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Presentación del masaje

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¿Qué es un masaje?

 Presentación

El masaje es, seguramente, la forma más antigua de terapia natural. Algunos autores afirman que el gesto de llevar la mano sobre una zona sensible y frotar resulta innato en el ser humano. Practicado tanto en Oriente como en Occidente, el masaje se remonta a la noche de los tiempos.

En la India y en Asia en general, forma parte de la cotidianidad y se inscribe en los hábitos vitales de las personas. En Occidente, se considera un lujo, un acto especial y poco frecuente.

El masaje toma formas múltiples, como veremos en la presentación de los distintos masajes del mundo. Sus virtudes son innumerables: además del placer que procura, tiene efectos terapéuticos, pero también preventivos, para mantener el cuerpo en buen estado de salud.

 Tipos de masaje

Existen diferentes formas de masaje. Algunas se practican por encima de la ropa, como el masaje tradicional tailandés o el shiatsu japonés; otras se realizan con gran cantidad de aceites, como en la India, donde adquieren diferentes nombres, formas y colores; la reflexología únicamente se interesa por los pies, mientras que el lomi-lomi hawaiano, que sólo utiliza los codos, no resulta tan sosegado.

En Asia, el masaje recibe el nombre de energético, utiliza la acupresión y tiene efectos equilibrantes. En Occidente, el masaje más conocido es el sueco, que relaja y actúa contra el estrés y la tensión.

Los masajes pueden clasificarse también como emocionales, psicocorporales, linfáticos, circulatorios… Son tan variados como las necesidades humanas.

 ¿Por qué tomar un masaje?

El objetivo del masaje es restablecer el equilibrio y la armonía entre un espíritu, a menudo atormentado, y un cuerpo tenso. Ayuda a reconciliarse con uno mismo y a no negar el propio cuerpo.

Efectos beneficiosos del masaje

El masaje distiende los músculos y mejora la circulación sanguínea y linfática. Drena los residuos y las toxinas acumuladas en los tejidos. Asimismo, reduce el estrés, ofreciendo una prolongada sensación de placer y bienestar. El masaje actúa sobre el organismo a diferentes niveles:

– aumenta la movilidad de las articulaciones;

– mejora el sueño;

– incrementa la capacidad respiratoria;

– desarrolla la percepción y conciencia del propio cuerpo;

– refuerza la salud de la piel favoreciendo la regeneración celular;

– alivia el dolor de espalda;

– mejora el tránsito intestinal, si se realiza en el vientre.

Antes del masaje

La preparación de una sesión de masaje constituye una etapa muy importante debido a que condicionará, en parte, la satisfacción que vayan a obtener tanto quien lo practica como quien lo recibe.

 Un entorno propicio

Un masaje debe despertar el cuerpo y el espíritu. Tras él, quien lo recibe debe tener el espíritu claro y el cuerpo relajado.

Muchos elementos contribuirán a la creación de esta sensación de bienestar: una temperatura agradable en la habitación donde se efectuará el masaje, toallas suaves, quizás algo de calefacción, una sábana, si es necesario, y buena ventilación.

Es indispensable cubrir sistemáticamente las partes del cuerpo sobre las que no se realizará el masaje, particularmente aquellas zonas en las que se acaba de dar, con el objetivo de retener el calor de los músculos.


Antes de iniciar el masaje

Es conveniente acordar la duración del masaje con la persona que va a recibirlo. Después, pregúntele sobre su edad, estado de salud y dolencias.

También debe saber si desea recibir masaje sobre algunas partes del cuerpo en concreto y si hay algunas zonas que se deben evitar.

 Accesorios para el masaje

Una camilla es la mejor solución para los masajes con aceites; permite que el masajista maniobre de forma eficaz sin que ni este ni la persona que recibe el masaje sufran molestias.

Las técnicas que se describen en esta obra se llevan a cabo en el suelo, de manera que puedan efectuarlas un gran número de personas y en cualquier sitio. Resulta interesante utilizar un colchón clásico o un futón cubierto con una sábana o una toalla suave.

Cuando la persona que recibe el masaje está tendida boca abajo debe colocarse una toalla enrollada o una almohada debajo de sus pies; de este modo disminuye la presión sobre las rodillas cuando se masajes las piernas. También puede disponerse una toalla enrollada para que apoye la cabeza con el fin de aliviar la tensión del cuello y la garganta.

 Aceites

El aceite para masaje evita el roce y el calentamiento de las superficies en contacto y permite la fluidez de movimientos. El aceite de base acostumbra a ser vegetal. Los más corrientes son los de semillas, uvas o almendras dulces.

Los aceites esenciales, cuya utilización es una cuestión de gusto y sensibilidad, suelen ser bastante fuertes y no deben aplicarse nunca sobre la piel. Pueden utilizarse por separado o mezclados.

Para preparar una mezcla de aceites se necesitan aproximadamente 25 ml de aceite de base y unas gotas de aceite esencial. Esta mezcla debe conservarse en un lugar fresco y en un recipiente herméticamente cerrado.

Bases para un buen masaje

 Estado anímico del masajista

Es necesario iniciar el masaje con espíritu sereno, con el único objetivo de ayudar a quien vaya a recibirlo. Es importante mantener la concentración y atención en todo momento; si no lo consigue, intente centrarse en su propia respiración.

 Las manos del masajista

El masajista debe efectuar las maniobras con las manos extremadamente limpias, a poder ser calientes, y las uñas cortas.

 El tacto

Un tacto cuidadoso y de buena calidad es imprescindible para el bienestar emocional y psíquico.

Un bebé tiene necesidad de contacto físico para desarrollarse y sobrevivir, y todos los adultos conservan en su interior esta relación tan particular con la mano que ofrece seguridad y protección.

Cabe señalar que un masaje es un acto de generosidad, sin la cual queda desnaturalizado.

 La fluidez

Durante el masaje deben mantenerse el ritmo y la fluidez en todos los movimientos y enlaces. ¡Para ello resulta imprescindible tener confianza en uno mismo!

 Cómo aplicar el aceite

Para una mejor utilización del aceite, caliéntelo con antelación entre sus manos y luego extiéndalo sobre la zona en la que aplicará el masaje. La cantidad de aceite debe ser suficiente para permitir que la mano se deslice sin rozamiento. El exceso de aceite impide que la mano presione sobre la piel, por lo que el masaje resulta demasiado superficial.


 Contraindicaciones

Las contraindicaciones del masaje son pocas, lo más importante es proceder siempre con suavidad y delicadeza.

• No debe darse nunca un masaje sobre una herida reciente, una zona inflamada o varices.

• Es importante evitar dar un masaje a una mujer durante los primeros tres meses de embarazo, y nunca se efectuará en la zona baja de la espalda y del abdomen.

Posiciones para realizar un masaje en el suelo

• La mejor manera de proteger la espalda del masajista consiste en mantenerla firme con los brazos estirados. Por otra parte, el masaje se debe realizar en concordancia con la respiración tanto como sea posible. Para estabilizar la posición pueden abrirse las rodillas.

• Con el fin de maniobrar de forma armónica y fluida se puede colocar de rodillas, en genuflexión o sentado sobre los talones.

• Sea cual sea la posición elegida, debe permanecer tan distendido y cómodo como sea posible.

• Para prevenir problemas de espalda debe cambiar de posición a menudo y aprender a desplazarse bien por el suelo.


Sentado sobre los talones


De rodillas apoyado sobre las manos


De rodillas apoyado sobre las manos con una pierna adelantada


El ABC del masaje

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