Читать книгу Las radicales enseñanzas de Jesús - Derek J. Morris - Страница 11
Lo que dijeron sus seguidores
ОглавлениеJuan el Bautista fue uno de los primeros en hablar acerca de Jesús. Cuando vio a Jesús que llegaba al río Jordán para ser bautizado, exclamó: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29). Luego de bautizar a Jesús, el Bautista dio este testimonio inesperado: “Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él. Y yo le vi, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios” (Juan 1:32, 34). El punto de vista de Juan el Bautista era claro: ¡declaró enfáticamente que Jesús era el Hijo de Dios!
Una mujer piadosa llamada Marta, hermana de María y de Lázaro, dio su testimonio acerca de Jesús. Marta y sus hermanos eran amigos cercanos de Jesús. Lo conocían bien, y lo amaban. Mientras hablaba con Jesús al lado de la tumba de su hermano Lázaro, Marta declaró: “Yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo” (Juan 11:27).
Hasta los escépticos experimentaron un cambio decisivo en sus vidas cuando tuvieron un encuentro personal con Jesús. Cuando Felipe, amigo de Natanael, dijo que había encontrado al Mesías, un maestro de Nazaret, Natanael preguntó: “¿De Nazaret puede salir algo de bueno?” (Juan 1:46). Pero, cuando Natanael se encontró cara a cara con Jesús, se convenció de que no era un hombre común; tampoco un lunático o un engañador malicioso. Este es el testimonio de Natanael: “Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel” (Juan 1:49).
Tomás era otro escéptico que llegó a ser discípulo de Jesús. Después de la resurrección de Cristo, Tomás se esforzó por creer que realmente había resucitado de los muertos. Cuando finalmente se encontró con Cristo resucitado, lo vio con sus propios ojos y lo tocó con sus propias manos, exclamó: “¡Señor mío y Dios mío!” (Juan 20:28).
Quizá te hayas dado cuenta de que todas las declaraciones radicales de Jesús sobre sí mismo citadas anteriormente y todos los testimonios citados sobre Jesús provienen del evangelio de Juan. Uno de los primeros discípulos de Jesús, Juan, hijo de Zebedeo, escribió su Evangelio con el propósito específico de convencer a las personas acerca de quién era Jesús. Proclamó, casi al final de su libro: “Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre” (Juan 20:30, énfasis añadido).