a Sagunto dos convertidores que llevaban instalados cuatro años en Baracaldo.

Hornos Martin Siemens

Las primeras materias son introducidas en el horno, a través de las puertas, por medio de máquinas cargadoras. Con ellas se bascula en el interior la chatarra, el mineral y los fundentes. A continuación, se carga el arrabio con cucharas procedentes de los hornos altos o de los mezcladores. Después de ocho a doce horas de intenso calor producido por combustión del fuel-oil, se sangra del horno el acero líquido, ya purificado, realizándose las adiciones necesarias, y se vierte en una cuchara.

Convertidores LD de oxígeno

Uno de estos convertidores tarda de 35 a 45 minutos en obtener una colada de acero partiendo de una colada inicial de chatarra y arrabio. Primero se bascula el convertidor hacia un lado, introduciéndose por la boca el arrabio y la chatarra; después se hace girar de nuevo hasta la posición vertical y se inyecta el oxígeno sobre el baño a una elevada velocidad, quemando las impurezas del arrabio. Tan pronto como se da paso al oxígeno, se añade cal viva. Cuando el acero está ya purificado, se bascula de nuevo al crisol, se realizan las adiciones convenientes y se cuela el acero en una cuchara.

Colada de lingoteras

La cuchara en la que se ha convertido el acero es llevada, por medio de una grúa, sobre una hilera de lingoteras. En su fondo se abre una válvula y sale un chorro de acero que va llenando sucesivamente los moldes.

Deslingotado

Una vez solidificado, el acero líquido se convierte en un lingote, que es la primera forma sólida del acero. Después las lingoteras son separadas de los bloques mediante grúas denominadas «strippers» y manejados los lingotes por grúas equipadas con pinzas.

Laminación

Hornos de fosa

Como los lingotes se solidifican rápidamente en la superficie, pero lentamente en el centro, deben colocarse en hornos de fosa, donde se recalientan hasta conseguir una temperatura uniforme para su laminado.

Tren desbastador (blooming)

El acero calentado a alta temperatura es bastante blando, por lo que se le puede dar la forma que se desee a través de una fuerte compresión. El lingote caliente pasa a través de potentes cilindros giratorios de acero, los cuales por presión reducen la sección del lingote y lo alargan considerablemente. En primer lugar, los lingotes van al tren desbastador, donde se reducen a desbastes o blooms y planchones o slabs. En Sagunto funcionó desde 1924 hasta el 24 de marzo de 1983.

Tren estructural (tren de perfiles o tren 28)

Los desbastes o blooms de sección cuadrada pasan directamente, o por intermedio de un horno de recalentar, al tren de perfiles estructurales. Este tren, en esencia, está formado por tres cajas de trío dispuestas en línea. Existen en Sagunto cuatro carros transportadores que son los encargados de conducir y recoger el material que se está laminando en dichas cajas. Los productos obtenidos: vigas, ángulos y carriles, se utilizan en la construcción de estructuras metálicas, puentes, líneas de ferrocarril, etc. Funcionó desde 1924 hasta septiembre de 1983.

Tren de chapa gruesa

Paralelamente al eje del tren estructural se encuentran las instalaciones del tren de chapa gruesa. En este tren se laminan los slabs o planchones procedentes del tren desbastador, para la obtención de chapa gruesa (de 8 a 30 mm de espesor), que se utiliza principalmente en la construcción naval, calderas, etc. Funcionó de 1926 a 1978.

Tren comercial

Para laminar todo tipo de perfiles de hasta 8 mm de lado. Desde 1924 a 1968.

Tren de chapa fina

Para laminar entre 0,4 a 3 mm de espesor. Funcionó entre 1946 y 1962.

Todos los hornos de los trenes de laminación disponían de gasógenos para obtener gas del carbón, hasta que en 1955 se sustituyó por el fuel-oil.

Taller de acabados

Necesario para enderezar todos los perfiles y carriles. Las pequeñas deformidades se salvaban con una prensa hidráulica. Aquí se cortan, taladran o punzan carriles, placas o bridas según los pedidos.

2. OTRAS INSTALACIONES LOCALIZADAS EN LA FÁBRICA DE SAGUNTO

El puerto

Construido por la CMSM con objeto de dar salida al mineral de hierro procedente de Ojos Negros, fue condición indispensable para acometer la construcción de la siderúrgica saguntina. La relación estrecha entre la empresa propietaria (CMSM) y la fábrica de Sagunto, una vez que esta es adquirida por AHV, llevará a un acuerdo entre ambas para crear en 1943 una junta encargada de regular las operaciones de limpieza y conservación del puerto.

En el muelle norte se encuentra el muelle comercial, donde se cargan los productos siderúrgicos y se descargan materias varias. Se prolongará en 98 m, y tendrán derecho de uso las dos compañías.

Talleres de construcción

Los primeros comenzaron a construirse en 1918, y en ellos se localizaban secciones de calderería, reparación de locomotoras, ajuste y fundición. En 1954 se construyeron unos más grandes que empezarán a funcionar tres años después.

El laboratorio

Construido en 1922, se traslada en 1946 a un edificio independiente junto a la acería. Estaba preparado con los equipos de análisis más modernos.

1 El documento que me ha facilitado en mayor medida la comprensión de todo el proceso de producción y reproducirlo de una forma sintética ha sido el folleto interno divulgativo «Qué es una siderurgia integral», editado por AHV, fábrica de Sagunto, 1974, si bien he incorporado algunos apuntes o explicaciones en aspectos concretos procedentes de otros documentos reseñados en la bibliografía.

2 En la mayoría de los casos, la secuencia cronológica en cuanto a la instalación, puesta a punto, renovación, etc., de las distintas instalaciones ha sido tomada de Girona y Vila: Arqueología industrial en Sagunto, y contrastada, a su vez, con otras fuentes originales procedentes de informes internos de la fábrica.

La siderurgia de Sagunto durante el primer Franquismo (1940-1958)

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