Читать книгу Historia antigua de Roma. Libros I-III - Dionisio de Halicarnaso - Страница 7

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NOTA A LA PRESENTE TRADUCCIÓN

Para esta traducción hemos utilizado el texto griego fijado por E. Cary para la edición de Loeb del año 1937, basada a su vez en la de E. Spelman del año 1758. Sigue en general la edición de Jacoby, pero se aparta de ella en numerosas lecturas y en detalles de ortografía que se indican en notas críticas.

Los manuscritos conservados de los diez primeros libros de la Historia Antigua de Roma son los siguientes:

A. Chisianus 58, siglo X.

B. Urbinas 105, siglos X-XI.

C. Coislinianus 150, siglo XVI.

D. Regius Parisinus 1654 y 1655, siglo XVI.

E. Vaticanus 133, siglo XV.

F. Urbinas 106, siglo XV.

A y B son los mejores MSS.; los demás son tardíos y algunos, especialmente C y D, contienen numerosas interpolaciones. La editio princeps (libros I-XI), realizada por Robert Estienne (Stephanus) en París en el año 1546, está basada en D.

En 1586 Friedrich Sylburg hizo en Frankfurt otra edición, acompañada de traducción y notas, de los libros I-XI siguiendo dos MSS., un Romanus no identificado y un Venetus (272). Se reimprimió en Leipzig en el año 1961.

John Hudson (Oxford 1704) fue el primero en utilizar el Urbinas, que él llamó Vaticanus. Sobre esta edición trabajó J. J. Reiske (Leipzig 1774-75), pero a partir del libro III 21 introdujo las buenas lecturas de B. Con frecuencia Dionisio es citado por las páginas de esta edición.

En 1860-70 A. Kiessling publicó en Leipzig (Teubner) una nueva edición basada fundamentalmente en B. Igualmente para Teubner preparó su edición C. Jacoby en los años 1885-1905, utilizando como base A y B.

En París (Didot) en 1886 A. Kiessling y V. Prou publicaron el texto griego con una traducción latina.

En cuanto a las traducciones, la primera es una en latín realizada por Lapus (o Lappus) Biragus (libros I-XI), publicada en Treviso en 1480, que se anticipó en más de medio siglo a la primera edición del texto griego. Se reimprimió en París en 1529 y de nuevo en Basilea en 1532. Una traducción de Gelenius (libros I-X) basada en la editio princeps apareció en Basilea en 1549. Sylburg la revisó en 1580 y añadió su propia traducción del libro XI. Portus (Lausana 1588) llevó a cabo una nueva traducción que fue adoptada por Hudson y Reiske, y, con numerosas correcciones, por Kiessling-Prou.

En Venecia en 1545 Francesco Venturi realizó una traducción al italiano, un año antes de la editio princeps . Otra versión italiana apareció en Roma en 1812-13, publicada por M. Mastrofini.

En francés contamos con la traducción de G. F. le Jay (París 1722) que está realizada sobre el texto latino de Lapus, y con la de Bellanger aparecida al año siguiente.

En alemán existen las traducciones de J. L. Breuzler (1752, reimpresa en 1771-72), y de G. J. Schaller y A. H. Christian (Stuttgart 1827-50).

En inglés disponemos de la traducción de E. Spelman (Londres 1758) y de la de E. Cary para Loeb (Londres 1937).

En nuestra lengua no existe ninguna traducción de la Historia Antigua de Roma anterior a la que aquí se publica.

Queremos hacer algunas observaciones sobre nuestra traducción. El texto griego ha sido seguido fielmente, pero en ocasiones nos hemos visto obligados a modificar la puntuación para aligerar el estilo excesivamente retórico y ampuloso de Dionisio y adecuarlo al castellano. En efecto, Dionisio intenta aplicar sus ideas retóricas a su Historia y utiliza un estilo aticista en el que abundan los largos períodos, los paralelismos, las repeticiones y explicaciones, el uso de adjetivos y verbos de igual significado dentro de una frase, el abuso de neutros, y una serie de rasgos propios del griego del siglo I a. C.

En cuanto a las fechas, que Dionisio da en Olimpiadas, hemos añadido el año entre paréntesis en el cuerpo de la traducción.

Los nombres latinos los hemos castellanizado, aunque en el caso de las ciudades, para mayor claridad, figura en nota el nombre original. Los nombres de dioses e instituciones los damos siempre en su versión latina castellanizada a pesar de que Dionisio, por dirigirse a un público griego, los presenta en forma helenizada.

Hemos procurado evitar las notas de crítica textual y limitarnos a las de tipo histórico-cultural, para las que nos han sido de gran utilidad algunas de las de la edición de E. Cary.

Gran parte de lo narrado por Dionisio en su Historia Antigua de Roma es tratado también por Tito Livio, por lo que puede resultar muy provechosa una confrontación entre ambos autores.

Por último añadir que en cada tomo figuran un mapa de Italia y un plano esquemático de Roma que ayudarán a localizar y entender muchas de las referencias geográficas que hace el autor a lo largo de su obra.



Principales ciudades de Italia central en la época de los Reyes.



Plano de Roma con el recinto del muro serviano en trazo grueso.

Historia antigua de Roma. Libros I-III

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