Читать книгу La corona de luz 1 - Eduardo Ferreyra - Страница 4
ОглавлениеLa fantasía es verdadera, por supuesto. No es real, pero es verdadera. Los niños lo saben. Los adultos lo saben también, y precisamente por ello muchos temen la fantasía. Temen a los dragones, porque temen la libertad.
Ursula K. Le Guin, Essays of the Night, 1979
De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven.
(Job 42:5)
Finalmente, Abraham dijo: —No te molestes mi Señor; hablaré sólo una vez más. Supongamos que sólo encontraras diez justos. Y el Señor le contestó: —Entonces, por amor a los diez, no destruiría la ciudad.
(Génesis 18:32)