Читать книгу Cartas a Franco de los españoles de a pie (1936-1945) - Antonio Cazorla Sánchez - Страница 6
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Muchos militares profesionales y policías tuvieron que decidir, si pudieron, en el verano de 1936, qué bando tomar. Las consecuencias fueron a menudo trágicas: muchas familias quedaron partidas con hermanos luchando en ambos lados, mientras miles de uniformados fueron arrestados y asesinados, a veces por sus antiguos compañeros. Los que lucharon por la República, al terminar en el bando derrotado, lo perdieron todo, y ellos y sus familias quedaron desamparados. La «justicia» de Franco para con los militares republicanos fue especialmente dura. Por contra, la situación fue muy distinta para los uniformados en el bando vencedor, sus caídos y sus familias. Algunos militares franquistas intentaron salvar la vida de hermanos o familiares en el otro bando. Estos procesos a veces duraron hasta años después de terminada la guerra. Por último, se incluyen cartas dirigidas a la esposa de Franco por parte de mujeres de presos... en un intento de establecer una complicidad con La Señora.
Legajo: 2
¡Viva España!
Ariza 24 de Octubre 1936
Excmo Sr Jefe de División Don Francisco
Franco. Salvador de España.
Burgos.
Nos dirigimos a V. para comunicarle la situación en que nos encontramos, primeramente pidiéndole perdón por nuestro atrevimiento.
Como usted estará enterado de que en Madrid hay una compañia de Guardias de Asalto de Zaragoza que fueron forzosamente llamados cuando la huelga del ramo de construcción desde el dia 7 de Julio, que ahora tendran que estar alli defendiendo lo que nunca han querido, porque sus votos siempre han sido para las derechas.
Le suplicamos a usted haga lo que pueda por nosotras, porque viviendo de ese jornal hace un mes que no nos pagan y lo que menos es nosotras sino nuestros hijos y tanto es asi que hemos tenido que vernirnos con los padres que son ancianos y pobres, y los amos de las casas nos piden el alquiler.
A pesar de nuestra tristeza de no tener nuestros maridos en esta parte, la alegria es grande porque el triunfo es nuestro, pidiendole mucho a Dios y a nuestra Santa Patrona La Virgen del Pilar que en ella ponemos toda nuestra fé. Nos despedimos de nuestro defensor de España, esperando vuena voluntad, pidiéndole mil perdones por nuestro poco saber.
Sus seguras y atentas servidoras
Q. B. S. M.
ROSARIO A.
MARIA B.
MARIA O.
Ariza (Zaragoza)
Legajo: 9
Ciudad - Rodrigo 8 de Diciembre de 1936
Excelentísimo Sr. General Jefe del Estado Español.
Excelentísimo señor: Exacerbado mi amor por la Patria en el día de hoy en que se celebra la fiesta de la Patrona de nuestra amada España y de nuestra gloriosa Infantería, con el corazón dolorido de ver que mi marido no está al lado de sus compañeros peleando por hacer una España grande, me dirijo a S.E. como española, único título que puedo ostentar para atreverme a escribir a S.E., el más grande español, para ver si puede hacer algo porque el padre de mis hijos venga al campo de batalla.
Mi marido es el Teniente de Infantería D. Fernando A. R., está en el Castillo del Hacho, Ceuta, y según opiniones autorizadas su causa tendrá poco castigo. Mirando esta cuestión egoístamente para mi, nada me convendría tanto como que pasara una temporada allí donde está, libre de las balas, pero no puede suponer lo triste que es para una española saber que su marido, siendo español, militar y joven, no está ayudando al resurgimiento de nuestra España. Con toda mi alma deseo verlo en el campo de batalla, mejor que en un Castillo, aunque en él se esté menos espuesto a morir. No crea que pido para él puestos corrientes, pido los de más exposición, porque aunque lo viese morir por nuestra causa, no tendría la pena que tengo hoy de saber no puede ayudar a hacer la España que todos soñamos.
Según mis informes, está allí porque como él estaba destinado en Melilla, donde fue el comienzo del movimiento, y en el Bon. nº 3 no se sabía nada de este, ni el carácter que tendría, no se unió a él por carecer de datos y solo recordando las ordenanzas militares en las que se dice deben permanecer siempre fieles al Gobierno constituido: con este rasgo demostró valor y lealtad, puesto que lealmente y sin pretender que se sumasen a su determinación ni compañeros ni soldados, dijo no contasen con él. S.E. sabe que muchísimos de los que hoy combaten, y además de los que lo hacen quedando muy alto el nombre de España, si se hubiesen encontrado en estas condiciones lo mismo habrían hecho, y comprenderá también que en su conducta no hubo calculo ni Sanchopancismo sino irreflesión, que bien castigada está con verse privado de combatir al lado de sus compañeros.
No intento ni discutir, ni mucho menos censurar, a los que siguiendo un criterio contrario detuvieron a mi marido, pero sinceramente creo que el que haya de merecer solo un ligero castigo no se le debe privar de ir a ese frente donde se ventila la honra de la Patria, sin perjuicio de que al terminar la campaña sufran las sanciones que merezcan.
Dios le conserve a S.E. las dotes de mando y talento que lo han colocado en ese puesto y que serán la salvación de España; así se lo pedimos al Señor de las Misericordias mis hijitos y su admiradora
Mª DEL CARMEN SRA. de A.
[Nota del editor: el cuerpo de este joven oficial republicano nunca ha aparecido.]
Legajo: 26
Edward E. C.
345 Lefferts Avenue.
Brooklyn, New York
U.S.A.
Brooklyn, N.Y.
Julio 21, 1937
Excelentisimo Señor
Generalisimo Francisco Franco
Salamanca, España.
El firmante, Edward E. C., ciudadano de los Estados Unidos de Norte America, con el mayor respeto y consideracion, me dirijo a V.E. en súplica de que se digne informarme lo que proceda con referencia a mi hermano el Capitan Eusebio C. A., que cayó prisionero en Jetafe (Madrid) en poder de las tropas de su mando de Vd. el dia 4 de Noviembre de 1936.
Como desde esa fecha en que cayó prisionero, nada hemos podido averiguar de él, ignorando si está vivo y en caso afirmativo en donde se encuentra, es por lo que yo me dirijo a V.E. como último recurso, suplicándole su buena atencion.
Tanto mi hermano como otros muchos, no tuvieron la oportunidad de irse con las tropas bajo su digno mando. Estoy seguro de que si mi hermano hubiera podido hubiera preferido estar al lado de sus compañeros de Academia, de sus compañeros en la Guerra de Africa. El és un perfecto honorable y Caballeroso Oficial formado dentro de las antiguas y rigidas disciplinas y enseñanzas de los Jefes de la Academia de Toledo de donde fue graduado en el año 1923.
Tan pronto fue nombrado segundo Teniente del arma de Infanteria, su entusiasmo y espíritu militar bien embuido en su corazón, le hizo apuntarse voluntario para Africa, y previa Experiencia de servicio activo por 6 meses en la Peninsula, fue destinado al regimiento de San Frenadno y una vez allí, pidió que lo enviaran a Regulares en donde hizo toda la Campaña hasta el fin, regresando de Primer Teniente con una Maria Cristina, a la Peninsula.
La vida monótona de cuartel, le aburría solemnemente y deseando hacer algo mas activo y practico, pidió el pase a la Guardia de Asalto, manifestándome a mi en sus cartas que lo hacia porque alli tenia a su mando muchos veteranos de la Guerra de Africa, que le daba gusto mandar, en vez de conformarse a seguir una vida de Cuartel en tiempos de Paz. Fue destinado a Valencia y de alli a mandar las fuerzas de Guardia de Asalto de Castellon de la Plana. Estando en dicha situación lo llamaron a Madrid y una vez allí, le hicieron ir a las lomas del Guadarrama en donde pasó las penas mil pero escapo con vida. Ascendió a Capitan y en combate con parte de las tropas Nacionales en Jetafe, cayó prisionero, llevado a Badajoz, según he podido averiguar y desde entonces no hemos vuelto a saber nada de él.
Nosotros somos descendientes de honorables Jefes del Ejercito Español, aquel Ejercito tan disciplinado y tan respetado por todos y que Manuel Azaña diezmó, humilló y desmoralizó cuanto pudo sin contar con que un dia había de llegar que él pagara por esa villanía. Yo visité la Patria nativa (España) en 1931 y no llevava sino unos días en Madrid, muy ageno a toda política, después de 31 años que faltaba de mi Patria nativa y la de todos mis mayores, cuando estando tomando un café en Fornos en compañía de los que formaban la Peña preferente allí al frente, primera ventana de la izquierda y en su mayoría Capitanes de Aviación, Sanidad, Ingenieros, Caballeria e Infanteria, dos Médicos, un Abogado y un Oculista, discutíamos con mi hermano quien estaba sumamente indignado con lo que pasaba.
Yo tengo la mas absoluta seguridad de que mi hermano ha sufrido extraordinariamente por no haber podido estar con las tropas de su mando y de que si V.E. le ofrece una oportunidad de servirle con la mayor lealtad, V.E. puede tener la seguridad que contará entre sus subordinados un Capitan honorable, valiente y dispuesto a dar su sangre y su vida por la causa que el Ejercito Nacional a su mando persigue con buenos triunfos.
Mi hermano no puede bajo ningún concepto haber encontrado satisfacción de ser mandado durante su permanencia en Madrid por Jefes de ideales comunistas con sus ideas, ni puede haber considerado compañeros a ignorantes he improvisados Jefes y Oficiales, nombrados caprichosamente y sin haber pasado por una Academia en donde se les enseñó de además lo necesario para ser buenos militares, lo demás que se necesita para tener una idea mas pura del deber para con la Patria, para con su bandera y para con sus Jefes.
Puede que mi hermano esté peleando a estas fechas a favor de la causa que ampara la bandera Roja y Gualda, la que él juró, la que él aprendió a amar al igual que mi padre Don Eduardo C. J., Teniente Coronel de Infanteria, muerto en el año 1918, al igual que el hermano de mi Padre, Don Enrique C. J., Teniente-Coronel de Infanteria afecto a la zona de reclutamiento y reemplazo de Miranda, muerto en Santoña hace dos años visitando en mi casa, al igual que su hijo hoy Capitan de la Guardia Civil Española, Enrique C. y que por muchos años presto servicios como Primer Teniente Jefe del puesto del Puente de Zaragoza en Madrid, a cargo de custodiar al Rey Alfonso XII cuando paseaba a las 2 de la tarde por la parte atrás de Palacio.
Mi hermano desde que nació no ha visto mas que el mejor ejemplo de disciplina y lealtad su rey y a su Bandera, por donde quiera que ha mirado en la familia y esto junto a como lo educaron y a como luchó por su patria en Marruecos, le hacen acreedor que S.E. le proteja, por el bien de nuestra Patria que S.E. y los que le secundan están tratando de construir sobre bases solidas y bajo la bandera Española, la única que asi puede llamarse, la que defendieron nuestros antepasados, nuestros abuelos, nuestros Padres y nuestros Hermanos.
Yo aunque de este gran País, no puedo olvidar sentimientos que durante mi pubertad se acumularon en mi mente; mi padre me educó a la antigua, con rigor, con respeto, con amor a todo lo que el amaba, la Patria el Ejercito, y lo que se aprende antes de los 20 años, nunca se olvida.
Gracias mil anticipadas por la buena atencion que S.E. se digne a esta mi petición y quiera Dios que todos sus planes se vean colmados por el éxito mas lisonjero y que Azaña y todos sus satélites lleven el mayor castigo que sea posible, y por grande que este sea, será muy pequeño para pagar por tanto mal como han hecho.
Muy respetuosamente
Legajo: 55
I
Archidona 3 de Abril de 1938
II Año Triunfal
Sr. Teniente Coronel Ayudante Secretario
del Jefe del Estado General en Jefe del Ejercito Nacional
Salamanca.
Muy Sr mio:
Perdoneme la libertad que me tomo, en dirigirme a V. pues es tanta la pena que tengo, que me he dirigido a nuestro Generalisimo, dos veces, una el 28 de Diciembre de 1937, y otra posterior, sobre el asunto de mi marido, Manuel F. V., Teniente Coronel de la Guardia Civil, que mandaba la Comandancia de Logroño, al iniciarse el Glorioso Movimiento Salvador de España; y no teniendo contestación, me dirijo a V. que me dará consuelo, al contestarme, si recibieron dichas cartas.
Perdoneme la molestia que le pueda proporcionar, y si tiene la caridad de contestarme, puede hacerlo a esta su casa, Generalisimo Franco nº. 48. Archidona (Malaga)
Suya afma s s
JUANA G.
Saludo a Franco, Arriba España
II
VIVA ESPAÑA VIVA FRANCO
[A mano al margen: ya se le dijo que esta Secretaria no podía hacer nada]
Archidona 10 de Junio de 1938
II Año Triunfal
Sr Coronel Secretario de S E el Jefe del Estado Generalisimo de los Ejercitos Nacionales
Muy Sr mio:
Recibí su atta. carta, y le doy un millón de gracias por su amabilidad.
Ahora bien, en vista de que nuestro Generalisimo, no ha recibido un escrito que Granada le envió certificado, y dos cartas que posteriormente le dirigi yo, pido a V. que está con nuestro Generalisimo, influya, que mi marido Manuel F. V., (que se encuentra en la Ciudadela Militar, Pamplona) lo pasaran a Granada, donde yo podría verlo más a menudo ya que las circunstancias económicas no me permiten hacerlo en Pamplona, mientras se le aclarase su vida, pues la Justicia en sus fallos de buena fé, puede engañarse, y por ello apelaba en mis cartas para pedirle un examen de su hoja de servicios, informe de su conducta, en cuantos destinos sirvió, una aclaración en fin que ponga de manifiesto la érronea creencia existente, y resalte la verdad, es decir; que mi marido como Militar y como Ciudadano, fue siempre el hombre incapaz de tener concomitancias con Marxistas y Anti-Españoles.
Granada al conocer la causa de mi marido se dirigió de un modo espontaneo a S E por considerarlo, de estricta Justicia ya que le costó su carrera ser destituido, por el Frente Popular en dicha Capital.
No dudo que V hará todo lo posible, para aclarar el asunto de mi marido, perdonándome las molestias que le proporciono.
Se despide y Dios le recompensará, todo; el bien que haga por una pobre mujer que no puede sufrir más.
S S
JUANA G. E.
Legajo: 49
[1938 o 1939]
Excelentísimo Señor
Don Francisco Franco Bahamonde
Caudillo y Jefe del Estado Español.
Burgos.
Excelentísimo Señor:
La voz de la justicia que un día, glorioso para nuestra amada Patria, me puso como soldado del solar hispano, me aconseja hoy dirigirme, no al insigne Jefe del Estado Español, ni al héroe cumbre de la heróica epopeya, en que he tenido el honor de verter mi sangre, sino al «Padre» de todos, al «hermano mayor», al «Camarada» primero, que un 18 de Julio supo abrirnos una ruta de gloria y enseñarnos a amar lo que otros tanto odiaban.
Siguiendo esa voz de justicia que Vuestra Excelencia nos ha enseñado a amar y respetar, me tomo el atrevimiento de llamar la atención de Vuestra Excelencia sobre ciertos hechos enmarcados en el cuadro de mi vida y que por sentir a España con el cariño fuerte y sincero que mis padres me dieron y he procurado aumentar como codiciado tesoro, me han dolido y me duelen honradamente. Iniciado el Glorioso Levantamiento Nacional, con la primera noticia que llegó a mis oídos, hico el corazón de fidelidad a mi bandera, no a la camuflada señera de hombres antiespañoles, sino a aquélla gloriosa de nuestros tercios de Flandes. Con mi persona, pude mi hacienda, pequeña en verdad: un coche pequeño y un camión, que eran mi fortuna y mi único medio de vida.
Comencé mi voluntariado en las Milicias y el 2 de Agosto formando parte de una Columna mandada por el Comandante Belda y el hoy también Comandante, entonces Teniente B., salí conduciendo un camión en el que iban emplazadas cuatro ametralladoras, al encuentro de una Columna de milicianos rojos que venían en dirección a Cáceres.
El destino quiso ponerme el primero, y cuando ya íbamos a llegar a Villamesía, ignorantes de la presencia y proximidad del enemigo, advertí que estos venían hacia nosotros a corta distancia. Para salvarnos hice un viraje rápido, atravesando la carretera y evitando el paso de los demás coches. Repartida al punto la fuerza, comenzó un combate rudo, que el Dios de las Victorias hizo triunfal para la nueva España, mientras yo en el hospital repetía el mismo grito de jubilo que mis hermanos, abrazado por la fiebre y el delirio que me produjeron los tres balazos que recibí en el coche, uno de los cuales me atravesó el estómago, siendo mi bautismo de sangre y por los cual se me notificó haber sido propuesto para la Laureada, de cuya propuesta no se me ha vuelto a hablar.
Restablecido, una vez más la vida de frente, después de haber ingresado en la Guardia Civil, en los que por varios meses seguí aportando mi grano de arena a la gloria de los vencedores.
Pues bién, Excelentísimo Señor, deseando no como premio a mis servicios, en los que no hice más que cumplir con mi deber, sino por necesidad de salud, por padecer del estómago a causa de la herida e imposibilitándome para andar mucho, ingresar en el Parque de Automobilismo del Cuerpo, se me negó mi petición y ahora me han destinado a prestar servicios a un Puesto, mientras vienen siendo admitidos otros individuos que no tienen a su favor más que una larga lista de personas que creen ha de llegar la España grande que nuestros mártires han forjado, con una carta de afectuosa recomendación.
No quiero molestarle más la atención ce Vuestra Excelencia, que tan necesaria es a la prosperidad del Estado y por eso creyendo haber cumplido una obligación y un compromiso contraído con nuestros caídos, dando a conocer a Vuecencia, cómo los emboscados de ayer son los preferidos de hoy, queda, como hermano como Camarada y como hijo a las órdenes de tan buen padre y Caudillo
MANUEL H. A.
Guardia Civil
Cáceres
Legajo: 29
Señor D. Francisco Franco Bahamonde
Burgos
Excelentisimo Señor:
Le pido en primer lugar perdón por la molestia que con esta carta pueda ocasionarle, apartando vuestra atención aunque sea por breves momentos, de otros asuntos de mucho mayor interés; pero confiada en vuestra bondad, paso a exponerle la situación en que se encuentra esta humilde servidora.
Soy esposa del exguardia civil José C. G., este, militar desde los 14 años, hasta que tuvo la desgracia de ser separado de el honroso cuerpo al que perteneció durante 18 años de efectivos servicios, costandole en filiación por servicios prestados a la Patria, las gracias de S.M. el rey y del Excmo Señor Director General de la Guardia Civil. Esto, por lo que respecta a su actuación militar antes del glorioso alzamiento. Después, encarcelado por los rojos juntamente con sus compañeros, salvo su vida amenazada gracias a la pronta toma de la capital de Badajoz por las gloriosas tropas Nacionales. Para mi esposo fue muy breve la alegría de verse en libertad, pues sin que nadie se tomara la molestia de decirle; De esto se te acusa, le despojaron del uniforme y por la razón de la fuerza dejaron un hombre incapacitado para ganarse la vida y por tanto a nuestros hijos sin pan. Ni un pequeño retiro por sus 26 años de servicio pues que no hizo en su vida otra cosa que servir a la Patria.
Asaltado por los marxistas en el cuartel en que nos encontrábamos de puesto, nos quedamos sin muebles, enseres y ropas que era todo el capital que poseiamos. En esta situación, mi marido ha buscado inutilmente una colocacion, no la encuentra. Aunque den a la negativa otro pretesto la verdad es que el ser un expulsado de la Guardia Civil le cierra todas las puertas. Tampoco tiene un oficio a que dedicarse, militar desde niño no aprendio a hacer otra cosa.
El año pasado solicitó el reingreso, crellendo que al hacerlo vendrían algunas aclaraciones del error que indudablemente existe en este caso. Confiados en nuestra inocencia estábamos tan seguros le seria concedido, pero por desgracia nuestra le fue denegado. Muy grande debio der el delito cometido.
Sin embargo a mi marido nadie puede acusarle de nada. Soy yo segun parece la que tengo la culpa, pues que en el mes de Mayo del 36 obligada por las circunstancias tuve que dirigir dos funciones de teatro (ninguna de caracter social) a unos jóvenes en su mayoria hijos de socialistas. Nada quiero decir de mi descargo para que únicamente conozca S.E. el delito y la pena por el impuesta a quien no lo cometió. No podían haber elegido otra mas grande, pues con ser mucho lo que sufrimos materialmente, aun es mucho mayor el sufrimiento moral de vernos condenados como malos españoles ¡Siendo tan grande nuestro amor por España!
Asi pues Señor, si V.E. también cree que hice mal yo le pido humildemente perdón. Si considera que las penalidades pasadas aun no es bastante castigo, impongame el que crea conbeniente, pero que mis hijitos vuelvan a disfrutar la alegria y el bienestar que tenían antes. Que mi esposo por medio de una gracia especial de buestro bondadoso corazon vuelva a vestir el uniforme que llevó tantos años, pues nada es el bienestar sin el honor y para él, el honor está en el Cuerpo del que le arrojaron sin motivos.
Justicia para el Señor y Pan para mis hijitos.
Pide a Dios guarde vuestra preciosa existencia muchos años para bien de la Patria y de los necesitados de Pan y Justicia
MODESTA B. DE LA R.
Cheles (Badajóz) 26 Febrero 1939
III Año Triunfal
Legajo: 1
Figueras, 13 de abril de 1939
Año de la Victoria.
Excmo. Señor Don Francisco Franco Bahamonde, Generalísimo y Jefe del Estado Español.
BURGOS.
Mi querido y respetado General y amigo:
Ante todo mil perdones por si no acierto a daros el tratamiento adecuado, pues es tanta la gloria que habeis acumulado en estos treinta y dos meses de Santa y brillante campaña, tal el prestigio adquirido, tan radiante la aureola de héroe que os nimba, que mi pluma se resiste, aun en carta particular, a daros otro tratamiento que el de Excelencia, por considerar que es aun modesto para tan excelsa persona.
No molestará vuestra atención (como jamás os molesté), si mi conciencia no me acuciara a cumplir un voto que contraje solemnemente con unos hoy gloriosos muertos. «Los muertos mandan» y, es un imperativo categórico cumplir las promesas que en vida contrajimos.
El 19 de julio de 1936 se declaró en esta plaza de Figueras el Estado de Guerra, de cuya guarnición formaba yo parte como Comandante Jefe de Servicio de la Comandancia de Carabineros. En la misma plaza tenían su residencia otros dos Comandantes de nuestra gloriosa catorce promoción: de Carabineros Don Fernando R. B. y de Infantería Don Antonio M. C., a ninguno de los cuales se nos preparó para el Movimiento en proyecto, ni se sondeó nuestro ánimo, ni se nos insinuó siquiera. Iniciamos, no obstante, el Movimiento con gran frevor, que llegó a delirio al enterarnos que erais Vos, mio Generalísimo, quien lo acaudillaba. Ebrios de entusiasmo por habernos adueñado de la ciudad y su comarca sin disparar un tiro, se nos comunicó a primeras horas del siguiente dia, 20, que el Glorioso Movimiento habia fracasado, hallándose preso el General Goded y en dispersión todas las unidades del Ejército en Cataluña y, en su consecuencia, debíamos colaborar con las Autoridades del Frente Popular.
Poseida el alma de Santa ira al vernos vencidos sin combate y, sin que nos ganase el desaliento, nos buscamos los tres de la promoción y, burlando la vigilancia de los milicianos y sorteando a la plebe en confusión caótica e infernal griterío se entregaba a orgias de sangre, pudimos una noche ganar mi casa y, reunidos en una estancia presidida por una imagen del Crucificado, saqué el retrato que Vos me dedicasteis con motivo de nuestra última reunión en el mil veces glorioso Alcazar Toledano el 9 de noviembre de 1935.
Arrodillados los tres ante la Sagrada imagen y puestas nuestras diestras sobre vuestra amada figura, juramos en nombre de Dios: «no servir jamás a la anarquía roja, seguirte y serte fieles hasta la muerte por que encarnabas a la auténtica España y, procurar la fuga para incorporarnos al Ejército Nacional».
Cerramos el juramento con la solemne promesa de que una vez terminada la guerra, si quedara algún superviviente, se presentase al Generalísimo, nuestro admirado compañero Franco, y le comunicase nuestra acción y comportamiento.
Incorporados de nuestra actitud reverente, nos confundimos en un apretado y largo abrazo y, con un emocionado adiós, que será hasta la Eternidad, abandonamos subrepticiamente mi casa
Al siguiente dia el compañero M. C. era cazado por las patrullas de carabineros y milicianos en Pont de Molins, al intentar ganar la frontera; conducido al castillo de San Fernando y sometido a martirio, sin cuento, fue asesinado vitoreando a España y a su Caudillo. Pocos dias despues se detuvo a R. B. y, transcurrido un mes de sufrimientos en el fatídico Castillo, lo asesinaron, siendo sus últimas palabras ¡Viva Franco! ¡Arriba España!.
El 19 de agosto fui detenido yo y llevado con mis compañeros al Castillo para ser asesinados; mi esposa loca de dolor al ver la suerte que corrían todos mis compañeros, se presentó ante el Comité y dió un mitin; sea por esto o por el ambiente irreparable que envolvía al pueblo a consecuencia de los contínuos crímenes o por que Dios quiso, se aplazó mi fusilamiento y, para darle apariencia de legalidad, fui conducido al siguiente dia al vapor «Uruguay» sometiéndome a proceso, y tras dos meses de permanencia en el vapor, me condujeron a la cárcel nueva de Gerona, de allí pasé a la Prisión Provincial de la misma localidad, y de ésta a los calabozos del palacio de Justicia de Barcelona, ingresando posteriormente en la Carcel Modelo de esta Ciudad, de donde me volvieron a sacar para reingresar en la Prisión provincial de Gerona, donde a la sazón se encontraba la oficialidad de la provincia. Unida mi suerte a la de los demás Jefes de Carabineros, se vió la causa y nos pusieron en libertad, quedando en situación de retirados y en el momento de terminar la vista, fui llamado por algunos miembros del Tribunal (anarquistas, comunistas etc.) diciéndome: «que no obstante recobrar mi libertad, en la calle sería asesinado, pues el pueblo no quería que quedase rastro de la promoción de Franco».
Al salir de la Audiencia me oculté en casa de un abogado de derechas de Gerona, y pasados tres meses y careciendo de recursos, pude llegar a mi casa de Figueras, mas localizado por el S.I.M. (se incautó de mi casa) huí al campo, refugiándome en la Rectoria de Vilademiras (Cabanellas), que estaba abandonada, donde me descubrieron los carabineros, siendo nuevamente detenido y trasladado al cuartel de Lladó y, recobrada milagrosamente mi libertad y siempre perseguido por el S.I.M. (que como digo anteriormente se incautó de mi casa y en los registros debieron encontrar, entre otros recuerdos para mi inestimables, vuestro retrato y otro autógrafo de S.M. Don Alfonso de Borbón, puesto que ya no los he vuelto a ver) me interné en el bosque hasta encontrar una masía de gente de derechas llamada «can Corominas», donde hallé hospitalidad y lealtad, enterándome a los pocos días que las gloriosas tropas del Ejército Español marchaban sobre Figueras, donde me presenté al Comandante Militar de la plaza.
Esta larguísima carta no la hubiera escrito a no ser por cumplir el mandato de dos militares mártires, detallando mi actuación por exigirlo así ellos y por cierto rubor que uno siente al vivir aún y saberse el único superviviente de tan preclaros camaradas.
Lo que mi familia y yo hemos sufrido no cuenta, pues todo es poco para la salvación de España, sintiéndome orgulloso de que ni las cárceles, las persecuciones, vejaciones ni hambres, doblegaran mi ánimo, habiendo sido siempre fiel a la Patria y al Caudillo, teniendo la satisfacción de estar ya depurado desde 1º de marzo.
Aunque no se me oculta que V.E. no puede leer esta carta por impedírselo sus muchas y graves ocupaciones, sí ruego al Secretario que la leyere, dé breve cuenta de su contenido, para que S.E. el Generalísimo sepa como han obrado los buenos de su ilustre promoción.
Que Dios conceda largos años de vida a V.E. y el Espíritu Santo ilumine su privilegiado cerebro para conducir con mano firme y sabio criterio la difícil nave del nuevo Estado.
Vuestro antiguo compañero y leal subordinado,
AURELIO A. V.
Legajo: 4
Vidayanes (Zamora) 28 Abril 1939
Año de la Victoria
¡Arriba España!
Excmo. Sr. D. Francisco Franco Bahamonde
Mi respetado y querido general y amigo: Tiene que perdonarme el atrevimiento de dirigirme sin darle el tratamiento que le corresponde y que continue tratándole como siempre, porque de esa manera parece que puedo hablarle con mas confianza.
Hoy acudo á la bondad y generosidad del hombre que Diós ha elegido para salvar la paz no solo de Europa, sino del múndo entero, causando el asombro y admiración de él.
Después de 2 años largos sin tener noticias de mi hijo Andrés A. R., que estaba de Cabo de la Guardia Colonial en la Guinea Continental y de que su madre (q.e.p.d.) murió con esa pena, se me ha presentado con su esposa y niños, diciéndome que venía a Madrid y que le estaba formando expediente la Guardia Civil, siendo el Juez Instructor el teniente de la Guardia Civil D. Estanislao G. A.: él huyó de la Guinea a Francia por temor de que un Oficiál con el que se hallaba disgustado, en los primeros momentos, pudiera tomar venganza, haciendo ver cuestión política, lo que era una cuestión particular pues V. comprenderá que es hombre de derechas como somos toda la familia, como así pensó y trabajó por ellos en elecciones como puede demostrarlo, que se vió obligado á estar en el Ejército rojo en donde aceptó el mando de Capitán creyendo que de esta manera obtendria la confianza de los demas y asi podria pasarse con mayor facilidad al Ejército Nacional, que lo intentó varias veces y no pudo, que por fin en unión con otro desmoralizó la fuerza de su mando, que sospechando de él, le formaron expediente y no pudieron probarlo, que otra vez volvía á desmoralizar la fuerza, haciendo retirar á esta de las trincheras, mas como eran muchos los que lo rodeaban, lo detuvieron y procesaron por delito de alta traición, enviándolo á la Checa de Marina, teniéndolo 5 meses en las Cárceles, hasta que los falangistas lo sacaron cuando era inminente la entrada de las tropas nacionales, uniéndose á los falangistas, con los que prestó servicios encuadrado en una Centuria; hay que hacer constar que jamás perteneció á Asociación alguna y que durante su estancia en el Ejercito rojo hizo favores á varios de las derechas, como puede verificarlo.
Por lo tanto lo que yo deseo es que se resuelva pronto y favorablemente su expediente, concediéndole el reingreso en la Guardia Civil, ocupando el puesto que le corresponde; pero para esto se necesita una recomendación que creo puede darse sin violentar la justicia ni la conciencia y hay que tener en cuenta que se trata de su porvenir, porque cuenta ya 26 años de servicio.
En una palabra, yo pido su protección para este pequeño grupo de la familia A., tan poco afortunada, pues ya recordará a mi hijo Joaquín Teniente de la 5ª Bandera que fue muerto en Haffa el Duira (Bemi-Hozmar) el 5 de Abril de 1926, á mi Sra. (q.e.p.d.) y á mi nos cogió el glorioso movimiento en la zona roja, fuimos perseguidos y maltratados, obligándonos á nuestra edad á andar por las crestas de las montañas haciéndonos salir de casa sin volver la vista atrás, para entretanto robarnos la casa, como asi lo hicieron, dejandonos casi en cueros en la calle y mas tarde nos robaron las alhajas que teníamos en el Monte de la Piedad de Madrid; todos estos sufrimientos fueron la causa de la muerte de mi Sra. (q.e.p.d.) y ahora, aquí me tiene V. al lado de mi hija que está casada con un labrador y tiene la desgracia de aumentar las pérdidas cada año, en vez de ganancias, por las malas cosechas anteriores.
Desde aqui les bendecimos todos los dias prometiendole nuestra sincera firme é inquebrantable adhesión, despidiendose con toda consideración, respeto y admiración, su siempre amigo y subordinado
q.e.s.m.
ENRIQUE A. A.
Médico militar retirado
El dador es mi hijo Eduardo Agente de Investigación y Vigilancia en Bibar, el que estuvo 13 meses de Oviedo y fue premiado con la Laureada Colectiva
Legajo: 2
I
Vilajuiga 6 de junio de 1939
¡Arriba España!
Año de la Victoria.
Excmo. Señor:
D. Francisco Franco
Burgos.
Respetado General: Por lo anómalo del caso y estimar no se da verdadera interpretación al sentir de V.E. creo procedente poner en su conocimiento, lo siguiente:
1º.- El personal militar retirado con anterioridad al 18 de julio de 1936, no obstante estar sugeto a depuración, cobra íntegro su haber pasivo, desde el dia de la liberación.
2º.- Los militares que estaban en activo el 18 de julio de 1936, y que por su edad deban continuar en activo, están sugetos a depuración pero cobran el 80 % de su sueldo, y
3º.- Los militares en activo en 18 de julio de 1936, que por su edad les ha correspondido a reserva o retirado, estos no cobran nada interin no se termine la depuración y con el testimonio se les prolone la situación que les corresponda.
Este último criterio, es el de la Inspeccion General de Carabineros, a nor de la copia que se adjunta; resultando, segun este, que los del caso 3º entre los que me encuentro comprendido, o hemos de morirnos de hambre o ir a pedir una limosna, interin se substancia el expediente, que, como son muchos, a pesar de la buena voluntad de los Auditores, ha de transcurrir bastante tiempo.
Y se dá caso anómalo, mi General, que incluso los que han estado sirviendo con los rojos cobran el 80 % y yo, que no quise servir con ellos, que estuve preso en la Prisión de San Anton de Madrid, durante 10 meses, a raíz del Glorioso Movimiento, tres veces a punto de ser fusilado, destituido del mando e insultado groseramente en los periódicos, desde febrero de 1936 por haber sido Delegado Gubernativo en los Partidos de Tortosa y Gandesa durante todo el 1935, y que gustoso hubiera dado la vida por la justa causa que defendió V.E., me veo en la triste necesidad de tener que pedir limosna, ya que desde enero no se me han acreditado haberes, mas que el de abril que (he de devolver), en la Delegacion de Hacienda, por decir debo pasar a activo, y el la Comandancia de Carabineros de Barcelona, por el caso tercero mencionado y como no cuento con otros recursos no estoy en edad ni condiciones de coger un azadon, de aqui la triste situacion en que me encuentro.
Por ello recurro a V.E. en la seguridad de que inspirado, como siempre, en la justicia acordará lo que crea mas conveniente al caso, y sabrá dispensarme.
Siempre a la órdenes de V.E. y deseoso de ser ocupado en algún servicio útil a la Patria, si se me considera pertinente, le anticipa las mas expresivas gracias su respetuoso subordinado y s. s.
VICENTE A. C.
II
Copia que se cita.
Dispuesto por la superioridad, que al personal procedente de la zona roja, por razón de su edad le habya correspondido pasar a situacion de reserva o retirado, no se proceda a la reclamacion de sus haberes, hasta que habiendo sido depurada su actuacion, se le formula la correspondiente propuesta para su pase a la situacion que por su edad le corresponde, se lo participo a V. para su conocimiento y a fin de hacerle saber que, a partir del presente mes, no se procederá a reclamarle ninguna clase de devengos por esta Comandancia; debiendo al propio tiempo presentarse en la Caja de esta unidad con el fin de reintegrar las cantidades que en tales conceptos hubiera percibido durante los meses anteriores.
Dios guarde a V. muchos años.
EL COMANDANTE JEFE
Barcelona 30 de mayo de 1939
Año de la Victoria
Firmado
D. VICENTE A. DE C. PLAZA
Sr. Capitan de Carabineros en situacion de retirado
VICENTE A. C.
III
En contestación a su atento oficio nº 776, de fecha 3 del mes actual, al que une un escrito que suscribe el Oficial retirado del Cuerpo DON VICENTE A. C., produciendo en él varias quejas o denuncias, que me complazco en remitírselo a la vez y manifestarle que, respecto al personal de la zona considerado como enemiga antes de completar la liberación del territorio patrio, y que obtuvo su retiro con anterioridad al 18 de julio de 1936, éste percibe sus sueldos conforme a las normas al efecto habían sido dictadas por el Ministerio de Hacienda (Clases Pasivas), por cuyo departamento se le reclaman sus devengos.
A los militares que estaban e activo antes del 18 de julio de 1936, y que por su edad deben continuar en tal situación, se le reclaman sus haberes en las Pagadurias Militares, en la cuantía fijada en la Orden nº 164 de 17 de septiembre de 1936, de la Junta de Defensa Nacional.
El personal que por su edad pasó a situación de reserva o retirado, durante el periodo de guerra, al presentarse a las Autoridades Militares queda a disposición de las mismas, a efectos judiciales; y percibe sus sueldos, según resolución de la Subsecretaría de Guerra, de fecha 13 de julio del corriente año, a propuesta de este Centro, cual si estuvieran en activo; y como es lógico, en la proporción señalada en la citada Orden número 164, hasta una vez hecha la oportuna propuesta del pase a la situación que les corresponda, quede fijada la misma, mediante su inserción en el Boletin Oficial del Estado, procediéndose después a la liquidación, con arreglo a lo percibido y al haber pasivo fijado. Dicha resolución fue trasladada a su tiempo, a las distintas Unidades administrativas del Cuerpo para su conocimiento y cumplimiento.
guarde a V.S. muchos años.
Sevilla a 22 de agosto de 1939
Año de la Victoria
Señor Coronel, Jefe de la Secretaría Militar
y Particular de S.E. el Generalísimo
Burgos
Legajo: 168
I
Burgos, 2 de Octubre de 1939
Año de la Victoria
Dr. Don Lorenzo Martinez Fuset.
Teniente Coronel, Asesor Jurídico de S.E. el Jefe de Estado:
Burgos
Mi querido amigo y compañero:
Te presento a mi buen amigo el Comandante de Carabineros Don Joaquín M. L. quien te hablará de un asunto.
Mucho te agradeceré que le recibas y atiendas.
Te envía un abrazo tu buen amigo y compañero.
Firmado:
FRANCISCO FRANCO
II
Señor Don:
Francisco Franco Salgado Araujo.
24 Abril 1940
Madrid
Mi querido amigo y compañero: Contesto hoy a tu carta del 15 de Noviembre pasado que te agradezco; para participarte que el dia 9 de este mes le fue comunicada a mi hermano Luís la conmutación de pena, concedida por la magnanimidad de nuestro Caudillo, no habiendote contestado antes esperando darte esta grata noticia, al mismo tiempo que te expreso mi agradecimiento profundo por tu decidida intervención en el asunto.
En el mes de Diciembre estuvo en esa procuré verte, pero no lo conseguí por terminarse el permiso que tenia concedido, antes de que se concediera la audiencia que solicité para verte lo cual sentí mucho.
Aqui me tienes a tu disposición al mando de esta comandancia desde que ascendí en Febrero.
Que lo pases bien y disfrutes de salud te desea tu buen amigo y subordinado compañero que te abraza,
JOAQUÍN M. L.
[Nota a mano: felicidades por el indulto]
Legajo: 49
Excmo Señor Don Francisco Franco y Bahamonde
Generalisimo de los Ejercitos de Aire, Mar, y Tierra
Excmo Señor: Con el mayor respeto me atrevo a dirijirme a V.E. manifestándole ser Viuda del Brigada Luis C. P. que desgraciadamente fue fusilado en el año 1936. porno sumarse al levantamiento del Ejercito Nacional y abiendo echo la reclamación de los aberes de mi esposo pues tengo seis hijos y no tengo mas medios que los aberes de mi difunto esposo los cuales al reclamarlos me contestaron que tengo los derechos perdidos puesto que no se presentó al levantamiento yó comprendo Excm Señor que ami nó se me conceda nada aunque de nada tengo culpa, pero mis hijos desde que falta su padre, viven condenados a vivir en la mayor miseria puesto que yó me encuentro enferma y nó puedo ganar lo suficiente para ellos y para mi, y tengo que pasar por la pena y la berguenza de ber como mis hijos ban descalzos y medio desnudos, y yo tengo que pasarme tres y cuatro días sin tener que llevarme a la boca.
Excm Señor esta humilde servidora es tan triste situación unicamente ruega y espera de la magnanimidad de V.E. se digne compadecerse y aunque para mi no pido cosa alguna por conocer no tengo derecho al menos imploro de V.E. se digne ordenár, sean recojidos mis hijos en el Colejio de Huerfanos (toda vez que su padre (q.e.p.d.) era socio de dicho establecimiento desde el año 25, fecha en la cual ascendió a Sarjento) y le sean concedidos los socorros mutuos, para poder, con ellos alibiar un poco esta triste situación. Al mismo tiempo deseando trasladarme a Tetuán (Marruecos) donde tengo mi residencia desde el año 27, y por lo tanto mas conocimientos, los cuales pueden prestarme ayuda y como dejo dicho carezco de todo recurso, suplico se me conceda pasaporte de Caridad y necesidad y autorizada para poder pasar asta Tetuán (Marruecos) donde como digo deseo trasladarme a mi residencia.
Ruego a Dios en el dia de hoy y Santo de V.E. le colme de felicidad y bendición para que pueda seguir llevando a nuestra querida España por la senda de la libertad y sea la más grande y noble, como siempre lo fue.
No teniendo a nadie que se interese por mi desgracia tan solo V.E. confio.
Dios todo poderoso conserve la vida de V.E. muchos años, para bien del Estado Español:
Humilde servidora de V.E.
JESUSA H. M.
C Rodrigo a 4 de Octubre de 1939
Arriba España Viva España
Legajo: 228
Madrid, 3 de julio de 1940
Excma. Sra. Dª Carmen Polo de Franco.
La que suscribe, Josefa M. M., de 42 años de edad, con domicilio en -----, a V.E. humilde y respetuosamente expone:
Que estoy casada con el Sargento de la Guardia Civil, Pedro G. N., del cual tengo dos hijos menores y me encuentro desesperada en la mayo indigencia y consumida de dolor a causa de la condena impuesta a mi marido de veinte años de prisión temporal por supuesta ayuda a la horda marxista.
Los hechos demuestran que no existió tal ayuda sino que se vió precisado a aceptar, como otros compañeros hoy admitidos, el puesto de Jefe de Policia a que le forzaron, por ser sargento, los rojos, para salvar su vida y durante su corta actuación no solamente no causó mal a nadie, pues tachado de nacionalista fue destituido por los rojos a los seis meses, sino que hizo muchos favores a personas como él de derechas y evitó perjuicios a cuantos pudo y tenían sus mismos ideales.
Todo esto queda demostrado por certificados que obran en mi poder y que ofrezco a V.E. que no me fueron admitidos en el sumario, firmados por Sacerdotes, autoridades de Mieres, Oviedo, asi como comerciantes de Sama, La Felguera, donde fue hecho prisionero por los rojos, quienes no lo mataron por desconocer sus ideales, pues fue trasladado de las Islas Canarias, donde había hecho toda su vida militar, mes y medio antes del Glorioso Movimiento a la citada localidad de Sama de Langreo.
Pueden informar sobre su honradez, rectitud y su profunda adhesión a la Causa Nacional, además de los Srs. que firman los certificados referidos D. Esteban P. G., hermano del Excmo. Sr. Fiscal del Tribunal Supremo; D. Manuel B. M., capitán de la Guardia Civil y Jefe principal de Policia en Barcelona, así como todas las Autoridades de Santa Cruz de la Palma, Mazo, Los Llanos, y otros pueblos de dicha Isla de La Palma (Canarias donde prestó servicios durante varios años.
Por todo lo expuesto, a V.E. Suplico y confiando en su magnánimo corazón espero interceda para que se me admitan los certificados referidos y haciendose las informaciones quese juzguen necesarias, se haga a mi marido estricta justicia librándolo de la inmerecida condena que le fue impuesta y reponiéndolo en el destino que tan a satisfacción de sus Jefes desempeñó.
Bendecirá siempre su nombre con infinito agradecimiento, su segura servidora
JOSEFA M. M.
Legajo: 3084
Madrid, 5 de Abril de 1941
Sr. Don Julio Muñoz Aguilar
Jefe de la Casa Civil de su Excelencia el Jefe del Estado.
Palacio de Oriente. MADRID.
Mi estimado amigo:
Aunque pienso llevarte personalmente el asunto a que te hago referencia en esta carta, quiero no obstante, dejarte escrito cuanto voy a solicitarte para que te sirva de recordatorio.
Se trata de una instancia solicitando el indulto que eleva a S.E. el Generalísimo el ex Capitán de R. El tomar este asunto en mis manos se debe a que este Sr. es hermano del Capitán de Aviación Don Miguel G. G.
No se si habrás oído hablar del Capitán G., pero ha sido elemento destacadísimo en nuestra pasada campaña actuando desde los primeros momentos a las órdenes de nuestro pobre Comandante G. M.. Ha trabajado incansablemente y yo que lo tuve bastante tiempo a mis órdenes en la escuadrilla, puedo asegurarte que era frecuente verlo llegar del frente con su avión acribillado a balazos, llegando a derribar un número considerable de aviones.
Como de efectuar él estas gestiones se violentaría su natural modestia y como por otra parte se merece, a mi juicio, que se le considere acreedor para solicitar alguna gracia para su hermano, no he querido que quede nada por mi parte para borrar el viso de amargura que supone para el Capitán G. el tener a su hermano encarcelado y porque me parece que existen algunos precedentes de circunstancias análogas en los cuales la clemencia de S.E. se ha puesto en manifiesto,
Por todo ello te ruego, ya que no quiero restar tiempo a su S.E. con una visita tan solo para este asunto, que se lo transmitas a S.E. indicándole de quien se trata y explicándole el caso. La resolución que se tome sobre este asunto, te ruego me la envíes al Hotel Florida consignado a mi nombre.
Con la instancia te acompaño copia de la sentencia dictada en la que se le condena a QUINCE AÑOS de reclusión y así mismo copia de los avales que se encontraban unidos al expediente y que no pudieron llegar algunos a tiempo al ser examinados por el Consejo de Guerra que le sentenció.
Perdona las molestias que con esto pueda causarte, sólo lo hago con el deseo, como te digo anteriormente, de aliviar al Capitan G., al que todos consideramos como una figura de nuestra aviación de Caza.
Con un fuerte Arriba España, recibe el cariñoso saludo de tu buen amigo y affmo. s.s.
q.e.t.m.,
JULIO S.
[Nota al margen: Consejero Nac.
(Indulto)
(lleva 5 años en la carcel los rojos le encarcelaron)]
Legajo: 3084
Excmo. Señor:
El Sr. Gobernador Civil de la Provincia de Murcia, en escrito de 27 de Marzo pasado, comunica a este Ministerio, lo que sigue:
«Adjunto tengo el honor de remitirle escrito que para tal fin me envía el Sr. Alcalde de Cartagena, en el cual se solicita el indulto ó prisión atenuada del que fue Teniente de Navio FERNANDO O. L. Pareciéndome correcta la redacción del escrito y ser la via oficial la más indicada para estas peticiones de gracia eliminándose el viejo vicio de recurrir a favoritismos é influencias, es por lo que he creido oportuno elevar a conocimiento de V.E. el escrito que se adjunta, para su trámite si lo estima oportuno. A modo de breve información he de indicar a su V.E. que el penado de referencia pertenece efectivamente a una de las mejores familias de Cartagena, de ideas profundamente religiosas y que mereció siempre unánimes respetos y consideraciones. Un cúmulo de circunstancias adversas que todos consideramos ajenas a la voluntad del condenado, lo ha llevado a su situación actual como consecuencia del procedimiento que se le siguió. Su comportamiento según las informaciones recogidas, es magnifico efectuando trabajos profesionales de índole delicada y que por su especial conocimiento puede realizar con mejor maestría aún que otros de sus antiguos compañeros de armas, por lo que es frecuentemente utilizado en los talleres de la Constructora Naval de Cartagena. Tiene los familiares perseguidos y hasta un hermano asesinado, existiendo la impresión de que por querer salvar a éste tuvo concomitancias con los rojos que tan lejos estaban de su ideologia. La impresión general parece prever que sería agradablemente recibida cualquier decisión benévola que se adoptara.»
Lo que tengo el honor de trasladar a V.E. es unión del escrito de referencia, al os efectos procedentes.
Dios guarde a V.E. muchos años.
Madrid, 21 de Abril de 1941
EL SUBSECRETARIO DE LA GOBERNACION,
D. Luís de V. y D.
Excmo. Sr. Jefe de la Casa Civil de S.E. el Jefe del Estado.
Legajo: 297
I
Madrid 14 Julio 1941
Excmo Sr. D. Francisco Franco Salgado
Mi querido amigo y compañero: Con motivo de un asunto al [ininteligible] le envio mis felicitaciones deseándole en un nuevo empleo toda suerte de prosperidades.
Me permito enviarle la adjunta nota del Capitan C. S. condenado a muerte por si estima puede elevar a S.E. el Jefe del Estado y Generalísimo de los Ejercitos Nacionales, en atención a las circunstancias excepcionales de familia que se señalan en la adjunta, familia que ha rendido un gran servicio a Nuestra Santa Causa.
Anticipandole gracias le manda felicitaciones su afmo. buen amigo, y compañero que atentamente le saluda y b.s.m.
LUIS V. C.
[Adjunta] Capitán D. José C. S., condenado á pena de muerte. Pertenece á una familia de soldados distinguidos de España. Entre ellos sus hermanos D. Manuel C. S. Comandante laureado muerto en la defensa del Cuartel de Simancas; y D. Juan C. S., Teniente de Regulares de Ceuta, laureado y muerto en Africa. Un hermano de padre D. Vicente C. L., Teniente Coronel Gobernador Militar de Ávila defensor de dicha plaza contra los rojos al estallar el movimiento nacional. Su primo el teniente laureado D. Alfredo C. M. muerto en Africa.
Por todo ello se ruega vea si es aconsejable el indulto de la pena de muerte.
II
Madrid, 22 de julio de 1941
Sr. Don Cirilo G.
Asesor Jurídico del Ministerio del Ejército
Madrid.
Mi querido amigo y compañero:
Como continuación a nuestra conversación telefónica, envio a Vd. la adjunta instancia de Dª María Teresa V. I., de Valencia, en la que pide el indulto de la pena de muerte impuesta a su esposo JOSE C. S., en atención a que uno de los hermanos del condenado, Comandante del Ejército, se portó heroicamente y murió defendiendo el Cuartel de Simancas, esperando de su bondad la haga llegar a manos del Sr. Ministro.
Como siempre le saluda con todo afecto su buen amigo y compañero.
Anexo: 1 instancia.
De puño y letra del Sr. Coronel: la conversación fue con Maria pues V. se fue a celebrar su Santo con un amigo.
III
[sin fecha]
Sr. D. Francisco Franco Salgado Araujo
Madrid.
Mi distinguido amigo y compañero:
Solo un par de letras para exponerte una angustia que desde hace uso momentos pesa sobre mi alma, el tener noticia del fallo recaido sobre mi hermano José, (que no sé si te acuerdas de él, por haber estado mucho tiempo en Africa en la [ininteligible] de Ceuta-Tetuan) y considerando un deber mio el hacer cuanto pueda en su favor y mas ahora que su vida la tiene pendiente de la magnanimidad del Caudillo; y por ello recurro a ti amparado en nuestra buena y antigua amistad mereciendo de tu reconocido interés, que sabrás ser fiel interprete del dolor que aflige en estos momentos a mi pobre y anciana madre, sobre la que no se ha extinguido el recuerdo y llora todavia la gloriosa muerte de su hijo Manuel muerto en el cuartel de Simancas y de otro llamado Juan que murió al frente de su [ininteligible] en Targuist, para que al final, mal INRI de sus sufrimientos se le clave esta mala espina en su corazon, con la de su otro hijo, con la consiguiente afrenta que empañe el honor inmaculado de sus otros hermanos y por ende de toda la familia.
Espero que como buen cristiano sabrás hacer esta gran obra de caridad procurando mitigar este dolor de madre interponiendo cerca de quien rige los destinos de España.
Y si crees, abandonando en esta gestión que sería conveniente que yo mismo, me presentara a hacer [incompleta]
IV
[Telegrama/sin fecha]
COMO ANTIGUO AMIGO Y COMPAÑERO ENCAREZCO TU INTERES EN MITIGAR EL DOLOR QUE ME HA ACAUSADO SENTENCIA CONTRA MI HERMANO JOSE Y EN NOMBRE DE MI ANCIANA MADRE Y EN RECUERDO DE MIS OTROS HERMANOS MANUEL MUERTO EN CUARTEL SIMANCAS Y JUAN EN TARGUIST SUPLICO INTERCEDAS CERCA DEL GENERALISIMO IMPLORANDO INDULTO
AGRADECIDO EN EL ALMA – SALUDA-LUIS C.
V
TELEGRAMA POSTAL
Madrid, 15 de Febrero de 1944
El General Jefe de la Casa Militar
Al GENERAL SECRETARIO PARTICULAR DE S.E.
EL JEFE DEL ESTADO Y GENERALISIMO DE LOS EJERCITOS.
Palacio.
A los efectos que procedan, tengo el honor de remitir a V.E. instancia que, por conducto de la Dirección General de Prisiones del Ministerio de Justicia, eleva a Su Excelencia el jefe del Estado y Generalísimo de los Ejércitos el ex capitán del Ejército Don JOSE C. S., recluido en la prisión de Partido de Cieza (Murcia), en la que solicita se le conceda el socorro de alimentación en las mismas condiciones que los ya concedidos en otros casos.
TRANSMITASE:
De orden de Su Excelencia.
EL TENIENTE CORONEL SECRETARIO
VI
A D. José C. S., de Cieza y le devuelve la instancia que dirigía a S.E. el Jefe del Estado y Generalísimo para que sea reintegrada con arreglo a la Ley del Timbre, y la remita, si así lo estima, a la Subsecretaria de la Presidencia del Gobierno, sita en la Avda del Generalísimo, 3, para que pueda surtir los efectos correspondientes en orden a la petición que en ella formula
Madrid, 19 febrero 44
VII
Cieza 24 junio 1944
Excmo. Sr. Don Francisco Franco:
Mi respetado General:
Reconocido a sus anteriores atenciones, me permito interesar se informe del curso de la instancia dirigida a S.E. el Jefe del Estado y remitida por conducto de su Autoridad en febrero ultimo de sus gratas B. L.M. tuve noticia por V.E. de su entrada en la Secretaria Militar del Caudillo y posteriormente en la Secretaria de la Academia. Tengo la seguridad de que aparte de ser favorablemente acogida la petición por V.E. interesará su satisfactoria resolución.
En la situación en que me hallo, me apoyo en sus reiteradas consideraciones para conmigo y le suplico me indique, obedeciendo los acertados consejos, si dado el tiempo transcurrido, considera oportuno que reitere la petición formulada.
Rogandole me disculpe este atrevimiento, queda como siempre incondicionalmente esperando sus ordenes si afmo. y s.s. y subordinado
JOSÉ C.