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ОглавлениеCAPÍTULO 3
Informe de reparaciones de 1985-86, marcas de agua y compaginación del Códice mendocino
(Oxford, Biblioteca Bodleiana,
MS. Arch. Selden. A. 1)
B. C. Barker-Benfield Biblioteca Bodleiana, University of Oxford
Introducción
El propósito de este capítulo es enriquecer el estudio del Códice mendocino al presentar el siguiente reporte sobre reparaciones, marcas de agua y compaginación, compuesto entre 1985 y 1999 y que hasta ahora no había sido publicado. Este reporte no pretende brindar una detallada descripción física del manuscrito sino más bien recopilar varias observaciones realizadas antes, durante y después de las reparaciones de 1985-86 respecto a la naturaleza física del volumen manuscrito completo MS. Arch. Selden. A. 1, particularmente, respecto al papel y a su compaginación-estructura, y registrar los cambios estructurales menores que se realizaron entonces.
La preocupación por la integridad física del manuscrito durante 1985-86 fue impulsada por la propuesta de realizar una nueva edición facsimilar, proyecto planteado en primera instancia por la University of New Mexico Press en 1985. El 2 de octubre de 1985 se firmó un contrato para el facsímil; y en octubre-noviembre de 1985, el estudio fotográfico de la Biblioteca Bodleiana preparó el conjunto principal de diapositivas (es posible que el conjunto haya incorporado algunas diapositivas anteriores que estaban almacenadas). En 1986, la University of New Mexico Press decidió retirarse del proyecto, pero el acuerdo fue posteriormente asignado (el 21 de julio de 1989) a la University of California Press, que finalmente publicó el facsímil de manera que coincidiera con la celebración del V Centenario de la llegada de Colón a América, en 1992 bajo los editores Frances E. Berdan y Patricia Rieff Anawalt. Con este propósito, lo importante a destacar es que las placas del facsímil de 1992 fueron derivadas de las diapositivas que preceden a casi todas las reparaciones de 1985-86.
Este ensayo se enfoca en cuatro áreas principales: las reparaciones de 1985-86; las marcas de agua identificadas en el cuerpo del Mendocino, así como en las guardas inferiores y las tablas monetarias que, aunque no están incluidas en este facsímil, forman parte de la segunda parte del MS. Arch. Selden. A. 1; los sistemas de numeración, firmas de cuadernillo, foliación y compaginación del manuscrito; y una reconstrucción de la historia de su encuadernación. La sección sobre marcas de agua fue elaborada por quien escribe en 1990 para acompañar su selección de radiografías beta, tal como fueron reproducidas en el facsímil de 1992 (Berdan y Anawalt 1992, 1: 20-23) y que fueron reimpresas en este volumen con algunas modificaciones. Las notas de compaginación y los gráficos a continuación se elaboraron directamente, a partir del manuscrito y de forma independiente del material y el gráfico publicados en el facsímil (1:13-20, esp. Figura 9) por Wayne Ruwet; quien examinó el manuscrito en 1971. Sin embargo, en 1985 Wayne Ruwet y quien escribe intercambiaron comunicaciones sobre algunos aspectos de la encuadernación, las marcas de agua y las hojas de guarda. Observaciones más extensas respecto de las implicaciones de los arreglos, las marcas de agua y la compaginación del Códice mendocino fueron hechas por el editor de este volumen, quien trató la producción y circulación de este documento en su tesis doctoral (Gómez Tejada 2012) y que forman parte de la discusión sobre materialidad en este volumen.
Las reparaciones de 1985-86
En julio de 1985 se realizó un breve estudio de las condiciones del códice, en el cual se indicó que muchos de los bordes estaban gravemente desgastados y que para entonces los folios 71-72 finalmente se habían desprendido. Los folios que necesitaban reparación eran los siguientes: 1, 2, 7, 13, 41, 47, 51, 55, 62, 67, 68, 70, 71; entre estos, los folios 1 (desgarrado, con antiguas reparaciones que causaron un daño mayor), 67 y 70 (con una pequeña pieza en peligro de desprendimiento) necesitaban atención urgente. En consecuencia, entre el 11 y el 18 de julio de 1985, Linda Sutherland, del taller de conservación de la Biblioteca Bodleiana, realizó reparaciones inmediatas, pero en esta primera ocasión solo en los folios 67 (borde delantero central, extremo del río en recto) y 70 (borde de escritura en recto en el borde delantero inferior). Las reparaciones se realizaron con tejidos mínimos (japonés, tengujo) y pegamento seco (almidón de trigo y de papa).
En 1986 se llevó a cabo un programa más extenso de reparación de papel a cargo de Nancy Bell, del taller de conservación de la Biblioteca Bodleiana, en consulta con Christopher Clarkson y Bruce Barker-Benfield. Las reparaciones se mantuvieron al mínimo deliberadamente: no se desencuadernó el volumen y se mantuvo su costura intacta. La mayor parte del trabajo consistía en reforzar los bordes deshilachados con tejido. Sin embargo, el primer y el último cuadernillo del Códice mendocino (parte 1) requirieron una intervención más profunda, inicialmente para contrarrestar el daño causado por las reparaciones anteriores y por las lengüetas, y, finalmente, para reincorporar los folios 71-72. Christopher Clarkson participó de manera activa en estas reparaciones.
Marcas de agua
Parte 1 (folios 1-71). Códice mendocino
El bloque de texto original del Códice mendocino está hecho con un papel que contiene seis patrones de marca de agua, algunos de los cuales se pueden subdividir en sus moldes dobles.
Cuatro de los seis patrones (A-D) muestran un mismo diseño general que Briquet (1968) clasifica bajo el título Homme (Hombre) y el subtítulo Pélerin (Peregrino) (números 7567-7603). Además de las diferencias en la parte inferior, los peregrinos muestran diseños similares, cada uno con su sombrero de ala ancha, su barbilla puntiaguda y su bastón de apoyo. Los ejemplos de Briquet son en su mayoría italianos, pero Valls i Subirà (1980, 2:163–65, 232–35, n.o 212–227) proporciona una serie de ejemplos españoles desde 1500 hasta 1597. Resulta ser que los ejemplos no españoles de documentos sobre peregrinos reproducidos por Briquet proporcionan los paralelos más cercanos a las marcas de agua del Códice mendocino, pero ninguno de estos es idéntico y los documentos son, sin duda, de origen español.
Patrón A: Peregrino
Peregrino mirando a la izquierda (visto desde el lado de la trama), en un círculo; debajo, dos (?) letras mayúsculas de las cuales la primera es “B” y la segunda es ilegible. El paralelo más cercano en los dos repertorios es Briquet 7586 (Provenza 1568), donde las letras son “B F”, pero no es muy similar.
Figura 1. Espécimen: folio 2 solamente (betaradiografía)
Patrón B: Peregrino
Peregrino mirando a la izquierda (visto desde el lado de la trama), en un círculo, sin letras u otros diseños adicionales fuera del círculo. No hay resultados en Valls i Subirà; bastante similar, pero de ninguna manera idéntico a Briquet 7570 (Milán 1567).
Figura 2. Especímenes (no hay una división clara en moldes dobles): folios 4 (betaradiografía), 8, 19
Patrón C: Peregrino
Peregrino mirando a la izquierda (visto desde el lado de la trama), en un círculo; debajo, tres letras, “A M F”. El único ejemplo comparable en los dos repertorios es Briquet 7582 (Milán 1570), con “A M F”: concuerdan bastante bien, pero no son idénticos.
Especímenes: folios 6, 9, 10, 11, 13, 14, 15, 21, 23, 24, 26, 29, 36, 37, 38, 39, 40, 41, 42, 45, 47, 48, 51, 52.
Entre ellos, los especímenes más claros proporcionan ejemplos de al menos dos moldes, por ejemplo:
Figura 3. (i) Folios 6, 29, 36 (betaradiografía), 37, 42, 48. Pantorrillas más redondeadas
Figura 4. (ii) Folios 9, 41, 52 (betaradiografía). Pantorrillas más rectas
Sin embargo, los dos moldes no se diferencian en el gráfico de compaginación de más abajo, ya que algunos especímenes están oscurecidos por la tinta o la pintura, por lo que son difíciles de distinguir.
Patrón D: Peregrino
Peregrino mirando a la izquierda (visto desde el lado de la trama) en un círculo: debajo, dos letras, tal vez “I P”. No aparece ninguna coincidencia de un peregrino con estas letras en Briquet o Valls i Subirà.
Espécimen: folio 71 solamente.
Patrón E: Cruz (latina) en escudo en punta
A cada lado de la cruz, dentro del escudo, hay una letra mayúscula. El diseño tiene sentido en cualquier dirección, pero visto desde el lado de la trama, se leen las letras “F” (?) a la izquierda y “A” a la derecha. Valls i Subirà (1980, 2:129–32, 197–202, n.o 79–101) describe el patrón de escudo como “abundante en toda España”, y proporciona ejemplos desde 1495 a 1600. Briquet reproduce ejemplos de España, Italia y Francia (números 5677-5704, très nombreux). Si el diseño fuese al revés (es decir, al leerlo desde el lado del “fieltro”), el paralelo más cercano, aunque de ninguna manera idéntico, sería Briquet 5678, con las letras “A R” (España, 1576. Var. simil.: Rodez, 1579; Madrid, 1586).
Especímenes, en dos moldes fácilmente distinguibles:
Figura 5. (I) Folios 56 (betaradiografía), 63, 64 (betaradiografía)
Figura 6. (ii) Folios 59, 60, 66, 68
Patrón F: Esfera con estrella de cinco puntas en la parte superior
Similar aunque no idéntica a Briquet 14013 (Angulema 1570). Valls i Subirà no reprodujo ningún ejemplo de este patrón.
Figura 7. Espécimen: folio 69 solamente (betaradiografía)
Primeras guardas asociadas con Parte 1
(contraguarda frontal, folios i-ii, 72)
La firma de Thevet en la antigua hoja de guarda, que es ahora la contraguarda frontal, confirma su fecha del siglo XVI (véase más adelante) y, del mismo modo, la fecha “7 de septiembre de 1587” en el folio ii verso proporciona un terminus post quem non. Esta sólida evidencia de la fecha apoya la conclusión, a partir de los datos físicos de los pliegues y los agujeros de la costura en estas hojas, de que son de fecha anterior a la encuadernación inglesa del siglo XVII.
Patrón G: La flor de lis coronada
La flor de lis y la corona son de igual tamaño; en el punto donde se unen, aparece a la izquierda la letra “A” y a la derecha la letra “B”. No se encuentra ninguna reproducción de un ejemplo español de la flor de lis coronada por parte de Valls i Subirà o entre los especímenes de Briquet (números 7223-7258); los paralelos más cercanos, con diferentes iniciales, son Briquet 7249 (Poitiers 1574, con “G L”) y Piccard XIII [1983], número 786 (Florencia 1579, con “B G”).
Especímenes no idénticos, por lo que probablemente representan los dos moldes:
Figura 8. (i) Folio i (betradiografía)
La contraguarda frontal con la firma de Thevet probablemente es del mismo papel; no se puede discernir ninguna marca de agua en ella ya que ahora está adherida a la contraguarda, pero las líneas de trazos están aproximadamente a la misma distancia (c. 27-28 mm).
Figura 9. (ii) Folio ii (betaradiografía)
Patrón H: Tres objetos y una letra
Este es un patrón difícil, ya que los objetos son muy estilizados y la letra se podría leer de diferentes maneras: hacia arriba, como Bruce Barker-Benfield (Berdan 1992, vol. I, página 23 y Figura 9), quien interpretó el patrón como una “W sobre tres espadas o dagas”; o como Wayne Ruwet (vol. I, páginas 14 y 16, Figura 6), quien lo interpretó como “tres sombreros sobre una M”. Como sombreros, los objetos tienen una corona alta, alas planas y dos lazos o flecos que cuelgan hacia abajo; como dagas, los objetos tienen una hoja corta y redondeada con una amplia empuñadura.
Es muy probable que Ruwet esté en lo correcto, ya que fue capaz de aportar un pequeño grupo de patrones similares con tres sombreros de Heawood (1950, n.o 2596–2600). Estos se asocian con otras letras (no con la “M”) que son, sin embargo, útiles para confirmar la dirección de visualización que permite que los objetos sean leídos como sombreros más que como dagas. No obstante, sus fechas son demasiado tardías como para ofrecer paralelos útiles, incluso durante el periodo de la encuadernación inglesa del siglo XVII: provienen de ejemplos ingleses e italianos fechados entre 1685 y 1694, con un ejemplo posterior de c. 1809. Los repertorios anteriores no revelan nada tan cercano como los ejemplos de Heawood, aunque hubo un patrón corriente en la Alemania y la Austria del siglo XVI de tres cascos —con una forma muy diferente— dentro de un escudo (Briquet números 1111-1115, ejemplos con fecha de 1525 a 1580; Piccard IX.2 [1980], números 284-365, ejemplos de 1525 a 1593).
Figura 10. Espécimen: folio 72 solamente(betaradiografía)
Parte 2 (folios 73-84): Tablas monetarias
Cada una de las nueve tablas está escrita a lo largo de una hoja de folio grande. Las nueve hojas fueron plegadas en bifolios y empastadas juntas para formar diez hojas, de las cuales cada una de las ocho en el interior consta de dos medias hojas empastadas entre sí (véase el gráfico de compaginación a continuación). Cada bifolio contiene una marca de agua en el centro de una mitad, pero sin contramarca en la otra. Es posible discernir dos patrones de marca de agua. Desafortunadamente, ninguna de las hojas exteriores individuales (folios 73, 82) es la media hoja que lleva una marca de agua, y el trabajo del empaste de arriba hace que sea imposible tomar radiografías beta u observar los detalles finos lo suficientemente bien como para distinguir los moldes entre sí.
Patrón I: La flor de lis en el escudo coronado a lo largo del monograma WR
Este patrón era común en todo el siglo XVII, cf. Heawood números 1660, 1721, 1721A, 1724, 1761-2, 1768-9, 1781.
Especímenes: folios 74 [a], 75 [a], 75 [b].
Patrón J: Báculo en el escudo coronado, sobre las iniciales NCH/M
Este patrón, menos común, parece muy similar a Heawood n.o 1199 (“Schieland Records”, 1616).
Especímenes: folios 77 [a], 78 [a], 79 [a], 80 [a], 81 [a], 81 [b].
Guardas inferiores de la encuadernación del siglo XVII
A diferencia de las que están en la parte delantera, las guardas inferiores pertenecen claramente al periodo de las actuales placas de pergamino cubiertas (trabajo inglés del siglo XVII).
Patrón K: Racimo de uvas con la contramarca “A. GOUTON”
La contramarca en la hoja de guarda (folio 85) —que corre verticalmente entre las líneas de trazos con el nombre de “A. GOUTON” en una cartela estrecha— es cercana a Heawood n.o 2252 (Londres 1607). La posición de la marca de agua de las uvas tal como está, pegada debajo en la contraguarda, hace que su patrón sea poco claro y difícil de distinguir, y es inaccesible con radiografía beta. Sin embargo, la punta del racimo parece terminar con una pequeña cruz, al igual que en Heawood 2252.
Figura 11. Espécimen: Folio 85 (betaradiografía) + contraguarda inferior, conjunta
Sistemas de numeración:
firmas en cuadernillo, foliación, etc.
Firmas en cuadernillo
Hay dos tipos de marcas identificadoras en los cuadernillos. Ambas aparecen en el margen superior de la primera hoja de cada cuadernillo:
a.Cerca del borde superior, hacia el centro. Un signo pequeño y pulcro escrito con una pluma afilada con tinta oscura, siempre con la forma de un “7” (aunque claramente no pretende representar ese numeral). El primero aparece en el folio 11r (Cuadernillo II) y el último en el folio 66r, en la primera hoja del cuadernillo VIII. El signo no es visible en el folio 1r.
A pesar de la fecha indeterminada (en ausencia de cualquier forma de datación paleográfica), resulta probable que este sistema de marcas idénticas en los cuadernillos hubiera precedido al sistema de numeración que se describe más abajo en (b). El signo en el folio 21r (Cuadernillo III) está tachado con una línea diagonal (véase más adelante).
b.Esquina superior derecha. Un número árabe, claramente visible desde “2” (folio 11r) hasta “7” (folio 56r, ninguna en el folio 66r), escrito en tinta y algunas veces entre paréntesis o entre corchetes. Estos fueron escritos antes de los números de folio, ya que estos últimos algunas veces estaban desplazados hacia la izquierda con el fin de dejar espacio para los primeros (por ejemplo, el folio 31r) o están separados de ellos por una línea diagonal adicional (por ejemplo, los folios 11r, 41r). Los colores de tinta similares, la forma de los números y los paréntesis sugieren que estos números de cuadernillo y los números de folio fueron escritos probablemente por la misma persona y, de ser así, sin duda, más o menos al mismo tiempo. Todas estas marcas identificadoras de los cuadernillos, excepto el “2” en el folio 11r, fueron tachadas con un trazo de tinta en diagonal, posiblemente en el momento de la foliación. En el folio 21r, la marca del cuadernillo en forma de “7” está tachada de manera similar.
No hay ninguna marca de cuadernillo en la posición antes señalada en el folio 1r, aunque es muy posible que un trazo vertical curvo en el margen superior y central, cruzado por el medio con un trazo horizontal largo, haya sido colocado con la intención de ser el “1” de esta secuencia.
Foliación
La foliación todavía vigente del Códice mendocino consiste en una secuencia de “1” a “71”, escrita en negritas con tinta oscura en la esquina superior derecha de cada hoja; cada número está marcado a la izquierda y por debajo con una línea curva. Lo más probable es que sea del siglo XVII, aunque es difícil determinar esto con exactitud. El hecho de que no se extiende hasta la parte 2 es interesante pero no decisivo. La foliación es de particular importancia para el orden de las hojas en el Cuadernillo VI (folios 51-5), q.v., donde los números de folio de los folios 53-55 muestran signos de alteración.
En algunas dobles páginas en la segunda y tercera sección del Códice mendocino, el número de folio del recto se repite en el verso del frente, con la misma letra y por lo general con una línea de paréntesis familiar. Esto sucede especialmente en los inicios de las secciones, probablemente para mostrar que se debe leer la doble página como una unidad de texto e imágenes, con “19” (en 18v) y “20” (en 19v) al inicio de la sección de homenajes, y “57” (56v), “58” (57v) y “59” (58v) al inicio de la sección final sobre la vida de los aztecas. Si bien esto podría significar que el foliador tenía la intención de numerar las dobles páginas en lugar de los folios —quizás solo en algunos casos y no en todos— la convención moderna es interpretar y citar los números solo como números de folio (por lo tanto, la primera doble página de la tercera sección será citada como folios “56v-57r”, no como “57-57”).
Los números de folio de cada verso también se encuentran en dos dobles páginas en el medio de la sección de tributos, en “f .º 43”. (en el folio 42v) y “f .º 44”. (43v): excepcionalmente con la palabra “f(oli)o” especificada, pero entre paréntesis o corchetes, como es usual. Finalmente, las últimas dobles páginas de la sección también están marcadas, con “51” (en el folio 50v), “52” (51v), “53” (52v), “54” (53v) y “55” (54v). Estas se ingresaron correctamente y sin modificación alguna: pueden haber sido añadidas allí, si bien por el foliador del siglo XVII, en un intento de esclarecer las hojas desordenadas (y las correcciones a los principales números de folio) en esta área del manuscrito (véase también Cuadernillo VI).
Los folios i-ii y 71-85 fueron foliados en lápiz en el estilo de la Bodleiana, probablemente por Falconer Madan (finales del siglo XIX/principios del siglo XX). Los folios I y II fueron foliados por Bruce Barker-Benfield, al ser añadidos en 1986.
Número de ítem (?)
El folio 1r también contiene un “1”, escrito en negritas con tinta en el borde inferior del folio 1r, hacia la derecha. Esto tal vez puede ser interpretado no como una firma del cuadernillo, sino como un número de ítem del siglo XVII o posterior, no anterior a la época de la encuadernación actual, ya que coincide más o menos con la posición de un “II” escrito en el borde inferior de la primera página de la parte 2 en el folio 73r. Sin embargo, los números de este último son más pequeños y no están tan alejados del centro hacia la derecha, por lo que esta interpretación no es muy segura.
Compaginación, cuadernillo por cuadernillo
Convenciones utilizadas en los siguientes gráficos de compaginación
Convenciones de marca de agua
Parte I: Códice mendocino, con guardas frontales
Guardas frontales y Cuadernillo I
Parece más claro presentar la evidencia compleja para estas hojas en orden cronológico inverso; es decir, comenzando con la evidencia visible actual y regresando hacia reconstrucciones hipotéticas de su disposición original. En consecuencia, la discusión comienza con una lista de los cambios realizados durante las reparaciones de 1986 y las representaciones gráficas de la evidencia visible en dos gráficos, gráfico 1 “después” y gráfico 2 “antes” de los cambios de 1986. El gráfico 3 reafirma la evidencia del gráfico 2 para proporcionar una reconstrucción hipotética de cómo se unieron las hojas en ese entonces; es decir, durante el periodo entre la encuadernación del siglo XVII y las reparaciones de 1986. El gráfico 4 refiere únicamente a las hojas frontales finales, en una reconstrucción hipotética de su estado antes de la encuadernación del siglo XVII, como evidencia de una encuadernación anterior. Los gráficos 5-6 presentan las reconstrucciones alternativas de la estructura original del cuadernillo I (omitiendo las hojas finales).
Cabe señalar, sin embargo, que incluso esta serie de gráficos probablemente no ofrece más que un recuento demasiado simplificado de la compleja historia de estas hojas de más de cuatro siglos y medio. El enorme interés que siempre han atraído las debe haber vuelto vulnerables a la excesiva manipulación y, por lo tanto, a frecuentes reparaciones ejecutadas con el pasar de los años.
Guardas frontales y Cuadernillo I: cambios realizados en 1986
1.El folio i fue liberado del reborde de la contraguarda frontal a la cual había sido pegado.
2.A través de la acumulación de papel y pegamento se notó que las lengüetas más grandes (ver tablas a continuación) formaron crestas con el consiguiente debilitamiento de las hojas a las que inicialmente estaban pegadas. En consecuencia, fueron liberadas de la siguiente manera:
–La lengüeta (a) verso fue liberada de la lengüeta (b) recto.
–La lengüeta (b) verso fue liberada del folio ii recto (la lengüeta (b) permanece engrosada con depósitos de pegamento en cada lado).
–La lengüeta (c) verso fue liberada del folio 1 recto.
–La lengüeta (d) verso fue liberada del folio 9 recto.
–Las cuatro tiras de antiguo papel de reparación en la parte superior e inferior de los folios 1v y 2r, que forman una pareja y que probablemente estuvieron unidas en algún punto para proporcionar apoyo adicional a estas hojas, fueron retiradas y se desecharon [estas tiras son visibles en el facsímil Cooper Clark de 1938 y en las diapositivas de 1985 que se utilizaron para el facsímil de 1992].
3.La lengüeta (c) se movió a una hoja anterior desde su posición antes del folio 1 a una nueva posición antes del folio ii, para evitar daños en el folio 1 por su borde endurecido.
4.Para evitar un mayor plegado, se añadieron dos nuevas hojas de guarda entre los folios i y ii:
–El folio i se añadió entre la lengüeta (a) y la lengüeta (b).
–El folio ii se añadió entre la lengüeta (b) y la lengüeta reubicada (c).
5.Fue necesario añadir nuevo tejido de reparación1 a lo largo de varios medianiles, por ejemplo, entre la contraguarda frontal y el folio i. Estas nuevas uniones no implican que las hojas contiguas, conectadas de este modo por el nuevo tejido, estaban necesariamente unidas originalmente.
Gráficos de compaginación, en orden cronológico inverso
Gráfico 1. Estado después de las reparaciones de 1986, solamente evidencia visible.
Gráfico 2. Estado antes de las reparaciones de 1986, solamente evidencia visible.
Gráfico 3. Estado antes de las reparaciones de 1986, reconstrucción hipotética (es decir, esencialmente tal como la dejó el encuadernador del siglo XVII).
Notas sobre las lengüetas
1.La lengüeta (a) y su compañera (todavía firmemente pegadas al folio i verso), la lengüeta (c) y la lengüeta (d) y su compañera (todavía pegadas al folio 10v) son todas de papel verjurado similar, tal vez el mismo. Parece ligeramente más grueso que los papeles del manuscrito principal o de los folios i-ii. Las lengüetas (a) y (c) no comparten los orificios aparentes en los medianiles del folio i, la lengüeta (b) y el folio ii (véase más abajo), y por lo tanto son probablemente más tardías. Es muy posible que daten de la época de la reencuadernación del siglo XVII.
2.No hay ninguna lengüeta correspondiente que proporcione una idea de cómo la lengüeta (c) encajaba en la estructura. Su función podría haber sido ayudar a reforzar la unión entre los folios 1 y 2, o para mantener los folios 1 + 2 en su lugar.
3.La tira de papel que forma la lengüeta (a) y su compañera se compone de dos tiras más cortas pegadas de extremo a extremo: la unión se produce aproximadamente a dos tercios hacia abajo. Las líneas de trazos de ambas tiras son horizontales (vertical en las lengüetas (c) y (d)).
Guarda frontal antes de la reencuadernación del siglo XVII, reconstrucción hipotética
La contraguarda frontal no muestra marcas de agua, aunque probablemente fue elaborada con el mismo papel que los folios i-ii y bien podría estar unida al folio ii. Los prominentes pliegues verticales en el centro de la contraguarda coinciden exactamente con los de los folios i-ii, lo que demuestra que, al igual que ellos, fue una hoja de guarda independiente antes de ser utilizada como contraguarda en la encuadernación del siglo XVII. Aunque la textura de la lengüeta (b) se engrosó y se volvió áspera debido a los depósitos de pegamento en ambos lados, todavía parece estar unida en la parte superior con el folio i. Dado que la contraguarda lleva la firma de André Thevet (d. 1592), estas tres hojas y la lengüeta deben datar al menos del periodo del manuscrito en Francia durante el siglo XVI, y antes del traslado del manuscrito a Londres en 1587, tal como se deduce de la inscripción fechada en el folio ii verso.
Frank Lestringant (1991, 38, 38-39 n. 27, 43) ha argumentado que la firma de Thevet en la contraguarda no corresponde a sus firmas fechadas de 1553 (folios 1r, 71v, con la forma latinizada Thevetus), sino a un grupo posterior (contraguarda frontal y folios 2r, 70v, forma francesa del nombre, escritura más acentuada). Estas no están fechadas, pero la que aparece en el folio 2r está acompañada por el título Cosmographe du Roi, que Thevet asumió, según Lestringant, solo desde 1568-69. Si esto es correcto (a pesar de una ligera sospecha de que la firma y el título en el folio 2r podrían no estar escritos uniformemente), la firma de la contraguarda frontal de la época podría haber sido escrita después de 1568. Esto no demuestra un terminus ante quem non similar para la existencia de esa misma hoja, aunque una reencuadernación en una etapa posterior de la posesión de Thevet proporcionaría un motivo para la reescritura de su firma en ese lugar. Sin embargo, teniendo en cuenta todas estas incertidumbres, es tentador sugerir especulativamente que la anterior encuadernación del Códice mendocino, tal como está representada ahora solo por las guardas anteriores, se realizó en los veinte años transcurridos más o menos entre 1568 y 1587. Esto estaría totalmente en línea con las marcas de agua francesas de la década de 1570 que se indican más arriba como paralelas (no exactas) a las marcas de agua de los folios i-ii (Patrón G).
En sus medianiles, el folio i, lengüeta (b) y el folio ii (pero no la lengüeta (a) o la lengüeta (c) llevan agujeros que no parecen coincidir con la costura del siglo XVII y probablemente son anteriores a la misma. La evidencia es confusa, pero esto pudo haber sido causado por el daño anterior y por una estructura de costura anterior. Un daño similar pero menos grave aparece en la hoja en blanco equivalente ubicada luego del final del Códice mendocino (folio 72) que, por lo tanto, se podría suponer que pertenece a este grupo anterior de guardas.
Gráfico 4. Guarda frontal antes de la reencuadernación del siglo XVII, reconstrucción hipotética.
Estructura original del Cuadernillo I, reconstrucciones alternativas
El folio 9 nunca pudo haber estado unido con el folio 2 o con el folio 10, ya que las tres hojas llevan marcas de agua, y las direcciones de la trama y de los lados del fieltro no encajan. Estos tipos de evidencia probarían que el folio 1 pudo haber estado unido ya sea con el folio 2 o con el folio 10.
Gráficos 5-6. Estructura original del Cuadernillo I, reconstrucciones alternativas.
Conclusión
La Reconstrucción B es la solución más económica. En ella se asume que se tomó una decisión tardía de rehacer la segunda hoja original con una hoja de papel Peregrino que lleva una marca de agua ligeramente diferente. El presente folio 2, con el frontispicio, es la única hoja que rompe el patrón regular de los lados del molde/fieltro. La alteración significó que se tuvieron que hacer arreglos especiales para mantener el folio 9 en su lugar después de la pérdida de su compañero.
En la Reconstrucción A, la regularidad del cuadernillo fue interrumpida desde el principio por razones no explicadas. Los folios 1-2 formaron un par separado de hojas (tal vez un bifolio conjunto) y los folios 9-10 eran únicos y nunca pudieron haber estado unidos. Un factor a favor de esta versión es que la textura del folio 1, un poco tosca y gruesa, parece coincidir con la del folio 2 mejor que con la del folio 10; pero el efecto podría haber sido causado por el desgaste adicional de las dos primeras hojas.
Gráfico 7. Cuadernillo II
Gráfico 8. Cuadernillo III
Gráfico 9. Cuadernillo IV
Gráfico 10. Cuadernillo V
Nota sobre el Cuadernillo V: la secuencia de los lados del papel de molde/fieltro se rompe en el bifolio 43/48, donde las dos hojas se pliegan a la inversa de lo normal. Sin embargo, dado que no hay ninguna señal de alteración textual entre los folios 42v y 43r, 43v y 44r, 47v y 48r, 48v y 49r, probablemente esta inversión sucedió por accidente cuando se conformó el cuadernillo en blanco antes de su uso.
Cuadernillo VI
Además de las reparaciones de los bordes, este cuadernillo no fue alterado durante las reparaciones de 1986. Cada hoja está alineada en el medianil con una lengüeta de un papel similar al que se utilizó para las lengüetas (a), (c) y (d) en las guardas frontales y el Cuadernillo I, que data quizás de la reencuadernación del siglo XVII. Todas las lengüetas en esta sección están todavía firmemente pegadas y es imposible saber cómo aquellas adjuntas a los folios 51, 52 y 54 se conectan y se montan en la estructura de costura.
El folio 55 se extravió hace tiempo entre los folios 52 y 53 (Cooper Clark toma nota de la alteración, vol. I, página 85 n. º 1, pero restaura artificialmente el folio 55 a su posición correcta en su facsímil, vol. III; se siguió la misma política en el facsímil de 1992). Los folios 55 + 53 están unidos artificialmente por un doblez del papel para reparación del siglo XVII (?), para formar el bifolio central del cuadernillo arreglado con un hilo en el medianil.
En la foliación de tinta del siglo XVII en los recto de los folios 55, 53 y 54 cada segundo dígito ha sido alterado. Bajo el Comparador de Video Espectral es evidente que el actual “53” es un “54” alterado, pero las primeras lecturas de los otros dos números no son claras. Como se señaló en “Foliación”, los verso en esta área del manuscrito (como ocurre en otras partes) están numerados con el número de folio de la página anterior, probablemente para demostrar que la doble página debía ser leída como una unidad con el texto enfrentando las imágenes. Las foliaciones de verso en esta sección están correctamente ingresadas según el contenido textual, con el “53” (a 52v), nada (55v), “54” (53v) y “55” (54v). Todos los números de folio, tanto recto (original y correcciones) como verso, parecen ser de la misma mano del siglo XVII. La evidencia de la foliación es difícil de evaluar, pero las alteraciones confirman al menos alguna alteración en el orden ya presente en el momento de la foliación del siglo XVII.
Gráfico 11. Cuadernillo VI, evidencia visible
La secuencia anterior (a diferencia de la del Gráfico 12) de hecho se ajusta al orden sugerido por la foliación original, tal como se indicó anteriormente entre corchetes. En teoría, la foliación en este orden pudo haber tenido lugar antes o después de que las hojas se desordenaran. Sin embargo, la explicación más natural sería que el foliador numeró inicialmente las hojas de los recto tal como las encontró, es decir, ya desordenadas. A continuación, después de darse cuenta del desorden, corrigió los números de los tres recto y añadió los equivalentes correctos en los verso pertinentes, aunque el folio 55, que estaba fuera de lugar, permaneció entre el 52 y el 53, donde se encuentra hasta el día de hoy.
Cuadernillo VI, reconstrucción hipotética del orden de Purchas (1625 o anterior)
La secuencia de grabados en madera del Códice mendocino en Purchas his Pilgrimes, parte 3 (Londres 1625, signatura de la Bodleiana Lister E 55), páginas 1100-1101, muestra las imágenes derivadas (de manera incompleta) de estas páginas en el orden siguiente: (p. 1100) Mendocino folios 52r, 53r y (p. 1101) folios 55r, 54r, dando por resultado la reconstrucción en el siguiente gráfico. En la traducción al inglés, el texto se adapta a las imágenes, un orden que no se podría haber logrado sin un silencioso reordenamiento editorial.
Gráfico 12. Cuadernillo VI [cont.]
Por desgracia, las relaciones cronológicas de la edición de Purchas, las tiras de papel de reparación, la foliación en tinta del siglo XVII y la encuadernación del siglo XVII no son claras. El gráfico 12 anterior puede poner demasiado peso en el orden de Purchas, que toma solo los elementos selectos de cada imagen. Sin embargo, el resto de sus grabados en madera están en el orden correcto. Su evidencia parece al menos suficiente para confirmar que el orden del Cuadernillo VI ya estaba alterado al momento de la preparación de los materiales para la edición de 1625, es decir, en 1625 a más tardar. Si el Gráfico 12 refleja genuinamente el orden físico de las hojas en la época de Purchas, debería ser suficiente para fechar tanto la encuadernación del siglo XVII como la foliación en una época posterior.
Puesto que (aparte de cualquier reintegración artificial) las cinco hojas supervivientes del cuadernillo son únicas, habiendo perdido desde hace mucho tiempo sus hojas unidas, su orden al estar sueltas puede no haber sido obvio. Las posiciones de los folios 55 y 54 podrían originalmente haber sido invertidas por alguien que no se dio cuenta de que cada página de texto debía ser leída con sus imágenes enfrente. La presencia del título del cierre de la segunda sección al final del texto en el folio 54v, en lugar de estar después de sus imágenes en el folio 55r, podría haber sido suficiente para causar la inversión de las dos hojas.
Posteriormente, si en la época de Purchas los folios 55 + 53 ya estaban unidos artificialmente en un bifolio en el centro de un cuadernillo, su posterior inversión sería solo un pequeño paso, empujando al folio 55 un paso más hacia atrás, hasta su posición actual, tal como indica el gráfico 11.
Estructura original del Cuadernillo VI, reconstrucción hipotética
Gráfico 13. Cuadernillo VII
El cambio de la sección 2 a la sección 3 del texto del Códice mendocino coincide con el cambio del cuadernillo VI al cuadernillo VII (aparentemente se consiguió deliberadamente por la eliminación original de las últimas cinco hojas del VI después del folio 55) y con un cambio de papel Peregrino a papel Cruz. La estructura del cuadernillo VII podría aceptarse como bastante regular si no fuera por los rastros de evidencia entre los folios 64-65: el hilo suelto en la parte superior y los fragmentos de la lengüeta hacia abajo en el medianil. La aparición de una (aunque no ambas) de las firmas del cuadernillo estándar en el folio 66 implica que el folio 65 sigue perteneciendo al cuadernillo VII. Al menos dos reconstrucciones son posibles:
Cuadernillo VII, reconstrucción A
Esta reconstrucción acepta que la estructura de los folios 56-65 es un cuadernillo regular de diez hojas, pero no explica la lengüeta entre el 64 y el 65, excepto a través de algún efecto no especificado de las alteraciones posteriores.
Gráfico 14. Cuadernillo VII, reconstrucción A
Cuadernillo VII, reconstrucción B
En el supuesto de que no existan alteraciones textuales entre los folios 64 y 65, esta reconstrucción asume una estructura regular similar a la de bifolios en un cuadernillo de diez hojas, excepto que el compañero de conjunto original del folio 56 fue eliminado después del folio 64 y que el folio 65 actual fue un reemplazo inmediato.
Gráfico 15. Cuadernillo VII, reconstrucción B
Cuadernillo VIII, estado después de las reparaciones de 1986, solamente evidencia visible
Para 1986, se habían separado la última hoja del Códice mendocino (71) y la siguiente hoja en blanco (72). En las reparaciones de 1986, estas fueron usadas para formar un bifolio artificial con tejido de reparación y cosidas al cuerpo principal (el hilo estaba rodeado por un pliegue de tejido adicional independiente). Esto hizo necesario empujar el folio 72 hacia afuera, haciendo que sus antiguos agujeros de costura y su lengüeta estuvieran claramente visibles. Se liberó la lengüeta en el medianil del folio 68r (pero se la dejó en su lugar), y se reparó la superficie subyacente con tejido.
Gráfico 16. Cuadernillo VIII
Cuadernillo VIII, presunto estado anterior después de la reencuadernación del siglo XVII
Al igual que en el Cuadernillo VI, la estructura del siglo XVII era artificial. Cada hoja excepto el folio 70 (¿y 72?) fue alineada en el medianil con una lengüeta del papel de reparación ya mencionado. La lengüeta en el folio 71v es visible, tanto en el facsímil Cooper Clark de 1938 y (aunque tal vez ya estaba modificada ligeramente en su forma) en la diapositiva hecha en 1985 para el facsímil de 1992; fue eliminada en 1986 y reemplazada con un tejido más ligero. La lengüeta en el folio 68r fue liberada en 1986, pero las demás todavía están pegadas. Al igual que los folios 55 + 53, los folios 67 + 68 están unidos artificialmente por un doblez del papel de reparación antiguo, para formar el bifolio central del cuadernillo arreglado con hilo en el medianil; pero ahora es imposible decir con exactitud cómo están unidas las lengüetas de los folios 66v, 69r y 71v para encajar en la estructura artificial. No hay ninguna señal de una lengüeta antigua a cada lado del folio 70, pero su recto está pegado al medianil en el folio 69v.
La hoja en blanco, folio 72, tiene antiguos agujeros para coser que muestran un tipo y ubicación similar a aquellos de los folios i-ii, que difieren de las posiciones de la encuadernación del siglo XVII. A pesar de que lleva una marca de agua diferente, el folio 72 probablemente data de la misma época que los folios i-ii y cumplió la misma función, como una hoja de guarda al final del Códice mendocino (que ahora sirve como un espacio en blanco que separa el Códice mendocino de la segunda parte del volumen). Originalmente, estaba colocada más profundamente en la costura, con una lengüeta bastante amplia que, tal vez, estaba plegada alrededor o dentro del Cuadernillo VIII; el área de su antiguo pliegue contiene trazas de decoloración que podrían indicar que en algún momento estuvo alineada en la parte externa con un pliegue de papel de reparación, aunque ahora no queda nada de esto.
Gráfico 17. Cuadernillo VIII [cont.]
Llama la atención que la firma del cuadernillo del siglo XVII, propiamente “8” en la secuencia, no es visible en la parte superior derecha del folio 66r (hay un posible borrado en lo que sería el mismo lugar, pero la luz ultravioleta no muestra nada). Su ausencia —o posterior borrado, si alguna vez estuvo presente— podría implicar que en ese sistema estas hojas finales fueron consideradas como parte del cuadernillo anterior (Cuadernillo VII). De ser así, esto podría sugerir que el encuadernador del siglo XVII se las habría ingeniado para poner estas hojas juntas, a fin de elaborar un cuadernillo grande con los folios 56-65 + 66-71 + ¿72? Dada la artificialidad de tal estructura (no se intentó un gráfico), esto podría ser posible incluso con dos conjuntos de hilos, tal como se muestra ahora entre los folios 60-61 y 67-68. Sin embargo, es peligroso confiar demasiado en evidencia negativa de una firma de cuadernillo faltante.
Estructura original del Cuadernillo VIII, reconstrucción hipotética
La dirección de los lados de molde y fieltro muestra que ninguna de las cinco hojas desde la 66 a la 70 podrían haber estado unidas unas con otras, y sugiere que el cuadernillo VIII se parecía a los cuadernillos anteriores en su estructura original (es decir, originalmente pudo ser un cuadernillo de diez hojas, con los folios 66-70 como primeras cinco hojas, todas con sus recto como lados de “molde”). El sistema anterior de firmas de cuadernillo muestra el signo en forma de “7” como de costumbre, en el centro superior del folio 66r (esta vez sin la posterior firma del cuadernillo, tal como se explicó anteriormente). La última hoja original, folio 71 (lado “molde” en verso), vuelve a introducir una marca de agua de Peregrino (patrón D), pero en otra subvariedad. La única hoja con la que es absolutamente probable que la 71 haya estado unida es el folio 70, aunque hay algunas diferencias en la textura (tal vez debido a los daños posteriores).
Gráfico 18. Estructura original del Cuadernillo VIII, reconstrucción hipotética
Parte 2 (folios 73-85)
Tablas monetarias y guardas inferiores
Las tablas ilustran el valor comparativo de los patrones monetarios romanos y griegos contra sus equivalentes ingleses y franceses de finales del siglo XVI. Los títulos están en inglés, y en la primera tabla se menciona plata inglesa de 1563 (folios 73v-74r).
Cada una de las nueve tablas fue escrita en una hoja grande individual (las seis primeras están numeradas del 1 al 6 en tinta antigua en la esquina inferior derecha). Las tablas fueron dobladas y pegadas juntas, como se muestra abajo, para formar un folleto tosco dentro de un pliegue estrecho del pergamino. Una nota sobre las tablas, en un bifolio más pequeño (folios 83-84, sin marca de agua), se mantuvo con ellas: John Greaves pregunta si, en vista de sus errores, las tablas eran realmente las de Sir Thomas Smith elogiadas en Elizabeth de Camden.
Gráfico 19. Tablas monetarias y guardas inferiores
Códice mendocino: Resumen de reconstrucción de la historia de encuadernación
Primera etapa (década de 1540-¿1560?)
Jerónimo López informó haber visto un volumen “con tapas de pergamino”, de forma similar y tal vez identificable con el Códice mendocino, en el hogar del maestro-pintor indígena Francisco Gualpuyogualcal, hacia 1541 (Nicholson 1992, 1:1-2). Sin embargo, la identificación de ese libro con el Códice mendocino está en discusión. El propio códice no ofrece ninguna evidencia física de la existencia de una encuadernación en, más o menos, las primeras tres décadas de su existencia (antes e inmediatamente después de su travesía desde México a Francia), pero en cambio puede llegar a contener algunas pistas positivas para su supervivencia en un estado de desencuadernación.
Las alteraciones en la estructura de compaginación —el reemplazo aparente de la “portada” en el folio 2 y las cancelaciones de las hojas en los finales de los Cuadernillos VI (después del final de la sección 2 en el folio 55) y VIII (después del final de la sección 3 folio 71)— pueden ser explicadas como parte integral de la creación del libro y no necesariamente implican accidentes o pérdidas posteriores. Sin embargo, otra pista sobre el estado inicial del manuscrito puede hallarse en los toscos pliegues que todavía son visibles, especialmente en las dos primeras secciones, aunque podrían estar presentes desde el principio hasta el final (hasta el folio 71). Estos indican que en algún momento de su historia las hojas del Códice mendocino fueron toscamente dobladas dos veces, quizá primero verticalmente y después horizontalmente, a un cuarto de su tamaño. El carácter y las ubicaciones similares de los pliegues parecen indicar que el manuscrito fue plegado todo junto, o al menos un par de cuadernillos a la vez. Dicho plegado solo pudo haber sido posible si el manuscrito hubiera estado o bien desencuadernado o, a lo sumo, cubierto solamente con una capa de pergamino blando.
La examinación con lupa de los pliegues indica que se realizaron después de la pintura y la escritura: no hay signos de alteraciones en el flujo de tinta o de pintura que hubieran sido inevitables si el pincel o la pluma se hubieran aplicado sobre pliegues ya presentes en la hoja en blanco. Del mismo modo, no parece haber pliegues equivalentes en las guardas frontales (contraguarda y folios i-ii): estas muestran pliegues verticales que, sin embargo, no coinciden con los del bloque de texto principal, y sus ligeros toques de hendiduras horizontales parecen producto de una sedimentación suave contra el bloque de texto, en lugar de los efectos directos del plegado. La hoja de guarda temprana al final (folio 72) muestra aun menos signos de plegado, excepto quizás marcas de “simpatía” muy ligeras. Estas observaciones indican que el bloque de texto había sido doblado antes de que estas hojas finales fueran colocadas.
La evidencia de los pliegues puede ser considerada junto con la observación adicional de que las páginas fuera del bloque de texto del Códice mendocino, los folios 1r y 71v, son más marrones que las páginas interiores del manuscrito. Dicha decoloración se explica, naturalmente, debido a la ausencia de una cubierta o de cualquier otro tipo de hojas finales por un periodo considerable, es decir, sin ni siquiera una cubierta de pergamino blanda. Por lo tanto, en conclusión, parecería que el Códice mendocino sobrevivió desencuadernado durante un periodo de su historia temprana, y durante ese tiempo fue doblado bruscamente dos veces para formar un paquete pequeño. ¿Tal vez durante una incursión pirata?
Segunda etapa: Francia, entre 1553 (¿después de 1568?) y 1587
Durante la época en que el manuscrito estuvo en manos de André Thevet (entre 1553 y 1587), fue o bien encuadernado por primera vez o reencuadernado, con nuevas guardas de papel probablemente francés en ambos extremos (contraguarda superior, folios i-ii, 72). Los paralelismos entre la marca de agua principal de las hojas finales (patrón G) y las marcas de agua francesas de la década de 1570, junto con el aparente retraso de la firma de Thevet en la que ahora es la contraguarda superior, pueden indicar que lo reencuadernó más bien hacia el final del periodo en que lo tuvo en sus manos, tal vez después de 1568/1569, cuando asumió el título de Cosmographe du Roi. La fecha de 1571, inscrita en escritura en espejo en la última página del Códice mendocino (folio 71v), también puede ser relevante, aunque el resto de la misma está demasiado tachada para ser legible. Esta encuadernación debe haber sido fechada antes de la travesía a Inglaterra en 1587, ya que la inscripción que llevaba esa fecha está escrita en el folio ii verso. El primer sistema de firmas en el cuadernillo en forma de “7” probablemente pertenece a la época en que se realizó esta encuadernación.
Tercera etapa: Inglaterra, siglo XVII, entre c. 1655 y 1665
La encuadernación actual de pergamino sobre cartón evidentemente constituye una segunda (o tercera) encuadernación, realizada en Inglaterra en el siglo XVII, tal como lo indican las marcas de agua de la parte baja de las guardas. Esta incorpora el manuscrito en inglés sobre las tablas monetarias, que constituye la parte 2 (folios 73- 84). Las tablas no muestran el nombre del autor, pero se supone una atribución (que también se disputa) a Sir Thomas Smith (1513-1577) en la nota, adjunta al folio 83r, realizada por John Greaves (1602-1652), matemático de Oxford, y que también aparece en las primeras entradas de catálogo (véase más abajo). Las tablas sin duda tratan sobre el mismo tema y muestran el mismo carácter que las “Tablas Monetarias” de Sir Thomas Smith —publicadas en un apéndice de su vida por John Strype (1820, 263–73)— pero no son idénticas y están elaboradas en forma más pormenorizada, con citas clásicas que no aparecen en la versión impresa de Strype. Las marcas de agua y la escritura de la parte 2 sugieren que podría datar de principios del siglo XVII, un poco más tarde de la época de Sir Thomas Smith.
El orden alterado de las hojas en el Cuadernillo VI del Códice mendocino, en comparación con el orden de las imágenes reproducidas en la edición de Purchas de 1625, puede en sí mismo indicar que la reencuadernación se llevó a cabo después del estudio del manuscrito por parte de Purchas. Es casi seguro que la segunda serie de firmas del cuadernillo y la secuencia de foliación pertenecen a este periodo de reencuadernación, al igual que probablemente la mayoría o todas las guardas de reparación de papel grueso (lengüetas (a)-(d), etc.).
El volumen en sí, no parece contener ninguna prueba directa que permita una datación más ajustada de la encuadernación actual; la fecha de las marcas de agua de las guardas inferiores no es concluyente. Las posibilidades parecen ser (a) que la encuadernación fue realizada entre c. 1625 y 1654, muy probablemente por John Selden (fallecido el 30 de noviembre de 1654), o posiblemente, ya que su fecha de adquisición es incierta, por un propietario inmediatamente anterior; o (b) que el manuscrito fue encuadernado después de la muerte de Selden, tal vez poco después o incluso antes de su llegada a la Bodleiana, entre 1655 y 1659. Muchos de los libros impresos y manuscritos de Selden fueron reencuadernados alrededor de este tiempo; sin embargo, dichas encuadernaciones son generalmente reconocibles como encuadernaciones modestas cubiertas de cuero marrón (¿becerro?), con una decoración simple con fileteados (véase Barker-Benfield 1997, 31–34). La encuadernación del pergamino, aunque modesta y sin decoración, no parece totalmente coherente con estas.
La evidencia de las listas de libros de Selden del siglo XVII parece confirmar que la fusión de las partes 1 y 2 se realizó después de su muerte. Se preparó un catálogo escrito a mano de sus libros impresos y manuscritos (ahora MS. Selden Supra 111) poco después de su muerte y antes de que estos llegaran a Bodley, tal vez en 1655, mientras que su colección todavía se encontraba en su residencia en Londres, Carmelite House (casa de Elizabeth, condesa de Kent). El Códice mendocino aparece enumerado en la sección de libros “En la habitación anterior a la más alejada hacia el oeste:” (folios 121v-128r), en el librero final de ese espacio titulado “F”. La Sección “F” contiene 88 elementos numerados, de los cuales los números 31-88 aparecen bajo el subtítulo “Libri Arab:”. La mayoría de los libros de “F” son, de hecho, orientales (aunque no necesariamente árabes),2 pero el Códice mendocino aparece en el n .º 51 (folio 127v): Historia Mexicana Hispanica cum Figuris fol,. Ms,. Esto corresponde casi exactamente a las inscripciones del siglo XVII en el Códice mendocino, folio iir, MS. f0 y también Historia Mexicana, Hispanice. Cum figuris, quasi hieroglyphicis.
Esta entrada del catálogo no hace mención a las tablas monetarias de la parte 2 y, de hecho, en el título al comienzo de “F” (folio 126v) se lee “Libro desencuadernado” (“Bookes unbound”): parece probable, aunque no necesariamente cierto, que este título debería aplicarse a la totalidad de los 88 libros que aparecen a continuación. La palabra “desencuadernado”, si es realmente aplicable al Códice mendocino, debería, no obstante, haber incluido al menos las hojas de guarda de papel de la encuadernación francesa del siglo XVI, ya que todavía están presentes hoy, y tal vez se podrían haber extendido para formar al menos una encuadernación blanda.
Algunas hojas antes, el catálogo enumeraba los manuscritos “En las salas en el extremo largo de la Biblioteca” (folio 103r ff.). En el Estante “C”, probablemente de esa sala, bajo el título “Los manuscritos en inglés” (folio 109r), el ítem 6 contiene “Estándares Ingleses y Romanos Comparados, fo: M:S:”. Este título parece una descripción apropiada para la parte 2 (el título de la primera tabla en el folio 73v comienza con “El primer estándar romano de plata...”), y se confirma la identificación por la aparición del número “6”, escrito en negrilla con tinta en la parte superior central del folio 73r.3
Las dos partes se describen conjuntamente, ya como un solo volumen, en una lista anterior de los manuscritos de John Selden (Registros de la Biblioteca b. 475), en una sección titulada Libri MS Latini et Graeci in fol. etc (folios 20v-21r):
Historia Mexicana cum figuris q(ua)si hieroglyphicis.
w(i)th Sr Th: Smith Tables of values of Roman & gr: coynes.
(folio 20v, Col. I, tercer ítem de la lista no numerada)
Partes de este catálogo, incluyendo los folios 1r-7v y la lista en los folios 20v- 21r, son del puño y letra de Thomas Lockey que, como bibliotecario de Bodley en 1660-65, fue responsable de enumerar y organizar los libros de Selden.4
Un segundo catálogo con una fecha anterior similar (Registros de la Biblioteca b. 474) también se asocia con la bibliotecología de Lockey, aunque haya pasado por diferentes manos. En él se enumeran los materiales de manera definitiva, tal como están archivados en la biblioteca de Duke Humfrey, bajo el título general más explícito de The Catalogue of Mr: Seldens bookes at the West end of Sr: Th: Bodleys Library (folio i verso). Las dos partes del manuscrito se describen conjuntamente en términos similares bajo el título “MS Graeci et latini in folio” (folio 7v, no en la mano de Lockey): Hist(ori)a Mexicana cum figuris ipsorum, with Sr Tho: Smith’s Tables of Roman & greek Coyns. Este catálogo es fragmentario, pero sobrevive completo en otra transcripción contemporánea, MS. Add. C. 40, donde se introduce el Códice mendocino bajo el mismo título y con la misma redacción en la pág. 35. El título general de MS. Add. C. 40 (pág. xii) dice: “Un Catálogo de los libros entregados por los ejecutores del Sr. Selden de la Biblioteca de la Universidad de Oxford:”.
La evidencia del catálogo demuestra que las dos partes ahora encuadernadas como MS. Arch. Selden. A. 1 todavía estaban separadas en el momento de la muerte de John Selden en 1654, tal como estaban catalogadas en Londres en 1655 (?), pero que fueron enumeradas en conjunto por Thomas Lockey durante su periodo como bibliotecario de Bodley, antes de su renuncia el 29 de noviembre de 1665. Sin embargo, dentro de ese periodo no está claro que la encuadernación se haya realizado, ya sea en Londres entre c. 1655 y 1659, o en Oxford entre c. 1655 y 1665. Durante esa década, una gran cantidad de actividad había tenido lugar en relación a los libros de Selden, para garantizar la transferencia segura de la mayoría de ellos a Oxford y su disposición en los estantes en el extremo más lejano de la biblioteca del Duque Humfrey. Parte de ese proceso había implicado la encuadernación conjunta de varios manuscritos delgados de un espesor tipo folleto en volúmenes más grandes, por lo visto sin ninguna otra base que la de emparejar el tamaño aproximado. Fue este proceso, por ejemplo, que resultó en la encuadernación del Selden Carol Book del siglo XV no solamente con una hoja del siglo octavo de la Pastoral Care, de Gregory, sino también con una chapa de la década de 1630, The Royall Slave, de William Cartwright: junto con aún más piezas, estas se ensamblaron en una de las encuadernaciones de cuero marrón para formar el volumen ahora marcado con la signatura MS. Arch. Selden. B. 26.
Las fechas exactas de transferencia de los manuscritos de Selden son problemáticas. Parecería que algunos llegaron a Oxford en 1655 y que otros no llegaron hasta 1659 con la mayor parte de la biblioteca, pero no hay listados separados para distinguirlos. Muchos otros nunca llegaron a Oxford. Debido a problemas con el testamento de John Selden, la disposición de sus libros quedó, de hecho, en manos de sus ejecutores, entre los cuales sir Matthew Hale (1609-1676) tomó la parte más activa. Es probable que Hale pudiera haber ordenado algún tipo de organización, realizada a través de la encuadernación de materiales sueltos, antes de transferir los manuscritos asignados a Oxford. Por lo demás, no obstante, al menos las encuadernaciones de cuero marrón calzan con las de los libros que no son de Selden, que se puede demostrar que fueron encuadernados en Oxford en las décadas de 1650 y de 1660, aunque el estilo de estos y de la encuadernación del pergamino del Códice mendocino son tal vez demasiado simples para una ubicación definitiva.
Cuarta etapa: Oxford, Taller de Conservación de la Bodleiana, 1985-1986
Durante más o menos los tres siglos siguientes de la época del manuscrito en Oxford, la manipulación frecuente puede haber dado lugar a varias reparaciones habituales. En 1985-86 se realizó un programa sistemático de reparaciones menores que no implicó una gran extracción o una reencuadernación, tal como se describió anteriormente. En 1986, se añadieron los folios I y II para proporcionar una mayor protección en la parte frontal.
Tabla 1. Códice mendocino: Lista de muestras de las radiografías beta de las marcas de agua
Referencias
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Berdan, Frances, y Patricia Rieff Anawalt, eds. 1992. The Codex Mendoza. 4 vols. Berkeley, CA: University of California Press.
Briquet, C. M. 1968. Les filigranes: dictionnaire historique des marques du papier dès leur apparition vers 1282 jusqu’ en 1600. 4 vols. Ámsterdam: Ed. A. Stevenson.
Gómez Tejada, Jorge. 2012. “Making the Codex Mendoza, Constructing the Codex Mendoza: A Reconsideration of a 16th Century Mexican Manuscript”. Tesis doctoral, Yale University.
Heawood, Edward. 1950. Watermarks, Mainly of the 17th and 18th Centuries (Monumenta Chartae Papyraceae Historiam Illustrantia). Hilversum: The Paper Publications Society.
Lestringant, Frank. 1991. André Thevet: cosmographe des derniers Valois. Ginebra: Librairie Droz.
Nicholson, Henry B. 1992. “The History of the Codex Mendoza”. En The Codex Mendoza, editado por Frances Berdan y Patricia Rieff Anawalt, 1:1–11. Berkeley, CA: University of California Press.
Piccard, Gerhard, ed. 1980. Die Wasserzeichenkartei Piccard im Hauptstaatsarchiv Stuttgart (Veröffentlichungen der staatlichen Archivverwaltung Baden-Württemberg, Sonderreihe). Vol. 9, Wasserzeichen Werkzeug und Waffen, Teil 1-2. Kohlhammer.
Piccard, Gerhard, ed. 1983. Die Wasserzeichenkartei Piccard im Hauptstaatsarchiv Stuttgart (Veröffentlichungen der staatlichen Arcbivverwaltung Baden-Wiirttemberg, Sonderreihe). Vol. 13, Wasserzeichen Lilie. Kohlhammer.
Strype, John. 1820. The Life of the Learned Sir Thomas Smith ... Principal Secretary of State to King Edward the Sixth, and Queen Elizabeth. Wherein Are Discovered Many Singular Matters Relating to the State of Learning, the Reformation of Religion, and the Transactions of the Kingdom, during His Time. In All Which He Had a Great and Happy Influence. Oxford: Clarendon Press.
Valls i Subirà, Oriol. 1980. The history of paper in Spain. Vol. 2. Madrid: Empresa Nacional de Celulosas.
1 En 1985-86, la receta del pegamento estándar que se utilizó para el tejido de reparación en el Taller de Conservación de la Bodleiana era la siguiente: Pasta de almidón de trigo purificada: 50 g de almidón de trigo GPR (Reactivo de Uso General) de BDH (ahora Merck) Chemical Company, 5 g almidón de patata GPR; 400 ml de agua desionizada. Este pegamento se utilizó para adherir el tejido japonés, que primero se desgarró con agua para darle forma. (Inf. ex. Alison McKay, Jefe de Taller de Conservación, 14 de agosto de 1998, que observó que desde 1985-86 esta receta se ha modificado ligeramente).
2 Los ítems 85-87 se refieren a un “Rotulus”, “Liber” y “Volume(n)” en jeroglíficos, con lo cual es tentador correlacionar el rollo de Selden (MS. Arch. Selden. A. 72 (3)) y (con la segunda o tercera entrada) Codex Selden (MS. Arch. Selden. A. 2). Pero ¿cuál fue el tercer ítem?
3 También en el folio 73r, pero muy alejado del centro a la izquierda en la guarda del pergamino ancho, se encuentra la letra “M” (?) en tinta. Aunque esto no corresponde con la “C” del estante número 6. Esto, no obstante, podría ser otra letra de estante: ocurren coincidencias similares entre los números de volumen en los listados del catálogo, junto con diferentes letras de estante, con otros manuscritos de Selden, véase Barker-Benfield, B. C. 1997, pág. 31 y n. º 8. La explicación debe ser, simplemente, que en algún momento se les asignó diferentes letras a los estantes, mientras que sus contenidos retuvieron el mismo orden.
4 Una nota de lápiz de la mano de Richard Hunt (1908-1979) en la parte delantera de los Registros de la Biblioteca b. 475 (folio 1r) se lee: “Las primeras doce páginas están escritas por Sr. Matthew Hale y pág. [izquierda en blanco]”. Aunque esto indica claramente la mano de los folios 1r-7v (y por tanto también del 20v - 21r), la mano no es de Hale sino de Lockey. Esto surge a través de la comparación con un cierto ejemplo del puño y letra de Lockey en su carta firmada para el arzobispo Sheldon, del 15 de julio (1664) en MS. Tanner 338, folios 180r - 181v. La escritura de Lockey es bastante grande y clara, pero algo torpe. Su signo “&” es distintivo, al igual que su “e” final y los descendentes de la “p” y de la “y”. Mientras que las listas están escritas de una manera algo menos cuidadosa que la letra formal, es claramente la misma mano.