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CAPÍTULO 1 Cómo pasar de superdotado a reencarnación viviente, elegir entre ser el amigo número uno del mundo o el peor enemigo de las estructuras establecidas, contemplar en breve una revolución pacífica en marcha.

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- R: Raúl

- J: José

- C: Carlos

R: Es tradición empezar una biografía por el principio, es decir, por el nacimiento. Barone describió excelentemente bien la historia real de su infancia. También hay muchos detalles muy esclarecedores que agregan otros biógrafos. Leamos primero lo que él escribe en su libro NUEVO HUMANO.

Cómo nacieron las 33 revelaciones

Nací en un país en guerra contra sí mismo, en el cual ver hombres degollados en las calles, en brazos de sus madres que lloraban a gritos bajo su chador negro, era corriente. Ver cuerpos despedazados por explosiones también era corriente. La lucha entre el movimiento de fellagha pidiendo la independencia argelina y el OAS de colonos nacidos en el país que quería evitarla, era una lucha fratricida que me marcó para siempre. El culpable no era el hombre sino lo que los poderosos querían que creyésemos: se llama «política».

J: De aquí nace la versión que siente Eric por los temas políticos. Además, como vivió en muchos países como desraizado, terminó sintiéndose a la vez apátrida y ciudadano del mundo. En cada nuevo país al que emigró se consideró siempre “invitado” y, por respeto, nunca opinó sobre la política local. Esa actitud le vino bien cuando fue a vivir a Paraguay durante el gobierno de Stroessner, si bien casi lo apresan por haber llegado con libros de psicología. La noche que derrocaron al dictador él se encontraba a seis cuadras del lugar.

También podría haber tenido problemas si hubiese llegado a la Argentina durante el gobierno militar antes de que asumiera el presidente democrático, doctor Ricardo Raúl Alfonsín, al que conoció personalmente.

Mi destino fue marcado por un sueño que hizo morir a mucha gente y salvar a otros. No tengo remordimientos sobre eso, yo solo tenía 2 años de edad y, como le decía Krisna a Arjuna: “no puedes matar lo que no puede morir”.

Una mañana me desperté y le conté a mi madre que la veía poner una linda vela blanca frente a un pequeño muro de piedra y que había mucha luz. Apenas ella le contó a mi hannah árabe lo que yo le había dicho, mi hanna se puso a llorar y se fue gritando que el pequeño había soñado la tumba de Sidi Abdekader Jalalil, un gran santo sufí y que mi familia estaba protegida. Dos días después comprendimos lo que eso significaba. El vendedor de legumbres de nuestro edificio –un cierto Mohamed me dijeron- esperó que no hubiese nadie en su negocio y le dijo en voz bajo a mi madre: “por favor, Sra. Gilda, no vaya de visita a la tumba de la cristiana”. Ése era un monumento funerario antiguo, lejos de Skikda, (que entonces se llamaba Philippeville), entre Argel y Cherchell. Albergaba los restos de la hija de Cleopatra VII y Marco Antonio. Mi madre tuvo la buena idea de contarle su intención de viajar a un tío mío que era legionario (y que murió meses después como héroe, héroe no sé bien de qué, nunca comprendí cómo uno podía volverse héroe participando en una matanza). Mi tío habló con sus superiores y, gracias a eso y, en pocas palabras, ¡nos salvaron la vida!

Alcanzamos el monumento después de un viaje en barco acompañados por un grupo de legionarios muy inquietos. Cuando llegamos a la entrada, los legionarios obligaron a los civiles a quedarse afuera y entraron ellos solos en el monumento, lugar perfecto para una emboscada. Oímos ráfagas de armas de fuego y recuerdo a mi madre apretándome fuertemente contra ella tal como lo había hecho la noche en que oímos las explosiones de la guerra civil. Muchos fellaghas murieron ese día a manos de los legionarios entre los que estaba mi tío. Yo no me siento responsable, solo siento mucha pena de que hermanos se hayan matado porque un niño había soñado un Santo.

R: Algo más grave todavía había pasado varios años antes de que naciese Eric y él lo cuenta brevemente en otra introducción. Fue la masacre de El Alia que marcó el inicio histórico de la guerra de independencia de Argelia. Y, en esa masacre, que fue el primer acto de los rebeldes, asesinaron a 27 miembros de su familia cuando salían de una mina en la que se habían refugiado. Eric quedó marcado por ese intenso recuerdo tan presente en su familia y de ello, supongo, proviene su deseo de paz universal.

C: Barone ha presenciado el dolor de mucha gente. Y, en el transcurso de tres décadas como terapeuta, ha visto, como nosotros los investigadores de medicina, morir a muchos enfermos desahuciados, algunos lentamente, otros rápido y otros brutalmente. Una vez le pregunté cómo lograba transmitir energía en esas personas en el tiempo que les quedaba por vivir. Me explicó que el origen de todos los miedos que puede sentir una persona, y la mayor parte de sus angustias, nace de un conflicto no resuelto en la primera infancia. Se origina cuando un día el niño “ve’’ la muerte. Puede ser la del pececito que criaba en su habitación, la de su perrito, la de su abuelo, o la de alguien que fue atropellado en la calle por un colectivo. Y ahí nace el gran conflicto psicológico. El niño se pregunta, aunque muy por debajo de su nivel de conciencia, (Eric lo hizo conscientemente), “¿por qué esta injusticia de hacerme nacer si debo morir?”. Según Eric, en ese preciso momento, Dios, el Divino, el Gran Programador del Universo, la Conciencia Superior, le entrega al niño la plena responsabilidad del conocimiento del bien y del mal. ¿Qué hace el niño? Generalmente regresa a jugar a la pelota en el jardín y se olvida prudentemente del problema. No es sorprendente que crezca luego con fobias, problemas psicológicos, neurosis o crisis de angustia. ¿Qué hace un grupo reducido de niños? Intenta enfrentar el problema, comprender, se interesa por el nacimiento, por la vida y, mientras crece, busca resolver la gran incógnita, se desequilibra fácilmente a nivel emocional hasta que, un día, descubre el gran antídoto: la reencarnación.

A Eric le tomó muy poco tiempo descubrir ese antídoto. Lo hizo al leer el libro de Lobsang Rampa: el Tercer Ojo.

J: Pero, ¿cómo lo hizo si tenía apenas 3 años cuando empezó a vivenciar esa crisis emocional y psicológica?

C: Él me contó cómo su madre le enseñó a leer, un poco antes de esa edad y cómo fue su primera toma de conciencia de la relación existente entre el sonido de una palabra, la palabra escrita y el objeto que designa. Tenía un vaso de leche sobre la mesa y su madre pronunciaba la palabra mostrándole cómo se escribía. Y, de golpe, ocurrió en él su primer “flash de conciencia” y comprendió la relación.

A partir de allí, continúo leyendo y escribiendo hasta llegar a hoy.

R: Bueno, parece que Eric fue un niño excepcional.

J: Exacto. Tienes razón. Estoy convencido de que Barone nació como un superdotado

C: Yo diría mejor como una “reencarnación viviente”.

J: Seguramente. Tuve la oportunidad de testearlo y de comprobar que es capaz de recordar todo lo que ha visto desde que abrió los ojos. Pudo dibujarme el diseño complicado, verde, rojo y negro que tenía la tela de las cortinas que veía desde su cuna cuando tenía menos de un año, y se acuerda de las características de cada uno de sus juguetes. Recuerda también cuando, siendo un poco más grande, descubrió, por primera vez, la inteligencia mecánica. Ocurrió cuando vio los hilos de las poleas de ua grúa mecánica de juguete y comprendió la relación entre la curvatura de los hilos y los movimientos que levantaban un objeto.

C: Yo digo que es una “reencarnación viviente” porque me contó el sufrimiento que tenía cuando era pequeño por no poder hablar, por no poder escribir, por no poder controlar sus manos. Pero sí podía pensar. Pensar en conceptos y observar todo con una mente adulta llena de conocimientos. Pero estaba incapacitado para comunicarse porque su cerebro no había aprendido aún las coordinaciones neuromotrices ni las neuroverbales.

R: Pero entonces, ¿cómo pensaba?

J: Sólo en energías conceptuales, con imágenes que nunca había visto, con sensaciones globales. Por eso, aprender a leer, a escribir, y a comunicarse, fue su liberación.

C: Sospecho que es ésa la razón por la cual escribió esa historia sorprendente del niño paralítico “Aisdek`m en viaje a los Registros Akáshicos”. Se identificó profundamente con su personaje.

R: ¿Eso significa que tenía algún guía invisible que lo dirigía?

C: No lo creo. Insisto en que cabe bien en la definición hindú de la “reencarnación viviente”, es decir, un alma vieja que recuerda sus vidas pasadas y aporta a la presente todos sus conocimientos antiguos. Eso explicaría las vivencias que contaremos más adelante en este libro.

R: También es probable que haya nacido con la convicción de ser un “hombre de revoluciones”. Más allá del símbolo que representa la masacre de El Alia, inicio histórico de todos los movimientos de independencia árabes, él estuvo presente durante la guerra de independencia de Argelia y, en Francia, en mayo del 68 donde leía pinturas en las fachadas de las universidades que decían cosas como: “las libertades no se piden, ¡se toman con metralletas en las manos!” Él tradujo más tarde esas palabras cuando escribió: ‘’ una filosofía se defiende en la calle y no con libros agonizando en las bibliotecas’.

Recordemos que también estuvo presente en el Paraguay de Stroessner y que en Argentina presenció la partida en helicóptero del presidente De la Rúa. No debe extrañarnos que nos aporte revoluciones silenciosas como la Terapia Akáshica y que se adapte fácilmente a las revoluciones digitales como todo el resto de la humanidad. Sigamos leyendo lo que nos cuenta de su historia en el libro ‘Nuevo Humano’:

No terminó ahí el efecto de aquel sueño. Nuestra familia completa fue protegida hasta que pudimos tomar el último avión que salió de Argelia, antes de que el General De Gaulle la devolviese a sus poseedores históricos, en 1961. Yo tenía 6 años. Unos días antes de la partida, el mismo verdulero que nos salvó la vida, le dijo a mi madre que el mufti (autoridad religiosa) quería verme. Y fuimos a visitarlo.

El hombre escribió un surah del Corán sobre un papel, lo quemó, echó las cenizas en una botella con agua y la agitó durante un largo rato, murmurando palabras que no comprendimos ya que nadie hablaba árabe en mi familia. Luego, ceremoniosamente, hizo diversas unciones sobre mi cabeza mientras yo lo miraba a los ojos muy curioso pero nada impresionado. El religioso, en un lenguaje mezclando el árabe y el francés, le dijo a mi madre que mucho más adelante, cuando fuese grande: «tu hijo será un gran médico, pero no el que va al hospital ni el que toca a los enfermos». Me llevó medio siglo comprender esa profecía.

En los pocos años que viví en ese país (no puedo decir mi país, porque aprendí que nadie es dueño de nada, y menos todavía de un territorio), compartí y disfruté, un lugar donde la diversión máxima era ir al puerto a comer zalabias, merguezo macrudes y también vi cosas muy raras que se fijaron en mi mente para siempre.

Vi gente muy enferma llamar a algún curandero, vi cómo éste traía serpientes para -según decía- “transferir la enfermedad sobre esos habitantes del desierto” Vi cómo una vecina mía que estaba por morirse, en pocos días se levantaba, y salía de compras, regresaba a su vida normal. Y no lo vi una vez sino muchas veces. Vi hombres y mujeres dedicarse a sanar, sin preocuparse de que los enfermos fuesen franceses invasores o árabes invadidos, vi como la fe inquebrantable que los animaba los hacía usar al Corán, como tiraban plomo fundido en el agua de un recipiente y cómo el enfermo bebía esa agua y mejoraba rápidamente. Era el contrapeso a tantas muertes injustas que veía en la calle.

R: ¿No sería en esta época que Eric se impregnó de “magia, ocultismo y parapsicología”?

C: Seguramente. Me contó que tuvo una abuela que lo arrastraba a la Iglesia y cómo logró enemistarlo con la religión porque nunca le explicó, ni ella ni nadie, qué significado tenía todo lo que decía o hacía el sacerdote, por qué había que arrodillarse, por qué había que levantarse. Ya a esa edad Barone vio tecnología en la magia aplicada, no en la religión. Y eso se siente en sus trabajos actuales. Me hizo gracia el párrafo siguiente:

El mufti tenía razón, pero me llevó 50 años poder nombrar mi verdadera profesión: sin saberlo me volví un antropólogo de la medicina.

Tuve mucha suerte por no ser un buen alumno y por no haber podido calificar para entrar a la facultad de medicina. De haberlo hecho, allí habrían transformado mi cerebro y habrían logrado que creyese que esos hombres de bata blanca sabían curar y que los chamanes de la selva eran todos ignorantes.

Me dediqué a leer y me fasciné pronto con lo que leía. Mezclaba desordenadamente tratados de cirugía, libros de ocultismo, muchos de ciencia y de física, algunos de sociología política y libros de ciencia ficción, leía de todo excepto los aburridos manuales escolares.

R: Me gustaría agregar algo sobre sus lecturas en esos primeros años que los va a sorprender. Cuando le pregunté cuándo y cómo aprendió conceptos de marketing, me contó que, en esa época, (tendría entre 7 y 8 años de edad), descansaba de sus lecturas serias leyendo revistas de historietas del Pato Donald. Un día, en una de ellas, el Pato

Donald le preguntaba a su tío millonario qué tenía que hacer para volverse rico. El tío se quedaba pensativo apoyado en su bastón y le contestaba: ‘Es muy sencillo, busca lo que la gente necesita y ofréceselo al mejor precio’.

Años después, en una conferencia en la Universidad de Economía, Eric contó esa anécdota e incomodó a los profesores cuando dijo que no había encontrado nada más fundamental que esa respuesta y que estaba feliz de haber zafado de varios e innecesarios años de estudio. Claro, hablaba con su irreverencia habitual mientras los alumnos se reían. Años después, algunos de ellos se volvieron sus empleados cuando el marketing digital se impuso.

J: Bueno, hay dos cosas de las que estoy seguro: una es que Barone es un superdotado y la otra, que es un ejemplo perfecto de inteligencias múltiples según la teoría de Howard Gardner.

Les doy un ejemplo: Él tiene su propio sistema de aprendizaje. Lean este prefacio que un editor escribió sobre él hace varios años y que se encuentra al inicio de muchos de sus libros.

En 1971, en Marsella, puerto del sur de Francia, un joven refugiado político llegado allí 10 años antes, al indepen¬dizarse Argelia, decidió firmemente transformarse en «explorador».

«Pero, -se preguntaba- ¿para explorar qué»? Todos los territorios del planeta parecían ya descubiertos, tanto la astronomía como el mundo microscópico ya habían sido abordados con la más alta tecnología. ¿Qué quedaba entonces por explorar?

Siendo un virtuoso músico autodidacta, autor de un tratado de cibernética mental a los 16 años de edad, la decisión de «explorar» tomada por su cerebro, capaz de absorber una enciclopedia en una semana, no debía ser considerada como una fantasía de adolescente sino, más bien, como el despertar de un antiguo maestro espiritual encarnado en un joven científico.

Eric Barone, sospechaba ya a esta edad que su cerebro funcionaba de un modo distinto de lo normal.

Sentado en un confortable sillón, podía entrar en estado de trance y leer miles de páginas en pocas horas... sin comprenderlas. Y después de varias noches de sueño, los libros parecían recomponerse en su mente, con una organización distinta. Aparatos desconocidos, nuevas filosofías, medios terapéuticos nunca vistos, dibujos ar¬quitectónicos fantásticos, muebles y medios curativos, lo recibía todo como si proviniese de otros mundos.

Le pareció muy natural decidirse a explorar la concien¬cia humana para intentar comprender lo que ocurría en su persona. La biografía de Edgar Cayce lo iluminó. Se sentía bastante semejante a ese profeta durmiente de Virginia Beach que recibía, también durante sus trances hipnóticos, información sobre aparatos, medios curativos, diagnósticos de misiones espirituales, de un modo que ninguna razón lógica podía explicar.

J: Eric me confirmó cada uno de estos hechos y, desde mi perspectiva como psicólogo, opino que es evidente que tiene una forma particular de almacenar conocimientos en su preconsciente y una inteligencia (¿interna o externa? lo ignoro) que digiere y reorganiza los conoci¬mientos. Él mismo lo explica en otros libros, que ya veremos más adelante. ¿Comprenden ahora por qué insistí en darle un carácter epistemológico a esta biografía?

Ustedes saben que aprendió a tocar la guitarra clásica en seis meses. Yo lo escuché tocar pero, como no soy melómano, hice una grabación y se la di a profesores de un conservatorio para que ellos opinaran. Todos creyeron que se trataba de la ejecución de un joven concer¬tista o de un alumno extremadamente talentoso. Ninguno admitió la posibilidad de que fuese un músico autodidacta sin más estudios que la lectura musical y que hubiese podido alcanzar esa maestría en tan sólo 6 meses.

Luego, cuando les dije la verdad, volvieron a escuchar la grabación y, como conocían las obras, empezaron a descubrir errores en los ritmos. Eric ya me había anticipado que nunca había dominado perfectamente la rítmica pero que su intensidad emocional compensaba todos esos errores y, riéndose, afirmaba que finalmente la gente percibe la emoción y olvida la técnica.

Lo más interesante es que aprendió en 6 meses y después de dar conciertos, descubrió que ése no era su verdadero camino, que lo que en realidad quería comprender era cómo había podido aprender tan rápido. Y eso lo remitía a afirmaciones que había escuchado desde que estaba en la primaria: que un niño de 3 años no puede saber leer, que para tocar bien la guitarra se necesitan 6 años, etc. Barone comprendió que, si no podía explicarse esos procesos sus hazañas carecerían de todo sentido.

C: Además no tienen que olvidarse de que su situación familiar era muy precaria. Su familia era pobre, vivían en dos piezas minúsculas en un barrio obrero de Marsella. Su padre los había abandonado cuando éltenía 3 años. Su madre se mataba en una fábrica para traer comida a la casa donde también vivían una abuela discapacitada e iletrada y un abuelo sordo y ciego que no hablaba francés. Pienso que esa situación lo marcó mucho más que ninguna otra.

R: Lo confirmo. Eric me contó que, en esa época, frente a la pobreza familiar, lo poseyó algo así como un furor empresarial y decidió faltar al colegio para poder dar cursos de guitarra y aprovechar los logros de su aprendizaje para ayudar económicamente a su familia. También me contó que, en realidad, él quería estudiar piano pero que eso era impensable porque no tenían dinero para alquilar uno y, menos todavía, para pagarle a un profesor. Intentó aprender con un teclado de madera que se construyó él mismo, pero luego renunció. Lo que sí pudo comprar fue una guitarra de baja calidad, discos de conciertos de guitarra y partituras.

El proceso de su aprendizaje fue tan caótico como el de aprender a leer. Cientos de horas de leer y escuchar música desordenadamente que luego su pre consciente ordenaba.

J: Es cierto. Por eso yo digo que es un superdotado. En su afán por comprender esos mecanismos, inventó una cibernética mental buscando, en él mismo, el complejísimo algoritmo que explicara todas las etapas que se producían en su cerebro y que iban desde ver el dibujo de nota musical a tocarlo sobre el instrumento. Tenía 16 años y nunca había leído un libro de cibernética, ciencia que entonces estaba en pañales. Percibió ese algoritmo de forma no lógica, más bien como un tipo de intuición o de Videncia Akáshica. Ese algoritmo le sirvió de base para la creación del Agregado Holo Memorial, todo un sistema pedagógico que ahora está cada vez más de actualidad y que él enunció hace 50 años.

Así pudo descubrir los atajos que había tomado su mente para aprender y recordó una frase que dijo una vez un gran maestro de la guitarra: “pasé tres años para aprender el solfeo y treinta para olvidarlo”. Comprendió que los sistemas de enseñanza en todas las áreas utilizan los mismos mecanismos tradicionales con que aprendieron los profesores y que nunca nadie intentó acelerar la velocidad del aprendizaje de los alumnos. Había un consenso silencioso acerca del tema. Recuerda, con dolor, como fue rechazado su intento de entrar al Conservatorio Municipal, donde él creía que “los mejores profesores enseñaban a los mejores alumnos”.

C: Aquí les digo que no estoy para nada de acuerdo con él cuando afirma que “los Conservatorios, las Escuelas de Bellas Artes y las Universidades” son “campos de exterminio de jóvenes talentos”.

R: No sé, tal vez tenga razón. Podemos observar en internet, en YouTube, cómo niños y jóvenes realizan verdaderas hazañas artísticas sin haber ido nunca a esas escuelas.

J: Amigos, no discutan. Estamos hablando del arte de un superdotado.

El primer libro que escribió Eric fue un ‘Tratado de Cibernética Musical’. Lo tipeó en una vieja Remington en la que había aprendido a escribir él solo, y a gran velocidad, a los 7 años, con todos los dedos y sin mirar el teclado.

Desgraciadamente ese texto se perdió, pero los conceptos quedaron en su memoria.

Descubrió que su vocación no era tocar en público (lo que llama “onanismo emocional”) sino investigar lo que hoy llamaríamos la neuropedagogía del aprendizaje. Había nacido un docente fuera de todo contexto, autodidacta como Edison, económicamente ambicioso como él para poder financiar más investigaciones. Inventó un completo y autárquico sistema pedagógico gracias a la colaboración experimental de los cientos de alumnos de guitarra que tuvo en esa época. Y pudo ayudar a su familia a salir de la miseria. Tal vez haya sido un error haber abandonado sus estudios y no haber compartido el esfuerzo que hacían sus amigos para alcanzar el bachillerato. Pero estaba demasiado ocupado ganándose la vida, investigando el cerebro de sus alumnos y redactando libros como para ponerse a estudiar.

J: Seguramente, pero ¿están de acuerdo conmigo en que es un ejemplo de inteligencias múltiples? Fíjense en todo lo que hizo: los muebles que diseñó, las pinturas, las poesías surrealistas en prosa, los estudios de planes de marketing que escribió, su conocimiento jurídico comercial, su construcción de estrategias de comunicación y su facilidad, desde muy joven, para dictar conferencias y para hablar en las radios.

Y su habilidad para convencer a los demás para que realizaran sus proyectos: a los 16 años, logró convencer al director de la Ópera de Marsella para que organizase un concierto en el ChateauD´If.

También convenció a un grupo de marineros para que ayudasen con el traslado de todo lo necesario desde el viejo puerto hasta la isla.

Y estuvo a punto de lograr que un agente local de seguros hiciese un contrato con la Lloyd Company para asegurar el concierto contra el mal tiempo y que una periodista de una radio marsellesa lo entrevistase en directo.

El concierto nunca tuvo lugar... pero poco importa.

Eran sus inicios de negociador. Lo importante es que logró convencer a todo el mundo, hasta que él mismo empezó a dudar de la factibilidad de su proyecto. Todavía no tenía verdadera experiencia empresarial y ojalá que nunca la tenga.

C: Perdón, pero a mí, particularmente, no me importa si es un superdotado o una reencarnación viviente. Lo que me importa es saber cómo llegó a descubrir sus poderes personales, cómo logró tener esos conocimientos terapéuticos, cómo se entrenó, (o cómo fue iniciado), cómo creó la escuela más avanzada de hipnotismo con la que revolucionó toda la pedagogía demostrándole a toda Francia que, en estado hipnótico, se aprende hasta 40 veces más rápido. Y no podemos dudar de todo esto porque hay archivos que lo confirman. Hay hasta una grabación que hizo NHK TOKYO televisión de sus alumnos manejando autos en estado hipnótico y una emisión especial de ANTENNE 2, televisión nacional, que le dedicó en la noche de un 31 de diciembre. Esto es lo que me interesa. Quiero saber si la medicina puede explicar cómo alguien con sólo 27 años pudo crear tal revolución.

R: Vuelve a leer la introducción del libro el Nuevo Humano y encontrarás esta aclaración de Eric:

Ahora debo contarles lo que nunca conté.

Cuando tenía 7 años, apenas llegado de Argelia como refugiado político, encontré en una vieja enciclopedia un grabado que me impresionó. Me dormí mirándolo y soñé que debía activar algo de fuego en mi columna vertebral.

Impresionado por los colores del sueño, empecé a buscar alguna información en la extensa (y disparatada) biblioteca que había acumulado mi madre y encontré información sobre la Kundalini. Fue una verdadera conmoción. Eso quería decir que, entonces, mi sueño me hablaba de algo que existía, no era simplemente un sueño, ¡era un mensaje!

Quise dormirme rápido al día siguiente y lo hice mirando el mismo grabado

Y, entonces, vi mundos y espacios desconocidos, viajé más allá que todo lo que se puede imaginar.

R: Esto me parece claro. Desde esa edad, la conciencia especial que dormía en Barone comprendió que necesitaba una energía especial para fomentar su propio desarrollo y esa energía fue su kundalini. Supe que, desde esa época, nunca dejó de trabajarla diariamente y que, gracias a ella, llegó a escribir libros en una semana, pudo atender quinientos pacientes por mes, efectuar sanaciones. etc.

J: De acuerdo, aquí tenemos su fuente energética. Él mismo afirma que nada resiste a ‘buena estrategia más una gran fuente energética y que, si se le agrega una gran disciplina, es un éxito seguro. Pero no me convencerán de que es esa sola energía lo que utiliza.

C: Bueno, en esa época, no se hablaba todavía de multiverso. Barone se sincronizó con un concepto milenario: los Registros Akáshicos. Actualmente incorpora nociones modernas del multiverso en muchos de sus escritos más recientes.

Sigamos leyendo lo que él nos cuenta:

Acababa de descubrir mi primera puerta hacia los Registros Akáshicos.

En “EL TERCER OJO” de Lobsang Rampa, un libro desacreditado pero que hizo correctamente su trabajo espiritual, leí una definición sobre estos registros. Esa definición nunca me dejó conforme porque yo no aceptaba que fueran solamente «registros del pasado». Años después pude demostrar que, en realidad, son «la memoria central del universo» y que en ellos se encuentra en forma energética, como en los programas de computación actuales, el modelo de todos los patrones sobre los cuales se construye el universo, las moléculas, nuestro código genético, las estructuras de las sociedades, de la familia. Todo está dentro de la memoria de estos Registros Akáshicos. Por eso podríamos llamarla «la memoria del futuro».

Pero eso lo sé ahora, en ese momento quería saber cómo descifrarlo y hubiera acompañado a Dante al infierno si hubiese sido necesario para que me revelase esos secretos.

(¡Décadas después lo hice!).

Descubrí que las puertas hacia los Registros Akáshicos son muy numerosas y que el problema no es ir allá y regresar mentalmente sano, sino poder leer y decodificar lo que se encuentra para así poder transmitirlo.

Si alguien lo intenta sin tener una sólida cultura o una especialidad, lo enviarán a un lugar parecido a un jardín de juegos infantiles y no traerá nada importante.

J: Observen su mecánica de inducción, reflexión y descubrimiento. Eric aprendió con el mismo mecanismo que utiliza la inteligencia artificial en este momento. Trata grandes acumulaciones de conocimientos desordenados y encuentra patrones que nadie ha visto. Supongo que Barone los compara con esa memoria central del universo que llama los Registros Akáshicos, y deduce, escribe, verifica con experimentación y enseña. Carlos y yo hemos estudiado todo esto con él.

C: Con el riesgo de volverme cargoso, vuelvo a mi preocupación inicial. ¿Cómo pudo Eric llegar a crear un sistema de “Medicina Akáshica” capaz de sacudir nuestros monolíticos conocimientos médicos? ¿Cómo pudo tender ese puente invisible, que sólo él parece ver, entre las medicinas orientales y las occidentales? Esto es lo que busco y quiero comprender en esta biografía. Eso es lo que le dará el carácter epistemológico y marcará, para mí, el descubrimiento del eslabón faltante entre la psique y el soma, entre la psico-inmuno-neuroendocrinología y las medicinas orientales.

J: Si continúas leyendo el Nuevo Humano empezarás a vislumbrar la respuesta:

No pude evitar fascinarme más todavía cuando leí sobre el mundo egipcio. Construí una pirámide destruyendo un mueble que creía que mi abuela no utilizaba. Me dolió mucho comprobar que ella no pensaba lo mismo, pero tuve mi pirámide (y las nalgas doloridas). Experimenté con mi pirámide y descubrí que, cuando ponía carne en ella, la carne se momificaba. A esa misma abuela le hice beber mucha agua que, sin que ella lo supiese, había cargado en la pirámide. Y ella mejoró rápidamente de sus sufrimientos estomacales.

¿Qué pensar de una civilización que practicaba cirugía craneal, (en una tumba se descubrieron cráneos prolijamente operados y aparatos de trepanación), que podía conservar miles de años semillas de trigo en estado de vida suspendida, que hipnotizaba a enfermos y llamaba a dioses para curarlos, que usaba la alquimia para rejuvenecer a los faraones y evitar la degeneración provocada por los incestos y, tal vez, transformarlos en dioses.

Inocentemente creí haber encontrado mi vocación: fascinado por lo que leía sobre la medicina egipcia, quería ser médico egipcio, sin pensar que no existía, (ni existe), ningún centro en el mundo que enseñé algo que nadie comprendió y que todos menospreciaron.

Me fascinó la figura de IMHOTEP. Había nacido, aproximadamente, en el año 2690 antes de Cristo. Su nombre se traduce como: «el que viene en paz». No me llamó la atención que lo tratasen como a un Dios. Ahora sé que, fabricando egrégores* con la mente, la kundalini* y lo que ahora llamo el 4to ojo*, un hombre puede fabricar muchos dioses en el mundo energético, (¡y son muchos los que lo hacen hoy en día!). Me llamó mucho más la atención que fuese a la vez astrónomo, el primer arquitecto conocido en la historia y que también fuese médico. Dudando de este último rol, leí la traducción del papiro Edwin Smith que cuenta 48 curaciones hechas por él y observaciones diversas. Ese papiro fue escrito alrededor del año 1700 a.C. y relata cosas extraordinarias: nos brinda un enfoque mágico-religioso de esa medicina que no descarta la cirugía, y menciona una gran cantidad de medicamentos. Imhotep ya usaba opiáceos como anestésicos. En ese papiro se lee la descripción de suturas craneales, de la meninge, la superficie externa del cerebro y del líquido cefalorraquídeo.

Imhotep, que se había convertido en mi nuevo héroe, no sólo fue «sumo sacerdote» de Heliópolis y «visir» del faraón Necherjet Dyeser. Hizo algo que a mí me pareció lo más importante de todo: diseñó la pirámide escalonada de Saqqara. Como era arquitecto y astrónomo dominaba el cálculo y la geometría, cosa que a mí me impresionaba porque esas dos materias fueron mi terror escolar hasta que me salvaron las calculadoras portátiles).

R: Esto es lo que me gusta de Eric. Se ríe de sus fracasos, luego los analiza, crea una nueva teoría y evita así que otros fracasen. ¡Qué suerte que nunca se metió en política!

C: ¡Todo está muy bien pero ese relato histórico no me aclara los métodos que usó!

R: Continúa leyendo y ya verás

Supongo que ya adivinarán lo que hice: me fui a los Registros Akáshicos, pero no a visitar a Imhotep, porque sabía que iban a decir que estaba haciendo «espiritismo», sino a vivenciar las terapias que él practicó en alguna pirámide, mirándolo desde los ojos y desde la mente de sus pacientes.

C: Eso es exactamente lo que nos enseñó a hacer para indagar a un paciente, tanto tratándolo en persona como a distancia, usando la Máquina de Videncia. Ver a través de sus ojos, como si estuviésemos dentro de él. Así sentimos todo lo que siente el enfermo que nos consulta, (viva Stanislav Grof que quería hacerlo inyectándose ácido lisérgico). Y también podemos verlo desde afuera e interpretar lo que nos muestran sus energías. Sigamos leyendo a Eric:

Les cuento lo que vi. Me costó años elaborarlo y hoy en día comprendo por qué Imhotep fue mi primer héroe.

Usando una pirámide de tamaño gigante captaba potentes energías de forma*, llamadas «energías radionicas. Es las energías del cosmos y de la Tierra, se condensaban en las pirámides.

Imhotep no sólo era astrónomo sino también era astrólogo. Podía calcular el impacto que tenían los planetas sobre el organismo de un enfermo. Las pirámides funcionaban como condensadores de energías cosmo telúricas. Actualmente usamos la radioterapia y podríamos pensar que hacemos lo mismo, pero no actuamos al mismo nivel. La radioterapia que salvó tantos enfermos de cáncer, actúa en el nivel celular, es decir, en el mundo de las tres dimensiones, mientras que las energías planetarias actúan en las otras 22 dimensiones que colaboran con la vida. La primera actúa en el cuerpo físico y la segunda en los cuerpos energéticos. Ése era el secreto de Imhotep: recuperar todo el arsenal biológico posible, fitoterapia, cirugía, auscultación y combinarlo con energías cósmicas.

Toda esta digresión fue para explicarles qué procedimiento utilicé para interpretar lo extraordinario de Imhotep. Voy a contarles lo que me pasó durante ese proceso. Incorporándome en el cuerpo de uno de los enfermos que sanó, de repente, me sentí preso de un terror indescriptible. En medio del humo de inciensos diversos, un Dios con cabeza de perro se acercaba a mí. Más tarde, analizándolo con más calma, comprendí que habían puesto al enfermo en estado hipnótico y que el Dios era, obviamente, un mero asistente disfrazado.

La imposición de manos en forma sanadora que hizo sobre mi cuerpo me encontró en tal estado de sugestión que no le costó ningún esfuerzo ordenar sanarse a mi sistema neurovegetativo.

La orden apuntaba a movilizar mis recursos energéticos latentes, que Imhotep y sus discípulos parecían conocer muy bien.

Comprendí que no me estaban sanando con sus manos, no me estaban transmitiendo energías propias, sino que trabajaban mi 4to ojo* para hacer entrar en él un filamento de egrégor* asociado a ese Dios. Yo sentía cómo ese filamento recorría y tomaba posesión de mi sistema nervioso con fines de monitorearlo hacia la auto sanación.

Prefiero no hablar de las pociones que me hicieron ingerir ni de los cortes quirúrgicos que hicieron en mi cuerpo.

Escuché a Imhotep decirme que iba a darme una poción alquímica especial, que probablemente iba a sentirme morir pero que después regresaría a mi estado normal. Y así pasó, el enfermo, (yo), estuvo en estado de vida suspendida encerrado en un sarcófago, viajando a mundos mágicos pero reales, a otras dimensiones a las cuales pude entrar gracias a los diseños mágicos que estaban pintados sobre el sarcófago. Y regresé del estado en que estaba con una enorme taquicardia. Comprendí por qué muchos enfermos morían... pero de miedo. Y volví al presente bromeando conmigo mismo sobre lo que habría significado en esa época tener un seguro médico.

R: A ver, retrocedamos un poco. Ustedes parecen presentar a Barone como un maestro en canalizaciones, vidente, sanador. Pero ustedes dos saben que esto es, a la vez, verdadero y falso. Porque antes de usar esas capacidades especiales ha sido investigador de la pedagogía y del hipnotismo yendo más lejos que los demás usando sólo su cerebro racional. Pregúntense mejor porqué desapareció en la cima de su éxito en Francia y verán lo que es ser investigador antes de ser empresario. Regresen a sus 16 años, al colegio, a las rabonas, a la adolescencia, a los cursos de guitarra, a las deducciones e inducciones, a su primer libro y a los conciertos y verán que es mucho para un adolescente autodidacta.

Eric Barone se propone entonces un objetivo bien circunscrito: buscar todos los medios para acelerar el aprendizaje, transformándolo en una meta de interés social, político y humanitario a escala global.

Para la situación de un adolescente de 16 años, ya profesor particular de música con mucho éxito profesional (y económico), ese pensamiento parecería iluminado y fuera de la realidad, pero, precisamente, así se han hecho los más grandes descubrimientos en la historia de la humanidad, con pensadores rebeldes, contestatarios, pero dotados de una actitud metódica y científica y con una perseverancia a prueba de cualquier adversidad.

A esa edad, verificando cada una de sus hipótesis desde la cibernética aplicada con la colaboración de sus alumnos, elaboró una lista de conceptos sorprendentes con los cuales se adelantó a ciertos aspectos del aprendizaje que la humanidad descubrió mucho después. Por ejemplo, Eric Barone sostenía, en aquella primera obra, que la diferencia entre la adquisición de un conocimiento automatizado y el mismo conocimiento no automatizado era consecuencia directa del sueño natural.

Años después el profesor Michel Jouvet demostraba la participación del sueño paradójico en el fenómeno del aprendizaje y en la fijación de los conocimientos en la memoria.

Barone elaboró los conceptos siguientes:

- Ya que no se puede definir lo que es «aprender» se debería, al menos, explicar lo que es «saber».

- La única palabra que puede reemplazar a «saber» es «automatizar».

- «La automatización es el resultado de un alto grado de conciencia invertida en el aprendizaje, confrontado a una alternancia cíclica entre trabajo y sueño».

La teoría pavloviana encontraba así su más noble campo de aplicación.

Se abocó, entonces, a definir todas las consecuencias de un conocimiento automatizado y de otro no automatizado y a identificar todos los parámetros intervinientes en el acto global que determina el pasaje de un conocimiento común, externo al ser humano, hacia un conocimiento interno definitivamente inscripto en su memoria.

J: Ahí se encuentran las bases de dos de sus libros destinados a docentes, pero también muy importantes y sumamente interesantes para los psicólogos: “Como Aprender a Aprender”, y “Como Aprender a Enseñar”.

A partir de este concepto que Barone elaboró a sus 16 años, se ha construido el sistema más abarcador y más autárquico de la pedagogía mundial, cuya máxima consecuencia se verá en los próximos años en algún invento electrónico de divulgación social masiva.

Barone afirmó asimismo que, para achicar el tiempo necesario para grabar automatismos a lo largo de días de repetición, basta con aumentar el nivel de concentración del estudiante. Él había experimentado estados de auto­hipnosis y descubrió que el método más rápido, menos costoso y menos invasivo para lograr un aprendizaje efectivo, era inducir a sus alumnos a un estado hipnótico.

Entre sus 18 y 23 años se abocó a experimentar con voluntarios. Rápidamente, todos sus alumnos voluntarios pudieron experimentar cómo, más allá de aprender la guitarra clásica, también podían acelerar su aprendizaje de matemáticas, biología, baile clásico, idioma y todo lo que quisieran.

Escritor nato, Eric Barone preparo entonces lo que fue su único libro editado en francés: “ABC DEL HIPNOTISMO”.

C: Ese libro está totalmente superado por el que hemos estudiado nosotros, los Terapeutas Akáshicos, que se llama: “Hipnotismo & Bioenergía”. Todo el contenido del libro “ABC del hipnotismo” esta resumido en el capítulo 4 de este libro. Lo que Barone agregó en él es toda la ciencia de la bioenergía que adquirió después de partir de Francia.

Después de años de discretas investigaciones, a los 28 años, el 13 de octubre de 1983 convocó a toda la prensa francesa en el primer piso de la torre Eiffel para dar su primera conferencia de prensa. Presentó a los primeros alumnos del mundo que habían aprendido a manejar un auto en estado hipnótico y que, gracias a ello, habían logrado pasar el examen. Una reacción en cadena mediática se generó:

NHK Tokio envió un equipo a filmar a sus alumnos manejando en estado hipnótico, Paris Match, L´Express, Le Monde de L´Éducation, Vous et Votre avenir, radios nacionales como RTL y Europa 1, canales de televisión como Antenne 2 le dedicaron una hora de emisión el 31 de diciembre del mismo año, por la noche, como marcando que algo grande estaba cambiando y que había que decirlo al mundo en una fecha tan simbólica como era el cambio de año.

Esa etapa que pasó en Paris fue, para Eric Barone, una fase más de sus investigaciones. Y se encontró entonces en una segunda encrucijada, comparable a la que le hizo elegir entre ser un concertista famoso o un docente e investigador. Tenía que elegir entre transformarse en empresario explotando su descubrimiento o continuar en la senda de la investigación hasta dar con las causas y consecuencias de su descubrimiento e innovación.

R: Creo que nadie puede comprender bien la situación en la cual se encontraba entonces. Eric era un hombre solitario, incomprendido y solo. Había creado un imperio increíble, llegando a ser el hipnotizador más famoso de Francia. El número uno de la revista VOUS ET VOTRE AVENIR en la que se hablaba de él, se agotó en 24 horas y fue leída por 250.000 personas. Lo mismo sucedió con Paris Match y L`Èxpress. El impacto en los medios en Francia fue extraordinario. Miles de personas fueron a él pidiendo, suplicando, ser hipnotizados. Barone terminó ocupando pisos completos con cabinas individuales, hipnotizando personalmente a pacientes desde las 6 de la mañana hasta que se hacía de noche, reemplazado por asistentes después de la inducción. También dirigía cursos nocturnos en los cuales sus alumnos eran despertados, cada media hora, y puestos en estado de conciencia limitada para aprender idiomas en un mes, gracias a la activación reducida de algunas zonas de sus cerebros mientras que otras zonas dormían profundamente. Barone mantenía experimentalmente a pacientes oncológicos quince días con sus noches en estado hipnótico, ayudándolos a resistir los terribles tratamientos del doctor Schwartzenberg. Cuenta que un periodista deportivo, Gil Lambert, ahora desencarnado, al que ayudó a superar ese trance, se mantenía en estado hipnótico gracias a un segmento de la música del grupo Pink Floyd. Y nos contó que ese periodista escuchó una vez en un taxi, fortuitamente, ese mismo fragmento y se puso a vomitar como si hubiese estado todavía en tratamiento oncológico. Barone registraba cada incidente de este tipo y lo tomaba en cuenta en sus conclusiones.

Al momento de decidirse por la investigación, una duda esencial lo impulsaba: había logrado demostrar experimentalmente que nuestro cerebro puede aprender hasta 40 veces más rápidamente, pero le restaba descubrir cuál era el carburante desconocido que le permitía lograrlo. Solo descubriéndolo podría aspirar a transformar, lo que hasta ese momento era una hazaña, en un hecho cotidiano, al alcance de todos.

R: Y aquí aparece la diferencia entre un empresario y un investigador. Si Barone hubiera permanecido en Francia para explotar sus descubrimientos, hoy en día sería, seguramente, un hipnotizador de proyección internacional, director de institutos pedagógicos y dueño de franquicias internacionales. Pero, por suerte, ninguna de esas glorias le intereso. Decidió terminar los cursos que estaba dando y dedicarse a una tarea que le llevó un cuarto de siglo: responder a una pregunta pendiente que lo obsesionaba: ¿CUÁL ERA EL SUPERCARBURANTE QUE HACÍA POSIBLE LA ACELERACIÓN CEREBRAL?

C: ¡Qué suerte que decidió ser más investigador que empresario! Sabemos que empezó un largo viaje y que estuvo en Paraguay, Argentina y Brasil. Todos le hemos preguntado por qué eligió esos países y a todos nos sorprendió por su respuesta: hay una línea de energía que parte de Benarés, ciudad sagrada de la India, y pasa por esos países. Barone sabía que un gran renacimiento mundial ocurriría desde Sudamérica y quería ser partícipe de esa cruzada.

J: Vuelvo a mi caballito de batalla: Barone es un superdotado y voy a demostrárselos una vez más. Llegó a Paraguay sin saber ni una sola palabra de castellano. Todos sabemos que fue un mal alumno, que era incapaz de memorizar su número de teléfono o el número de su documento de identidad, que es alguien que no llega a asociar un rostro con su nombre.

C: ¿Y no hay algo de patológico en esto?

J: Tal vez pero ¿a quién le importa? Un mes después de haber llegado a Asunción, ya hablaba correctamente el idioma sin haber visto ni un profesor y sin tener una memoria como la nuestra que somos univer¬sitarios. Eso es lo importante. Obviamente le preguntamos sobre el tema y esa vez no pudo contestarnos como hace siempre diciéndonos: ‘lean mis libros’ porque ya los habíamos leídos, y sabíamos que la con-testación no se encontraba allí. Entonces se explayó, ¿se acuerdan?

Nos contó que hacía decenas de veces por día los asanas de kundalini que enseña en sus libros, que abría las puertas del Tao, que también enseña, y otros ejercicios para cargarse de una energía especial: el supercarburante que alimenta el supercerebro. Luego, usando sus propias técnicas, se ponía en estado auto hipnótico para provocar una anomalía de tiempo. Porque, en efecto, la conciencia del tiempo genera cansancio mental, distrae al alumno, baja su rendimiento por minuto de trabajo y acelera la facultad de olvidar en lugar de la de memorizar. En ese estado especial, que enseña a obtener en el libro “Hipnotismo & Bioenergía”, la mente se pone en situación de VDM PASIVA (vigilodinámica pasiva explicada en el libro “Como Aprender a Aprender”). En forma artificial la memoria se vuelve fotográfica. Repitiendo tres días seguidos las mismas listas, (que son presentadas en el libro “Como aprender Inglés en un mes”, pero que se pueden aplicar a cualquier otro idioma), las palabras se graban a cierta profundidad de automatización y se inscriben en lo que él llama las capas de mamushka.

C: Sí, ése es el nombre que le pone Eric al producto del encuentro entre la conciencia y el tiempo, lo que genera una capa energética nueva alrededor de TODO el cuerpo, en ciclos de 72 horas, es decir, cada tres días. En ella se graba todo lo abstracto, pero también lo emocional y todo lo que se escapa del mundo tridimensional, (mientras que los conocimientos relacionados con este mundo material se graban en el cerebro neuronal). Esta teoría revolucionaria afirma que el cerebro energético ocupa todo el cuerpo y varios centímetros alrededor suyo, por lo que escapa de lo tridimensional.

R: Gracias Carlos. Estoy muy contento de no haberlo leído nunca al Profe. Aunque, tal vez, sus libros sanarían mis insomnios.

J: ¡No seas tan negativo!

Como resultado, tenemos un superdotado, brillante fracasado escolar que no llega a recordar su número de teléfono ni la patente de su coche pero que pudo memorizar 25.000 palabras en un mes y construir frases verbales y luego escritas. Y después escribió 80 libros en castellano y habló miles de veces en las radios sudamericanas.

C: Sí, por suerte cuando se lo lee no se escucha su acento. Él reconoce, riéndose, que el cassette de pronunciación se la olvidó en Francia. Desde entonces, todo el mundo le hace bromas diciéndole que habla como Jacques Cousteau, el divulgador de los espacios submarinos.

R: Carlos, sé que es él mismo el que los alienta a ironizar a su costa. Porque Eric adora reírse de sí mismo, pero nunca de los demás. Ahora quiero preguntarte: ¿qué te decidió a estudiar la Terapia Akáshica? ¿Cuándo hiciste el click?

C: Primero continuemos leyendo:

El más importante de sus descubrimientos, al que arribó tras esos 25 años de investigaciones, fue el hallazgo de la respuesta a aquella pregunta inicial: aquel carburante que buscaba era la BIOENERGÍA. Luego, en muchos de sus libros se dedicó a establecer cómo y por qué ése es el ingrediente principal de la conciencia. Sus obras se dedican a analizarla y caracterizar sus funciones, ver sus nuevos campos de aplicación y, particularmente, a demostrar por qué es el carburante que hace posible la parte de la conciencia que procesa lo abstracto, lo inmaterial, lo multidimensional. A los 38 años, publicó un documento de síntesis: El Manifiesto de la Conciencia Multidimensional.

C: Raúl, sé que no te gusta leer a nuestro amigo, pero quiero que leas este fragmento:

Artículo I - El cuerpo físico que conocemos es uno de los 18 cuerpos que caracterizan no sólo al Hombre sino a toda entidad viviente del universo.

R: Bien, ya lo leí, ¿cómo esperas que reaccione?

J: Pienso que Carlos no espera nada. Sólo que leas y disfrutes. Es cierto que todo lo que afirma Eric es totalmente indemostrable.

C: Error, hay una forma de demostración al final. No te pierdas ni una frase, Raúl.

Artículo II - Cada cuerpo tiene una estructura semejante al cuerpo físico, es decir, dotado de un cerebro, una red neuronal y, por consiguiente, de un sistema sensorial propio.

C: Esta afirmación es muy importante. En base a ella, Eric ha creado un sistema de identificación de los 18 cerebros y un sistema de acción energética sobre cada uno de ellos, perfectamente discriminados. El programa de ASISTENTES, que lanzó este año 2018, permite reorganizar el funcionamiento de estos 18 cuerpos.

Artículo III - La vida está constituida por la constante revolución de una masa de energías/informaciones entre estos 18 cerebros y sistemas sensoriales. Por este motivo, es un error llamar «vida» a unas reacciones biomecánicas perceptibles solamente en el cuerpo físico.

J: Ahí entramos en mi sector preferido de la Terapia Akáshica, que es poder aportar definiciones nuevas a lo más desconocido e incuantificable de la psicología: la conciencia.

Artículo IV - La conciencia resulta de una interactividad entre las variaciones de potencia de estos 18 cerebros y ciertas energías telúricas y cósmicas que nos rodean. Existen 42 estados de conciencia diferentes. Los numerados 1, 2, y 3, (ligados al despertar espiritual del hombre) tanto como los numerados 41 y 42, (provocadores de nuestra fase llamada «muerte»), son los únicos monitoreados por energías cósmicas.

Artículo V - Toda alteración de las energías telúricas o cósmicas, (ya sea provocada por la naturaleza o por el hombre), se traducirá en alteraciones de la conciencia.

Artículo VI - Las variaciones de los estados de conciencia constituyen la raíz causal de todo aspecto, estado, acción o variación observados en el ser humano.

C: Raúl y José, lean atentamente porqué, a partir de aquí, vemos al hombre nuevamente insertado en el cosmos.

Artículo VII - La activación preferencial de ciertos estados de conciencia y la dinamización de la actividad de los 18 cuerpos determina la cantidad de dimensiones accesibles al hombre.

Artículo VIII - El cuerpo físico se moviliza en 3 dimensiones. Un hombre, después de haber alcanzado el despertar espiritual, puede desempeñarse en 22 dimensiones, agregando, en cada una, nuevas posibilidades de acciones y percepciones al hombre inicial.

J: Carlos, seguramente sólo los físicos matemáticos podrán demostrar esto en el futuro o informarlo.

C: Lee bien porque viene lo peor (o lo mejor, depende de qué lado estés).

Artículo IX - Como consecuencia de las afirmaciones anteriores, podemos decir que el mundo que creemos percibir con sus leyes científicas es sólo una representación parcial que nos hemos fabricado del mundo real y un intento de reducir a 3 dimensiones el universo multidimensional en el cual existimos verdaderamente. La epistemología científica muestra una tendencia universal a confundir el concepto de «existencia» con el concepto de «fenómeno observable». Se debe aceptar una ruptura epistemológica basada en la constatación de que los hechos «inexplicables que se han observado de modo indiscutible» constituyen, cada uno, una nueva grieta en el dogma del mundo tridimensional.

Artículo X - Siendo las dimensiones distintas a las 3 conocidas, creadas por campos vibratorios con leyes propias, la conciencia del hombre en sus 42 estados es el único órgano capaz de abarcar 22 dimensiones de existencia, es decir, 19 más que las 3 conocidas.

R: ¿Y ustedes creen que los matemáticos modernos van a dedicar tiempo a leer las canalizaciones de un francés “despierto espiritual” que ha creado nuevas tendencias en la psicología? Van a preguntar: ¿qué es: psicología, física o especulaciones? Que lo demuestre con ecuaciones.

J: Raúl, a mí lo que me interesa es el nivel de síntesis que un cerebro como Eric puede lograr. Hay que leer la revelación 21 del libro “El Nuevo Humano” y temblar. En ese libro Barone no quiso jugar a ser Nostradamus, no hizo ninguna predicación política ni social ni anunció grandes catástrofes. Hizo algo mucho mejor: se abocó a leer en los Registros Akáshicos cuál es la evolución global del hombre y del universo que está planeada para nosotros.

Revelación 21

Dicen los Registros Akáshicos que...

2052 será el año en el cual el mundo científico logrará crear un modelo integrador que permitirá renovar la comprensión de la vida, unificando ciencia y espiritualismo, lógica y magia, encontrará el eje central del universo y de la conciencia en una curvatura especial que pasa por el canal central del hombre, el chakra unificador que va desde el perineo hasta la coronilla. Los científicos cristalizarán la idea de un sistema de único plano tipo anillo de TORO, que contendrá «el tiempo» en su parte interna, (que forma el volumen), y «el espacio» en la superficie del volumen. La conciencia humana será reconocida como un hilo que pasa por el medio del volumen tal como lo hace un eje en una rueda. Los pensadores crearán un modelo en el cual la gente no relacionada se representará como roces en las partes superficiales mientras los flujos de conciencia tendrán como un paralelismo de «ejes de conciencia». Por lo contrario, la gente interrelacionada será representada como anillos de Toro enganchados entre sí y los ejes de conciencia formando innumerables cruces. Alguien pensará en crear una trigonometría cuántica entre estos ejes, definiendo así una nueva interrelación humana entre las conciencias. La combinación voluntaria de algunos ejes de la conciencia en una conciencia unificada entre investigadores permitirá cambiar la dirección de las investigaciones, aniquilando definitivamente el concepto limitado que tenemos del funcionamiento del cerebro. El pensamiento evolucionará en dirección a una mente colectiva, lo que actuará en detrimento del ego y del orgullo individual.

C: Esta teoría es la más abarcadora del universo, más la conciencia, más el tiempo, más...

R: Carlos espera, lee lo que sigue. Imagino a los matemáticos alzando los hombros, tal como hacían los inquisidores cuando Galileo pretendía que la Tierra giraba alrededor del sol y no al revés.

C: Sí, y recuerda cómo terminó.

R: ¿Quién? ¿La Tierra?

C: No, Galileo.

Una esfera invisible de 22 metros de diámetro se materializará a 18 km de la Tierra. Su poder se manifestará de forma extraña ya que torcerá los ejes del tiempo y del espacio permitiendo a los matemáticos una tercera alternativa entre la geometría euclidea y la no euclidea.

Una alternativa semejante a las capacidades extrañas del sánscrito.

J: Eric dice que ciertas palabras sánscritas actúan sobre el objeto energético que designan. Él es el único que lo dice, lo verifiqué. Y agrega que ese alfabeto fue construido “desde” las energías y por eso actúa “sobre” las mismas.

Descubriremos que una ecuación «puede generar» un nuevo espacio en lugar de simplemente describirlo.

R: ¿No es lo que pasa con los algoritmos de inteligencia artificial que usan las grandes redes informáticas?

Una persona por cada millón se verá beneficiada por la capacidad generada por esta esfera: el poder de leer y escribir esas ecuaciones. En un lenguaje antiguo diríamos que los ideogramas, (que llamamos ecuaciones), serán como hieroglifos que, canalizando el poder del 4to ojo de esas personas, les permitirá materializar espacios diferentes. Estos privilegiados recibirán muchas iniciaciones que les enseñarán cómo tapizar las paredes internas de su chakra central, que une el perineo con la coronilla.

J: Eric descubrió este chakra haciendo experiencias con la moksa del ombligo. Fue su extremada capacidad de percepción energética que se lo reveló. Luego construyó ejercicios específicos para lograr navegar voluntariamente en él. Presenta este chakra longitudinal como el “ascensor de la conciencia”.

Como todas las transmisiones de poderes, las llamadas «Iniciaciones» sólo pueden ser recibidas durante el sueño para poder incorporarse en nuestro ser bioenergético, el cual se despierta apenas pierde conciencia el hombre neuronal.

C: En la TAK aprendemos que el hombre bioenergético, a diferencia del hombre neuronal, se desempeña en un nivel de micro energías y se mueve a velocidades supra lumínicas. Por eso sólo el sueño paradójico puede soportar tales variables.

Esta capacidad permitirá acceder al vacío que existe en los átomos entre neutrones y electrones. Por este resquicio pasan las otras dimensiones demostrándonos que todo vacío está lleno de algo que ya actuaba antes de ser comprendido por la conciencia. De allí, los bendecidos con este poder tendrán la capacidad de distorsionar las propiedades moleculares y descubrirán los fundamentos de la alquimia.

C: Y sí, a la alquimia teníamos que llegar. Eric, en su libro “Alquimia de la Nueva Era”, enseña técnicas sobre esto. El Solve y Coagula, es decir, limpiar y renovar, deshacer lo viejo para construir nuevas estructuras.

R: Carlos por favor, no te pongas como tus colegas del medioevo. No empieces a hablar en latín.

Algunos miembros de esta nueva casta de poderosos, disgustados por la inercia mundial todavía imperante, decidirán instalarse para siempre en alguna de estas otras dimensiones. Comprenderemos entonces el fenómeno de los cuerpos imputrescibles post mortem de los santos.

R: A esto soy particularmente sensible. Soy creyente y orgulloso de serlo, pero no comprendía el origen de la no putrefacción.

C: Raúl, espera que leamos lo que sigue y veremos si quieres ser excomulgado. A Barone no le importa.

Si el cuerpo de personas de gran poder espiritual fue descubierto intacto, varios siglos después de su muerte, es porque sencillamente... no había muerto. No decimos que fueron enterrados vivos, sino que su conciencia quedó voluntariamente en esos espacios interatómicos desde los cuales continuaron ayudando a las personas, prolongando así la misión de su vida.

Este fenómeno, reportado varias veces a lo largo de milenios, justifica la devoción mundial que todas las religiones manifiestan a sus antepasados, a las reliquias y justifica que ciertos cultos hayan nacido de esa capacidad de escribir ecuaciones del universo, que fue desarrollada en la especie humana hace ya 82.000 años.

C: Y ¡bang!. Ahora Eric se pone también a los historiadores en contra. Aparte de la hoguera, recibirá la excomunión, pero lo peor de todo, será la venganza de los historiadores.

R: Carlos, a Barone, el pasado no le importa. Un día llegó con una cara espantosa, angustiada, desencajada. Yo me preocupé y, angustiado, le pregunté: ¿qué pasó?, y él me dijo: ¡estoy preocupado porque leí que el universo habrá desaparecido dentro de veinte mil millones de años!

Tardé tres segundos en reaccionar y explotar de risa con él. Sabía que a él sólo le importa el presente, el aquí y ahora. Siempre dice que “nuestros grandes futuros son el producto de micro decisiones del presente” y que sólo debe importarnos tomar el control del presente porque es lo único que podemos controlar verdaderamente.

J: Así es. El pasado ya no existe y el futuro todavía no es.

C: Sí, hay muchas personas que toman antidepresivos porque recuerdan ciertos sufrimientos del pasado, los proyectan sobre su futuro y así sufren tres veces en lugar de una sola vez.

Podemos aventurar que éste ha sido el mayor tema de estudio que los guías/experimentadores trabajaron en nuestra humanidad.

R: Yo le dejo a Eric asumir la responsabilidad de sus palabras. Él dice que “parece’’ que nuestra humanidad es un laboratorio donde inteligencias superiores experimentan.

Es obvio que los que tendrán esta capacidad en el futuro próximo serán verdaderos superhombres en el sentido que le atribuimos en nuestra época, pero no serán reconocidos como dioses ni como grandes maestros sino como mutantes, ya que nuestra humanidad no estará más dispuesta a inventarse nuevos dioses.

J: Aquí se refiere a dos conceptos importantes, “los egrégores”, esos seres invisibles que el hombre crea con su “cuarto ojo”, y el poder especial de ese ojo espiritual que sólo la TAK revela, entrena y utiliza: cómo crear “campos akáshicos de excepción”.

Durante 187 años no se notará la distorsión de espacio/ tiempo, pero desde el año 2239 se podrán observar los cambios siguientes:

C: Hay una frase ingeniosa de Barone que siempre me hace sonreír. Dice a sus lectores que no deben pensar resignados: ‘‘bah!, en esa época no estaré más aquí’’ sino, más bien: “¡yo seré mis descendientes!”. Esa frase hace referencia a la reencarnación, la suya, la nuestra, la de todos.

- Primero se notará en las moléculas de agua. El agua del planeta se volverá mucho más consciente y nuestra inteligencia bioenergética que siempre apoyó su desempeño sobre este líquido que ocupa el 80% de nuestro cuerpo, aumentará 3000 veces su propia densidad. Podremos decir que «pensaremos desde cada molécula de agua de nuestro cuerpo».

El inconveniente, (aunque no es seguro que lo sea), será que el agua de mar, de ríos y lagos también habrá aumentado su conciencia provocando que gran parte de la humanidad sienta la polución de los mares como propia.

A las personas les parecerá que su conciencia está «sucia» y tendrán razón, ya que esa polución será la penosa herencia de nuestras generaciones. Treinta millones de personas se asociarán para limpiar los mares del mundo y purificar el agua en forma general, conscientes de que lo estarán haciendo simultáneamente en los mares y en el inconsciente colectivo de toda la humanidad presente y por venir. Habrán redescubierto la interdependencia del hombre y de la naturaleza, a través del agua como puente de la vida.

R: ¡Viva el ecologismo bien comprendido!

- El elemento aire cambiará sutilmente de densidad, no de composición molecular sino de comportamiento físico.

A nuestros descendientes el aire les parecerá muy «áspero» y la dificultad para respirar que provocará, obligará a una modificación genética de los pulmones y del sistema respiratorio. Se realizará en menos de tres generaciones.

- El elemento fuego parecerá cada vez más frío. No será porque las leyes físicas hayan cambiado sino porque la energía interna del hombre se habrá vuelta tan consciente que no percibirá el calor ambiental como lo hacemos hoy en día. Aunque la frase siguiente parecerá paradójica, puede decirse que la conciencia de muchos hombres adquirirá la capacidad de «drogarse con fuego», la proyección de su mente en este elemento le dará una sensación de bienestar fácilmente adictiva y nuevas dimensiones de la felicidad y del bienestar sensorial se descubrirán.

- La percepción del elemento tierra también cambiará. Las vibraciones del suelo captadas por el cuerpo humano, serán tan intensas que «urbanizar» tendrá el significado de crear zonas de viviendas donde las tierras que las circundan serán verdaderamente vivientes, conscientes, vibrantes. Aprenderemos a sentir claramente el grado de vida o de muerte de una tierra.

Todos estos cambios externos se producirán paralelamente a los cambios internos del hombre. Ambos resultarán de la distorsión tiempo/espacio.

Uno de los cambios difíciles de imaginar es la expansión de la conciencia que en 2702 será compartida por el 97% de la humanidad. La capacidad de conciencia será tan amplia que abarcará 8 metros en lugar de los 1,5 cm promedios actuales.

J: Éste es un dato importante. Las Máquinas de Videncia que tenemos en la TAK son las únicas que pueden medir estos campos energéticos. Son mucho más sutiles que lo que puede fotografiar la foto Kirlian.

C: José, Eric dice que un ser humano es un captador lo suficientemente sensible como para registrar variaciones infinitesimales que ocurran en otros seres humanos.

J: SÍ, Carlos, pero dice también que nosotros, los Terapeutas Akáshicos, deberemos abocarnos algún día a encontrar la manera de fabricar captadores de micro energías supra lumínicas, para poder crear así métodos de mediciones que satisfagan la epistemología de la ciencia actual. No me digas que no sueñas con un nuevo tipo de encefalograma capaz de medir los cuerpos sutiles, la conciencia y las microenegías. Actualmente es como si usásemos una lupa para mirar una molécula de ADN.

Esa inmensa fracción de la población tendrá la capacidad de actuar sobre el nivel atómico mismo, y comprenderemos el fundamento de las facultades psicoquinéticas, de materialización y de sanación de las que habla la historia.

Los «superdotados» del pasado han demostrado que las leyes físicas nos tenían prisioneros por medio del hipnotismo social y que podíamos violarlas sin destruir a la humanidad.

El ego humano, íntimamente dependiente de su cuerpo diabólico, hizo que naciera el pensamiento conservador, una corriente conservadora, como una petrificación de la conciencia humana y una violación de la realidad.

Una última información: no llegaremos al 2112 sin haber tenido que redefinir los conceptos de vida y muerte, que nunca encontraron otra definición satisfactoria más que la biológica. Cuando oigamos decir «murió fulano de tal» preguntaremos «¿en cuál dimensión?» y al nacer un bebé diremos «¿de qué tiempo viene?».

C: Y ahora, amigos Raúl y José, el golpe de gracia. Van a ver por qué me metí a estudiar la TAK. Pude experimentar lo que sigue, y varios otros test que Eric propuso en el libro: “La Guía para el Nuevo Humano”, que es el que le sigue a ‘‘El Nuevo Humano’’. Son test en los cuales se les pide a las personas recitar determinados mantras que despertarán en ellas ciertas sensaciones que el autor ha previsto. Obviamente, ellas no conocen nada del libro ni del tema. Practiqué varias veces estos test con diferentes personas y, con sorpresa, descubrí que el 65 % de ellas, luego de repetir las palabras del test, contaban que habían tenido una sensación muy semejante a la descripta en el libro. Lo extraordinario no es la reacción de esas personas, sino que un investigador de la conciencia pueda percibir relaciones entre palabras y visualizaciones mentales y anticipar las reacciones de una multitud de personas que no conoce previamente.

J: Carlos, tienes razón, esto muestra bien cómo la Videncia Akáshica puede “descifrar” todas las variaciones bioenergéticas del hombre. No conozco ningún medio electrónico que permita lograrlo. Y hay algo más, la TAK descubre su dinámica en varias dimensiones más allá de las tres que usa el hombre neuronal. Tal vez, ya exista la computadora cuántica, pero no conozco ninguna computadora capaz de indagar en 22 dimensiones.

Revelación 21

La mente humana logra unificar todos los conocimientos. Llega el apogeo intelectual de la humanidad.

Para saber si esta capacidad nueva podría desarrollarse rápidamente en usted, practique el test siguiente:

Si al repetir 133 veces el mantra OQiToWiKi- YoBiHoSi- NODiCo- RAFoiKi- RoeGiVUMi- PaeKoToYi- WOXiVo- MoRiKi- FoeQoMi- VaeDiCo- QoiDiVoHi- KaeTiPi- YiHoTiGo- JoMoOEGo- DiQUHiTo- HoRiKo- YiWoTiXi- GIEIOE tiene la sensación de que desde su cráneo nacen estalagmitas gigantescas que se prolongan hacia el cielo, la contestación es positiva.

R: Amigos José y Carlos, si me permiten, quisiera hacer una conclusión de este primer capítulo. Personalmente no me importa si Barone es reencarnación viviente o superdotado, eso no me parece relevante. Lo que me interesa es la lógica de su plan pedagógico, porque esto es algo inmediato, concreto, socialmente aplicable y que tiene un fundamento lógico inapelable. Leamos cómo concluyó:

Frente a las tendencias de la pedagogía mundial, sus carencias, sus insuficiencias y su fracaso, Eric Barone que resumía la situación diciendo: “estamos en la época de caminar sobre la Luna o sobre Marte y continuamos aprendiendo como en la edad de piedra”, establece una corriente diferente de la bioquímica y de los implantes biónicos al proponer usar el canal sensorial tradicional para influir sobre las capacidades del alumno. Considera que es menos invasivo y más lábil en la adaptación a todos los conocimientos.

Barone explica también, desde hace 30 años, conceptos que ahora son naturalmente aceptados pero que, en su momento, eran revolucionarios.

Considera que ese complejo mecanismo que había percibido como una consecuencia lógica de sus investigaciones, pero que era irrealizable hace 30 años, está hora en el momento justo en el que la tecnología informática puede y debe hacerlo posible. Vivimos en una época donde la realidad virtual, la electrofisiología y la programación están preparadas para cumplir los requisitos que él determinó como esenciales para su funcionamiento.

Dice también:

- Nadie podrá acelerar el aprendizaje hasta la velocidad demostrada, sin incluir en el sistema los siguientes elementos:

1- «La bioenergía» como carburante que alimenta al cerebro en su esfuerzo extremo.

2- «Derivados del hipnotismo» para ayudar artificialmente a aumentar la intensidad de la concentración.

3- El control del sueño natural para ayudar a la fijación del conocimiento.

4- La electrofisiología para medir el impacto de las accio¬nes pedagógicas y de las interferencias emocionales en décimas de segundos.

5- Una máxima aplicación de la inteligencia artificial, que reúne a las redes neuronales para poder crear un sistema de organización de conocimientos totalmente isomorfos a la medida de cada alumno.

6- La cibernética implícita del Agregado Holo Memorial, que nunca fue publicada en su totalidad, reservándola para este proyecto robótico.

R: Y Barone concluye:

. «No se logrará mejorar el aprendizaje cambiando constantemente la forma de presentación de los conocimientos. Es a los alumnos a los que tenemos que cambiar».

- «No se aprende con libros, en las escuelas o con videos, sólo se aprende durante el sueño».

- «Si no aportamos nuevas definiciones a la conciencia, a la memoria, a la vida, al tiempo y a las emociones, no podremos mejorar las facultades de aprendizaje, sólo demostraremos que ignoramos el mecanismo que las produce».

R: Atentos a lo que sigue. Desde mi especialidad de economista encuentro aquí un error social inimaginable. Este error “a escala mundial” de los economistas y de los educadores ha creado milenios de sufrimiento que pudríamos haber evitado y que no debemos infligir a nuestras próximas generaciones.

El haber pensado que no podía modificarse la velocidad del aprendizaje, lo único que logró fue frenar y normalizar una determinada velocidad del proceso de aprendizaje. Y eso ha constituido un daño gigantesco para la humanidad y ha bloqueado nuestra evolución.

Sin embargo, ahora podemos intentar reparar y compensar ese atraso ofreciendo a la generación actual y a las venideras una puerta a la aceleración en la velocidad del aprendizaje.

Nuestra generación de jóvenes está enfrentada a una tasa masiva de desocupación, a una crisis en la tecnología, a posibilidades de capacitación a precios exorbitantes, a una ignorancia en cuestiones de higiene, nutrición, pedagogía familiar y a una escasez de esfuerzos estatales y privados en educación.

R: Sostengo que si la sociedad abraza las tecnologías electrónicas que ha creado Barone algo cambiará en grande.

Todos estos sufrimientos pueden ser resueltos al implementar una enseñanza perfectamente individualizada, pero masiva,

J: Algo que sólo la computación puede ofrecer.

Una velocidad de aprendizaje que no dependa de los recursos económicos familiares o de la pertenencia a una clase social determinada.

R: Espera José que no termina aquí, veamos la tercera gran encrucijada de Eric.

Respecto a esta creación y a este proyecto, Eric

Barone se encontró nuevamente ante una encrucijada, pero pudo resolverla y tomó una decisión:

Ha decidido emplear sus próximos años en propulsar en el mundo este proyecto de masificación electrónica basado sobre sus teorías y a promover los resultados sociales, políticos, humanitarios y también comerciales que resultarán de él.

R: Miren este análisis:

Hubo dos estrategias opuestas en el mundo del software: la de Bill Gates de vender y lucrar con el DOS y luego con Windows, y la de Linux Torvalds de obsequiar Linux a la humanidad. Ninguna fue totalmente acertada, ya que la inmensa fortuna del primero terminó siendo invertida en una fundación destinada a luchar contra la pobreza y la decisión del segundo ha provocado, tal vez a su pesar, un lucro incesante por parte de quienes se valieron de su sistema. Ahora Linux es utilizado por el 78% de los principales 500 servidores del mundo y por el 89% de las 500 mayores super computadoras.

El camino intermedio, entonces, es involucrar simultáneamente en el proyecto informático de Barone a empresas comerciales y a fundaciones humanitarias, imitando así el trabajo del grupo TATA-INDIA, cuyas dos terceras partes de capital están en manos de tres fundaciones de la familia que destinan todos sus beneficios a obras sociales para ayudar a los más desfavorecidos. Este grupo respeta cuatro fines del hinduismo llamados «kama» (amor), «arhta» (trabajo y negocios), «drama» (sentido del deber) y «mosksha» (liberación del dolor y de la ignorancia).

R: Esto es nuestro amigo Barone. Lo tomas o lo dejas.

J: Raúl y Carlos les apuesto a que el público no llegará a decidir si Barone es el amigo público número uno o el principal enemigo de las estructuras sociales establecidas.

C: Sabemos que Barone es experto en ponerse en contra a multitud de personas por sus creencias o porque los obliga a abandonar su zona de comodidad. Querían ver revolución pacífica y aquí la tendrán. Recuérdanos tu frase Raúl:

R: Esto es vida.

Sanar sin fronteras

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