Читать книгу Supuestos para un diálogo - Cristián Sotomayor Larraín - Страница 6

Оглавление

PRÓLOGO

El origen del libro

Este libro se inició —sin intención de que fuera un libro— hace ya muchos años y sin que yo previera entonces los cambios que tendría a lo largo de su desarrollo, ni lo que me entretendría en el diálogo con varias generaciones de alumnos. Un día me pidieron en la Facultad de Teología que diera un curso de formación general que se llaman TTF. Son los cursos que se ofrecen para todos los otros alumnos de la Universidad Católica, excluidos los de Teología. Quien es llamado a enseñar debe presentar el programa a una comisión de profesores para que sea aprobado.

La comisión que evaluó mi propuesta de curso estaba formada por los profesores Sergio Silva, Antonio Bentué y Joaquín Silva. Sus comentarios fueron francamente benévolos y me estimularon. Me hicieron dos observaciones que con los años se mostraron acertadas: se parecía demasiado a un curso clásico de Teología Fundamental, como se podía ver si se lo comparaba con el índice de cualquier manual clásico de la materia, comentario que era una sugerencia de cambio en cuanto a no hacer algo tan ambicioso, sino que más adaptado a los intereses de los alumnos de otras carreras. Ese programa inicial tenía cuatro capítulos y las experiencias de unos pocos semestres de docencia me convencieron de que en un semestre (que dura solo cuatro meses y medio) no se cubre bien más que tres capítulos. Eliminé, entonces el cuarto, aunque no sin incorporar algún elemento suyo a los capítulos anteriores.

La otra observación, muy positiva, se refería a algo que sobre el diálogo fructuoso digo en el objetivo del curso: que ese diálogo supone que se reconoce “qué significado tiene lo dicho cuando es oído del otro lado de la frontera”. De esta mención fronteriza dijo el profesor Sergio Silva que era esencial al verdadero diálogo, destacando así la importancia de tener conciencia de ello. Habiendo tenido alumnos que se declaran ateos, agnósticos, deístas, religiosos (sin presuponer lo que cada una de esas calificaciones exactamente significa, cosa no fácil de saber y objeto de nuestro primer capítulo), ese principio asociado al carácter fronterizo del curso se ha probado muy útil al diálogo.

El propósito del libro

El subtítulo del curso, Supuestos para un diálogo, lo expresa. Este fue el subtítulo que le puse a un curso cuyo título oficial no escogí y que era “Teología Fundamental”. Tal nombre me parecía excesivo porque solo desarrolla algunos temas de TF y porque no destaca lo que yo pretendía con el programa, que era ayudar a dialogar con utilidad, no para derrotar a nadie, sino para entender y darse a entender. Para esto, como dice la descripción, hay que saber “cómo suenan las cosas dichas desde el otro lado de la frontera”. Cuando llegó el momento de publicar el curso, el subtítulo quedó como título porque me pareció menos inadecuado que “Teología Fundamental”, que es demasiado amplio. Debo confesar que el actual título no me deja demasiado contento, pero no encuentro uno mejor. Puede ayudar a justificarlo el hecho de que solo dialoga verdaderamente el que entiende los supuestos de su interlocutor, quien descubre desde qué experiencia vital le habla. Por eso es importante sensibilizar frente a los supuestos que son las experiencias desde las que conoce y también observar desde qué conceptos habla mi interlocutor: si no se cumple esta condición, no entenderé profundamente lo que intenta decir. En ese sentido, el religioso es quien está, potencialmente, en las mejores condiciones para entender a los demás, porque él tiene en sí algo de todos los otros. Lo que este texto intenta abrir es la compresión del otro por conocimiento de los supuestos “desde los cuales”, e.d., por ofrecer materiales para intuir las vivencias que respaldan los planteamientos. Incluso acaso más allá del grado de conciencia expresa que tenga de ellas el que las ha vivido, pero esta relativa ignorancia no afecta menos su pensamiento.

Diálogo y frontera

El auténtico diálogo debe cruzar fronteras de experiencia vital y de pensamiento. Para que ese paso de frontera se dé, es necesario tener conciencia de cómo se entiende lo que se dice (especialmente, ciertos vocablos que se emplean) cuando son oídos desde el otro lado de la frontera, e.d., desde otra vivencia. Esta es otra razón para evitar vocabulario técnico que ha adquirido mala fama, como es el caso de la apologética. Esta función, permanente en el pensamiento, es esencialmente respuesta, lo que significa tomar en cuenta lo que el interlocutor vive y es el fondo de referencia de su pensamiento.

Esto aconseja no aislar vocablos (cargándolos de sentidos tal vez no intentados —al menos, expresamente— por quienes los usan) e ir más lejos, a intuir la experiencia vital desde la que habla el que pregunta u objeta. La frontera verdadera no está en el vocabulario sino entre experiencias, y son estas las que hay que atender para que haya buena apologética, e.d., verdadera respuesta.

Características del libro

Desde que comencé a enseñar este curso me di cuenta de la conveniencia de evitar, en cuanto fuera posible, el vocabulario teológico técnico ya consagrado por el uso. La ventaja de este procedimiento es que no se gasta tiempo ni energía en aprender vocabulario técnico no estrictamente necesario y, en cambio, se favorece la posibilidad de concentrarse en el contenido. De pasada, aviso cuáles son los nombres clásicos, pues al estudiante les pueden ser de importancia alguna vez, pero no los uso regularmente porque me parece que, en un curso inicial como este, no son indispensables.

El propósito de la exposición es práctico: es facilitar el diálogo reflexivo sobre la materia. Este se ejerce ya en las mismas clases, sobre cuyos temas aviso previamente por el correo electrónico junto con alguna lectura que resulta conveniente antes de la sesión (se trata de una lectura que generalmente está en los Anexos). Además, hay dos sesiones del curso —al medio y al final—dedicadas a un diálogo formal y organizado entre ellos, que se desarrolla en la sala de clases.

Un lector suficientemente formado en teología muy probablemente no terminará de leer este texto, porque no encontrará novedad en él. En efecto, sus contenidos son parte de los contenidos comunes de la teología y lo novedoso, si lo tiene, es el intento por explicarlos claramente a alumnos de los primeros años de universidad.

El papel de los alumnos que han seguido este curso

Aunque es un curso con bastante abandono de parte de los estudiantes, si suponemos un promedio de 40 alumnos semestrales durante 14 semestres, ellos alcanzarán a un total de 560. El programa que al comienzo aprobó la comisión ha sufrido algunos cambios por el camino, los que tienen mucha relación con la experiencia de los estudiantes que han seguido el curso. A medida que observaba qué les interesaba, qué les costaba más entender, qué preguntas se repetían con frecuencia, etc., yo adaptaba las explicaciones y buscaba nuevos anexos que ilustraran lo que quería decir en mis clases. El texto, en su estado actual, debe mucho a las conversaciones tenidas en ellas. Las preguntas y objeciones modelaron en parte la exposición, en el sentido de que responden a esas inquietudes, aunque no lo digan expresamente.

El propósito de publicar el libro es continuar el diálogo que constituyó este curso en su versión de aula. Un diálogo tiene mucho de imprevisible, especialmente en su decurso, debido a que cada intervención depende de la recepción del interlocutor. El texto escrito, a diferencia del diálogo presencial, es más rígido, pues ya está fijado. Al lector esto le pide flexibilidad para hacer vivo a un interlocutor cuyo discurso está fijado.

Este texto se publica gracias al aporte efectuado el año 2018 por la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile, que ha instituido el Premio Padre Hurtado en favor de la Facultad de Teología. Este reconocimiento a la mejor monografía presentada durante el año para la formación de los estudiantes de la Universidad incluye el costo de publicación de la obra, una contribución a la Biblioteca de Teología para compra de libros y un aporte para el autor.

Supuestos para un diálogo

Подняться наверх