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Misión Palenque

3 de Octubre de 2011

El Doctor Eugene Smith se encontraba cautivo de los enigmas mayas. Ahora le consumía el deseo de encontrar toda la verdad y presentársela al mundo. Smith se había dado a la tarea de investigar por si mismo todas las tesis de diversos investigadores y arqueólogos quienes estuvieron interesados en el tema que ahora cautivaba su atención.

7:30 a.m.

Smith se encontraba inmóvil a causa del pesado sueño. Había dormido muy poco, pues tenía la costumbre de salir de los sitios arqueológicos y continuar investigando documentos en su habitación. Aquella noche la pasó leyendo sus apuntes sobre el Código de Dresde. Escritos que parecían anunciar acontecimientos estelares justo al fin de la última era. Ahora el sueño acumulado parecía pedir cuentas.

El molestoso teléfono se escuchaba a lo lejos. Gruñendo el señor Smith asintió en contestarlo.

–Sí, diga. –contestó Smith en tono de malhumor.

–¿Señor Smith? –respondió una voz femenina–. Espero no incomodarle. Soy la recepcionista, señor. Tengo a una persona que desea verle. Insiste en hacerle una entrevista.

–Lamento comunicarle que no estaré realizando entrevistas privadas en este hotel. Las únicas expresiones públicas se limitarán a la conferencia que daré en horas de la mañana en el Centro de Convenciones y Polyforum Chiapas. –contestó Smith.

–Si fuera posible, ésta persona se lo agradecerá pues pertenece a una muy influyente cadena noticiosa. –dijo la recepcionista con tono amable.

–Señorita, le agradeceré que tome nota de los datos de esa persona, su nombre y número para así atenderle en la conferencia de hoy. –contestó Smith cortando la llamada evitando que la recepcionista continuara insistiendo.

No había duda de que la visita del Doctor Eugene Smith en Chiapas había trascendido a los medios de comunicación. Sus investigaciones habían captado la atención de la prensa mundial. Diversidad de periodistas tendían a seguirlo en lugares no frecuentes.

Casi de inmediato de haber colgado la primera llamada el teléfono sonó nuevamente.

–«¿Quién será esta vez?» –se preguntó Smith.

Smith tomó el teléfono.

–Sí, diga. –contestó.

–Señor Smith, soy yo, Jacob. Le comunico que debemos apresurarnos al desayuno pues el chofer ya viene de camino para llevarnos al lugar de la conferencia.

–Le agradezco, allí estaré. –dijo Smith colgando el teléfono.

Smith se tomó su tiempo en lo que se preparaba pues no era de las personas que se dejaran apurar por otros.

Centro de Convenciones y

Polyforum Chiapas

9:00 a.m.

–Damas y caballeros –saludó el presentador al público que se dio cita en el centro de convenciones para escuchar la conferencia del Doctor Eugene Smith–. El invitado de esta mañana ya todos lo conocen. Ustedes han visto sus documentales en la televisión, han leído sus numerosos libros, han visto los reportajes en las noticias y sus comentarios en diversas revistas. Para nosotros es un honor tener aquí al Doctor Eugene Smith.

Tan pronto el Doctor Eugene Smith se puso de pie, todo el público le aplaudió con admiración.

–Gracias, Edison –dijo Smith, tomando su lugar en la tarima–. Le agradezco a los aquí presentes la amabilidad de venir a este lugar. Es un placer estar en este hermoso país, a la verdad muy especial. Ahora sé las razones por las cuales el gran Lhuillier adoptó su ciudadanía. No es para menos, ustedes hacen que uno se sienta en familia.

El Doctor Smith se tomó unos segundos en los que preparaba su proyector y su computadora personal que le serviría de apoyo en su conferencia.

–El tema que nos ocupa hoy y es la razón por la cual muchos de ustedes se han dado cita en este lugar lo es los enigmas de la cultura maya, en especial lo relacionado a los jeroglíficos encontrados en el Templo de las Inscripciones, el enigma de Pakal el Grande y K’inich Kan Balam, así como todo lo relacionado al fin del ciclo maya, es decir, el fin del calendario y las implicaciones mundiales que eso pudiera tener. –dijo Smith.

Smith hizo una breve pausa.

–Antes de continuar quiero presentarle a un nuevo componente de mi equipo. Se trata de nuestro nuevo fotógrafo y acompañante, el señor Jacob Burke. –dijo Smith señalándolo.

El público amablemente le brindó un aplauso. Todos los allí presentes se encontraban muy atentos a las palabras del señor Smith.

–El tema que nos ocupa esta mañana, si pudiera ponerle algún título especial a esta conferencia sería “El secreto maya”. El tema que nos ocupa es el tratar de descifrar esos enigmas que rodean a dicha cultura. En tiempos modernos existe la expectativa mezclada por preocupación ante lo que pueda ocurrir en el fin del calendario maya. –dijo Smith.

Smith hizo una pausa para abrirle oportunidad a todos aquellos que quisieran presentar preguntas.

–Antes de continuar con el tema, les comento que pueden utilizar el micrófono central para interrumpirme en cualquier momento y presentar sus preguntas. Con mucho gusto les contestaré en esta ocasión como si se tratara de una entrevista en vez de una conferencia donde una sola persona habla. Prefiero entrar en esa dinámica si les parece bien. –dijo Smith.

La oportunidad fue rápidamente aprovechada por el público.

–Señor Smith, existe mucha expectativa creada por los medios de comunicación en torno a la fecha 2012. Puede explicar para beneficio de todos, ¿de dónde surgen los argumentos utilizados por algunos para hacer las afirmaciones de que el mundo puede ver su fin en el año 2012? –preguntó uno de los oyentes.

–Excelente pregunta, el enigma sobre la fecha 2012 surge ya que en la Península de Yucatán hay un lugar llamado Cobá que en lenguaje maya significa “aguas turbias”, nombrado así por la presencia de cinco cenotes que rodean la región, siendo los otros: Yaxlaguna, Xcanh, Macanxoc y Sacalpuc. Cobá es un lugar tan enigmático como los muchos otros pertenecientes a los mayas. Allí se encuentra la pirámide Nohoch Mul o ‘colina grande’, y también se encuentra lo que han llamado la “estela de la profecía del 2012”. Dicha estela es un registro en piedra que marca el fin de la era maya y el posible comienzo de un nuevo ciclo enigmático e incierto. Existen muchas teorías, donde una de ellas es que se refiere al fin de la era cristiana y se vislumbra un tiempo cuando los dioses regresarán a reinar sobre la tierra. Ahora bien, todos sabemos que los mayas fueron sabios observadores de los cielos. Fueron capaces de desarrollar una compleja estructura. Calcularon el año solar con una precisión impresionante, la cual fue solo superada por los relojes atómicos. Ellos elaboraron el calendario solar, o Haab, el cual comprendía 18 meses de 20 días, a estos les sumaban cinco días donde ellos aseguraban ocurría gran maldad sobre la tierra, sumando 365 días. Por otro lado, poseían el calendario sagrado, llamado “Tzolkin” el cual se componía de 260 días y estaba dividido en 20 semanas de 13 días. Estas semanas estaban identificadas cada una con su respectiva deidad. Cuando estos dos calendarios se interrelacionaban surgía entonces una “Rueda de calendario de 52 años.” Tanto el tiempo como el destino de la humanidad eran considerados ciclos que se repiten una u otra vez. La expectación sobre el 2012 se deriva del augurio de fenómenos astronómicos que tendrán lugar en esa fecha y también de cálculos y fórmulas matemáticas que buscan encontrar un equivalente en nuestras fechas modernas al considerar el valor de los diferentes cálculos y divisiones del tiempo mayas. Algunos de los posibles eventos que pueden tener lugar en esa fecha lo son: un solsticio, una alineación de la galaxia en la cual la Tierra, el sol y un agujero negro se posicionan en un solo plano. Se cree que los agujeros negros pudieran actuar como alguna clase de aspiradora cósmica, muy peligrosa para todo lo que se encuentre a su paso. Estos eventos tendrán lugar al momento del fin del calendario maya. Es el momento del fin del ciclo y no dejaron registrado un nuevo ciclo. Es de aquí que vale la pena estar atentos a lo que sucederá. –les explicó Smith.

La conferencia se tornaba interesante y la gente del público se iba colocando en fila para realizar sus diferentes preguntas.