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1 Para el texto de las Vitae sigo la edición de C. WENDEL, Scholia in Apollonium Rhodium vetera, Berlín, 1974 (= 1935), págs. 1-2.

2 Así los mss.; Wendel corrige el texto para que se lea «de Tolomeo tercero» (Evérgetes).

3 Alusión al hecho de que el poeta inscribe (anagráphei) su nombre junto al título de la obra para señalar su autoría. Recuérdese el «sello» (sphrēgís) del autor en TEOGNIS, 22-23 o en CALÍMACO, Epigr. XXI.

4 Puede tratarse de una confusión con Apolonio de Alabanda, un rétor que entre los siglos II-I a. C. enseñó en Rodas y que alguna fuente llama Apolonio «Rodio» (TEÓN, Rhet. Gr. II 61, 29 SPENGEL).

5 Entiéndase que sus poemas fueron considerados dignos de figurar en la Biblioteca. Cf. R. PFEIFFER, Historia de la Filología Clásica I, Madrid, 1981, págs. 258 sigs.

6 El texto del papiro dice «del primer rey» (Tolomeo Sóter), pero debe tratarse de un error.

7 Error: Aristarco figura dos veces. La segunda mención es la correcta.

8 Para una discusión técnica de las diferentes interpretaciones puede verse H. HERTER, Bursian’s Jahresbericht 285 (1944-55), 221-236; F. VIAN, I, Apollonios de Rhodes. Argonautiques, t. I, págs. VII sigs.

9 Cf. también ESTRABÓN, XIV 2, 13. Por su parte, ATENEO (VII 283d) y ELIANO (Hist. An. XV 23) le llaman Apolonio Rodio o Naucratita: como escribió un poema sobre la fundación de Náucratis (frags. 7-9 POWELL), pudo ser nombrado ciudadano honorífico, igual que lo fue de Rodas.

10 Ambos cargos iban con frecuencia aparejados: Zenódoto fue preceptor de los hijos de Tolomeo Sóter; Eratóstenes, de Tolomeo Filopátor; y Aristarco, de los hijos de Filométor. Sobre el funcionamiento de la Biblioteca y el Museo de Alejandría, cf. R. PFEIFFER, Hist. Fil. Clás. 1, págs. 181-91; P. M. FRASER, Ptolemaic Alexandria, Oxford, 1972, vol. I, págs. 312-335; R. BLUM, Kallimachos und die Literaturverzeichnung bei den Griechen, Frankfurt, 1977, págs. 140-170.

11 Cf. H. HERTER, «Zur Lebensgeschichte des Apollonios von Rhodos», Rhein. Mus. 91 (1942), 310-326; P. HAENDEL, «Die Zwei Versionen der Viten des Apollonios Rhodios», Hermes 90 (1962), 429-443. Tras un estudio minucioso, se concluye que las dos Vidas recogen una versión principal y una secundaria, diferenciadas en la Vida a, pero contaminadas en la Vida b. De modo que parece razonable seguir la versión más autorizada, transmitida en la Vida a, que permite concordancia con los datos del papiro, cuyo testimonio también merece crédito.

12 Algunos críticos suponen que la protección de Calímaco, que gozaba del favor real, pudo ser determinante. Para otros resulta sorprendente que no haya estado al frente de la Biblioteca el propio Calímaco, quien elaboró un catálogo (Pínakes) de sus volúmenes. Según J. SMOLARCZYK-ROSTROPOWICZ («Comments on the controversy between Apollonius of Rhodes and Callimachus», Eos 67 [1979], 75-79) el nombramiento de Apolonio se explica por la política de integración de los pueblos vencidos llevada a cabo por los Tolomeos: era el único poeta alejandrino nacido allí y el más ligado a Egipto.

13 Las noticias relativas a una composición del poema en edad adolescente y de su retorno final a Alejandría deben ser descartadas, pues derivan seguramente de una confusión entre Apolonio Rodio y Apolonio Eidógrafo (que fue bibliotecario años después, según confirma el papiro). Cf. H. HERTER, «Zur Lebensgeschichte...», págs. 315-320.

14 Véase C-7: «Las Argonáuticas y la poesía helenística».

15 Un tratamiento completo del tema puede verse en E. EICHGRÜN, Kallimachos und Apollonios Rhodios, T. Doct., Berlín, 1961.

16 Por ejemplo, Epigr. XXVIII 1 : «Odio el poema cíclico ...».

17 Cf. T. M. KLEIN, «Callimachus, Apollonius Rhodius and the Concept of the ‘Big Book’», Eranos 73 (1975), 16-25; M. R. LEFKOWITZ, «The quarrel between Callimachus and Apollonius», Zeit. Pap. Epigr. 40 (1980), 1-19.

18 S.v. Kallímachos.

19 El Ibis de OVIDIO, inspirado en el poema calimaqueo, tampoco arroja luz sobre el tema.

20 XI 275 (= APOLONIO, frag. 13 POWELL; CALÍMACO, Test. 25 PFEIFFER).

21 Cf. D. N. LEVIN, «Apolloniana minora», Trans. Amer. Phil. Assoc. 93 (1962), 159-162. F. VIAN (I, pág. XVII, n. 2) sugiere que el autor del dístico puede ser el gramático que CALÍMACO ataca en sus Yambos (frag. 195 PFEIFFER).

22 Cf. M. R. LEFKOWITZ («The quarrel...», págs. 12 sigs.), que ofrece paralelos en las Vidas de otros poetas (Esquilo, Euripides...).

23 Cf. Ε. L. BUNDY, «The ‘Quarrel between Kallimachos and Apollonios’. Part I. The Epilogue of Kallimachos’ Hymn to Apollo», Cal. Stud. Class. Ant. 5 (1972), 39-94.

24 Cf. F. VIAN I, págs. XIV sigs.

25 Cf. R. PFEIFFER, Callimachus I, Oxford, 1949, frag. 1; N. HOPKINSON, A Hellenistic Anthology, Cambridge, 1988, págs. 85-98.

26 Para una discusión de los problemas y la bibliografía, cf. R. PRETAGOSTINI, «Fileta, Mimnermo e il ‘fantasma’ di Antimaco nel prologo degli Aitia di Callimaco», Ricerche sulla poesia alessandrina, Roma, 1984, 121-136.

27 El poeta satírico TIMÓN DE FLIUNTE se burla de las disputas entre poetas librescos «en la jaula de las Musas» de Alejandría (Suppl. Hell. 786 = ATENEO, I 22d).

28 Epigr. VI, VII, XXII, XXVII, XXVIII; Yambos (frags. 194, 203); frags. 380, 398, 465, 604.

29 Como alusiones polémicas las entendía U. von WILAMOWITZ, Hellenistische Dichtung II, Berlín, 1924, págs. 168-183; y C. CORBATO, Riprese callimachee in Apollonio Rodio, Trieste, 1955.

30 Tolomeo III Evérgetes, que se había educado bajo su tutela y accedió al trono en el 247/6 a. C., nombró para el cargo a Eratóstenes de Cirene.

31 Vv. 285 ss., 516-523, 543, 726-727, 788-789, 801-803. Que las citas de los escolios correspondan sólo al canto I puede deberse a un hecho accidental, el acortamiento del corpus de escolios para los siguientes libros. Por lo demás, resulta imposible saber si otras variantes no se deben al proceso de transmisión y también remontan al autor.

32 H. FRÄNKEL (Einleitung zur kritischen Ausgabe der Argonautika des Apollonios, Gotinga, 1964, págs. 7-11) supone que hubo una circulación clandestina de las sucesivas redacciones del texto sin autorización del poeta (tal como sucedió con las Metamorfosis de OVIDIO). También puede pensarse en ediciones sucesivas corregidas por el autor; o en una edición parcial de la obra (canto I o cantos I-II).

33 Cf. M. FANTUZZI, «Varianti d’autore nelle Argonautiche», Ricerche su Apollonio Rodio, Roma, 1981, 87-120.

34 Cf. Β. SCHMID, Studien zu griechischen Ktisissagen, T. Doct., Friburgo, 1947, págs. 64 sigs.

35 Cf. CALÍMACO, Himno VI 24 ss.; DIODORO SÍCULO, V 61, 2.

36 Cf. OVIDIO, Met. IX 450-665.

37 Cf. PARTENIO, Narr. Am. I. Sobre la Fundación de Cauno, cf. F. CASSOLA, Par. del Pass. 12 (1957), 192-209.

38 Narr. Am. XXI = frag. 12 POWELL.

39 Citados en ANTONINO LIB., 23.

40 XIV 657.

41 Para este aspecto de su actividad, cf. R. PFEIFFER, Hist. Fil. Clás. I, págs. 262-270.

42 Una exposición más completa de la leyenda puede verse en los mitógrafos antiguos (por ej. APOLODORO, Bibl. I 9, 1-28) y en tratados o diccionarios de mitología: H. J. ROSE, Mitología griega, Barcelona, 19732; A. RUIZ DE ELVIRA, Mitología clásica, Madrid, 1975; P. GRIMAL, Diccionario de mitología griega y romana, Barcelona, 1965.

43 Cf. C. GARCÍA GUAL, «El argonauta Jasón y Medea. Análisis de un mito y su tradición literaria», Habis 2 (1971), 85-107 (págs. 97 sigs.); M. CAMPS, «Apolonio de Rodas y el cuento popular», Actas del VII Congr. Esp. Est. Clás. II, Madrid, 1989, 111-115; A. MOREAU, Le mythe de Jason et Médée, París, 1994, págs. 251 sigs.

44 Cf. K. MEULI, Odyssee und Argonautika, Berlín, 1921, págs. 1-24; y la crítica de L. RADERMACHER, Mythos und Sage bei den Griechen, Viena, 1938, págs. 187 sigs.

45 Cf. RE II 1, cols. 786 sigs.; L. RADERMACHER, Mythos und Sage..., págs. 139-213; C. GARCÍA GUAL, «El argonauta Jasón y Medea...»; F. DESBORDES, Argonautica. Trois études sur l’imitation dans la littérature antique, Bruselas, 1979, págs. 7-41 ; A. MOREAU, Le mythe...

46 CH. PELLECH, Die Argonauten. Eine Weltkulturgeschichte des Altertums, Frankfurt, 1992. Si esta idea general puede resultar sugerente, su desarrollo es un ejercicio de la más disparatada imaginación, que hace el libro nada recomendable.

47 Escolios a APOLONIO DE RODAS, I 256-259, II 1144-1145a; IV 115-117b; DIODORO SÍC, IV 40-55. Para Dionisio, Kriós («carnero» en griego) sería el nombre de un pedagogo de Frixo que, enterado del peligro, le sugirió que huyera; Drákōn («dragón» en griego) sería en realidad el nombre del guardián que custodiaba el vellocino; etc. En la misma línea, cf. PALÉFATO, 30.

48 Cf. L. RADERMACHER, Mythos und Sage..., págs. 187 sigs.

49 I 2, 2-3. En IV 145 ss. narra la fundación de Cirene por descendientes de los argonautas.

50 I 2, 39. En la misma línea está la curiosa noticia de APIANO (Mitrídates 103): los ríos de la Cólquide arrastran pepitas de oro que las gentes recogen poniendo vellones en la corriente (así el áureo vellocino de Eetes).

51 Sobre la tradición literaria del mito, cf. F. VIAN I, págs. XXVI-XXXIX; C. GARCÍA GUAL, Mitos, viajes, héroes, Barcelona, 1981, págs. 77-120; P. DRÄGER, Argo Pasimelousa, Stuttgart, 1993.

52 VII 467-471, XXI 40-41, XXIII 745-747.

53 XII 69-72 y X 135-139, respectivamente.

54 I 2, 38-40.

55 Cf. Κ. MEULI, Odys. und Arg., págs. 82 sigs.

56 Vv. 956-962, 992-1002.

57 Frags. 40, 68, 138, 150-151, 155-157, 241, 254-256, 263 MERK.-WEST, entre otros.

58 Cf. G. L. HUXLEY, Greek epic poetry, Londres, 1969, págs. 60 sigs.; Fragmentos de épica griega arcaica [ed. A. BERNABÉ], Madrid (Β. C. G. 20), 1979, págs. 246 sigs.

59 Frags. 1, 3, 5 BERNABÉ.

60 Frags. 1-9 BERNABÉ.

61 Su obra se llamaba Construcción de la Argo y navegación de Jasón a la Cólquide (DIÓGENES LAERCIO, I 10, 5). Cf. frags. 1-2 KINKEL (y 3 Β 7 DIELS-KRANZ).

62 Frag. 11 DIEHL.

63 Cf. Lírica griega arcaica [ed. F. R. ADRADOS], Madrid (B. C. G. 31), 1980, págs. 182 sigs.

64 Frags. 544-548, 564, 568, 576 PAGE.

65 Recuérdese la batalla que VALERIO FLACO describe en el canto VI, mientras que Apolonio prescinde de la opción bélica en su epopeya.

66 En las Naupactias la diosa infundía a Eetes el deseo de yacer con su esposa, permitiendo así la huida de Jasón con Medea y el vellocino (frags. 6-7 BERNABÉ), mientras en APOLONIO es Eros, inducido por Afrodita, quien enciende con sus flechas el amor de Medea en un cuadro de gran belleza plástica (III 275-298).

67 Cf. Β. DEFORGE, «Eschyle et la légende des Argonautes», Rev. Ét. Gr. 100 (1987), 30-44.

68 Cf. SÓFOCLES, Fragmentos [ed. J. M. LUCAS], Madrid (B. C. G. 62), 1983.

69 Para una información más detallada, cf. É. DELAGE, La Géographie dans les Argonautiques d’Apollonios de Rhodes, Burdeos-París, 1930, págs. 60-67; L. PEARSON, «Apollonius of Rhodes and the old geographers», Am. Jour. Phil. 59 (1938), 443-459.

70 Para las representaciones del mito en el arte arcaico puede verse el material reunido y comentado por M. VOJATZI, Frühe Argonautenbilder, Würzburg, 1982; para las de época imperial, V. GAGGADIS-ROBIN, Jason et Médée sur les sarcophages d’époque impériale, Roma, 1994; y en general R. BLATTER, Lex. Icon. Myth. Class. II, 1984, s.v. «Argonautai», págs. 591-599, láms. 430-433.

71 Arca de Cípselo: PAUSANIAS, V 17, 9-11.

72 PAUS., III 18, 15; V 17, 11.

73 Evocan la muerte de éste a manos de Medea bajo el pretexto de rejuvenecerlo, como efectivamente había hecho con Esón (Nostoi, frag. 6 BERNABÉ).

74 Cf. Β. WYSS, Antimachi Colophonii reliquiae, Berlín, 1936, frags. 56-65. Los escolios a APOLONIO (I 77-78, 587, 623-626a) mencionan también unas Argonáuticas de CLEÓN DE CURIO que nuestro poeta ha seguido en varios lugares, pero nada más sabemos de esta obra.

75 Cf. escolios a APOLONIO DE RODAS, I 1037-1038b; F. VIAN I, págs. 28-38.

76 Cf. F. VIAN III, págs. 29-46; V. KNIGHT, The Renewal of Epic, Leiden, 1995, págs. 122-266. Igualmente el episodio de Libia (IV 1240-1622) combina en su relato versiones tomadas de Píndaro, Heródoto, Timeo (Diodoro Sículo) y Licofrón, así como diversas tradiciones locales. Cf. F. VIAN III, págs. 57-64; Ε. LIVREA, «L’episodio líbico nel quarto libro delle Argonautiche di Apollonio Rodio», Quad. Arch. Libia 12 (1987), 175-190.

77 Cf. F. VIAN III, págs. 21-23; y en particular F. STÖSSL, Apollonios Rhodios. Interpretationen zur Erzählungskunst und Quellenverwertung, Berna-Leipzig, 1941, págs. 95-126, quien ha destacado la deuda de Apolonio con la tragedia.

78 Luego serán completados en diversos lugares del poema de acuerdo con las necesidades del lector y del propio relato, cf. FRÄNKEL, Noten..., págs. 24-31.

79 Cf. A. HURST, Apollonios de Rhodes, manière et cohérence, Roma, 1967, págs. 37-44; J. J. CLAUSS, The best of the Argonauts, Berkeley-Los Ángeles-Oxford, 1993, págs. 14-25.

80 Cf. P. HÄNDEL, Beobachtungen zur epischen Technik des Apollonios Rhodios, Múnich, 1954, págs. 15-26; F. VIAN I, págs. 4-10; M. VÍLCHEZ, «Estructura literaria y métrica en la poesía de catálogo helenística», Emérita 16 (1985), 67-94.

81 A éstos debe sumarse Jasón (I 228). La Argo era un pentecóntero, un navío para cincuenta remeros, a los que se añaden el piloto Tifis, Orfeo, que actúa de cómitre, y el jefe Jasón, además de Acasto y Argos, que se unen a la expedición inesperadamente en el último momento (I 224-227, 321-328).

82 Así lo ha señalado, a propósito del episodio de Ámico, A. R. ROSE, «Three narrative themes in Apollonios’ Bebrykian episode», Wien. Stud. 18 (1984), 115-135.

83 Cf. D. Ν. LEVIN, Apollonius’ Argonautica re-examined, Leiden, 1971, págs. 87-109; F. VIAN I, págs. 28-38; M. VALVERDE, El aition en las Argonáuticas de Apolonio de Rodas, Murcia, 1989, págs. 165-184.

84 IV 1333-1336, 1411-1421, 1597-1600, 1701-1705. Cf. F. VIAN III, pág. 55.

85 En este aspecto han insistido trabajos como los de A. HURST, Apollonios..., que advierte una estructura simétrica o recurrente en los segmentos narrativos del poema; P. THIERSTEIN, Bau der Szenen in den Argonautika des Apollonios Rhodios, Berna, 1971, que analiza determinadas secuencias en escenas y grupos escénicos; y J. J. CLAUSS, The best of the Argonauts, que observa la composición anular en los episodios del canto I.

86 Acerca del monólogo en Apolonio, como forma de confrontación entre personaje y situación, y su modelo euripideo, cf. G. PADUANO, «Struttura e signifícato del monologo in Apollonio Rodio», Quad. Urb. C. C. 9 (1970), 24-66.

87 Para esta división, cf. F. VIAN II, pág. 4.

88 Para más detalle cf. M. VALVERDE, «En torno a la estructura y el contenido de las Argonáuticas de Apolonio de Rodas», Myrtia 3 (1988), 119-156, con bibliografía.

89 Cf. J. F. CARSPECKEN, «Apollonius Rhodius and the Homeric Epic», Yale Class. Stud. 13 (1952), 33-143 (págs. 108-112).

90 Cf. F. MEHMEL, Virgil und Apollonius Rhodius, Hamburgo, 1940, págs. 1-30.

91 G. ZANKER, «The love theme in Apollonius Rhodius’ Argonautica», Wien. Stud. 13 (1979), 52-75, llega a considerar el amor como el tema principal de toda la epopeya. Cf. también G. GIANGRANDE, «La concepción del amor en Apolonio Rodio», La épica griega y su influencia..., Madrid, 1993, 213-233; R. HUNTER, The Argonautica of Apollonius. Literary Studies, Cambridge, 1993, págs. 46-74.

92 Cf. II 946-954, II 1231-1241, III 997-1004 y IV 430-434, IV 566-569, IV 1731-1745.

93 En el episodio de Ámico (II 145-153), entre los mariandinos (II 772-795), durante la navegación frente a Heraclea (II 911-914, 955-957, 964-969), ante las aves de Ares (II 1052-1058) y en Libia (IV 1393-1482).

94 Cf. P. HÄNDEL, Beobachtungen..., págs. 27 sigs.; M. G. PALOMBI, «Apollonio e il Dodecathlon», Prometheus 11 (1985), 126-136.

95 La concordia está presente en la asamblea para elegir jefe (I 338-350), reaparece en la elección del piloto y la distribución de los bancos (I 394-401), así como en la elección más compleja del segundo piloto (II 864-898); e incluso las diferencias que surgen a veces por las violentas reacciones de Idas (como en I 462-494 y III 556-566) o a raíz del abandono de Heracles (I 1329-1344) redundan finalmente en una consolidación de la concordia entre los héroes. Cf. F. VIAN, Gnomon 46 (1974), pág. 349.

96 Cf. D. Ν. LEVIN, Apollonius’ Argonautica re-examined, págs. 13-23.

97 El reciente estudio de L. NYBERG (Unity and Coherence. Studies in Apollonius Rhodius’ Argonautica and the Alexandrian epic tradition, Lund, 1992), aunque con notables carencias bibliográficas, insiste sobre algunos de estos leitmotifs.

98 Algunos autores han tratado de hallar también en las Argonáuticas una unidad de tipo ideal o metafísico. Así G. LAWALL, «Apollonius’ Argonautica: Jason as anti-hero», Yale Class. Stud. 19 (1966), 119-169, concibe el poema entero como el proceso de formación, a través de una serie de pruebas, de un nuevo tipo de héroe, práctico e inmoral, opuesto a modelos heroicos tradicionales. Por su parte T. M. KLEIN, «Apollonius’ Jason, hero and scoundrel», Quad. Urb. C. C. 42 (1983), 115-126, ha creído ver en Jasón el reflejo de una actitud escéptica del poeta.

99 Un estudio sistemático de esta técnica en el poema puede verse en M. FUSILLO, Il tempo delle Argonautiche, Roma, 1985, págs. 23-158.

100 Para más detalle, cf. M. VALVERDE, «El discurso-programa en la técnica anticipatoria de Apolonio Rodio», Emerita 56 (1988), 217-227; y «Las instrucciones de Medea como discurso-programa en A. R. III 1026-62», Actas VII Cong. Esp. Est. Clás. II, Madrid, 1989, 357-363.

101 Puede verse un cuadro de correspondencias en F. VIAN I, págs. 120 sigs.

102 Cf. F. VIAN, Gnomon 46 (1974), pág. 348.

103 Para todo el epígrafe, cf. M. FUSILLO, Il tempo delle Argonautiche; P. H. GUMMERT, Die Erzählstruktur in den Argonautika des Apollonios Rhodios, Frankfurt, 1992.

104 Sobre los antecedentes de la expedición el poeta dosifica en cada momento la información estrictamente necesaria: así en I 5-17 y en II 1141-1153, por ejemplo.

105 Cf. F. VIAN II, pág. 5; y P. H. GUMMERT, Die Erzählstruktur..., págs. 65-72.

106 Cf. M. VALVERDE, «El discurso-programa...»; M. FUSILLO, Il tempo delle Argonautiche, págs. 99 sigs. Para un análisis de las anticipaciones en relación con el suspense, cf. G. E. DUCKWORTH, Foreshadowing and suspense in the epics of Homer, Apollonius and Vergil, Princeton, 1933.

107 En los episodios de Lico y de Circe el poeta resume los avatares de la expedición hasta ese punto (II 762-771 y IV 730-738).

108 P. HÄNDEL (Beobachtungen..., págs. 34 sigs.) señaló ya el gusto de Apolonio por los excursus mitológicos.

109 Cf. M. VALVERDE, El aition en las Argonáuticas.

110 Sobre la importancia de lo descriptivo en la narración de Apolonio insiste K. THIEL, Erzählung und Beschreibung in den Argonautika des Apollonios Rhodios, Stuttgart, 1993.

111 Cf. M. F. WILLIAMS, Landscape in the Argonautica of Apollonius Rhodius, Frankfurt, 1991.

112 Cf. G. ZANKER, Realism in Alexandrian Poetry, Londres, 1987.

113 Acerca del realismo en la descripción física y biológica de los personajes, cf. M. LOMBARDI, «Aspetti del realismo nelle Argonautiche di Apollonio Rodio», Orpheus 6 (1985), 250-269.

114 Sobre la influencia del arte helenístico en la poesía, cf. M. Á. ELVIRA, «Apolonio de Rodas y la pintura del primer Helenismo», Arch. Esp. Arq. 50-51 (1977-78), 33-46; T. B. L. WEBSTER, Hellenistic Poetry and Art, Londres, 1964 (en especial págs. 156-177).

115 Cf. D. Ν. LEVIN, Riv. Fil. Istr. Class. 98 (1970), 17-36; H. A. SHAPIRO, «Jason’s Cloak», Trans. Am. Phil. Ass. 110 (1980), 263-286. La descripción de obras de arte gozó de gran fortuna en la poesía helenística: cf. F. MANAKIDOU, Beschreibung von Kunstwerken in der hellenistischen Dichtung, Stuttgart, 1993 (para Apolonio, véanse págs. 102-173).

116 Cf. J. F. CARSPECKEN, «Apollonius Rhodius and the Homeric Epie», Yale Class. Stud. 13 (1952), 33-143 (págs. 58-99); H. P. DRÖGEMÜLLER, Die Gleichnisse in hellenistischem Epos, Hamburgo, 1956; M. VÍLCHEZ, «La estructura formal de la comparación en las Argonáuticas de Apolonio de Rodas», Emerita 57 (1989), 5-35.

117 Además de M. FUSILLO, Il tempo delle Argonautiche, págs. 347-396, puede verse CH. R. BEYE, Epic and romance in the Argonautica of Apollonius, Illinois, 1982, págs. 13 sigs.; S. GOLDHILL, The poet’s voice, Cambridge, 1991, págs. 284-333.

118 Por ejemplo I 765-767. Cf. C. S. BYRE, «The narrator’s adresses to the narratee in Apollonius Rhodius’ Argonautica», Trans. Am. Phil. Ass. 121 (1991), 215-227.

119 Cf. M. VALVERDE, El aition en las Argonáuticas, págs. 115-143.

120 Este aspecto ha sido destacado por H. FRÄNKEL, «Das Argonautenepos des Apollonios», Mus. Helv. 14 (1957), 1-19.

121 Cf. M. VALVERDE, El aition en las Argonáuticas, en especial págs. 292 sigs. y 115 sigs.

122 Cf. G. ZANKER, Realism in Alexandrian Poetry, cit.

123 Sobre la geografía del poema, cf. É. DELAGE, La géographie dans les Argonautiques d’Apollonios de Rhodes, Burdeos-París, 1930; L. PEARSON, «Apollonius of Rhodes and the old geographers», Am. Jour. Phil. 59 (1938), 443-459.

124 Por ejemplo en II 1266-1270.

125 Cf. F. VIAN III, págs. 16-20; M. BRIOSO, «Observaciones sobre el retorno de los argonautas en Apolonio de Rodas», Actas I C. And. Est. Clás., Jaén, 1982, págs. 156-159.

126 Pueden verse los cuadros de F. VIAN I, págs. 17-19, 117-119, y III, págs. 11-13.

127 Odisea IX 82 s.; cf. X 28; XII 447; XIV 314.

128 Pítica IV 25-27.

129 Algunos ya han sido realizados (I 124-131, II 777-779, II 1052-1057, I 1195 y IV 1438, IV 1404) y otros habrán de serlo (I 1317-1320 y 1347-1348, IV 1396-1407 y 1433-1435). Cf. F. VIAN I, pág. 8; M. G. PALOMBI, Prometheus 11 (1985), 126-136.

130 I 349, 1000; II 122.

131 Además su significación resulta comprometida: la primera supone un trágico error; la última, un engaño. La arenga de Jasón a sus compañeros (IV 190-206), expresada en términos que recuerdan la exhortación de un jefe a sus tropas antes de la batalla, incita en realidad a una rápida huida y también encierra ironía. Cf. H. FRÄNKEL, Noten, págs. 468-472; KNIGHT, The Renewal of Epic, págs. 82-121.

132 Cf. G. LAWALL, «Jason as Anti-Hero...», págs. 123-148.

133 Esta visión negativa del personaje puede leerse, por ejemplo, en A. HEISERMAN, The novel before the novel, Chicago, 1977, págs. 3-29.

134 G. LAWALL, «Jason as Anti-Hero...».

135 T. M. KLEIN, «Apollonius’ Jason...».

136 Cf. H. FRÄNKEL, «Ein Don Quijote unter den Argonauten des Apollonios», Mus. Helv. 17 (1960), 1-20; F. VIAN, Studi Ardizzoni, Roma, 1978, 1023-1041; R. HUNTER, The Arg., Lit. Stud., págs. 8-45; J. J. CLAUSS, The Best of the Argonauts.

137 También Ulises y sus compañeros se sienten dominados por la impotencia ante el cíclope Polifemo (Od. IX 295).

138 Él mismo declara que no posee altas ambiciones: I 901-903, III 386-390.

139 Como jefe del grupo su responsabilidad es mayor que la de los demás (II 631-638).

140 I 774-781; III 443-444, 919-925, 956-961. Este aspecto ha llevado a considerar a Jasón como un héroe de amor: cf. C. R. BEYE, «Jason as love-hero in Apollonios’ Argonautica», Greek, Rom. and Byz. Stud. 10 (1969), 31-55.

141 Cf. H. FRÄNKEL, «Ein Don Quijote...».

142 Cf. Ε. PHINNEY, «Narrative unity in the Argonautica, the Medea-Jason romance», Trans. Am. Phil. Ass. 98 (1967), 325-341; G. PADUANO, Studi su Apollonio Rodio, Roma, 1972, págs. 61 sigs.; A. R. DYCK, «Medea in book 4 of the Argonautica», Hermes 117 (1989), 455-470.

143 Cf. Ε. VALGIGLIO, «Motivi arcaici ed euripidei nelle figure di Giasone e di Medea nelle Argonautiche di Apollonio Rodio», Riv. Stud. Clas. 18 (1970), 325-331.

144 Para los personajes femeninos del poema puede consultarse S. A. NATZEL, Kléa gynaikôn. Frauen in den ‘Argonautika’ des Apollonios Rhodios, Tréveris, 1992.

145 Sobre el tema, cf. P. HÄNDEL, «Die Götter des Apollonios als Personen», Miscellanea Rostagni, Turín, 1963, 363-381; R. HUNTER, The Arg., Lit. Stud., págs. 75-100; V. KNIGHT, The Renewal of Epic, págs. 267-305.

146 Cf. D. C. FEENEY, The Gods in Epic, Oxford, 1991, págs. 58-69.

147 Cf. F. VIAN II, págs. 14-15.

148 Sobre el papel de Hera en el poema, cf. M. CAMPBELL, Studies in the Third Book of Ap. Rh’. Argonautica, Hildesheim, 1983, págs. 50-56.

149 Muy diferente se presenta el paso de las Planetas en IV 920 ss., donde los héroes conocen de antemano la ayuda divina y las Nereidas salvan la nave como en un juego de niñas.

150 Cf. G. MARXER, Die Sprache des Apollonios Rhodios in ihren Beziehungen zu Homer, Tesis doct., Zúrich, 1935; C. MUGLER, Rev. Ét. Gr. 54 (1941), 1-18; G. GIANGRANDE, «Aspects of Apollonius Rhodius’ language», Scripta minora Alexandrina I, Amsterdam, 1980, 289-309, así como otros artículos del autor reunidos en el mismo volumen.

151 Cf. un inventario en M. CAMPBELL, Echoes and imitations of early epic in Apollonius Rhodius, Leiden, 1981.

152 Por ejemplo, el llamado libre uso de los pronombres en cuanto a número y persona.

153 Cf. A. RENGAROS, Der Homertext und die hellenistischen Dichler, Stuttgart, 1993, que defiende el uso de las ediciones alejandrinas de Homero por parte de Apolonio y Calimaco, en contra de la tesis de H. ERBSE, Hermes 81 (1953), 163-196; A. RENGAROS, Apollonios Rhodios und die antike Homererklarung, Múnich, 1994; y, desde una perspectiva estilístico-literaria, P. KYRIAKOU, Homeric hapax Legomena in the Argonautica of Apollonius Rhodius, Stuttgart, 1995.

154 Cf. H. FRÄNKEL, Noten..., págs. 6-19; H. C. R. VELLA, Enjambement and some metrical technicalities in Apollonius of Rhodes, Harare, 1982; L. CAÑIGRAL, Estudios estilístico-métricos sobre Apolonio de Rodas, Tesis doct., Madrid, 1988.

155 Cf. G. W. ELDERKIN, «Repetition in the Argonautica of Apollonius», Am. Jour. Phil. 34 (1913), 198-201; M. G. CIANI, «Ripetizione ‘formulare’ in Apollonio Rodio», Boll. Ist. Fil. Gr. 2 (1975), 191-208; M. FANTUZZI, Ricerche su Apollonio Rodio, Roma, 1988.

156 Cf. M. VÍLCHEZ, «El epíteto en Apolonio de Rodas: tradición e innovación», Emerita 54 (1986), 63-101.

157 Para más detalle cf. M. VALVERDE, «Las instrucciones de Medea como discurso-programa en A. R. III 1026-62», Actas VII Congr. Esp. Est. Clás. II, Madrid, 1989, 357-363. Algunos ejemplos de repetición al estilo homérico, partes de discurso reproducidas literalmente por el mensajero, constituyen significativas excepciones: I 705-707 ≃ 714-716, III 409-410 ≃ 495-496, IV 1107 ≃ 1119, IV 1325-1328 ≃ 1353-1356.

158 Cf. G. GIANGRANDE, «Arte allusiva and Alexandrian epic poetry», Class. Quart. 17 (1967), 85-97; M. G. CIANI, «Poesia come enigma», Scritti C. Diano, Bolonia, 1975, 77-111.

159 Ahora puede verse M. LOMBARDI, Antimaco di Colofone. La poesia epica, Roma, 1993.

160 Entre los poetas cabe destacar a Riano de Creta. Sobre esta producción perdida, cf. Κ. ZIEGLER, Das hellenistische Epos, Leipzig, 19662, volumen ahora enriquecido con otras aportaciones en la versión italiana, L’epos ellenistico, Bari, 1988; L. GIL, «La épica helenística», Estudios sobre el mundo helenístico, Sevilla, 1971, 91-120; R. HÄUSSLER, Das historische Epos der Griechen und Römer I, Heidelberg, 1976.

161 Esta forma contaba ya con algún precedente, como el Escudo hesiódico. Acerca de la problemática y características del epilio, cf.’ W. ALLEN, «The epyllion. A chapter in the history of literary criticism», Trans. Am. Phil. Ass. 71 (1940), 1-26; K. J. GUTZWILLER, Studies in the Hellenistic Epyllion, Königstein, 1981.

162 Desde luego resulta absurdo reducir el ideario poético de Calímaco a una contraposición entre épica extensa, a la manera cíclica, y épica breve (epilio), como se ha hecho a menudo. Más información sobre el tema en A-2, «Apolonio y Calímaco». Precisiones críticas interesantes en M. BRIOSO, «Sobre la poética y los límites del Helenismo», Excerp. Phil. 1 (1991), 93-111.

163 En este sentido, cf. G. SERRAO, «La genesi del poeta doctus e le aspirazioni realistiche nella poetica del primo ellenismo», Studi Ardizzoni, Roma, 1978, 909-948, si bien la conclusión del autor, que el poema supone un retorno a la épica tradicional, no es admisible.

164 Sobre la no adecuación del poema a los principios aristotélicos, cf. P. H. GUMMERT, Die Erzählstruktur..., págs. 13-35.

165 Una posición extrema en esta línea adopta el reciente estudio de M. M. DEFOREST, Apollonius’ ‘Argonautica’: A Callimachean Epic, Leiden, 1994.

166 En este sentido cf. Α. KÖHNKEN, Apollonios Rhodios und Theokrit, Gotinga, 1965; F. VIAN 1, págs. 38-49, 133-141. A favor de la prioridad de Apolonio, cf. G. SERRAO, Studi su Teocrito, Roma, 1971, págs. 109-150; Β. EFFE, «Die Hylas-Geschichte bei Theokrit und Apollonios Rhodios», Hermes 120(1992), 299-309.

167 Además de las obras citadas, cf. H. FRÄNKEL, «Apollonius Rhodius as a narrator in Arg. II 1-140», Trans. Am. Phil. Ass. 83 (1952), 144-155.

168 Cf. F. VIAN III, págs. 34-35, 66-67. En Aitia IV (frags. 108-109) se trataba también la escala de Cícico.

169 Cf. R. PFEIFFER, Callimachus II, págs. XXXVI sigs.

170 Himno a Ap. 97-113 ≃ Arg. II 705-713, III 786 s., 932 s.

171 Para la discusión, cf. E. EICHGRÜN, Kallimachos und Apollonios Rhodios, págs. 110-139.

172 Cf. M. VALVERDE-I. VÁZQUEZ, «Varrón Atacino, traductor de las Argonáuticas», Est. Román. 5 (Hom. L. Rubio II, Murcia, 1988), 1395-1401.

173 Cf. H. VENZKE, Die orphischen Argonautika in ihrem Verhältnis zu Apollonios Rhodios, Berlín, 1941.

174 Cf. Suda, s. ν. Marianós.

175 Cf. W. W. BRIGGS, «Virgil and the Hellenistic Epic», Auf. Nied. Röm. Welt II 31, 2, 948-984; R. HUNTER, The Arg. Lit. Stud., págs. 170-189. Precisamente la comparación de Apolonio con Virgilio ha acarreado con frecuencia a nuestro poeta un juicio desfavorable: ya Macrobio (Sat. V 17, 5) consideraba la Dido virgiliana mejor lograda que la Medea de Apolonio.

176 Cf. A. ARCELLASCHI, Médée dans le théâtre latin d’Ennius à Sénèque, Roma, 1990.

177 «Aequali quadam mediocritate» (Inst. Oral. X 1, 54).

178 Cf. G. RESTA, Apollonio Rodio e gli umanisti, Roma, 1980.

179 Cf. E. R. CURTIUS, «La nave de los argonautas», Ensayos críticos sobre la literatura europea, Barcelona, 19722, 504-534; F. E. DOMÍNGUEZ, The Medieval Argonautica, Potomac, 1979.

180 Sobre la historia del texto, cf. H. FRÄNKEL, Einleitung zur kritischen Ausgabe der Argonautika des Apollonios, Gotinga, 1964, págs. 55-91; Id., Praefatio critica a su edición; y sobre todo F. VIAN I, págs. XL-XC.

181 Cf. M. W. HASLAM, «Apollonius Rhodius and the papyri», Illin. Class. Stud. 3 (1978), 47-73.

182 Puede verse el aparato de Testimonia en la edición de F. VIAN.

183 De ella tenemos noticia por una carta de Quevedo y por un documento del propio Mariner: Apollonii Rhodii Argonautica, Vicentio Marinerio Valentino interprete. Cf. M. MENÉNDEZ PELAYO, Biblioteca de traductores españoles, III, Madrid, 1953, págs. 27, 32, 39. Por otra parte, en el ms. 9807 de la Biblioteca Nacional se conserva su traducción latina de las dos Vitae y de las dos Hypotheseis, así como la Praefatio a su traducción de la obra (págs. 169-174, 994-998).

184 La Argonáutica. Poema épico de Apolonio Rodio traducido del original griego en verso castellano por Ipandro Acaico, tomo primero, Madrid, 1919. La traducción es bastante libre, casi una recreación, como el propio autor reconoce en el prólogo (pág. XI) al justificar el metro elegido: «La octava rima, aunque algunos giros se trastornen, algunos epítetos se omitan, algunas frases se trasporten de una estrofa a otra, suena mejor al oído, agrada a doctos e ignorantes y, sin desdeñar la gramática, revela más los encantos de la poética». Para que el lector pueda hacerse una idea, reproducimos aquí como muestra la primera octava:

Empezando por ti, Febo divino,

Cantaré de los héroes los loores

Que a conquistar el áureo vellocino

En tiempos a estos siglos anteriores

Pasaron por la Boca del Euxino

De sus móviles rocas vencedores,

Y obedientes de Jolcos al Monarca

Zarparon en el Argo, insigne barca.

185 Épica Helena Post-Homérica, México, 1963, págs. 317-463. La versión está hecha sobre la edición de R. C. SEATON.

186 El mismo C. GARCÍA GUAL había publicado antes una versión del canto III (Supl. Est. Clás. 8, 1969, 277-321).

Argonáuticas

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