Читать книгу El libro de las chicas audaces - Emma Wonder - Страница 12

Evitarlos es la mejor política, pero si no te queda más remedio que enfrentarlos, ten en cuenta estos consejos:

Si te encuentras con una víbora, busca una rama o palo de 1 metro de largo aproximadamente. Supera el espanto y deja que el animal se enrosque y comience a trepar por ella. Antes de que avance mucho, revolea la rama y lánzala lo más lejos que puedas, junto con el desagradable ofidio.

Lo que más aterroriza de los murciélagos es la posibilidad

de que se te enganchen en el pelo (¿o no?). Si tienes que meterte en una cueva donde sabes que encontrarás una

multitud de estos asquerosos mamíferos, entra con

un pañuelo en la cabeza y un paraguas abierto sobre ti,

como precaución adicional.

De solo pensar en enfrentar a una rata, ya tenemos ganas

de treparnos arriba de la mesa. Para ahuyentarlas, haz mucho

ruido desde arriba de una mesa o silla. Las ratas tienden a

asustarse y correr hacia el sonido. Desde allí sabrás dónde

están. Cuando por fin se hayan concentrado en un solo lugar,

baja rápidamente de tu refugio, sal de la casa y llama al

exterminador experto en pestes.