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ОглавлениеLOS PEDAZOS DE MÁRMOL
Al pie de una cantera
de mármol de Carrara
varios gigantes bloques
restos de una gran ruina semejaban,
mientras otro, movido
por cuerdas y palancas,
a un carro conducían
muchos obreros en alegre zambra.
Diez poderosos bueyes,
uncidos por el asta,
iban la inmensa mole
a llevar a través de la montaña;
y cuando al recibirla
rechinaron las tablas,
oyóse en el espacio
sordo rumor de voces y amenazas.
—¿Por qué nos abandonas?
—las piedras murmuraban—.
¿Qué buscas en tu orgullo
fuera de estas regiones solitarias?
—El hombre me ha elegido
—respondió la arrastrada—
para que al mundo admire,
centinela perpetuo de su fama.
Si hasta hoy he sido roca,
mañana seré estatua;
no tengo yo la culpa
de ser la más hermosa y la más blanca.
—Piedad antes que enojo
en nosotras hallaras,
si cautiva a la fuerza
de tu profanación no hicieras gala.
Pero en vano te engríes,
la vanidad te engaña,
que aun cambiando de forma
piedra serás, cual somos tus hermanas.
Y antes de que te eleves
del vulgo a las miradas,
¡no sabes tú los golpes
de cincel y martillo que te aguardan!
Los hombres en la tierra
son mármoles con alma,
y si éstos al labrarse dejan polvo,
aquéllos dejan lágrimas.
NATURALISMO
Molidos de la jornada
y con hambre, aunque risueños,
dos estudiantes rondeños
llegaron a una posada.
Comenzaba a anochecer
y entrambos, sin vacilar,
acercáronse al hogar
decididos a comer.
Ligera cual una ardilla
rubia moza les previno,
con un buen jarro de vino,
salchichón, pan y tortilla,
que devoraron los dos
sin tener que repetir,
yéndose luego a dormir
en paz y en gracia de Dios.
A la mañana siguiente,
rayando apenas el día,
del ventero en compañía
tomaron el aguardiente;
y a seguida de pagar
los caballos dispusieron,
y alegres como vinieron
se volvieron a marchar.
No será el cuento profundo
ni por él pido mercedes;
pero ¿no lo hallan ustedes
lo más natural del mundo?