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Capítulo 7

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«Sé amor en tu vida y tu vida será amor»

Venérate, es lo que debes hacer todos los días de tu vida. Eres un pedacito de Dios en la tierra. Todo lo creado es divino, por lo tanto, déjate venerar, sé tu propio Dios.

Busca en ti lo que anhelas en los demás.

No podrás ayudar a nadie hasta que no hayas sanado todas tus heridas.

Te preguntarás muchas veces por qué estás solo y no encuentras a esa pareja, pero la respuesta es simple. Mírate, observa quién eres, cómo eres, qué aspecto físico tienes, cómo son tus emociones… ¿Eres triste o alegre? ¿Eres optimista o pesimista? ¿Te estás quejando todo el día de que la vida o los demás no son justos contigo y les echas la culpa? Pues saca tus propias conclusiones. Todo eso que piensas es lo que estás proyectando al exterior, al mundo. Por lo tanto, cambia la manera de pensar, deja de quejarte, deja de buscar culpables.

La culpa no existe, es una forma de ego encubierta para tapar los resultados de tus acciones o inacciones. Nada es justo o injusto, todo es perfecto.

La vida es como aprender una melodía en la que siempre desafinas en el mismo trozo de la partitura. Te tocará volver a repetir ese trozo de la melodía hasta que la interpretes perfectamente.

Revisa por qué estás solo, porque eso es el reflejo de lo que eres por dentro. Estás perdiendo el contacto con los demás de alguna manera, y eso es lo que las personas de alrededor perciben, porque es lo que estás proyectando con tus pensamientos. Lo que perciben los demás es el resultado de la proyección del inconsciente de tu mente, eres tú mismo por dentro. Cambia eso; después de observar, revisa dónde estás fallando.

Quizá tu cuerpo no es el mejor del mundo y quieres tener una pareja que no se corresponde para nada con tu forma física. No busques imposibles, soluciona tu físico para encontrar a alguien que te guste físicamente.

Soluciona tu cuerpo emocional. Si estás deprimido o triste, eso es lo que tendrás en tu vida, cámbialo. Busca dentro de ti qué es lo que hace que estés con ese ánimo y ponle remedio.

Ese niño interior que todos tenemos quizá está solo y lo has abandonado, deja que salga y alegre tu vida desde por la mañana. Tus hijos, tus sobrinos o tus nietos pueden ayudarte a sanar ese niño interior que tienes, fíjate en ellos y sé como ellos, fluye como ellos. Haz aquello que te apasiona en tu vida y que puede ser tan simple como cocinar, realizar manualidades, escribir, pintar, hacer fotografías. Haz eso que llena tu alma y te da paz, así sanarás tu cuerpo emocional.

Revisa tu cuerpo energético, porque, aunque no lo creas, somos pura energía; somos un montón de carne y huesos, pero también somos energía y electricidad. Tu sangre contiene hierro, que está siendo bombeada por tu corazón en todo momento, por lo tanto, cada uno tenemos un cuerpo electromagnético, y esa parte de nosotros también hay que cuidarla. Haz deporte, muévete, no hace falta que seas un atleta de élite, solo alguien que pueda subir una cuesta sin ahogarse, o coger peso y no romperse. Soluciona todos esos problemas de espalda que seguro que tienes, haz estiramientos, yoga o lo que necesites. Camina por la naturaleza, entra en contacto con ella, porque eso te recarga de energía. Vete a la playa, a la montaña, al bosque, al parque de tu barrio, lo que tengas en tu entorno, pero no te quedes encerrado en casa.

Cuando encuentres la solución a todos esos problemas, vivirás mucho mejor, porque tu cuerpo físico, emocional y energético estarán alineados con tus pensamientos positivos.

Los pensamientos positivos los debes cambiar tú desde dentro de ti, nadie puede meterse en tu mente y modificar eso. Tú eres un dios en la tierra y puedes crear tu reino como quieras; hazlo, es así de simple. Piensa en positivo, no busques tres pies al gato. No hay culpables y las quejas son como el culo, todo el mundo tiene uno, así que no te quejes. Todos esos pensamientos son los que hacen que sigas sin pareja, solo, haciéndote la víctima del mundo, porque el mundo es cruel contigo y la gente solo quiere hacerte daño. Sal de ahí.

No permitas que las demás personas decidan tu vida, no te estás valorando y dejas que el criterio de los demás se imponga al tuyo. Te estás haciendo daño emocional al permitir eso. Eres el responsable de tu vida, toma tus decisiones, aunque no les gusten a los demás, porque jamás podrás complacer a todas las personas de tu entorno.

Aprende a decir NO, porque si no, cada vez que das tu brazo a torcer por otra persona estás bajando tu autoestima, dañando a tu niño interior. Pon límites razonables a todas tus relaciones; si algo no te gusta o no te aporta nada, ponle límites y no lo permitas. Si se supera el límite, deja a esa persona, ya la has avisado de las reglas que pusiste y no las ha aceptado. Sé coherente contigo, porque esa persona no te respeta. Tú eres el dueño de tu vida, no permitas aquello que tú no le harías a nadie.

Te estás conformando con recoger migajas de amor debido a tu inseguridad. Empieza a amarte y a respetarte, porque eres la persona más importante del mundo para ti. De hecho, el universo no podría existir sin ti, porque tú eres parte de este universo.

Para amar, sigue las reglas básicas: conocer, compartir y amar incondicionalmente. Sigue ese orden porque, si no lo sigues, puede que solo estés recogiendo migajas.

Conoce primero a las personas, comparte tu tiempo con ellas y, por último, ámalas como si fueras tú mismo. Si en la primera cita ya os acostáis, quizá lo único que hacéis es dar rienda suelta a vuestras pasiones, pero no sabrás quién es realmente esa persona, ni qué emociones o energía tiene. Solo siguiendo los pasos anteriores podrás saber si esa persona merece tu amor incondicional. Si no lo merece, no lo regales, porque estarás perdiendo tu energía, y tú eres una mezcla de todas las energías que hay en tu vida. Cada vez que tienes una relación, absorbes parte de la energía de la otra persona. Tu cuerpo emocional también puede dañarse, porque, aunque la relación sea satisfactoria, quizá la otra persona ya está comprometida con otro/a, o te abandona al terminar la relación, y tú serás el culpable de ese dolor al permitirlo.

No te quiero decir nada de tu niño interior, porque le estás haciendo todo el daño del mundo al permitir esa situación, estás perdiendo toda la alegría que tenías y volviendo a ser esa persona solitaria que eras, porque —claro— el mundo está en contra tuya. Sabes que tú eres el responsable de tu situación. Despierta y sal de ese pozo de pensamientos, de ese agujero negro de esperanzas. Eres un ser divino, muestra todo ese amor a quien se lo merezca, compártelo con quien le aporte sentido a tu vida.

El sexo está muy bien y es necesario de alguna manera en las relaciones, pero ninguna relación puede basarse solo en el sexo. La vida es algo más, es compartir por el placer de hacerlo y ser feliz sin esperar nada a cambio. No esperes recompensas, no busques parejas, busca el amor que hay en ti para darlo a quien sea digno de tu confianza. Lo demás vendrá solo, no necesitas buscar ese amor en los demás, debes buscarlo dentro de ti.

Cuando fluyes en tu vida, dándote ese amor a ti mismo, tu inconsciente refleja eso a los demás y hará que encuentres personas que sean iguales que tú. Por eso las parejas vendrán solas, porque atraes aquello que eres. Si eres amor, atraes amor.

Sé amor en tu vida y tu vida será amor.



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