Читать книгу Amad a vuestros enemigos - Arthur C. Brooks - Страница 5

Оглавление

No somos enemigos, sino amigos. No debemos ser enemigos. Aunque la pasión los haya tensado, no debe romper nuestros lazos de afecto. Los acordes místicos de la memoria, que unen cada campo de batalla y cada tumba de un patriota con los corazones vivos y los hogares a lo largo y ancho de este país, se sumarán al coro de la Unión cuando vuelvan a tocarlos, como sin duda así será, los mejores ángeles de nuestra naturaleza.

ABRAHAM LINCOLN,

Primer discurso de investidura

Amad a vuestros enemigos

Подняться наверх