Читать книгу Diario de una pequeña startup - Ana Queraltó - Страница 9

Оглавление

CAPÍTULO 1: LO QUE NO TE ENSEÑAN A LA HORA DE EMPRENDER.


“El emprendimiento no es ni

ciencia ni arte, es una práctica”.


Peter Drucker


Querido emprendedor, en este mismo instante en que empiezo a escribir estas líneas, quizá te estés planteando “eso de emprender” o quizá lo estés haciendo.

Si estás llevando a cabo un proyecto, no sé en qué fase desarrollo te encuentras, pero lo que sí te puedo comentar es, que en base a mi experiencia y con varias StartUps a mis espaldas y otros proyectos, emprender no es tarea fácil. Ojalá lo fuera pero la realidad es, que no todos los proyectos son iguales sobre todo en su complejidad, y que no todas las personas reaccionan de la misma manera ante una situación, viviendo la experiencia emprendedora como si fuera una montaña rusa de emociones.

Emprender no es tarea sencilla pero no imposible, sin embargo, hay que habituarse a una dinámica donde el ritmo, por regla general, no lo vas a marcar tú sino la naturaleza de tu proyecto donde se incluye su complejidad. No obstante, en base a todo el camino que he recorrido (desde hace años) te puedo comentar, que los aspectos positivos son mayores que los negativos, dando lugar, a un cambio en tu persona porque habrás desarrollado no sólo habilidades y capacidades cognitivas, sino además, una serie de actitudes que potenciarán el desarrollo de tu inteligencia emocional donde se encuentra la gestión de tu mindset o mentalidad ganadora o emprendedora.

“Emprender es un reto continuo donde ves tus fortalezas y debilidades en plena acción”.


Sin embargo, la figura del emprendedor (no sé si estarás de acuerdo) se ha mitificado mucho, dando lugar a una visión distorsionada de lo que realmente es:

“Una persona que se reta todos los días para alcanzar su propósito”.


Y en ese reto, hay un camino de superación que no todo el mundo está dispuesto a asumir, ya que implica un cambio de hábitos donde el tiempo juega un papel fundamental.

1.-El entorno del emprendedor.


Desde ese boom que todavía continúa, se ha visto y se ve la figura del emprendedor como alguien de éxito, sin tener en cuenta, todo el camino recorrido para llegar hasta ahí, donde el campo de las relaciones sobre todo personales ya sean familiares, de pareja o sociales, forman parte de esa andadura como elemento fundamental que interviene en la estabilidad emocional del emprendedor.

Muchas veces, el propio entorno no se encuentra lo suficientemente preparado para asumir en sus vidas la presencia de un emprendedor, ya que cuando dentro de ese entorno lo hay, el entorno, debe adoptar un tipo de actitud al que no está acostumbrado.

En el libro escrito por Robert Kiyosaki “Padre rico padre pobre”, hace referencia al “círculo de la rata”, que no es más, que ese círculo vicioso que se establece cuando una persona decide llevar una vida más convencional, llegando a un punto donde es más complicado salir de él, ya que por lo general y a medida que pasa el tiempo, las obligaciones de todo tipo también aumentan.

Aunque la edad óptima para emprender se sitúa a partir de los 35 años, recomiendo que se tenga la experiencia cuanto antes, ya que cuando se es más joven las obligaciones también son menores. Sin embargo, también recomiendo que se tenga cierta experiencia laboral para saber:

• Si te gusta trabajar por cuenta ajena.

• Si te ves en una actividad donde tú seas el alma creativa y creadora.

Y en caso que descubras que estás hecho de otra pasta, para saber qué cosas te gustan o no de ese ambiente laboral para la gestión de tu futura empresa.

Cuando se es más joven todo es más sencillo que cuando se es más mayor pero no imposible, ya que como dijo en su día Stephen Covey:

“No soy producto de mis circunstancias, soy un producto de mis decisiones”.


Tú siempre decides, lo sepas o no, de una forma directa o indirecta. Siempre estamos decidiendo aunque no hagamos nada.

No te obsesiones con el éxito, porque más importante que el éxito va a ser tu actitud durante el día a día, y en caso de que las cosas no vayan bien, podrías ver elementos en tu vida que estaban solapados. Incluso te podrías dar cuenta de cómo reacciona tu persona y tu entorno, a través de rasgos de vuestra personalidad que, o bien no sabíais que teníais, y si los teníais, se encontraban ocultos. Cultivar la empatía entre ambas partes, dará lugar a un ambiente más flexible y estable, que afectará de forma positiva a la productividad del emprendedor. A tu productividad.

2.-¿Qué es la inteligencia adaptativa?


Uno de los elementos que influye en la productividad del emprendedor es la flexibilidad de mente, ya que emprender, consiste en tener una actitud de expansión, y ésto se consigue si el emprendedor está abierto a nuevas ideas.

Si tú como emprendedor estás contínuamente actualizando tus conocimientos y si estás dispuesto a experimentar, no sólo los cambios improvisados, sino a tener esa capacidad para salir de tu zona de confort, tu mente se volverá más adaptativa. Ten presente, que cuando sales de tu zona cómoda y experimentas lo desconocido, también aumenta tu capacidad resolutiva además de adquirir conocimiento práctico.

“Tener una actitud expansiva implica adquirir conocimientos tanto teóricos como prácticos”.

Hace tiempo leí un artículo sobre Elon Musk donde se analizaban tres elementos, por los cuales, había conseguido su éxito. Uno de ellos era tener la capacidad de interrelacionar procesos que a priori no guardaban relación, con el objetivo de mejorar sus productos. Elon Musk, desde muy pequeño, es un gran devorador de libros. En su biografía comentan que, cuando salía de la escuela, se pasaba toda la tarde leyendo libros dando lugar a que cada día leyera uno. Imagina cuánto conocimiento ha podido adquirir desde entonces, eso sin mencionar, la experiencia que ha ido adquiriendo por salir de su zona de confort.

En mi experiencia, te puedo comentar, que esa capacidad para resolver problemas o ver la interrelación de procesos que aparentemente no tenían nada que ver aumenta. Vas más rápido porque pillas las cosas al vuelo.

El desarrollo de la inteligencia adaptativa va a producir dentro de tu cerebro, un aumento de tus ramificaciones nerviosas, generando conexiones neuronales que antes no existían, por lo que el flujo de información fluye con mayor rapidez.Tu capacidad para asimilar conceptos, resolver problemas, generar y adquirir nuevas ideas aumenta. Tu mente se vuelve más ágil además de potenciar tu capacidad de aprendizaje y memoria.

Sin embargo, desarrollar tu inteligencia adaptativa tiene una ventaja añadida y es que aumenta tu capacidad para enfrentarte al cambio, ya que cuando tu mente se habitúa a salir de la zona de confort, lo hace con menos resistencia. Nuestra mente racional en un principio se resiste al cambio ya que es una medida de supervivencia, pero cuando se va modificando esa conducta, todo parece más sencillo. No es como la primera vez. A su vez, el modificar esta conducta, produce dos efectos más:

• Aumento del nivel de confianza.

• Aumento de los niveles de endorfinas y serotonina conocidas como las hormonas de la felicidad.

Constituyendo el alimento principal para que tu mente se encuentre preparada para asumir nuevos retos.

3.-Mindset.


Desde que comencé, me he encontrado con emprendedores que no tenían mentalidad emprendedora, una mentalidad que influye de forma directa en tener esa mentalidad ganadora. Tener una mentalidad ganadora no significa que tu proyecto sea un éxito, más bien se encuentra relacionado con la actitud que deberías tener, a la hora, de enfrentarte a una circunstancia concreta, emprendas o no. Sobre todo cuando las circunstancias no son favorables.

Desde mis inicios me he encontrado con muchas situaciones:

• Emprendedores que sólo estaban ahí por puro entretenimiento porque no sabían lo que querían en su vida.

• Emprendedores tan ensimismados en su idea dando lugar a que su círculo de influencia fuera pequeño o no adecuado.

• Personas que querían emprender pero que no tenían claro lo que querían hacer.

• Emprendedores con baja autoestima donde el entorno influyó de forma notable.

Podría continuar pero creo que con esta pequeña lista es suficiente.

Un emprendedor debe desarrollar una actitud de avance, y como actitud que es, parte de su persona, en este caso de la tuya. Por tanto, tener una percepción positiva de ti, rodearte de personas adecuadas y sobre todo teniendo claro lo que pretendes conseguir, tendrá como consecuencia el desarrollo de tu mentalidad emprendedora, que a su vez, formará parte del desarrollo de tu inteligencia emocional.

El tener una percepción positiva de ti reforzará tus puntos fuertes aumentando tu seguridad. El rodearte de personas adecuadas potenciará tu confianza y autoestima, y el saber lo que quieres conseguir, te posicionará en un plano donde la coherencia será tu columna vertebral.

Emprender no es tener un proyecto, es tener una mentalidad la cual se debe cultivar todos los días. Tener una mentalidad emprendedora es tener una mentalidad ganadora cuyo campo de actuación, es decir tu mercado, debe ser tú porque si es así vivirás tu proyecto de otra manera ya que querrás aprender más de él.

4.-Tu capacidad de reacción.

Te planteo la siguiente pregunta:

¿Cuántas veces has visto la frase “somos líderes de nuestro mercado”?


Cuando en realidad empresas con la misma propuesta de valor también dicen lo mismo.

¿No te parece raro que todas sean líderes de lo mismo?

Cuando empresas del mismo sector y con la misma propuesta de valor se posicionan en lo mismo, esas empresas no ofrecen valor suficiente, ya que una propuesta de valor:

“Implica un valor diferencial con respecto a su competencia”.


Ofrece al mundo un valor diferencial que demuestre tu diferencia. Porque tener ese valor diferencial implica hacer bien los deberes desde el principio, sin prisa pero sin pausa. Siempre centrándote en lo que pretendes conseguir para ofrecer al mundo lo mejor. No soy partidaria del éxito rápido y mucho menos cuando no se tiene experiencia en emprender, ya que el éxito rápido influye de forma directa en nuestra capacidad de reacción a la hora de tomar decisiones acertadas.

Si tu capacidad de reacción es pequeña no tendrás la mente lo suficientemente centrada o preparada para tomar decisiones inteligentes. Decisiones que influirán de forma directa en la gestión de tu modelo de negocio, dentro del cual se encuentra, el desarrollo de tu propuesta de valor implicando a su vez a la mejora continua. Ya que tu capacidad de reacción, al igual que la del resto del equipo si lo tienes, influirá de forma notable en la gestión diaria de tu proyecto que repercutirá en la gestión de tu audiencia.

La falta de liderazgo es uno de los elementos principales que influyen en la capacidad de reacción, ya que el liderazgo como tal, es saber cómo actuar en cada momento dentro de la vida de tu proyecto. Todas las personas que forman parte de una organización necesitan tener un referente por el cual guiarse, sobre todo en cuestiones de gestión, donde se incluye, la resolución de problemas que pueden afectar a tu competitividad.

“Un buen líder tiene la capacidad de sintonizar con el equipo para que todo fluya de forma adecuada”.


Un líder no se deja guiar por el éxito rápido. Es una persona reflexiva que piensa mucho cada paso. Es reflexiva pero sin dormirse en los laureles.

5.-Tu poder de ejecución.


En la ejecución de un proyecto influyen múltiples factores como por ejemplo:

• El capital.

• El diseño de tu propuesta de valor.

• El equipo.

• etc.

Hay emprededores (también fue mi caso) que piensan que la idea y el poder de ejecución valen por igual, es decir un 50% cada uno. Sin embargo, la realidad me demostró que vale más el poder de ejecución que la idea en sí.

¿Por qué cambié de opinión?

Cambié, porque cuando se habla de poder de ejecución se está hablando de la actitud, de tu actitud a la hora de enfrentarte a lo que sea. Ideas tenemos todos, el ser humano es una máquina perfectamente errática generadora de ideas, sin embargo, si no se tiene la actitud adecuada no hay nada que hacer.

Te puede fallar la tecnología que aplicas para desarrollar tu idea, te puede fallar tu equipo...Te puede fallar todo, pero si no tienes la actitud adecuada para encarar la situación, el salir de esa zona cómoda para seguir formándote más y adquiriendo más experiencia, siento mucho decirlo pero no hay nada que hacer.

Hace tiempo, en los inicios de mi pequeña StartUp, tuve la experiencia de encontrarme con un emprendedor cuyo equipo lo formaban 12 personas. 12 Personas sin experiencia donde la mayoría estaban ahí porque no tenían otra cosa mejor que hacer. Ese proyecto desapareció, porque era un equipo que para sus inicios era muy amplio, sin experiencia y sin compromiso hacia ese emprendimiento. En esa experiencia comprendí que, en estadíos iniciales, es mejor tener un equipo pequeño con un máximo de 5 personas, ya que al aumentar el número todo se complica, y se complica más cuando todavía ese proyecto no ha madurado...Ni los emprendedores.

El equipo en estadíos iniciales debería ser pequeño para que fluya todo con mayor rapidez en la toma de decisiones. El mundo StartUp se mueve a velocidades supersónicas y si tienes un equipo que no da la talla, tu competitividad disminuirá porque disminuirá el poder para ejecutar tu proyecto para lanzar un producto mínimo viable cuanto antes.

Tener un equipo no comprometido que no se encuentra alineado al 100% con tu visión, reduce tu velocidad para avanzar por lo que asóciate con personas afines a lo que pretendes conseguir, que tengan pasión por tu visión, que en definitiva es su pasión. Emprender significa muchas cosas pero una de ellas es:

“Estar a la altura de las circunstancias”.


Sin embargo...

Otro factor determinante en la ejecución de un proyecto es no saber aplicar correctamente los principios de diseño de propuesta de valor. Tengo que recalcar que la propuesta de valor no es sólo la idea, sino el desarrollo de esa idea donde se incluye una gestión, dentro de la cual se aplica el concepto de mejora continua. Ya que la mejora continua consiste en satisfacer los requisitos del cliente, en este caso los de tu audiencia, desde que tienes ese chispazo mental, hasta desarrollar procesos internos en la gestión de tu propuesta de valor cuando tienes una actividad más empresarial.

El capital también influye, porque al final, todo tiene un coste como por ejemplo tu conexión a internet. Sin embargo, a día de hoy gracias al desarrollo tecnológico, puedes desarrollar tu idea a muy bajo coste. Si eres emprendedor novato que no sabe de programación no te preocupes porque a lo largo de este libro diseñaremos tu “Estrategia Lean” para que entres en tu mercado sobre una base sólida.

6.-¿Por qué es tan importante seguir aprendiendo?


No sé si lo sabes, pero todos los grandes emprendedores desde Steve Jobs pasando por Richard Branson hasta Hedy Lamarr, actriz de la época dorada de Hollywood y precursora de la tecnología WIFI, tienen en común que siempre estaban aprendiendo (Richard Branson a fecha de hoy todavía sigue en formación continua) ya que el principal beneficio que obtienes por desarrollar esa capacidad para seguir adquiriendo conocimiento es que:

“Tu mente se vuelve más flexible y adaptable”.


Formando parte de esa espiral de crecimiento donde los niveles de endorfinas y serotonina también aumentan.

Las endorfinas y serotonina, también conocidas como las hormonas de la felicidad, producen que tu actitud sea más positiva. Una actitud, que a su vez tiene como consecuencia, que salgas más de tu zona cómoda para que avances, no dejándote influenciar por aquellas circunstancias que podrían bloquear tu emprendimiento.

Pero hay más, porque al estimular esa actitud de aprendizaje potenciamos los procesos de innovación y de creatividad. De hecho, los procesos que influyen en potenciar la innovación y la capacidad creativa depende por lo menos de 3 factores:

• De la capacidad para aprender.

• Del talento que se tenga para desarrollar cierta actividad.

• De la capacidad que se tenga para visionar.

Dando lugar a que la capacidad de aprendizaje sea el elemento transversal que incide sobre el proceso de innovación y la capacidad creativa.

La innovación y la creatividad suelen ir en paralelo como dos hermanas bien avenidas, que participan, en la finalidad de una visión. La innovación es sinónimo de libertad, porque cuando se innova, se pone en marcha toda esa capacidad creativa y creadora que sólo es posible cuando las puertas de tu mundo están abiertas las 24 horas del día sin excepciones y con una actitud de aprendizaje continua.

7.-Cómo influye el descanso en tu productividad.


Hubo una época, cuando estaba desarrollando mi pequeña StartUp, en la que trabajaba unas 100 horas semanales. Quizá pienses que es una barbaridad, en realidad lo es, y lo cierto es, que te podría decir eso de “era lo que tenía que hacer”. Elon Musk suele trabajar a ese ritmo.

Muchos emprendedores incluida yo, se nos disparan los niveles de adrenalina cuando tenemos ese concepto de tiempo distorsionado:

“No nos va a dar tiempo”.


Una frase muy poderosa que puede producir dos efectos:

• Sufrir un bloqueo mental.

• Regatear tu tiempo de descanso.

Puede que sea así, que no tengas tiempo, pero tu tiempo de descanso lo deberías proteger para no forzar la máquina, y como máquina me refiero no sólo a tu cerebro sino al resto de tu organismo donde se incluyen músculos, huesos, tendones...

En este caso, deberías replantearte la organización de tu agenda, redistribuyendo aquellas tareas que no son tan necesarias de llevar a cabo, por lo menos en ese momento. Hubo una época en la que, cuando encendía el ordenador, lo primero que hacía era contestar a los e-mails. Actualmente los abro una vez al día dedicándome a ejecutar mis tareas enfocadas a gestionar mi propuesta de valor.

Ahora, he comprendido, que el tiempo de descanso es vital para seguir siendo productiva, pero muchas veces se piensa, que el hecho de estar cinco minutos más va a solucionar el problema. A lo mejor sí, a lo mejor se soluciona, pero lo mejor es desarrollar una buena planificación de tu hoja de ruta, para que esos cinco minutos formen parte de tu descanso.

Recuerda que no por mucho madrugar amanece más temprano.

8.-¿Qué elementos deberías tener en cuenta para emprender?


Una de las actividades que suelo hacer en la gestión de mi propuesta de valor es poner citas célebres de personalidades, que son o han sido relevantes a lo largo de la historia. Desde mi punto de vista, pienso que son fuente de inspiración para que, como emprendedores, seamos mejores no sólo como seres humanos sino como futuros empresarios. Ya que emprender:

“Es un camino de desarrollo personal con independencia del éxito que obtengas donde ves tus debilidades y fortalezas en plena acción”.


Puede que esta frase te resulte como mínimo particular, pero lo cierto es, que ese esfuerzo tanto físico como mental, da lugar, a que desarrollemos o potenciemos ciertas cualidades y habilidades que son necesarias para avanzar como personas, repercutiendo en nuestro proyecto porque no somos piedras. En su día ya lo dijo Thomas A.Edison:

“Tres elementos esenciales para lograr algo que merezca la pena: Trabajo duro, apego a la realidad y sentido común”.


No sé si estarás de acuerdo, pero es en el trabajo duro, en el apego a la realidad y en el sentido común donde se desarrolla y potencia esa actitud traducida en cualidades y habilidades para lograr algo que merezca la pena, teniendo en cuenta, que todos los emprendedores nos movemos en algo llamado incertidumbre.

Como he comentado al principio de este capítulo, debido a ese boom por emprender, se ha creado una mitificación de la figura del emprendedor, dando lugar a que se vea como alguien de éxito, cuando en realidad, es una persona que se reta todos los días para sacar su proyecto hacia adelante. Las cosas las hacemos las personas a través de nuestra actitud, una actitud manifestada en cualidades y habilidades. Tener talento es importante, pero eso sólo representa el 10% del total. De nada sirve tener talento si está mal aprovechado. Con sólo talento no se consiguen las cosas.

Por ello, voy a enumerar y a explicarte cuáles son aquellos elementos que deberías aplicar, o en su caso desarrollar si quieres emprender. Algunos de ellos se han visto pero otros no:

• Resiliencia:


Este es un elemento clave a la hora de emprender porque hace que nos sobrepongamos ante situaciones difíciles. Cuando se emprende, todos los días no son iguales, viviendo en una motaña rusa de emociones que hay que saber gestionar.

• Perseverancia:


Puede darse la circunstancia que consigas éxito en poco tiempo, pero esto no suele ser así. Lo habitual, es estar día tras día trabajando, donde habrá momentos de avance y en otros, donde tengas la sensación de retroceder, dando lugar a que se abra la puerta a la impaciencia, desmotivación y frustración. No soy partidaria del éxito rápido porque me gusta construir sobre buenos cimientos, y cuando se aplica esa filosofía, se desarrolla la perseverancia que necesitas para seguir avanzando.

• Capacidad de adaptación:


Cuando se emprende, necesariamente hay que salir de la zona de confort, sin embargo el salir de tu zona cómoda no significa hacer el loco, es asumir riesgos controlados ante situaciones desconocidas. Cuando más te adaptas más flexible se vuelve tu mente a los cambios. ¡Bienvenido a la nueva era!

• Asume la incertidumbre:


Uno de los principales motivos por lo que las personas no emprenden es porque no asumen que, para emprender, hay un elemento que se llama incertidumbre. Una incertidumbre que está directamente relacionada con salir de la zona de confort.

• Capacidad de aprendizaje:


Recordando el epígrafe anterior, todos los emprendedores de éxito tiene una cosa en común, y es, esa gran capacidad que tienen para seguir aprendiendo, porque cuando se emprende, hay que estar permanentemente actualizado.

• Inteligencia financiera:


La sangre de toda empresa es el dinero, el saber gestionar de forma adecuada este recurso desde el inicio de tu propuesta de valor, aumentará tu competitividad. Controla tus costes, vigila tus beneficios y crea tu colchón financiero porque el ahorro siempre es una virtud.

• Capacidad de reacción:


Uno de los principales problemas que tienen los emprendedores que se enfrentan por primera vez a un proyecto, es tener esos castillos en el aire, esa idea de éxito rápido que los posicionará como expertos en ese mercado. Si tu capacidad de reacción es pequeña, tu mente no estará lo suficientemente preparada para pensar de forma adecuada. Tener capacidad de reacción significa realizar un trabajo previo como visionar posibles escenarios, con el fin de desarrollar una serie de estrategias e implementarlas en el momento oportuno.

• Capacidad para empatizar:


Uno de los elementos clave a la hora de desarrollar la propuesta de valor, consiste, en empatizar con el target potencial. Empatizar con tu audiencia, no significa únicamente que te pongas en su lugar cuando te viene ese chispazo mental, sino además, desarrollar un comportamiento que te acerque a él cuando pretendes validar y desarrollar tu propuesta de valor.

• Habilidades de venta:


Cuando se emprende, necesariamente hay que desarrollar esta habilidad, ya que la sangre de toda empresa es el dinero. Sin embargo, a pesar de ser una habilidad esencial, muchas personas que quieren emprender se paralizan abandonando su proyecto bien por falta de seguridad o porque les da vergüenza. Te cuento un secreto, el órgano decisor de la venta es nuestro cerebro primitivo, el cual detecta instantáneamente tu lenguaje no verbal.

• Capacidad de liderazgo:


Ser líder no significa mandar, porque si sólo se tradujera en eso no tendría sentido emprender, ya que cuando se emprende, se está poniendo en marcha un propósito a través de una visión, en este caso tu visión, porque como dijo en su día Warren Bennis, la manera de atraer y motivar a las personas determina el éxito de un líder.

• Atención al detalle:


Una empresa que no cuida a sus clientes está abocada al fracaso. Cuidar los detalles, significa proporcionar ese valor extra a tu propuesta de valor, donde se satisface los requisitos del cliente a través de la mejora continua. Las personas a la hora de comprar nos solemos fijar en los detalles, detalles que no necesariamente pueden suponer un coste ¿qué te cuesta decir buenos días? Empatiza con tu audiencia.

9.- Los errores del emprendedor.


Todo tiene un inicio, y para llegar hasta aquí tuve que cometer mis propios errores, errores de todo tipo. Si eres un emprendedor inicial quizá pienses que lo sabes todo, que nadie va a poder contigo, que lo tienes controlado, y así puedo estar “hasta el infinito y más allá”, frase mítica de la película Toy Story, la primera película de animación por computadora impulsada por Steve Jobs cuando se fue de Apple.

Todos cometemos errores, todos, incluso los emprendedores más curtidos. Nadie se escapa. En mi caso, mi principal error fue el no saber cuál era la experiencia de una de las empresas que contraté. Quizá por ese ansia de empezar cuanto antes, no comprobé previamente, aspectos tan fundamentales como ese. Sin embargo, no sólo existe este tipo de error, existen muchos más:

• Asociarnos con personas inadecuadas:


Por no saber, previamente, si tienen el conocimiento y la experiencia para estar con nosotros. Todo se puede complicar si las personas que tenemos como socios no se encuentran a la altura de las circunstancias que exige el proyecto en cuanto actitud, talento y capacidad de trabajo.

Pregúntate si esas personas serían capaces de trabajar una media de cien horas semanales. Sé que puede resultar una exageración pero no para Elon Musk, porque para llevar a cabo un emprendimiento, no hay que dejar las cosas al azar, porque el azar, es muy mal consejero en la toma de decisiones.

Pregúntate si serían capaces de trabajar los fines de semana y de mantener una férrea disciplina, porque si la respuesta es “NO”, siento decirlo pero no son aptos para llevar a cabo un emprendimiento porque estarán siendo tu remolque, y cuando tú tienes ese roll, significa que a quién le importa el proyecto es sólo a ti, dando lugar a un desgaste de energía que lo podrías utilizar para fines más productivos.

• Querer abarcarlo todo:


Nadie sabe de todo y el ser humano como tal tiene sus límites y sus limitaciones. Si sobrepasamos ese límite por el cuál estamos diseñados, entramos en crisis, y cuando la crisis aparece por querer abarcarlo todo, aparecen estados de ansiedad provocados por el estrés, dando lugar a que no tomemos las mejores decisiones.

Puede que se te de bien realizar esa tarea pero el tiempo es el que es. Delega.

• No ser humilde:


Cuando se emprende por primera vez, no se tiene la experiencia ni los conocimientos para llevar a cabo un emprendimiento. Puede que tengas mucho talento, pero sólo el talento corresponde al 10% del total, por tanto, ¿dónde se encuentra el otro 90%? Un buen emprendedor debe estar siempre en formación contínua, y eso conlleva desarrollar un poco la humildad. El reconocer que no somos perfectos, que nos equivocamos y que necesitamos aprender.

No pienses que lo sabes todo porque te cerrarás ante nuevas ideas, visiones y perspectivas que podrían enriquecer tu emprendimiento. Es muy bueno tener una mentalidad ganadora, pero mejor aún, es aplicar la humildad en tu mindset para que puedas abrirte ante nuevas posibilidades.

• Enamorarse de la idea:


Cuando emprendes por primera vez, percibes tu idea como si tuvieras una experiencia mística, porque piensas que serás el próximo Facebook, Apple, Amazon o Microsoft. Nada más lejos de la realidad. Donde te ves solucionando todos los problemas habidos y por haber de tu audiencia, situándote como líder en tu mercado sin pensar en todo lo que hay que hacer para, como mínimo, poder arrancar.

No, enamorarse de la idea no es bueno, pero sí es bueno trabajar sobre ella para crear una propuesta de valor potente que solucione el problema de tu target. Piensa en el concepto holístico del producto o servicio. Piensa en tu propuesta de valor completa. Céntrate en soluciones para ir mejorando tu proyecto.

Desapégate, porque a veces, al estar tan apegados a nuestra idea no admitimos las debilidades que pueda tener nuestra propuesta de valor. Sé humilde.

• Pensar en el Business Plan como el recurso clave definitivo:


Te voy a contar una pequeña historia, para ello nos tenemos que situar en diciembre de 2011 donde, por aquel entonces, formaba parte de una StartUp, la primera en la que participé.

En esas fechas se me encargó que elaborara un business plan porque se quería presentar el proyecto a un business angel en USA. Como no sabía desarrollarlo empecé a investigar, y durante mi investigación me di cuenta, que a día de hoy, es inviable desarrollar un plan de negocios en estadíos iniciales, ya que actualmente y debido al desarrollo tecnológico y a la inestabilidad de los mercados, todo puede cambiar de un día para otro, dando lugar a que “tus certezas” plasmadas en ese business plan, queden como mera anécdota de tu hipótesis.

Actualmente un business plan se puede definir como un conjunto de datos que soportan una hipótesis de crecimiento. Un futurible que puede darse o no, y que sólo tiene sentido, cuando tienes un histórico de datos de la evolución de tu proyecto donde se incluyen tus métricas. Aquellas métricas procedentes de indicadores clave que intervienen en tu crecimiento.

Olvídate de futuribles sin sentido ya que el futuro se construye desde el presente.

• Pensar que los cliente vienen solos:


¿Sabías que las grandes marcas invierten mucho dinero en publicidad para fidelizar clientes o simplemente para captar nuevos?

Si las grandes marcas hacen eso, marcas que ya están consolidadas en su sector, ¿crees que los clientes van a venir por arte de magia si todavía nadie sabe que existes? Los clientes no llegan solos, llegan porque has desarrollado una estrategia de marketing, llegan porque has invertido en marketing de forma inteligente y porque has sabido comunicar muy bien tu propuesta de valor, además de haber estudiado el segmento al que va dirigido tu producto o servicio.

Pensar que los clientes vienen solos es como dejar al azar realizar tu trabajo, cuando hay que realizar un despliegue, donde se incluye, el desarrollo de una planificación para saber qué pasos dar, cuándo los debes dar y durante cuánto tiempo lo debes hacer.

• El no saber cuáles son tus límites:


Uno de los elementos clave que hay en cualquier tipo de relación, ya sea personal o profesional, es la confianza que se genera a través de la empatía, y el mundo de la empresa no se encuentra exenta de ello, porque el cliente vuelve si confía en lo que ofreces.

Sé honesto, no te embarques en cosas que no puedas llevar a cabo porque al final, si pierde el cliente, estarás perdiendo tú y mermando tu propuesta de valor. Ten en cuenta que recuperar un cliente cuesta más que adquirir uno nuevo, y esto sucede, porque el nuevo cliente tiene cierta expectativa generada por una confianza previa.

• Pensar que internet es un chollo:


¿Sabes cuántos millones de webs hay en internet?¿Sabes cuánto le cuesta a los emprendedores tener un buen SEO?¿Y sabías que para tener más visibilidad debes invertir en marketing digital?

Sitúate, porque moverse por internet es lo más parecido a una jungla donde debes conocer las reglas del juego.

Hace tiempo conocí a una persona que pensaba que por el hecho de tener mi proyecto en la red de redes, iba a tener una excelente visibilidad y que me iban a caer los clientes del cielo. Todos queremos eso, ¿verdad?

Diario de una pequeña startup

Подняться наверх