Читать книгу ¿Al diablo con el amor? - Diego Goldemberg - Страница 9
ОглавлениеCapítulo 2
Cuando lo ví le devuelvo la sonrisa y de repente lo reconozco era mi gran amigo Roberto, el periodista que me había hecho una linda nota hacía ya un tiempo en mi casa. Nos abrazamos como dos amigos que hace años no se ven y me dice asombrado, ¿Qué estás haciendo por acá? Lo miré sin salir del asombro por la persona que estaba viendo y le dije: vine a tomar un poco de aire puro, a respirar soledad, a tratar de poner mis ideas en orden, ¿Y vos? Yo hice un alto en el camino, voy rumbo a Chapadmalal a la Casa Presidencial a hacerle una nota al Presidente de la Nación. Por qué no aprovechamos y ya que estamos acá, yo te debía un café, ¿Te parece que te pague mi deuda ahora? Y me señaló con su brazo al Torreón, lo miré y acepté su invitación.