Читать книгу Hipocresía, soledad y mates - Cecilia Evangelina Parejas - Страница 8
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No te quedes solo con tu vida, mirá la mía
Me parece importante que nos presentemos, tal vez no pueda conocer tu nombre, pero es bueno que sepas quién soy. Cuando puse quién soy me di cuenta de que me puedo definir de muchas maneras, así que busqué la forma más adecuada o la más significativa en este momento de mi vida.
Mi nombre es Cecilia Evangelina Parejas, tengo 34 años, soy una persona que eligió empezar a ser la protagonista de su vida, la única vida que tenemos en el aquí y ahora. Dejé de ser un personaje secundario en mi propia experiencia. Esto es lo más significativo de mi vida actual. Podría haberte dicho también que soy madre de dos hermosos hombrecitos, lo cual me hubiese relegado a ser por ellos, ser desde el rol familiar y social. Podría haber elegido decir que soy profesora de Psicología, lo cual me hubiese limitado a un Título superior que me permite ingresar en el campo laboral. Y si hubiese elegido una mujer libre, lo limitaría a un género. Nosotros somos mucho más que un rol familiar y social.
¿Y vos cómo te present ás?, ¿y quién sos?
Es de entender que somos mucho más allá de un rol, de una posición social, de un estudio, siempre es un poco más allá. Es vivir como la persona que sos, como el ser que venís a ser, sin copias y sin limitaciones. Cuando hablo de ser, hablo de una versión que va más allá del cuerpo físico, más allá de tu nombre e identidad social, una versión que tiene que ver con la trascendencia. Es decir, la conjugación de tu género, tu identidad, tu personalidad, tu apariencia, ese todo que somos palpitando desde el centro de nuestro pecho.
No estoy hablando de religión, de espiritualidad, sino del reconocimiento de la existencia de la propia vida, del ser único e irrepetible que soy. Hasta ahora no encontré en toda la historia alguien igual a mí. Soy única e irrepetible en millones y millones de años, soy única aquí y ahora escribiendo este libro, soy única e irrepetible como madre de mis hijos y como hija de mis padres, podría seguir diciendo que soy única e irrepetible en cada espacio que ocupo, pero creo que con estos ejemplos te basta y te sobra.
Para poder reconocer esto, es necesario pasar por distintas situaciones y se aprende en el transcurso del tiempo y de forma lenta. Generalmente, no es con una vida fácil, dulce y sin complicaciones, sino que se da a través de dolores, desencuentros y frustraciones. Es en esos momentos cuando tenés dos caminos: seguir definiéndote, haciendo y siendo como lo has hecho hasta ahora, o girar 180 grados para encontrarte con tu mejor versión; depende únicamente de vos. Nadie ni nada pueden darte placer, felicidad, bienestar, alegría o estados de plenitud de forma permanente en esta realidad, ni un gran amor, ni tus hijos, ni la familia o el título que tanto anhelás… Nadie ni nada pueden darte la felicidad que vos no tengas dentro.
Todo lo que te cuento lo aprendí y deseo transmitirlo. No puedo hacer el trabajo por vos, pero puedo ayudarte a que veas otras partes del camino, que experimentes otras realidades y que empieces a creer en vos. Que hagas todas esas cosas que querés hacer hoy y que postergás para mañana; que decidas hoy el cambio; que dejes de quejarte del trabajo, de la vida que llevás y de todo eso que te quejás a diario. Es de suma importancia que recuerdes que solo tenés esta vida para experimentar lo que es vivir, disfrutar, sonreír, caminar, cantar, llorar, respirar, gritar y mucho más. Por eso, NO vivas la vida de otros, ni con las normas de otros. NO dejes de vivir tu vida por y para otros. NO exijas a otros vivir por vos, ni con tus normas, ya que cada experiencia es individual.
Es importante saber que todo es mucho más grande de lo que nuestros ojos ven, es mucho más complejo y vasto de lo que podemos entender. Siempre estás viendo solo una porción de esa totalidad... Si no te gusta lo que ves ¡movete! Vos elegís qué mirar.
Somos seres creadores de nuestra realidad, nos movemos, buscamos y entendemos nuestro bienestar, reconocemos la incomodidad y también podemos hacer algo con ello, movernos es una buena opción. Cuando hablo de movimiento, hablo de cambiar formas, actitudes, hábitos y estilo de vida. Si no está funcionando, ¿para qué lo sostengo?
Nos han criado de una forma estática, desde el miedo al cambio, desde el miedo a las crisis… sinónimos de que algo no está bien. La idea es poder dar una vuelta de hoja y usar otra lupa para leer, pues si hay crisis hay una novedad que nos invita a ser conocida, a ser experimentada, a vivirla y algo de nosotros que está reclamando ser conocido, ser escuchado, ser auténtico.
Te daré un ejemplo de nuestra vida en la insatisfacción. Tenemos un cuerpo hermoso que miramos todos los días, pero que no nos gusta, siempre está muy gordo, muy flaco, muy flácido, muy alto, muy bajo, con muchas caderas o pocas… y la lista sigue; podría decir que puede llegar a ser interminable. Ocultamos este cuerpo que nos permite disfrutar y experimentar todo lo que nos rodea.
Dejamos de hacer actividades, vestirnos y hasta comer, por todo eso que, por todo eso que le falta o le sobra… Y nos vamos quedando con las ganas, con la frustración, el enojo y el dolor, nos vamos volviendo infelices. Pero el cuerpo sigue ahí. Tenemos la posibilidad de cambio y no la usamos.
Podríamos ver muchos más ejemplos de la vida en la insatisfacción, en quejarse una y otra vez del trabajo y no hacer nada con eso, en quejarse del matrimonio o pareja y seguir sosteniéndolo una y otra vez. ¿Por qué digo vida en la insatisfacción? Porque en todos y cada uno de los ejemplos tenemos las posibilidades de cambio; siempre existe la posibilidad de cambiar, pero no la tomamos; por el contrario, preferimos quejarnos.
Antes de comenzar a desarrollar cada capítulo es importante que sepas que todos los temas expuestos son desde una mirada, la mía, y desde donde yo me paro a mirar. Recordá que también vos tenés la posibilidad de cambiar el foco o lugar desde donde quieras mirar.