Читать книгу El negocio del fútbol - Christian Solano Obando - Страница 12
EL POSFÚTBOL
ОглавлениеEl periodista chileno Juan Pablo Meneses, autor del libro Niños futbolistas, apuesta por redefinir la expresión “fútbol moderno” bajo una nueva categoría que permite delimitar con claridad el cuándo y el cómo de este nuevo fútbol.
Meneses aporta el término “posfútbol” a la discusión, entendido como un nuevo deporte originado con la aparición de Lionel Messi en el fútbol profesional. El autor describe un fútbol distópico en el que los equipos más poderosos del mundo buscan niños talentosos de todos los rincones del planeta para enlistarlos en su disciplina. El negocio aquí es hallar talento juvenil a un muy bajo costo para ahorrarse un futuro fichaje multimillonario. (Meneses, 2013)
La historia del crack argentino resume el telos del posfútbol que trae de vuelta los patrones imperialistas que se extinguieron en el siglo XX. Así, del mismo modo en el que Inglaterra, España, Francia, Portugal, Italia y Alemania extraían las riquezas y materias primas de los países en vía de desarrollo del hemisferio sur, los clubes históricos de ese que llaman primer mundo crean innumerables escuelas de fútbol en cada rincón del planeta con el ánimo de captar talentos con la falsa promesa para niños y padres de un futuro bienaventurado en Europa jugando a la pelota. Con Lionel Messi, Barcelona decidió creer en un joven con un problema de crecimiento, pagó su tratamiento y escogió invertir a riesgo en una posible estrella. Al final, los catalanes recuperaron su inversión.
Aunque es muy claro y convincente el concepto de Meneses, podríamos echar unos años atrás en la historia para rastrear el momento en el que el fútbol cambió. El posfútbol no se puede definir con un solo hecho, es el resultado de varios procesos que convergen a través de los años, pero que tuvo como puntapié inicial la década de los noventas.
Hay cinco fenómenos que serán determinantes en la evolución del fútbol en el siglo XXI. Es justo empezar mencionando el “Informe Taylor” (1990), un documento que modificó el mundo del fútbol inglés tras una oleada de violencia hooligan que tuvo sus más trágicos picos con los episodios de Heysel y Hillsborough1. El informe supervisado por el juez Lord Justice Peter Taylor identificó los grandes problemas de seguridad del momento y propuso un paquete de medidas para adoptar en el fútbol británico entre las que se destacan la eliminación de alambrados en las tribunas, la obligación del público de permanecer sentado, la instalación de cámaras de video en los estadios y el registro de los datos de cada hincha que asiste a un partido de fútbol. El modo en que se vivía el fútbol en una cancha tuvo un antes y un después con las recomendaciones del juez Taylor.
En segundo lugar, tenemos el nacimiento de la Liga de Campeones (1992) y la Premier League de Inglaterra (1992), dos torneos fundados sobre los cimientos de la antigua Copa de Europa y la Liga de Fútbol de Primera División de Inglaterra. La primera movida abrió nuevas plazas a países europeos nunca considerados como competitivos; de allí que tengamos que soportar continuamente las previsibles derrotas del Bate Borisov, el Cluj, el Maccabi Haifa, el Astana o el Qarabag en la Champions; y la segunda consolidó el negocio de los derechos de televisión gracias al modelo del fútbol inglés que tuvo en la compañía Sky de Rupert Murdoch su perfecto cliente. Para entender la dimensión del negocio de la Premier, anotemos que en 2018 el torneo recibió cerca de 11 mil millones de euros por los derechos de transmisión de los cinco años siguientes.
Tras crear dos exitosos modelos de competición, llegó como tercer suceso el Coeficiente UEFA (1997) y su perpetuación estadística de los equipos más poderosos de Europa. A través de los números que recoge la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol, se mide el rendimiento de todos los equipos de las ligas del viejo continente y se dictaminan las posiciones que tendrán en sorteos, calendarios y plazas en torneos continentales. Se empieza abrir la brecha entre los clubes poderosos y los equipos de la media.
No podemos pasar por alto en nuestro cuarto punto, el significativo Caso Bosman (1996): un dilema jurídico–deportivo que reivindicó el Tratado de Roma y permitió a los futbolistas europeos jugar en cualquier club del continente sin ocupar plaza de extranjero. Esta es la historia de Jean-Marc Bosman, un futbolista belga sin mucha distinción que rescindió unilateralmente su vínculo con el RFC Lieja luego de que el club quisiera renovarlo con un sueldo considerablemente menor al que recibió durante las anteriores temporadas, para ir al Dunkerque de la segunda de Francia. El fallo que favoreció a Bosman cinco años después determinó que los deportistas no son esclavos y que los clubes no son sus dueños.
En quinto lugar, registramos la aparición de ligas profesionales en países sin tradición futbolera, pero con el suficiente poder económico para sostenerlas. Japón creó su J1 League en 1992; China tuvo la Jia A en 1994 y, por supuesto, los Estados Unidos fundaron una nueva liga bajo el nombre de la MLS como condición necesaria impuesta por la FIFA para la realización del mundial de Estados Unidos 1994. Con este quinteto de hechos fundacionales, el posfútbol recogió su ancla y emprendió camino rumbo al futuro.
Este nuevo deporte inspirado en el fútbol que ya navega por las canchas de nuestro planeta es un fenómeno del nuevo milenio resultante de los incesantes cambios que dejó el final de la historia en el siglo XX. En consecuencia, de la misma manera en que el posmodernismo apuntó a negar los grandes relatos que han definido al mundo, como bien lo retrató el filósofo francés Jean-François Lyotard en su obra La condición postmoderna, la llegada del año 2000 desdibujó poco a poco las narrativas tradicionales del fútbol a favor de la mercantilización. La visión romántica del juego ahora estará mediada por los millones, los rendimientos, los datos, la desigualdad, el fetichismo, el desarraigo y el discurso dictatorial que pondera el resultado sobre todas las cosas.
Bienvenidos al posfútbol.