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A.A.: Anarquía Benigna y Democracia

Al llegar a A.A. nos encontramos con más libertad personal que la conocida por cualquier otra sociedad. No se puede obligarnos a hacer nada. En este sentido esta sociedad es una benigna anarquía. La palabra “anarquía” ha tenido un mal significado para la mayoría de nosotros. Pero creo que el idealista que abogaba tan fervientemente por la idea creía que si se les concediera a los seres humanos la libertad absoluta y no se vieran obligados a obedecer a nadie, entonces se asociarían voluntariamente por un interés común. Alcohólicos Anónimos es una asociación de ese tipo benigno que él se imaginaba.

Al tener que ponernos en acción —para funcionar como grupos— descubrimos que teníamos que ser una democracia. A medida que los veteranos se jubilaban, empezamos a elegir a nuestros servidores por votación mayoritaria. Cada grupo, en este sentido, llegó a ser una simple asamblea democrática. Todas las acciones propuestas para el grupo tenían que ser aprobadas por la mayoría. Esto suponía que ningún miembro individual podría nombrarse a sí mismo para actuar en nombre de su grupo o de A.A. en su totalidad. Ni la dictadura ni el paternalismo eran para nosotros.

A.A. LLEGA A SU MAYORIA DE EDAD, págs. 224-225