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1.1 Generalidades
ОглавлениеEn una economía de mercado, el sistema financiero es el conjunto de instituciones que permiten la asignación de los recursos económicos de la sociedad entre sus participantes, tanto en un mismo momento en el tiempo como a lo largo de éste, en medio de un ambiente de incertidumbre. Específicamente, el sistema financiero canaliza el flujo de excedentes económicos entre personas e instituciones con exceso de dinero y capacidad de inversión, y aquellos que requieren financiación para sus proyectos productivos (Figura 1.1). En el sistema financiero, los participantes llegan a acuerdos sobre los montos de inversión y los plazos requeridos, así como el valor económico agregado que se espera, el cual suele tener la forma de tasa de interés o participación en utilidades.
Figura 1.1 Esquema general del sistema financiero colombiano y activos representativos *
Nota: las flechas indican el flujo inicial de dineros.
*Las figuras que no tienen fuente fueron elaboradas por el autor.
Existen dos grandes vías mediante las cuales tiene lugar este intercambio de recursos: la primera se trata de los intermediarios financieros, instituciones como los bancos, las corporaciones financieras y las cooperativas de ahorro. Estas entidades se especializan en captar el ahorro del público, pagándoles tasas de captación, y lo canalizan hacia las empresas y familias mediante créditos, a los que les cobran tasas de colocación. Por un lado, los intermediarios financieros asumen la responsabilidad del capital que les confían los ahorradores y, por otro, se hacen cargo de gestionar el riesgo de los créditos que conceden a sus deudores. A cambio de esto, cobran lo que se conoce como el margen de intermediación, en otras palabras, la diferencia entre las tasas de colocación y de captación. Las aseguradoras, por su parte, también son clasificadas como intermediarios financieros, ya que una parte importante de las primas que cobran por los seguros es invertida en las empresas, los bancos y el gobierno mediante los mercados financieros, con el fin de responder por eventuales pagos originados por la ocurrencia de los riesgos que cubren.
La segunda vía la constituyen los mercados de valores, representados por instituciones, como las bolsas de valores, los mercados al mostrador u Over The Counter (OTC) y las mesas de dinero. En Colombia, la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) representa casi la totalidad del mercado de valores. Los mercados financieros canalizan de forma directa el ahorro de familias y empresas, conocidos como inversionistas, hacia las unidades deficitarias, denominadas emisores, en una relación económica que se formaliza mediante los activos financieros. En general, las personas naturales y jurídicas no acceden directamente a los mercados financieros, sino mediante las firmas comisionistas, agentes que los representan en las operaciones de compra y venta de valores. A cambio de estos servicios, dichos agentes cobran tarifas conocidas como comisiones. Otra manera de acceder es la compra de unidades de participación en fondos de inversión que ofrecen y gestionan los inversionistas institucionales, estos últimos incluyendo fondos de pensiones y cesantías, fondos mutuos, las sociedades administradoras de inversión, las fiduciarias, sociedades de capitalización y fondos de capital privado, entre otros.
El término mercado financiero se suele usar como sinónimo de mercado de valores, pero en un sentido más amplio incluye también los diferentes mercados de ahorro, financiación, divisas, seguros, pensiones y las instituciones que en ellos intervienen.
Ejemplo
El señor Eduardo Reyes tiene un excedente de diez millones de pesos, que requerirá dentro de seis meses previendo la matrícula del colegio de su hijo. El sistema financiero le ofrece diversas opciones para invertir este dinero. Puede recurrir a su banco de confianza y depositar este dinero en una cuenta de ahorros o corriente, o invertirlos en un certificado de depósito a término (CDT). Alternativamente, puede recurrir a su comisionista de bolsa y comprar activos financieros, como CDT previamente emitidos, títulos de deuda del gobierno, bonos, titularizaciones y acciones, entre otros valores.
Por otro lado, si el señor Reyes planea invertir los mismos diez millones a un plazo mayor, por ejemplo, treinta años con destino a su pensión, en lugar de depositarlos en intermediarios financieros, generalmente accederá a los mercados financieros, bien sea mediante su comisionista, para comprar directamente activos financieros (por ejemplo, bonos o acciones), o invirtiendo en los fondos que ofrecen los inversionistas institucionales, como Administradoras de Fondos de Pensiones y Cesantias (AFPyC), las Fiduciarias, las Sociedades de Capitalización y las mismas comisionistas de bolsa. Al momento de escoger entre las alternativas de inversión, el señor Reyes deberá hacer consideraciones de rendimiento esperado, riesgo y liquidez, teniendo en cuenta, además, los efectos fiscales, como el eventual pago de impuestos sobre la rentabilidad obtenida.
Para destacar el servicio que le presenta el sistema financiero a una nación, revisemos sus funciones económicas:
• Proveer de un sistema de pagos por los bienes y servicios: papel que cumplen los bancos mediante instrumentos como las cuentas de ahorro y corrientes y los depósitos a término fijo, con lo cual multiplican la disponibilidad de medios de pago en una economía.
• Asignación eficiente de capital a los proyectos empresariales: el sistema financiero, mediante sus instituciones y regulaciones, y por el hecho de reunir un número amplio de inversionistas nacionales y de otros países, facilita que las empresas financien sus proyectos mediante créditos bancarios, o emisiones de deuda o acciones, y que no queden limitadas a los aportes disponibles de sus propietarios. Ahora bien, con la participación de múltiples inversionistas potenciales y analistas profesionales, dicha asignación tiende a realizarse de manera eficiente al otorgar un mayor capital y a un costo inferior a las industrias, las empresas y los proyectos que presenten mejores perspectivas (mayor rentabilidad en función de su riesgo).
• Servir como depósito del ahorro público: el ahorro público se canaliza en el sistema financiero, de una forma en general segura y económica, en plazos que van desde menos de un año (por ejemplo, cuentas de ahorro, CDT, fondos del mercado de dinero), hasta varios años (bonos, títulos de deuda del gobierno, acciones, fondos de inversión colectiva).
• Transformación de plazos: los intermediarios financieros captan recursos del público en el corto plazo, y en instrumentos altamente líquidos (cuentas de ahorro y corrientes, CDT), y los invierten en préstamos a plazos mayores (por ejemplo, créditos hipotecarios, para vehículo, libre inversión, tesorería, entre otros), en lo que se conoce como descalce de plazos. Esto requiere, de parte de los bancos, una gestión adecuada de los diferentes riesgos en que incurren, y de parte de los reguladores, un estricto control de aquellos, así como mantener líneas de liquidez y seguros de depósito, todo esto para evitar problemas serios de fondeo de los bancos, que en casos extremos podría llevar a corridas bancarias.
• Gestión del riesgo en la economía: los activos financieros, tales como bonos y acciones, permiten dividir la propiedad y los pasivos de las empresas entre diferentes participantes de la economía. Esto contribuye a que los propietarios puedan diversificar el riesgo de las empresas con otras personas y entidades, a cambio de compartirles los resultados económicos de las mismas. Por otra parte, dos mercados financieros, los de seguros y los de derivados, se especializan en transferir el riesgo entre los participantes. El primero se concentra en riesgos personales o empresariales, incluyendo riesgos asociados a catástrofes; el segundo hace lo propio con riesgos financieros, como los de tasa de cambio, tasas de interés o precios de materias primas. Finalmente, un papel fundamental dentro de la gestión del riesgo en los mercados financieros lo cumplen instituciones como las calificadoras de riesgo y los programas de monitoreo del riesgo que implementan los intermediarios financieros.1
• Fijación de rendimientos de referencia para la economía: mediante la interacción entre la oferta y la demanda. En el sistema financiero se fijan las tasas de interés de una economía, para un determinado plazo y nivel de riesgo, que sirven como punto de referencia para las demás inversiones. Por ejemplo, un gerente que requiera evaluar un proyecto de lanzamiento de un nuevo producto a cinco años se fijará en las tasas de interés a este plazo como punto de partida para su rentabilidad esperada, si bien deberá agregar primas que reflejen el mayor riesgo e iliquidez del proyecto.
• Determinar el intercambio rendimiento-riesgo: complementando la función anterior, en el sistema financiero se determinan las primas de riesgo, es decir, el rendimiento adicional que se espera de una inversión, como recompensa a su nivel de riesgo frente a opciones de inversión libres de riesgo. Uno de los temas centrales de este libro es cómo determinan los mercados financieros el rendimiento esperado para un cierto nivel de riesgo en las inversiones de renta variable, y cómo parte de dicho riesgo puede ser mitigado o eliminado mediante diversificación.
• Facilitar el monitoreo de la gerencia de las empresas: dado que los activos financieros se negocian con cierta frecuencia en los mercados, su precio refleja las expectativas actuales de los inversionistas con respecto al desempeño económico de los emisores. De esta manera, el precio de los activos, en particular de las acciones y en menor grado los bonos, refleja el consenso del mercado sobre las expectativas futuras de la empresa, incluyendo el desempeño de su gerencia. Las acciones y los bonos de una empresa pobremente gestionada perderán precio en el mercado, lo que puede motivar reacciones correctivas (conocidas como disciplina de mercado) por parte de accionistas activistas, que buscarán el control de la misma y la forma de reemplazar la gerencia.