Читать книгу Fundamentos de la democracia y derechos fundamentales de los miembros de la Fuerza Pública - Andrés Rolando Ciro Gómez - Страница 7

INTRODUCCIÓN

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Le atribuyen al magnífico escritor conservador G. K. Chesterton la siguiente afirmación: “El verdadero soldado no lucha porque odia lo que tiene delante, sino porque ama lo que tiene detrás”. Sea verdad o no que esta frase la dijo Chesterton, lo cierto es que la función primordial de las Fuerzas Militares, y de la Fuerza Pública en general, no es otra que defender a su pueblo y a sus valores políticos fundamentales. Y cuando los valores políticos de su pueblo expresados en su Constitución no son otros que la democracia y los derechos fundamentales, son dichos valores los que la Fuerza Pública debe defender. El amor a su país y a sus valores políticos tal vez no sea exigible en una democracia liberal, donde el fuero interno de cada ciudadano debe quedar al margen de la intromisión del Estado, pero no hay duda de que cada uno de los integrantes de la Fuerza Pública debe ejercer sus deberes y responsabilidades con un alto conocimiento de aquello que ha jurado defender y con compromiso y lealtad constitucionales.

En efecto, la Fuerza Pública de cualquier democracia consolidada tiene el deber fundamental no solo de garantizar la paz y la seguridad nacional, sino también de defender la democracia, los derechos fundamentales y la legalidad constitucional. En el caso de Colombia, estos deberes generales se instancian en un mandato explícito recogido en el artículo 217 de la Constitución Política, que atribuye a las Fuerzas Militares la “finalidad primordial” de “la defensa de la soberanía, la independencia, la integridad del territorio nacional y del orden constitucional”. Es más, el artículo 222 de la Constitución colombiana agrega un mandato formativo que no es frecuente en otras democracias del mundo, y en ese sentido la convierte en especial. Se trata del deber de formar a los integrantes de la Fuerza Pública en los “fundamentos de la democracia y los derechos humanos”. Si se piensa bien, en realidad ese deber formativo es condición necesaria para que la Fuerza Pública pueda desempeñar adecuadamente sus funciones, y de hecho todas las democracias del mundo deberían contar con algo parecido. Por esta razón, un libro como este puede ser un excelente material de reflexión y discusión académica, pero también de enseñanza esencial sobre dichos fundamentos y sobre su importancia para el desempeño de la función y actividad de la Fuerza Pública.

En un Estado democrático y constitucional el monopolio del uso de la fuerza, que se halla en manos de la Fuerza Pública, debe ponerse al servicio de la soberanía popular, la única que cuenta con legitimidad, y por lo tanto de la democracia y el orden constitucionales. Lo mismo ocurre con el resto de poderes del Estado, por cierto, desde el poder judicial y el ejecutivo hasta la Administración Pública y el poder legislativo mismo. En este sentido, la Fuerza Pública no constituye una excepción. Pero sí podemos afirmar que los deberes de la Fuerza Pública son en algún sentido más fuertes, más intensos, pues ella cuenta con el privilegio y el derecho del uso de la fuerza y la violencia, y este se acompaña de la más alta responsabilidad. En realidad, que los demás poderes del Estado puedan cumplir con sus funciones con normalidad depende en primer lugar de que la Fuerza Pública sea capaz de cumplir efectivamente la suya, la función de garantizar la paz, la seguridad y el orden constitucional. En ese sentido, se puede ver que dicha responsabilidad de la Fuerza Pública es de algún modo la más básica de todas, una precondición del buen funcionamiento de la República.

Todo lo anterior es bien conocido. Y sin embargo el campo de investigación de los estudios sobre la Fuerza Pública en relación con los fundamentos de la democracia y el orden constitucional sigue siendo todavía un ámbito relativamente poco explorado, aunque en reciente ebullición. Afortunadamente, son cada vez más los estudios que en Colombia y otros países del entorno enfocan su mirada en cuál es la forma más adecuada en que la Fuerza Pública puede desempeñar la alta responsabilidad mencionada. Bien es cierto que existe una literatura clásica sobre estudios militares, incluida aquella que se centra en el rol de las Fuerzas Militares dentro de una democracia constitucional. Pero este campo de estudio se encuentra en cambio constante, como de hecho evolucionan también nuestras concepciones de la democracia, de la Constitución, de la soberanía estatal o de la seguridad mundial, y es en este sentido que el estudio académico serio y riguroso sobre los deberes constitucionales y democráticos de la Fuerza Pública debe crecer y adaptarse a la nueva realidad, siendo responsabilidad de los expertos avanzar en nuestro conocimiento y discusión de estas materias para ponernos al servicio de una mejor comprensión de las mismas por los propios integrantes de la Fuerza Pública, y especialmente por sus altos mandos.

Con este objetivo de contribuir a la investigación y el conocimiento de los nuevos roles y responsabilidades de la Fuerza Pública en una democracia constitucional contemporánea ha nacido este libro, que supone un hito en el campo de estudios militares en Colombia pero también en la región de América Latina. La obra se compone de cuatro capítulos que centran su mirada en otras tantas dimensiones distintas de este campo de estudios. El primero, escrito por el teórico de la democracia, filósofo del derecho y teórico constitucional español José Luis Martí, desarrolla un análisis general de los fundamentos de la democracia, describiendo detalladamente las cuestiones de justicia y legitimidad involucradas, examinando los valores democráticos básicos (el valor del autogobierno o la soberanía popular, el valor de la igualdad política básica, el valor de los derechos humanos y el valor del pluralismo político, la disidencia y la contestabilidad deliberativa), así como los derechos y deberes que de ellos emanan, y centrando después su análisis en el campo de las relaciones civiles-militares y en el rol democrático de la Fuerza Pública. Termina este extenso primer capítulo con un abordaje especial del deber constitucional colombiano de la formación democrática de la Fuerza Pública, que como ya se ha dicho constituye un punto de originalidad colombiana en el derecho constitucional comparado.

El segundo capítulo, escrito por la especialista Magdalena Correa Henao, una de las mejores expertas en derecho constitucional de Colombia, desarrolla un detallado y riguroso análisis jurisprudencial del tema de los derechos fundamentales de la Fuerza Pública, centrando especialmente su mirada en la importante cuestión de si está justificado que los integrantes de la Fuerza Pública vean restringidos algunos de sus derechos civiles y políticos fundamentales, teniendo además en cuenta lo dicho anteriormente en el sentido de que su función primordial es defender y preservar el orden constitucional y los derechos fundamentales de los ciudadanos colombianos. La autora analiza hasta 45 sentencias de constitucionalidad, tutela y unificación de la Corte Constitucional de Colombia que guardan relación con la protección de distintos derechos fundamentales de policías y soldados. Así, se analizan libertades fundamentales de los miembros de la Fuerza Pública, como la libertad de conciencia, la libertad religiosa, la libertad de expresión, el libre desarrollo de la personalidad, el derecho a la propia imagen, el derecho a la educación o la libertad reproductiva, entre otras. También se analiza en profundidad el derecho al debido proceso de los integrantes de la Fuerza Pública. En el tercer acápite se analiza la dimensión democrática fundamental de la igualdad entre los miembros de la Fuerza Pública con respecto al resto de ciudadanos. El capítulo concluye centrando su mirada en algunas de las sentencias de la Corte Constitucional que más directamente se han pronunciado sobre la protección de los derechos fundamentales de policías y soldados.

El tercer capítulo ha sido redactado por Andrés Rolando Ciro Gómez, militar y jurista especializado precisamente en la cuestión de los fundamentos de la democracia y los derechos fundamentales de la Fuerza Pública. En su texto analiza detalladamente y desde un punto de vista más práctico algunos de los déficits de protección de tales derechos fundamentales derivados del ejercicio de la profesión militar. El autor nos propone revitalizar el debate público sobre el estatus cívico de militares y policías tratando de revisar si se justifica la anomalía de que dichos integrantes de la Fuerza Pública disfruten de un conjunto de derechos fundamentales más reducido. El capítulo se adentra en ese debate poniendo en conjunción un análisis de la regulación constitucional y legal así como de la doctrina jurisprudencial colombianas, que complementa el desarrollado en el capítulo anterior, con un análisis de la mejor teoría democrática disponible actualmente en el mundo. Más particularmente, el texto se centra en la limitación constitucional de la Fuerza Pública como entidad deliberante que restringe el derecho de sus miembros a la participación en el debate público democrático. El capítulo desarrolla una visión original, sofisticada y avanzada del derecho fundamental a deliberar, un derecho que, como tal, no ha sido recogido explícitamente por la mayoría de constituciones democráticas del mundo, pero que sin embargo tenemos buenas razones para considerar implícito en el marco de derechos políticos democráticos. También el texto analiza otros derechos y libertades políticas de militares y policías, y lo hace en relación con este derecho fundamental a deliberar del que están privados.

Finalmente, el libro se cierra con un cuarto y último capítulo de María José Viana Cleves, especialista en derecho administrativo y en derecho de la Fuerza Pública. Su texto se centra en una cuestión de la máxima importancia dentro de la estructura de las Fuerzas Militares, como es la de los ascensos en la jerarquía militar, y lo hace desde un enfoque de derechos fundamentales que es altamente innovador y original. Siendo este un tema evidentemente complejo, la autora focaliza su análisis en las restricciones a los ascensos en la carrera militar que pueden derivar de investigaciones penales o disciplinarias, lo cual hace poniendo en relación los derechos de presunción de inocencia, de buen nombre, de igualdad en el acceso a cargo público y de debido proceso, entre otros. El capítulo examina brillantemente los fundamentos normativos constitucionales y legales de Colombia, así como las construcciones jurisprudenciales de la Corte Constitucional, y termina ofreciendo un análisis legal exhaustivo de esta cuestión particular que no encuentra ningún correlato o precedente conocido en la doctrina colombiana.

En definitiva, el presente libro ofrece al lector cuatro miradas bien distintas y plurales sobre cuatro dimensiones o ángulos diferentes del tema central de los fundamentos de la democracia y de los derechos fundamentales de los integrantes de la Fuerza Pública. El análisis académico científico y riguroso sobre este tema tiene todavía, como ya hemos dicho, un largo camino por recorrer. Pero publicaciones como la presente están abriendo importantes vías de investigación y nos permiten comprender cada vez mejor cuál es la responsabilidad y función última de la Fuerza Pública, qué rol ocupa dentro de una democracia constitucional moderna y avanzada y en qué medida podemos y debemos avanzar en el reconocimiento y protección de los derechos fundamentales también de los propios integrantes de dicha Fuerza Pública. Esperemos que este libro no solo suscite el interés del lector, sino que también despierte sus dudas, preguntas e incluso sus desacuerdos o críticas. Al fin y al cabo, no hay mejor modo de avanzar en el conocimiento que discutiendo públicamente y tratando cada día de aprender más y mejor, sin creernos que ya lo sabemos todo.

JOSÉ LUIS MARTÍ

Barcelona (España), junio de 2021

Fundamentos de la democracia y derechos fundamentales de los miembros de la Fuerza Pública

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