Читать книгу El juego infantil y su metodologia. SSC322_3 - Ana María Venegas Rubiales - Страница 11
3. Características del juego
ОглавлениеPara diferenciar lo que es juego de lo que no lo resumiremos las características principales de este, según los distintos autores:
1 El juego debe ser libre, espontáneo y voluntario: es una actividad que se realiza por propia iniciativa y no necesita ninguna planificación. Es elegido sin presiones por quien lo realiza y no debe ser impuesto, ya que perdería su entidad como tal. El niño no debe sentirse coaccionado para jugar a algo. Si esto fuera así,la actividad no sería juego.
2 El juego produce placer: la diversión, la risa, la broma, las relaciones sociales, el hecho de ganar... son conductas asociadas al juego. Son gratificantes por sí mismas, y es este carácter el que convierte el deseo de jugar en el verdadero objetivo del juego. El placer inmediato que proporciona el juego lo convierte en una necesidad, es decir, este da respuesta a aquellos deseos y necesidades no satisfechas. Algunos autores coinciden en que el juego es la necesidad de satisfacer deseos inmediatos.
3 El juego es innato: jugar es algo innato y se identifica por ser propio de la infancia. Interviene directamente en el proceso de aprendizaje de los niños, ya que estos necesitan jugar para explorar y conocer el mundo que les rodea. Muchos juegos se realizan de forma casi automática, no necesitan explicación. Desde que nacen, los niños juegan con su cuerpo, en la etapa simbólica se inventan historias y objetos para jugar. El juego será la ocupación más importante de sus vidas hasta aproximadamente los diez años. La característica principal de los niños es que viven y aprenden jugando. A partir de esta premisa,podemos señalar que, si queremos que tengan un crecimiento sano y feliz, los niños deben jugar.
4 El juego implica actividad: aunque no todos los juegos requieren ejercicio físico, el jugador siempre está psíquicamente activo durante su desarrollo. Algunas capacidades asociadas al juego son explorar, pensar, deducir, moverse, imitar y relacionarse con los demás.
5 El juego favorece la socialización y tiene una función compensadora de desigualdades, integradora y rehabilitadora: los juegos pueden ser abiertos y flexibles, permitiendo, así, la adaptación de niños de diferentes edades, sexos, razas, culturas, etc. Gracias a la cooperación, comunicación y competición en el juego, se facilitan procesos de inserción social, así como normas de convivencia, de relación... Por todo ello, el juego posee una función compensadora de desigualdades socioculturales y una función rehabilitadora frente a situaciones desfavorables, ya que constituye un medio para reflexionar sobre la realidad cotidiana. Con el juego, los niños aprenden a cooperar, a compartir, a conectar con los demás, a preocuparse por los sentimientos ajenos, a trabajar para superarse progresivamente, además de crear lazos afectivos.
6 El juego es un elemento motivador: utilizando el juego como recurso metodológico, hacemos atractiva cualquier actividad. Podemos conseguir que el niño alcance determinados objetivos didácticos mediante la realización de una tarea lúdica. Esto facilita que el niño aprenda jugando.
7 El juego tiene un fin en sí mismo: del juego no se espera nada en concreto, no importa el beneficio que pueda reportar. El juego se efectúa por simple placer. Lo importante del juego es el proceso y no el resultado final, ya que si se convierte en un medio para conseguir un fin pierde el atractivo y el carácter de juego.
8 El juego se desarrolla en una realidad ficticia: la ficción es la premisa principal del juego. En este cada uno puede ser lo que quiera, sin límites en un mundo imaginario donde todo se puede alcanzar. Podemos crear nuestras propias normas y reglas, podemos expresar nuestras emociones sin temor, y nuestros actos no tendrán ninguna repercusión.
9 El juego es una actividad propia de la infancia y nos muestra en qué etapa evolutiva se encuentra el niño: el juego es una actividad que surge de forma natural en los niños y que constituye una manera de relacionarse con el entorno. Como hemos comentado anteriormente, es algo innato, aunque esto no quiere decir que los adultos no ocupen su tiempo libre escogiendo determinados juegos. Al mismo tiempo que el niño crece y se desarrolla, los juegos que realiza van variando en función de las características evolutivas de este. A través del juego, el niño desarrolla los sentidos, estimula el lenguaje, mejora sus movimientos, favorece su imaginación...
10 El juego permite al niño afirmarse: muestra a los niños un camino para la resolución de conflictos. A través de los juegos de rol (jugar a los médicos, a los papás y a las mamás, a los maestros/as...) los niños comienzan a entender a los adultos, aprenden a reflejar su percepción de sí mismos, de otras personas y del mundo que les rodea. El juego ayuda al niño a afirmar su personalidad y a mejorar su autoestima.
11 Los juegos están limitados en el tiempo y en el espacio: el tiempo dedicado al juego depende de lo atractivo que sea este y de la motivación del que juega. El espacio estará determinado por el lugar en el que se encuentre el niño (colegio, parque, casa...).
12 En el juego el material no es indispensable: los objetos y los juguetes son solo un instrumento para el juego. Estos se pueden eliminar, sustituir, cambiar o adaptar a las necesidades de cada juego o de cada jugador. A cualquier objeto se le puede otorgar una función simbólica.
Ejercicio práctico
1. Indique qué características del juego hacen referencia a cada una de las siguientes premisas.
1 A través del juego el niño desarrolla los sentidos, estimula el lenguaje, mejora sus movimientos...
2 Algunas capacidades asociadas al juego son: explorar, pensar, moverse e imitar.
3 Los objetos y juguetes se pueden adaptar a las necesidades de cada juego en cada jugador.
4 El juego es un recurso metodológico.
5 Es una actividad que se realiza porque se quiere y no necesita de ninguna planificación.
6 El juego estará determinado por el lugar en el que se encuentre el niño.
7 El juego da respuesta a aquellos deseos y necesidades no satisfechas.
8 En el juego se puede desarrollar un mundo imaginario donde todo se puede alcanzar.
9 El juego mejora la autoestima.
10 Los niños/as viven y aprenden jugando.
11 Los juegos permiten la adaptación de niños de diferentes edades, sexos, razas, culturas...
12 Lo importante del juego es el proceso y no el resultado.
2. Según las características que definen el juego, este debe ser libre, espontáneo y voluntario, debe ser un elemento motivador, tiene un fin en sí mismo, etc. Por lo tanto, ¿es posible que un educador utilice el juego como herramienta educativa para conseguir un objetivo determinado? ¿Si el educador propicia la actividad, perdería el carácter libre, espontáneo y voluntario, y dejaría de considerarse como juego?
SOLUCIÓN
1 El juego es una actividad propia de la infancia y nos muestra en qué etapa evolutiva se encuentra el niño.El juego implica actividad.En el juego el material no es indispensable.El juego es un elemento motivador.El juego debe ser libre, espontáneo y voluntario.Los juegos están limitados en el tiempo y en el espacio.El juego produce placer.El juego se desarrolla en una realidad ficticia.El juego permite al niño afirmarse.El juego es innatoEl juego favorece la socialización y tiene una función compensadora de desigualdades, integradora y rehabilitadora.El juego tiene un fin en sí mismo.
2 Juego y educación no son polos opuestos, sino que pueden y deben combinarse. Que la capacidad de aprendizaje de los niños en sus primeros años es muy elevada y que en esos años el juego es de vital importancia son dos hechos que están fuera de toda duda. Por lo tanto, el deseo e interés del niño por el juego debe perseguir el desarrollo de su capacidad intelectual y el perfeccionamiento y entrenamiento de las habilidades que paulatinamente adquiere. El educador debe proporcionar situaciones de juego con objetivos educativos (aprendizaje de los números, desarrollo de la autonomía, perfeccionamiento de las habilidades sociales...), pero sin olvidar que éste debe cumplir con las características propias del juego:Debe ser voluntario: el niño debe elegir libremente participar en el juego y no debe sentirse obligado.Debe producirle placer: el niño debe disfrutar con la actividad, por el mero hecho de participar en ella, sin ser consciente de que adquiere conocimientos.Debe implicar actividad: el niño debe ser partícipe de la actividad, y no mero espectador.Debe ser motivador: si la actividad se ajusta a las necesidades e intereses del niño, éste querrá participar.Debe tener un fin en sí mismo: el niño puede no ser consciente de la meta educativa propuesta, sino que la finalidad que persigue con su participación es la simple acción de jugar.Debe desarrollar una realidad ficticia: un juego es una realidad en continuo cambio, que se ajusta a las necesidades del momento, y que huye de la lógica para rodearse de todo un mundo de posibilidades.Debe permitir la autoafirmación: el niño debe sentir en la actividad la posibilidad de afirmar su personalidad. El niño debe sentir libertad en su actuación, sin que las premisas establecidas sean demasiado rígidas.Además, la actividad debe estar limitada en el tiempo y en el espacio, sin llegar a perder su atractivo y sin que resulte monótona.