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ОглавлениеCAPÍTULO I
Final del siglo XIX y primera mitad del siglo XX
Los inicios de nuestra institución datan de los comienzos de la historia en Tierra del Fuego, la presencia del hombre en la búsqueda de nuevos horizontes y en ese afán de construir una nueva sociedad, no estaba exenta de problemas -en materia de seguridad - que todo proyecto de estas características trae aparejado.
Ya en 1885 comienzan a darle forma a una empresa tan importante al nombrar el primer jefe de Policía en la persona de Antonio Ambrosio ROMERO, lo que originó posteriormente que el Ministerio del Interior, que entendía en estas cuestiones, diera lugar a la organización policial mediante la planta de personal correspondiente.
Desde los inicios la fuerza policial comenzó a evidenciar los problemas emergentes de varias circunstancias que le resultaban adversas: escasa y mala preparación, falta de reglas claras en materia de estabilidad, falta de interés, presencia de extranjeros en la fuerza y sobre todo, bajos sueldos. Y como si fuera poco en su gran mayoría eran reclutados en Buenos Aires sin mediar un contrato de por medio. Todo esto mostraba un cuadro negativo que encuadraba a los empleados policiales dentro de un trabajo golondrina evidenciando un grave problema por la facilidad con que renunciaban.
Por otra parte, la actividad profesional iba en aumento porque no solo había que intervenir en situaciones cotidianas, sino que además debían prestarle especial atención a la comunidad nativa que era un continuo foco de inseguridad, debiendo agregarse la carencia de un justo presupuesto para desenvolverse y ello atentaba contra la buena voluntad que evidenciaban los policías de la época ya que sus condiciones laborales no eran las mejores precisamente.
Desde sus inicios la ciudad de Ushuaia marcó un reto donde las instituciones –en su crecimiento- iban de la mano de la civilización. Todo progreso lleva implícito riesgos, es el precio de avances, retrocesos, aciertos y desaciertos por parte de autoridades y en ese contexto, la Policía tenía su rol protagónico. No debemos obviar que la población a principios del siglo no alcanzaba el millar de personas, de las cuales la mitad eran indios que trabajaban como peones o que se ubicaban en reservas cercanas a la ciudad (página 42- Luis Moreno-Los tiempos de Tierra del Fuego).
“La relación entre los antiguos pobladores indígenas y las nuevas corrientes de habitantes blancos produjo una serie de situaciones que a menudo terminan mal”. Página 13.-Indios, Policías y Agitadores. – Documentos policiales fueguinos.– Arnoldo Canclini.-
Según los registros aprobados por el Ministerio el Interior del 14 de noviembre de 1885, con lo cual se puso en marcha la organización funcional de la “Policía fueguina” y según la Ley de Presupuestos previeron un total de 30 funcionarios policiales. (Pág.19-Policía fueguina Reseña histórica). Esto demuestra que la fuerza policial, que era muy escasa, se remitía a un grupo reducido de personas y si bien eran nombrados en Buenos Aires dependían directamente del gobernador del Territorio.
La Policía de Tierra del Fuego fue moldeándose conforme la época, al avance de la sociedad y las necesidades que el sistema exigía, pero también ese crecimiento adolecía de un conocimiento profesional, precisamente, porque las características del lugar y de su gente, no daba para más. En otras palabras, en la medida en que avanzaban en el tiempo se iban amoldando a las circunstancias.
Por ello, podríamos decir que al final del siglo XIX y mitad del siglo XX la función policial se llevó a cabo con las siguientes características:
1.- Personal dependiente de cada Gobernación sin respaldo jurídico en materia de igualdad social y laboral.
2.- Policías tomando la función como una salida laboral más, por tal razón, en forma continua se producían recambios conforme las propuestas nuevas que se le presentaban. Era un trabajo golondrina. Generalmente la labor de guardia cárcel era más atractiva, sus sueldos eran mejores y hacia allí emigraban.
3.- Incorporación y carrera limitada sobre la base de la escasa preparación de sus miembros.
4.- Intenciones de la Justicia para que se tomara gente con algo de conocimiento porque eran los que escribían y transmitían, a la distancia, cuando sucedían los delitos ya que el Juez se encontraba lejos del lugar de los hechos.
Estos cuatro puntos sintetizan alguno de los serios problemas que rodeaban a la incipiente función policial, claramente difíciles de solucionar y que solo en el tiempo y después de muchos años se lograría mejorarla.
Se puede apreciar a través de la historia de la primera mitad del siglo XX la continua preocupación de los gobernadores de turno para adecuar las condiciones del personal policial. El poder central recién comienza a evidenciar algunas mejoras casi a fines de la década del 40 en un acto de reconocimiento a toda esa carga laboral - que durante años –para el caso de nuestra policía, se realizaban como tareas anexas. Tal era el caso de la Policía Aduanera, Policía Migratoria y Policía de Seguridad con especial énfasis en los delitos y la lucha contra el abigeato, además del rol preponderante en la sociedad en el tendido de la línea telefónica introduciendo un valor agregado importante al mundo de las comunicaciones dentro de la isla, como también el descubrimiento del Paso Cordillerano por el Comisario Medina –mal llamado Paso Garibaldi- .
Era como si no coincidiera la gran carga de responsabilidades que pesaba sobre el policía y la escasa calidad que el Estado le proveía.