Читать книгу Libera tu alma - Carlos Arroba Díaz - Страница 3
Capítulo 1
Оглавление«Rendirte a tu ser»
¿Qué se puede esperar del universo después de recibir todo el dolor del mundo?
¿Cuántas torres más debes derribar para estar en paz?
Deja de luchar, no tienes el control de nada; solo puedes rendirte a lo divino que hay en ti, a tu ser supremo, a tu voluntad, a tu pasión, a tu vida. Solo vive, no hay más que esperar, y en ello está todo.
Deja de buscar, no busques, saca tu creatividad. Es la expresión suprema del estado del alma.
Tu miedo al compromiso es lo que genera tu falta de creatividad.
El amor es compartir tu creatividad, contigo mismo y con los demás.
Tus talentos y tus dones son tu manera de expresar tu amor.
Si buscas trabajo, comprométete a expresar tu amor en él, o será tu desdicha diaria.
Trabajar es el compromiso de expresar tu amor. Ama hasta el infinito, deja que eso que tienes dentro salga, fluya, inspire y sirva para un bien mayor.
No escondas eso tan divino que hay en ti, no lo guardes en el cajón, suéltalo a los vientos, dale todo tu amor y compártelo con el mundo.
Estudia tu propia vida para ver lo que amas, descubre aquello que te obligaron a omitir de ti cuando eras pequeño, busca en silencio, vuelve a ese momento en el que se rompió tu corazón. Busca en tu profundidad, eres un ser infinito.
Cuando lo encuentres, entiende lo que supone y el reto al que te enfrentas para poder llevarlo a su máximo nivel de perfección; porque eso eres, la perfección divina que tu alma esconde. Eres lo más valioso del mundo; nada puede existir sin ti, ni siquiera el universo.
No confíes en tu amor propio cuando te atacas, porque estás sintiendo miedo, no amor.
El amor es la única prioridad en tu vida, vive.
Suelta la cuerda. Cuando sueltes el control, tu ego dejará de controlar tu amor propio.
Tu trabajo es expresar el deseo de tu alma.
El miedo a la libertad, al compromiso, a la responsabilidad, a crecer, a expresarte; ese es tu ego queriendo ejercer el control.
Si algo te inspira, es que es amor. Siente eso porque eso es lo que eres: puro amor.
Sacrificarse en el trabajo es la manera de querer controlar lo incontrolable.
El amor no se controla, solo fluye, es pura energía que sientes dentro de tu pecho.
Tu valor, tu reconocimiento, tu estabilidad, no viene del trabajo. Es tu felicidad y la pasión lo que hace que tengas tu realización personal. Escucha al corazón.
En tu interior puedes crear un matrimonio sagrado entre tu parte femenina, de sentimientos y emociones, y tu parte masculina, analítica y racional. Cuando ese matrimonio se da, ya estás listo para mostrar esa unión al mundo, para dar lo mejor de ti; que es tu pasión e ilusión, junto con tu trabajo y tu perseverancia.
Lo importante no es correr, es saber a dónde te quieres dirigir. Para y suelta el control.
No puedes enjaular el amor, libera tu alma y deja de poseer.
Cuando empieces a dar todo ese amor que hay en ti se abrirán las puertas del cielo.
Tú eres el autor de tu vida.
Deja que los demás vean lo que son a través de ti y tú lo que eres a través de los demás.
Inspira, ama, comparte tu propia libertad y conseguirás un matrimonio infinito entre almas.
Tú eres el camino de tu alma.
Sé el faro que ayude a iluminar toda esa oscuridad. La oscuridad desaparece en presencia de la luz. Ilumina tu mundo, tu entorno, tu vida.
Yo no quiero tu amor, quiero compartir el mío, ese es mi don y mi talento, tú no puedes dármelo.
Fluye por el río de la vida, suelta los remos de tu barca que te aferran al pasado.
Tus argumentos al final convencerán a los escépticos más empedernidos.
Te mereces la ayuda del cielo, porque eres divino.
Vivir es demostrarte día a día que tus manifestaciones de amor repercuten en el mundo.
Tus actos de amor son los que mueven el mundo. Siempre tendrán un efecto en tu entorno, aunque no lo veas.
El amor no puede verse, solo sentirse o crearse, porque es pura energía.
No permitas que tu alma quede encogida con todas tus emociones. Deberás liberar todas esas emociones para que tu alma pueda expandirse.
Si ríes, ríe. Si lloras, llora. Si desatas la ira, hazlo. No dejes que nada reprima tus emociones o estarás aplastando y empequeñeciendo tu alma.
Cuando acumules suficientes emociones atrapadas, desarrollarás tu primera enfermedad o tu primer infarto. No permitas que tu cuerpo sufra o se empequeñezca tu alma, porque dejarás de ser tú. No serás un alma libre, solo vivirás en un mar de culpas y de miedos, no eres eso.
Solo serás la parte de un ser divino que se esconde en un laberinto de emociones atrapadas, en un agujero negro de esperanzas.
Cualquier demostración de amor siempre será un acto que merezca la pena, algo divino, aunque creas que te has equivocado o que no sirve de nada.
El universo es capaz de entender ese acto y responder en consecuencia.
Cuanto más puro y genuino sea el acto de amor, mayor repercusión estarás causando en el mundo.
El amor nunca es un error. El error es no entender que para eso has venido al mundo, para amar.
En tus manos tienes la oportunidad de resonar en el alma de las demás personas, para activar esa chispa divina que todos tenemos.
Somos dioses en la tierra, pero limitados por nuestros pensamientos. Cuando esos pensamientos cambian a positivo reactivamos nuestro ser interior.
Despierta para descubrirte y adorarte, porque eres un dios. Tu cuerpo es tu templo, donde habita tu dios, por lo tanto, cuídalo. Haz que tu dios viva en el mejor entorno posible. Cuida tu templo y dale la mejor alimentación que puedas permitirte.
No huyas de ti, de tu propio destino.
Debes poder compartir el camino con más personas y disfrutarlo juntas. Superar obstáculos, tormentas, y ver que todo tiene un principio y un final. No quieras llegar al final pronto, te perderás toda la experiencia del camino, que es lo único importante. Ve paso a paso, supera un problema y luego sigue adelante. Podrás comprobar que todo siempre tiene un sentido.
Debes estar atento a las señales, porque quizá tú eres ese faro que ilumina el camino.
Déjate llevar, no fuerces la corriente de la vida. Si tú eres ese faro, no dejes de alumbrar, otras almas necesitan tu luz para vislumbrar su camino.
Permite que aprovechen esa ruta que les abres con tu luz y que no veían porque estaban dormidos. Solo alumbra, dale más intensidad a esa luz y podrás iluminar el camino a los demás.
Ese es el mejor regalo que puedes darle al universo: ser la luz que alumbra el vacío de la inmensidad.
El amor de tu vida eres tú.
Cada ser humano posee un depósito ilimitado de poder para hacer frente a todos los problemas del camino. Ese depósito está rebosante de amor.
No guardes el mensaje de tu alma en el fondo de una botella lanzada al mar. Así no llegará a su destino.
¿Qué mensaje vas a enviar al mundo cuando todo lo que tienes es un solo mensaje que dar? ¿Qué dirías?
¿Que el ser humano puede ser cruel y bondadoso a la vez?
¿O solo darías un grito de libertad, indicando que no necesitas a nadie para ser feliz?
Cada persona es un universo completo con un mundo infinito de posibilidades.
¿Qué quieres legar al mundo? ¿Por qué lo guardas en una botella y lo tiras al mar?
Atrévete a lanzarlo a los cuatro vientos, que nada frene tu pasión.
Deja que los demás vean todo lo que escondes, porque todo eso es hermoso. Quizá no todo el mundo lo entienda, pero siempre habrá alguien que podrá entenderlo y le dará un sentido a su vida.
Saca todo eso que te dieron y que aprendiste.
Deja que tu imaginación vuele, saca el niño que hay en ti y disfruta como nunca.
Siempre podrás esconderte en una botella, pero deja que el mundo beba de tu mensaje, porque saciará su sed.
Rompe esa botella y transmite todo lo que llevas dentro, no tengas miedo a ser tú mismo.
Solo hay un camino posible y es rendirte a tu ser.