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1. PSEUDO PLUTARCO , Vidas de los diez oradores 840 A - 841 A, «Esquines».
Esquines era hijo de Atrometo, exiliado durante los Treinta y copartícipe en la vuelta del partido popular, y de Glaucótea 1 ; pertenecía al demo de Cotócidas, y ni por su ascendencia ni por la sobreabundancia de riqueza estuvo entre los destacados. Mientras fue joven y vigoroso de cuerpo [2] se ejercitaba con ahínco en los gimnasios y, por ser de voz brillante, después de esto practicó la tragedia; según dice Demóstenes 2 , pasó su vida de ayudante de secretario 3 y tritagonista 4 en la compañía de Aristodemo en las fiestas Dionisias 5 , aprendiéndose de memoria en sus ratos de ocio [3] las viejas tragedias. De niño aún enseñaba la gramática con su padre 6 , y de muchacho participó en el ejército dentro de [4] los destacamentos de fronteras 7 . Tras ser oyente, según dicen algunos, de Isócrates 8 y de Platón y, según Cecilio 9 , de Leodamante, intervino en política de manera no obscura en el partido contrario al de Demóstenes y desempeñó, entre otras muchas embajadas, la enviada a Filipo en relación con [5] la paz. Con motivo de ésta fue acusado por Demóstenes al quedar aniquilado el pueblo focense y, además, por haber encendido, cuando fue elegido pilágoro 10 , la guerra de los Anfictiones contra los de Anfisa por trabajar (la tierra sagrada) y el puerto, a consecuencia de lo cual había sucedido que los Anfictiones habían recurrido a Filipo y éste, ayudado por Esquines, había tomado parte en los asuntos y se había apoderado de la Fócide. Pero al intervenir en su defensa el político Eubulo, hijo de Espíntaro 11 , del demo de Probalinto, salió absuelto por una mayoría de treinta votos 12 . Hay [6] quienes dicen que los oradores habían redactado sus discursos, pero que al haber surgido el obstáculo de los acontecimientos de Queronea, la causa ya no fue introducida. Un [7] tiempo después, cuando Filipo había muerto y Alejandro había pasado a Asia, presentó un escrito de denuncia contra Ctesifonte por ilegalidad con motivo de los honores propuestos para Demóstenes, pero al no obtener la quinta parte de los votos se exilió a Rodas, por no querer pagar mil dracmas en concepto de derrota. Otros dicen que le fue impuesta [8] además la sanción de pérdida de los derechos civiles por no querer salir de la ciudad 13 , y que marchó a Éfeso al lado de Alejandro. Ante la agitación surgida a la muerte de éste se hizo a la mar en dirección a Rodas, y allí abrió una escuela y se dedicó a la enseñanza. Leyó a los rodios el discurso [9] contra Ctesifonte en un acto de lectura pública; y al extrañarse todos de que habiendo hablado así hubiera sido derrotado, dijo: «No os extrañaríais, rodios, si hubierais oído a Demóstenes hablar contra esto». Dejó allí una escuela, la llamada escuela rodia. Luego, tras dirigirse por mar a Samos [10] y pasar un tiempo en la isla, poco después murió. Fue de [11] buena voz, como es evidente por lo que dice Demóstenes y [12] por el testimonio de Demócares 14 . La transmisión conserva de él cuatro discursos: el Contra Timarco, el Acerca de la embajada fraudulenta , y el Contra Ctesifonte, que son también los únicos auténticos, puesto que el titulado Delíaco no es de Esquines: había sido, efectivamente, designado defensor en el juicio concertado en relación con el santuario de Delos, pero la verdad es que no pronunció el discurso, ya que fue votado a mano alzada Hiperides en lugar suyo, según [13] dice Demóstenes 15 . Tuvo también hermanos, como él [14] mismo dice, Afobeto y Filócares. Fue también el primero en anunciar a los atenienses la victoria de Táminas, por lo que [15] también obtuvo una corona por segunda vez. Algunos dijeron que Esquines ni siquiera había asistido a escuela alguna, sino que desde su puesto de ayudante de secretario había subido, pasando como pasaba entonces el tiempo en los tribunales [16] de justicia, y que su primera intervención en la asamblea popular fue para hablar contra Filipo, y que habiendo causado buena impresión fue votado a mano alzada embajador ante los arcadios, a cuyo lado llegó y unió a los [17] Diez Mil a la causa contra Filipo. Presentó también un escrito de denuncia contra Timarco por prostitución, y éste tras abandonar el proceso se ahorcó, según dice en algún sitio [18] Demóstenes 16 . Fue votado a mano alzada, junto con Ctesifonte y Demóstenes, embajador en el asunto de la paz, en lo cual se condujo mejor que Demóstenes; y formando por segunda vez una delegación con otros nueve para sancionar con juramentos la paz, fue sometido a juicio y salió absuelto, como arriba queda dicho.
2. Vida del orador Esquines 17
Esquines era hijo de Atrometo el maestro de escuela y de Glaucótea la que iniciaba en los misterios a los cortejos báquicos. Dicen que él de niño ayudaba en la escuela de su [2] padre y que a su madre le leía los libros, y que ésta por su costumbre de salir de lugares sombríos y asustar a niños y mujeres fue llamada Empusa 18 , puesto que la Empusa era un fantasma nocturno; y que al hacerse muchacho fue actor [3] de tragedia, como tritagonista; y que siendo como era de voz brillante, fue secretario de Aristofonte 19 y, después de éste, de Eubulo; y que al hacerse experto a fuerza de leer decretos y leyes, se dedicó a la tribuna y sobresalió entre los de su época, estando como estaba bien dotado por naturaleza. Después de la muerte de Filipo, puesto que había parecido [4] que era hostil al pueblo y que enviaba mensajes a Antípatro en contra de la ciudad, se dice que fue por esto por lo que había adquirido unas posesiones en Tebas y que al llevar a juicio a Ctesifonte cuando éste presentó un escrito con la propuesta de anunciar públicamente en el teatro la coronación de Demóstenes, no obtuvo la quinta parte de los votos. [5] Condenado a la privación de los derechos civiles se hizo a la mar con dirección a Asia, y llegó a Éfeso creyendo que Alejandro lo devolvería a Atenas; pero al enterarse de que el rey había muerto y de que había agitación entre los sucesores, [6] se refugió en Rodas. Allí, al pedirle los rodios que les enseñara el arte oratoria, se negó diciendo que ni él mismo la conocía. Al exhortarle, pues, al menos a que interviniese en procesos privados, tampoco a esto accedió, pues conjeturaba que si en la patria había sido derrotado, en tierra extranjera sería totalmente aniquilado. Finalmente se dedicó a la profesión de su padre y a enseñar a los niños la gramática. [7] Demócares, el sobrino de Demóstenes, si es que hay que creerlo cuando habla 20 de Esquines, dice que Esquines llegó a ser tritagonista del actor trágico Iscandro 21 y que, representando a Enómao 22 persiguiendo a Pélope, se cayó torpemente 23 , y fue substituido por Sanión el maestro de coros 24 —de ahí, evidentemente, Demóstenes lo llama Enómao 25 , burlándose ante quienes conocían el hecho— y que juntamente con los malos actores Sócrates 26 y Símilo 27 estuvo de gira por el campo 28 , tal vez, seguramente, a partir de esto [8] sería cuando recibiría el apelativo de rústico 29 . Esquines era del demo de Cotócidas.
3. Exposición de Apolonio 30 sobre el orador Esquines
El orador Esquines era ateniense de origen, del demo de Cotócidas, hijo de Atrometo, del que dicen 31 que en una primera época se llamaba Tromes y que luego, mediante adición silábica, en lugar de Tromes fue llamado Atrometo 32 , y que en un principio fue esclavo y enseñaba la gramática portando grilletes junto al Teseón y al lugar consagrado al héroe Iatrós 33 , para luego más tarde ser inscrito en la ciudadanía por medio de malas artes. Por parte de madre, Esquines [2] era hijo de Glaucótea o, según algunos, de Glaucis, de la que dicen que en su primera edad se había prostituido instalada en el burdel que hay junto al recinto sagrado del héroe Calamites 34 , y que luego finalmente tras apartarse de esta actividad se dedicó a iniciar en los misterios y purificar a los que querían. Esquines, nacido de éstos y con dos hermanos, [3] Afobeto y Filócares el decorador de cajas para guardar los adornos de alabastro y los tímpanos 35 , de niño ayudaba a su padre a enseñar la gramática y, cuando se hizo hombre, primeramente fue ayudante de secretario al servicio de las magistraturas con su hermano Afobeto; pero este trabajo era sobremanera oprobioso. Luego se apartó de esto y se hizo tritagonista de tragedias, y en Colito en una ocasión representando a Enómao se cayó. Tras esto y con el paso de [4] la edad se dedicó a la política y a la actividad pública. Y parece que optó por la política a favor de Filipo y Alejandro, compartiendo sus actuaciones con Filócrates, y que, por dar gusto y adulación a aquéllos, emprendió una guerra con los del círculo de Demóstenes, los que habían llevado una política [5] contraria a las empresas de Filipo y Alejandro. De que participó en política buscando el gusto de esos reyes, hay otros muchos testimonios, pero realmente el más claro de todos es el siguiente: cuando en una ocasión la asamblea popular lo eligió a él como abogado defensor del santuario de Delos en la querella habida entre atenienses y delios, el Consejo del Areópago no cedió sino que, rechazándolo como no propicio al pueblo de los atenienses, confió a Hiperides [6] la tarea de hablar 36 . No obstante, algunos dicen que éste fue oyente de Platón y de Sócrates, aunque faltan con ello a [7] la verdad 37 . Hubo también otro orador Esquines, de Eleusis 38 , del que también se dice que dejó escritas unas artes [8] oratorias. Se dice igualmente que Esquines era inclinado a [9] la pasión amorosa. Esquines mismo en relación con su propia estirpe en el Acerca de la embajada fraudulenta 39 dice que su padre Atrometo era de la fratría 40 y de la estirpe de los Eteobútadas, de donde es la sacerdotisa de Atena Polias, y que de joven participaba en las competiciones deportivas y un tiempo después, tras haber consumido su hacienda en la guerra, se expatrió bajo los Treinta y, participando en campañas militares en Asia, fue merecedor de premios; y que tras pasar el tiempo en Corinto después de la expatriación, colaboró a la vuelta del partido popular; y que llevó una vida sin fallo y alcanzó los noventa y cuatro años. Dice 41 que [10] también los parientes por parte de su madre eran libres. De sus hermanos, que Filócares pasaba el tiempo en los gimnasios e hizo campaña militar con Ifícrates y a continuación llegó a ser general, mientras que Afobeto, el más joven de los hermanos, fue en embajada ante el Rey de manera digna de la ciudad y, dedicado a la administración, se preocupó adecuadamente de los ingresos públicos. De sí mismo dice 42 [11] que, al salir de la infancia, fue guardián de fronteras de la región del Ática dos años, durante el tiempo de la efebía —éstos recorrían con armas la región por mandato de la ley—. Su primera participación en una campaña militar fue en la llamada «por partes» y, mientras colaboraba con Alcibiades y los mercenarios en la escolta del convoy enviado a Fliunte, al sobrevenirles un peligro en las inmediaciones del torrente llamado de Nemea, peleó de forma digna de alabanza, y salió en todas las restantes expediciones posteriores, y luchó bravamente en Mantinea y en la batalla de Táminas en medio de los cuerpos escogidos, a consecuencia de [12] lo cual fue coronado en el propio campo de batalla. Esquines murió asesinado por Antípatro, al ser echada abajo la constitución política, cuando también los del círculo de Demóstenes habían sido entregados, después de haber vivido [13] setenta y cinco años. Siendo como son tres los discursos escritos por él y éstos públicos —pues el Delíaco es espurio—, el Contra Ctesifonte encontramos que es el último, ya que fue escrito en tiempos de Alejandro; de los restantes, que lo fueron por las mismas épocas, el primero de los dos es por orden el Contra Timarco , pues en el que va a continuación suya, en el Acerca de la embajada fraudulenta 43 , Esquines hace mención de ese discurso.
4. 〈Sobre Esquines 〉 44
Pudo superar la acusación porque Eubulo intervino en su favor frente a Demóstenes, consiguiendo que los jueces se levantaran mientras Demóstenes aún estaba hablando, como lo hemos visto también en la noticia sobre Demóstenes. Pero le ocurrió que se desterró de la patria más tarde por haber presentado una acusación de ilegalidad contra la propuesta de decreto de Ctesifonte en favor de Demóstenes, pues fijó la sanción para el caso de que no pudiera demostrarla ilegal y, al ser derrotado y debido a que no pudo pagar la multa que él mismo había fijado, hizo uso del destierro, como también lo hemos visto en el de En defensa de la corona . Huyó de la patria y quiso volver al lado de Alejandro pero, al enterarse de su muerte y de la agitación de sus sucesores, se dirigió por mar hacia Rodas y fundó la escuela rodia, donde enseñaba a los jóvenes y leía a los ya maduros el Contra Ctesifonte, que había pronunciado contra Demóstenes. Fue admirado ampliamente entre ellos por éste y, al ser preguntado: «¿Cómo realmente fuiste derrotado con tal discurso?», respondió: «Os admiráis de cómo fui derrotado, porque vosotros no oísteis a aquella fiera». Pues lo llamaba fiera por lo terrible de sus maneras y lo despiadado. Se dice que allí, en su ocupación de maestro de escuela, él fue el primero en inventar los llamados ejercicios prácticos de recitación y los debates ficticios. Fue discípulo, según dice Demetrio de Falero 45 , del filósofo Sócrates 46 , luego más tarde de Platón; pero según cuentan Cecilio 47 , Idomeneo 48 y Hermipo 49 , no escuchó a estos hombres con intención de aprendizaje, pues dicen que no conserva nada del carácter platónico, ni la precisión y pureza ni la sencillez y euritmia, sino que el tipo de su discurso es en alguna medida el de quedarse boquiabierto, sin arte, arrebatado, y que fácilmente se deja llevar al ultraje, de manera vergonzosa e inconveniente para un orador, pero que tiene un punto de buenas formas y de ductilidad y cual uno lo dispondría como fruto de la naturaleza y de un ejercicio en privado.
5. LIBANIO , Argumento a DEMÓSTENES , 19, Acerca de la embajada fraudulenta
Esquines era un ateniense, hijo de Atrometo y de Glaucótea, ambos personas sin renombre, según dice Demóstenes: pasaban sus vidas el uno ejerciendo la docencia y la otra realizando purificaciones y llevando a cabo algunas [2] prácticas mistéricas no muy serias. La tradición cuenta igualmente que el propio Esquines llegó a ser actor de tragedias y secretario de la ciudad, ocupación ésta de poca importancia. Más tarde, sin embargo, llegó a ser uno de los oradores públicos, y tomó parte en la embajada enviada a Filipo para tratar de la paz: mientras los atenienses guerreaban contra Filipo en torno a Anfípolis y sufrían numerosos y fuertes reveses, pero nada hacían digno de mención, fueron persuadidos a enviar una embajada a Filipo para hablar en favor de [3] la paz. Envían a diez embajadores, entre los que estaban Esquines y Demóstenes. Una vez que Filipo hubo aceptado el cese de las hostilidades, de nuevo los mismos llevan a cabo una segunda embajada, a fin de que tuviesen lugar los juramentos [4] concernientes a la paz. En relación con estos asuntos Demóstenes acusa a Esquines de tres cosas: de apoyar a Filócrates, que hablaba y presentaba por escrito una propuesta de paz vergonzosa e inconveniente; de haber gastado el tiempo, a consecuencia de lo cual sucedió que se vino abajo la situación en Tracia; y de haber transmitido noticias engañosas a los atenienses, a consecuencia de lo cual sucedió que perecieron los focenses. Y, así, dijo —manifiesta Demóstenes— que Filipo no acabaría con los focenses, y vosotros, confiando en él, no acudisteis en ayuda de aquéllos. Añade que todas estas perversas actuaciones Esquines las llevó a cabo con la vista puesta en un salario y en recompensas.
El planteamiento del debate es sobre una situación real y [5] es del tipo de conjetura. El origen de la enemistad se dice que fue por Timarco el amigo de Demóstenes, al que Esquines había privado de sus derechos de ciudadano tras acusarlo de vida depravada, puesto que, dice, acudía, siendo como era de hermosa presencia, a casa de Pitálaco el pajarero a contemplar las peleas de aves, corrompido y corruptor.
6. FOCIO , Biblioteca
Bibl . 61: He leído los tres discursos de Esquines, el Contra Timarco, que es también el primero de sus discursos, el Acerca de la embajada fraudulenta y, el tercero y último, el Contra Ctesifonte . Dicen que tres son los únicos [2] auténticos suyos, y nueve cartas; por ello algunos a los discursos de éste los llamaron «las Gracias», por lo agradable de su oratoria y por el número de las Gracias; y «Musas» a las cartas, por el número de las nueve Musas. Se ha transmitido [3] de él también otro discurso, el llamado Delíaco, pero Cecilio 50 no lo admite sino que dice que otro Esquines de Atenas 51 , contemporáneo de aquél, es el padre del discurso.
Este Esquines fue uno de los diez oradores. Acusado de [4-5] embajada fraudulenta por Demóstenes no resultó convicto, pues el político Eubulo, a cuyo servicio había estado, intervino a su favor frente a Demóstenes, consiguiendo que los jueces se levantaran mientras Demóstenes aún estaba hablando. Más tarde, sin embargo, presentó una acusación de [6] ilegalidad contra la propuesta de decreto que Demóstenes había redactado en contra de Ctesifonte 52 y, puesto que él mismo se había fijado la sanción para el caso de no poder demostrarla ilegal, al no probarlo como había prometido, se [7] desterró de la patria. Y resuelto a refugiarse al lado de Alejandro el hijo de Filipo, que estaba en campaña militar en Asia, se contuvo al saber de su muerte y enterarse de que sus sucesores rebosaban de revueltas. Se dirigió por mar a Rodas y permaneció allí un tiempo, en el que enseñaba a los [8] jóvenes. Admirándose los oyentes y estando perplejos de que teniendo tan gran capacidad de escribir hubiera sido derrotado por Demóstenes, dijo: «Si hubierais oído a aquella fiera» —pues llamaba fiera a Demóstenes—, «no os extrañaría [9] esto». Se dice que éste fue el primero, mientras daba allí clases, en componer los casos ficticios y los llamados [10] ejercicios prácticos de recitación. Ya anciano se trasladó de [11] Rodas a Samos, y allí muere. Era por parte de padre hijo de Atrometo, y por parte de madre de Glaucótea la sacerdotisa, de estirpe desconocida; tenía dos hermanos, Afobeto y [12] Filócares. En una primera época ejercía de tritagonista, puesto que tenía una gran voz; luego fue secretario del Consejo, y al poco llegó a intervenir en la vida pública. Era de la facción de los que en Atenas «filipizaban»; por ello también [13] era rival político de Demóstenes. Dicen que éste fue oyente de Platón y discípulo de Alcidamante 53 , y que a través de sus discursos hay incluso una cierta huella de uno y otro, la [14] grandeza de sus palabras y la dignidad de sus ficciones. El sofista Dionisio 54 , tropezándose una vez con el discurso contra Timarco y leyendo el comienzo del proemio «Aunque contra ninguno hasta ahora ni escrito de denuncia pública presenté ni en la rendición de cuentas lo atormenté», dijo: «¡Ojalá que contra muchos la hubieras emprendido, ojalá que a muchos hubieras atormentado, de forma que hubieses dejado más discursos!»; hasta este punto disfrutó del carácter del orador. La oratoria en él es, por así decirlo, espontánea [15] e improvisada, dando lugar a que uno admire no tanto el artificio de este hombre cuanto su naturalidad. Y cuanto tiene [16] que ver con la habilidad, eso es posible encontrarlo en sus discursos, y lo que en mayor medida son manifestaciones de su naturalidad. Respecto al empleo de palabras es [17] sencillo y claro, y respecto a la composición de términos no es ni excesivamente relajado como Isócrates ni apremiante y atado como Lisias; en energía e intensidad en nada se queda atrás de Demóstenes. Hace uso de las figuras de pensamiento y de dicción, no para dar una cierta impresión de hablar con artificio sino con la mirada puesta en lo apremiante de los hechos en cuestión. Por ello su oratoria parece en alguna medida que es sin doblez y sobremanera apropiada tanto para las intervenciones oratorias ante una multitud como para los discursos privados; efectivamente, no es constante ni en exceso sobrecargada ni de epiqueremas ni de entimemas 55 .
Bibl . 264: He leído los discursos de Esquines, cuyo número se circunscribe a tres, y nueve cartas. El titulado Delíaco no es de Esquines. En sus discursos es dulce, puro, claro y magnífico por la transparencia de los entimemas... 56 .
7. Suda, s.u. Aischines
Esquines de Atenas, orador, hijo de Atrometo y de Glaucótea, discípulo en retórica de Alcidamante de Elea. Algunos también han escrito que sus padres eran esclavos... 57 . Vivió sin embargo en Rodas y ejerció la docencia, al ser derrotado por Demóstenes en el proceso público Acerca de la corona . Fue el primero de todos que oyó lo de «hablas divinamente» por el improvisar, como si estuviera inspirado por un dios.
(αι 347)
Esquines de Atenas, hijo de Atrometo el maestro de escuela y de Leucótea la iniciadora en los misterios; él mismo fue actor, luego secretario, después orador, traidor, el que traicionó a Cersobleptes y a los focenses. Tras presentar un escrito de denuncia por ilegalidad contra Ctesifonte, que a su vez había redactado una propuesta de coronar a Demóstenes, fue derrotado, se expatrió a Rodas y allí ejerció la docencia.
(αι 348) 58
8. Papiro de Oxirrinco 1800: «Vida de Esquines» 59
El orador Esquines era ateniense de nacimiento, hijo de Atrometo y por parte de madre de Glaucótea, el mayor 60 de sus hermanos Filócares y Afobeto. En un principio actuaba en obras trágicas haciendo de tritagonista y, resultando bien dotado para los discursos, cambió la escena por la tribuna de los atenienses. Habiendo presentado un escrito de denuncia por ilegalidad contra Ctesifonte porque sin necesidad había concedido a Demóstenes una corona de oro en las representaciones de las tragedias nuevas, al no obtener la quinta parte de los votos se marchó desterrado de Atenas. Demóstenes, no guardando rencor por lo ocurrido y precaviéndose de lo fluctuante de la fortuna, le remitió como ayuda de viaje un talento de plata. Él, aunque no lo aceptó, lloró. Al preguntarle uno por qué lloraba, dijo: «Porque me voy de una ciudad de tal categoría, en la que uno se encuentra incluso a [enemigos] más compasivos que [los amigos]» 61 . Establecido en Rodas, una escuela *** ático *** para los rodios ***
9. FILÓSTRATO , Vidas de los Sofistas I 18, «Esquines»
Respecto a Esquines hijo de Atrometo, del que decimos que fue el iniciador de la segunda Sofística, es preciso tener presentes las siguientes consideraciones. La vida política en Atenas estaba toda ella escindida en dos bloques: unos eran partidarios del Rey, otros de los macedonios; y dirigía la primera, la de los que buscaban agradar al Rey, Demóstenes de Peania, y la de los que tenían la mirada puesta en Filipo Esquines de Cotócidas. A uno y otro bando les llegaba regularmente dinero, pues el Rey por medio de los atenienses mantenía ocupado a Filipo para que no se precipitase sobre Asia, y Filipo intentaba destruir el poderío ateniense, como obstáculo que era para su paso al otro lado del mar. La desavenencia entre Esquines y Demóstenes arranca del hecho mismo de que el uno hacía política a favor de un soberano y el otro a favor de otro; pero, en mi opinión, porque también estaban en posición encontrada en lo tocante a sus temperamentos, pues de temperamentos opuestos entre sí brota un odio que no tiene fundamento. Y eran opuestos ambos también en lo siguiente: Esquines parecía amigo de la bebida, agradable, despreocupado, y que había obtenido todo el encanto de Dioniso, pues, en concreto, durante el tiempo de su pubertad representó papeles trágicos secundarios al servicio de actores de profundos gemidos; el otro, por su parte, se mostraba sombrío como un nubarrón, grave de cejas y bebedor de agua, por lo que era incluido en la lista de los de mal temple y malas formas; y en mucha mayor medida cuando fueron ambos en embajada ante Filipo en compañía de otros y compartieron la vida diaria: el uno se mostraba extrovertido y agradable con los compañeros de embajada, mientras que el otro seco y siempre serio. Hízoles más grande la desavenencia el discurso en defensa de Anfípolis delante de Filipo, cuando precisamente Demóstenes se quedó cortado en su alocución 62 , mientras que Esquines... ni siquiera de los que han arrojado alguna vez el escudo, si se piensa en lo sucedido en Táminas, donde los atenienses vencieron a los beocios. Su meritoria actuación fue premiada por la ciudad con una corona y, entre otras cosas, por haberse dado una prisa inconcebible con la buena nueva de la victoria. Al tratar Demóstenes de desacreditarlo como responsable del desastre focense 63 , los atenienses desestimaron la acusación; pero, en las mismas circunstancias en que Antifonte 64 fue condenado en votación, fue declarado convicto sin juicio y los del Areópago le denegaron que los defendiera en la reclamación relativa al santuario de Delos. Y en verdad también que, proclamado públicamente pilágoro 65 , entre la mayoría no se substrajo a la sospecha de que él mismo había asentado a Filipo en Elatea, confundiendo a la reunión anfictiónica de las Termópilas con hermosas palabras y cuentos. Salió subrepticiamente de Atenas no porque le hubiese ordenado ir al exilio, sino por escapar a la privación de los derechos civiles a la que había sido sometido por Demóstenes y Ctesifonte al perder en la votación. La trayectoria de su marcha de la ciudad era ir al lado de Alejandro, puesto que éste inmediatamente iba a dirigirse a Babilonia y Susa; pero, una vez arribado a Éfeso y al oír que aquél había muerto 66 y que las cosas en Asia por lo tanto estaban embrolladas, se quedó en Rodas y, puesto que la isla era buena para desarrollar una actividad intensa, tras convertir a Rodas en un centro intelectual de sofistas vivió allí, haciendo sacrificios a la tranquilidad y a las Musas e introduciendo costumbres áticas en las dorias.
Como componía el discurso improvisado con fluidez e inspiradamente, fue el primero en atraerse esta alabanza 67 . El hablar inspiradamente no había sido hasta ahora lugar común en los afanes de los sofistas, sino que comenzó desde Esquines, al improvisar éste con un empuje guiado por los dioses, como los que exhalan los oráculos. Aunque llegó a ser oyente de Platón y de Isócrates, también aportó muchas cosas de su propia naturaleza: en su oratoria hay una luz de claridad, una tierna solemnidad y el encanto unido a la reciedumbre; en una palabra, el tipo de su oratoria es de sobrada excelencia como para ser dominado por la imitación.
Los discursos de Esquines son tres. Según algunos hay también un cuarto, el Delíaco, que da un falso testimonio de su elocuencia: en ningún momento habría podido componer de forma tan agradable y con encanto los discursos sobre Anfisa, por cuyos habitantes fue consagrada la región de Cirra, si es que planeaba males para los atenienses, según dice Demóstenes, mientras que sobre los mitos delios, en los que hay teología, teogonía y arqueología, se habría precipitado tan torpemente, interviniendo como intervenía en este debate en favor de los atenienses, que consideraban un debate no pequeño el no fallar en el asunto del santuario de Delos. A tres discursos quede, pues, circunscrita la obra oratoria de Esquines: al contra Timarco, a la defensa de la embajada y a la acusación de Ctesifonte. Hay también una cuarta obra literaria suya, las cartas, no muchas, pero llenas de buena enseñanza y temperamento. De su categoría moral hizo demostración también a los rodios, pues al leer en público el Contra Ctesifonte ellos se admiraban que con tal discurso hubiera sido derrotado, y censuraban a los atenienses como carentes de juicio, pero él dijo: «No os admiraríais si hubieseis oído a Demóstenes hablando en contestación a esto», con lo que no sólo llegaba a la alabanza del enemigo, sino que también libraba a los jueces de culpa.
10. Epigrama votivo de Esquines a Asclepio en Epidauro 68
[Esquines, hijo de Atro]meto, de Atenas ofrendó [a Asclepio] (esta estela).
En dificultades con los saberes de los hombres, en la divinidad
toda esperanza puse. Atrás dejé la Atenas de bellos muchachos
y fui curado, Asclepio 69 , tras arribar a tu santuario
de una úlcera que en la cabeza tuve todo un año, en tres meses.
11. Epigrama funerario de Cleobulo 70
Cleobulo acarniense, adivino.
Cleobulo hijo de Glauco, muerto la tierra te cubre
al tiempo adivino bueno y en luchar con la lanza,
al que un día el pueblo coronó del gran Erecteo 71
por destacar en gloria a través de la Hélade.
1 Glaucótea, hija de Glauco, esposa de Atrometo y madre de Filócares, Esquines y Afobeto, del demo de Acarnas. Cf. OSBORNE -BYRNE (1994): Glaucótea 1.
2 En repetidas ocasiones DEMÓSTENES intenta ridiculizar las diversas ocupaciones que desempeñó Esquines: p. ej., XIX 70, 200, 249, 337; pero tal vez el pasaje más mordaz sea XVIII 259-262.
3 Hypogrammateús: que no es un término inventado por Demóstenes sino un tecnicismo para una realidad institucional precisa, aunque de escasa altura, lo asegura su empleo en textos legales epigráficos. No obstante, es incuestionable aquí la intención despectiva.
4 De los tres actores que ponían en escena una tragedia, haciendo cada uno varios papeles, el tritagonista era el que se encargaba normalmente de los personajes de menor importancia dramática, aunque con frecuencia le correspondía hacer de Mensajero, lo que habla a favor de que también en este nivel se exigían unas dotes dramáticas nada despreciables. Demóstenes se ensaña una y otra vez con Esquines ironizando sobre esta ocupación temprana de nuestro orador, hasta el punto de que en la tradición literaria y lexicográfica posterior este término teatral estará siempre unido a la figura de Esquines. Sobre los problemas de esta realidad escénica, cf. PICKARD -CAMBRIDGE (1968), págs. 132-5.
5 Blass intercala aquí: «Dionisias (rurales)», basándose en el testimonio de FOCIO , Biblioteca 264, donde el filólogo bizantino repite casi literalmente esta Vida pseudoplutarquea. Se refiere, claro está, a las representaciones dramáticas que tenían lugar en los demos áticos.
6 Cf. DEMÓSTENES , XVIII 258.
7 Cf. ESQUINES , II 167.
8 El famoso orador y político del s. IV . Cf. OSBORNE -BYRNE (1994): Isócrates 13.
9 CECILIO DE CALEACTE , 126 OFENLOCH : famoso rétor y crítico literario del siglo I a. C., autor entre otras obras de Sobre el carácter de los diez oradores y de una Comparación entre Demóstenes y Esquines, ambas perdidas; fue también uno de los iniciadores del Aticismo literario junto con Dionisio de Halicarnaso. Cecilio tal vez se basaba en la valoración positiva que ESQUINES hace de Leodamante en III 139.
10 Sobre este término, cf. nota en III 113.
11 Espíntaro (s. V /IV ), padre de Eubulo, el conocido político ateniense de mediados del siglo IV : OSBORNE -BYRNE (1994): Espíntaro 12, sugieren la identificación con el Espíntaro de ARISTÓFANES , Aves 762 (cf. también al respecto el comentario de DUNBAR [1995], pág. 471).
12 En apoyo de esta cifra, cf. PLUTARCO , Demóstenes 15, 5 y ESQUINES , II Arg .
13 El biógrafo manifiesta aquí un cierto desconocimiento del derecho ático de la época: el no obtener al menos una quinta parte de los votos acarreaba una multa de mil dracmas, lo que le convertía en deudor del estado, y esto por su parte significaba la atimía (cf. HARRISON [1971], vol. II, págs. 175 s.).
14 DEMÓCARES , FGrHist 75 F 6c. Con este nombre hay varios políticos atenienses contemporáneos de Esquines, y todos ellos parientes de Demóstenes. Tal vez se trate aquí del Demócares hijo de Laques y sobrino de Demóstenes (cf. Test . 2, 7).
15 DEMÓSTENES , XVIII 134 s.
16 Esta noticia del ahorcamiento de Timarco tal vez procede de la interpretación literal de DEMÓSTENES , XIX 287: «...(Timarco) resultó abatido (apólōle) y objeto de comportamiento insolente...». El futuro utilizado un poco antes, en 284: «Este infortunado hombre seguirá privado de su derecho de ciudadanía...», nos fuerza a interpretar el pasaje anterior en sentido figurado. Demóstenes en este mismo discurso ya se ha referido al proceso de Esquines contra Timarco: párrafos 2, 241 ss. y 285.
17 Las tres Vidas recogidas en los números 2 a 4 encabezan la mayoría de los manuscritos de Esquines.
18 Cf. DEMÓSTENES , XVIII 130. Empusa es un componente del imaginario griego, incluida en el apartado de los seres aterradores: tiene aspecto de mujer, aunque la tradición la somete a diversas alteraciones, y a menudo desempeña una función social próxima a nuestro «coco».
19 Cf. DEMÓSTENES , XVIII 162.
20 DEMÓCARES , FGrHist 75 F 6a. Cf. HARPOCRACIÓN , s.u . «Iskhandros» (= FGrHist 75 F 6b).
21 Este pasaje presenta varios problemas. En primer lugar, el término griego utilizado en el texto para definir la actividad teatral de Iscandro es tragodōipoiós, «autor de tragedias», pero los restantes testimonios lo califican de «actor»: tal vez se trata simplemente de un uso incorrecto por parte del autor, tardío, de esta Vida de Esquines; en este sentido, SNELL KANNICHT (1986), núm. 241, ponen en duda la existencia de este Iscandro autor de tragedias, que sólo conocemos por este testimonio tardío. A esta incertidumbre se añade otro problema: no sabemos cómo y quién seleccionaba al tercer actor a mediados del siglo IV , pero lo más probable es que formase parte de una compañía organizada por un primer actor que, caso de ser escogido para una representación, incluiría el resto de su grupo teatral; pero no tenemos testimonios de que la elección del tritagonista corriese a cargo del autor dramático. Tal vez todo se solucionaría si se aceptase que en este texto, claramente tardío, el término tragodōipoiós estaría aludiendo a la persona responsable —probablemente un primer actor— de esos grupos de profesionales que, desde los mismos comienzos de la época helenística, continuaron la tradición de los montajes dramáticos, ahora por todo el mundo helenizado y tanto de las antiguas como de las nuevas tragedias. Finalmente, está la cuestión de la identidad de Iscandro: la crítica en su mayor parte (cf. GHIRON -BISTAGNE [1976], pág. 333, con indicación de fuentes antiguas y bibliografía moderna) lo considera un actor trágico; por el contrario, hay una corriente de opinión que, basándose en el hecho léxico de que los términos prōtagōnistḗs, deuteragōnistḗs y, aunque en menor medida, tritagōnistḗs no se especializaron como vocablos técnicos teatrales, supone que Iscandro no era un actor sino un personaje político aliado a Esquines en su vuelta de Arcadia y portador de la amistad de los arcadios hacia Atenas frente a Filipo, para lo cual se basan en DEMÓSTENES , XIX 10, donde el término deuteragonista lo entienden en el sentido figurado de «colaborador, adjunto» de Esquines; a partir de una equivocada interpretación del pasaje en la época tardía de los restantes testimonios, como el de esta Vida , habría surgido la figura de un Iscandro actor de tragedia (cf. K. ZIEGLER en RE, Suppl. X, col. 330 s.).
22 Este Enómao es el famoso personaje mítico: padre de Hipodamía, a cuyos pretendientes desafiaba a una carrera de carros con la vida como premio y a los que fue ganando hasta que llegó Pélope. Otro problema planteado por esta fuente es la identificación de la tragedia aquí aludida, de la que sería autor el tal Iscandro: si se acepta la sugerencia propuesta en la nota anterior, no habría inconveniente en proponer ahora que podría tratarse del Enómao de Sófocles (cf. LUCAS [1983], págs. 239-244), aunque también Eurípides escribió otra pieza homónima, pero el testimonio en concreto de HESIQUIO , α 7381 apoya claramente la opción sofoclea.
23 Para una recopilación de los testimonios antiguos sobre esta anécdota, cf. RADT (1977), pág. 381.
24 El maestro de coros (chorodidáskalos) era ya en el siglo IV un profesional encargado de adiestrar al coro tanto en el canto como en la danza. En esa época debía de ser ciudadano ateniense, aunque el caso concreto de Sanión (cf. DEMÓSTENES , XXI 58 s.) nos deja ver las posibles excepciones cuando se trataba de un excelente profesional: fue privado de su derecho de ciudadanía por abandono de sus obligaciones militares, pero en un momento dado se le permitió seguir ejerciendo su profesión de maestro de coros.
25 DEMÓSTENES , XVIII 180 y 242.
26 Este Sócrates es un actor de tragedias de mediados del siglo IV a. C. y de no muy alta categoría, dedicado normalmente a representar obras por los demos áticos en las Dionisias Rurales o fiestas semejantes. DEMÓSTENES , XVIII 262 ironiza doblemente: a Sócrates lo llama «actor de profundos gemidos» (cf. el mismo calificativo en Test . 9), y llama a Esquines «subalterno» de tan gran maestro.
27 Símilo es un actor de tragedias de mediados del s. IV a. C., normalmente emparejado en todos los sentidos con el Sócrates arriba mencionado. En DEMÓSTENES , XVIII 262 se le llama Simicas.
28 El contexto hace pensar en una referencia a las representaciones dramáticas de las Dionisias Rurales, de menor prestigio y público menos selecto que en las Urbanas, lo que llevaría aparejado la presencia de compañías teatrales de segunda categoría: DEMÓSTENES , XVIII 180 sitúa la anécdota en el demo de Colito.
29 Cf. DEMÓSTENES , XVIII 242.
30 La identificación de este Apolonio es difícil, dado lo común del nombre y de la ausencia de precisión alguna en el texto transmitido: cf. un pequeño estado de la cuestión en KINDSTRAND (1982), pág. 69, n. 8.
31 DEMÓSTENES , XVIII 129 s.
32 El juego lingüístico de Demóstenes (cf. nota anterior) tiene en griego un claro componente mordaz: Tromes («pávido») frente a Atrometo («impávido»).
33 Este héroe Iatrós («Médico»), objeto de culto en Atenas y en Eleusis, era una pervivencia local de un antiguo dios de la medicina, absorbido luego por Asclepio y Apolo (cf. DEMÓSTENES , XIX 249).
34 Calamites era un héroe local ático, cuyo recinto sagrado estaba próximo al sitio donde tenían lugar las representaciones dramáticas de las Leneas, lo que ha llevado a relacionarlo con el área religiosa de Dioniso (cf. DEUBNER [1932], pág. 124). Otros lo ponen en relación mejor con Deméter.
35 Cf. DEMÓSTENES , XIX 237.
36 Probablemente a finales del año 343 los delios presentan ante la Anfictionía délfica una demanda contra la administración que desde antiguo vienen ejerciendo los atenienses sobre el santuario de Apolo en Delos. Dado que en ese momento Filipo controla la situación y es verosímil que los anfictiones no se van a atrever a desairar al macedonio fallando en favor de Atenas, los delios presentan su querella y encargan su defensa a un promacedonio conocido, Eutícrates de Olinto. La Asamblea ateniense, por su parte, elige primeramente a un personaje de trayectoria semejante, Esquines, pero posteriormente el Areópago anula tal resolución y se inclina por Hiperides, el conocido orador y político amigo de Demóstenes y, como éste, antimacedonio. Contra todo pronóstico Hiperides conseguirá una sentencia favorable a Atenas. Cf. DEMÓSTENES , XVIII 132-35, y PSEUDO PLUTARCO , Vidas de los diez oradores 850 A.
37 Al menos en lo tocante a Sócrates, muerto el año 399, es incuestionable por razones cronológicas que Esquines no pudo ser oyente suyo.
38 Suele sugerirse la posibilidad de que este Esquines sea el mismo que el Esquines de Atenas al que Cecilio de Caleacte considera autor del Delíaco (cf. Test . 6, 3.). DIÓGENES LAERCIO , IV 64 alude a un Esquines «autor de tratados de retórica».
39 II 147.
40 La phratría es una asociación ciudadana con funciones familiares y religiosas.
41 II 148 ss.
42 II 167 ss.
43 II 144 y 180.
44 Esta Vida se nos ha transmitido al comienzo del discurso segundo de Esquines en un manuscrito, y delante del tercero en otros; por ello a veces la crítica filológica lo cita como «Escolio a II 1 R». Nos ha llegado sin encabezamiento alguno, y Dindorf le adjudicó ese título para diferenciarlo de las restantes Noticias biográficas conservadas.
45 DEMETRIO DE FALERO , 171 WEHRLI : filósofo ateniense peripatético, alumno de Teofrasto, y hombre de estado (s. IV -III ); escribió diversos tipos de obras, entre ellas varias de crítica literaria y retórica.
46 Sobre su relación con Sócrates, cf. Test . 3, 6 y nota pertinente.
47 CECILIO DE CALEACTE , 126a OFENLOCH .
48 IDOMENEO DE LÁMPSACO , FGrHist 338 F 13: (c . 325-270 a. C.) biógrafo y político, amigo de Epicuro; entre otras obras escribió un tratado sobre la escuela socrática.
49 HERMIPO DE ESMIRNA , 79 WEHRLI : (S. III a. C.) biógrafo peripatético y discípulo de Calímaco; escribió una muy amplia obra sobre escritores famosos.
50 CECILIO DE CALEACTE , 127 OFENLOCH .
51 Cf. nota a Test . 3, 7.
52 Sorprendente error grave de Focio. MARTIN -BUDÉ conjeturan un texto acorde con la realidad histórica: «Ctesifonte había redactado en favor de Demóstenes».
53 ALCIDAMENTE , T 6 AVEZZÙ : Alcidamante de Elea en la Élide, rétor y sofista discípulo de Gorgias y enemigo de Isócrates, de la primera mitad del siglo IV a. C.
54 Este tipo de identificaciones es siempre problemático. BLASS , en su ed. de 1908, vacilaba entre el rétor Dionisio de Pérgamo, del siglo I d. C., o Dionisio de Mileto, un poco posterior, ya en época de Hadriano. KINDSTRAND (1982), pág. 45 y nota 109, se inclina por el milesio.
55 Esta Noticia 61 de FOCIO se cierra con una breve referencia al Esquines Socrático: «Al Esquines hijo de Lisanias, al que llaman también Socrático, Frínico entre otros lo incluye entre los mejores, y manifiesta que después de los de primera fila sus discursos son modelo de la oratoria ática».
56 El resto del texto es una repetición prácticamente literal, aunque con cierta variación en la ordenación y alguna supresión, de la Vida del Pseudo Plutarco ya recogida más arriba.
57 El texto de la Suda sigue aquí: «Éste, por haber corrompido a los jueces en un proceso judicial en el que intervenía, fue encarcelado junto con aquéllos y murió bebiendo la cicuta, y las propiedades de todos ellos fueron confiscadas como si no tuvieran hijos». Pero los diferentes editores de Esquines han considerado, con buen criterio, este pasaje una interpolación ajena a nuestro orador.
58 Este desdoblamiento en dos glosas supone igualmente una duplicidad de personas para la tradición que sigue la Suda, lo cual además explica el cambio en el nombre de la madre.
59 Fr. 3, col. 2, de un papiro (II /III d. C.) que contenía biografías (Safo, Simónides, Esopo, Tucídides, Demóstenes, Esquines, Trasibulo, Hiperides, Leucocomante y Ábdero).
60 En II 149 ESQUINES dice que el hermano mayor era Filócares.
61 Este episodio de la magnanimidad de Demóstenes aparece en alguna otra fuente, aunque siempre se trata de testimonios bastante tardíos, lo que certifica una fecha de aparición bastante avanzada. De otro lado, como es usual, hay diversas variantes en los detalles. Al lado de este papiro está, por ejemplo, la Vida de Demóstenes del PSEUDO PLUTARCO , Vidas de los diez oradores 845 E: «Cuando Esquines partía al destierro después de su condena en el proceso, Demóstenes fue tras él a caballo. Aquél, pensando que éste iba a arrestarlo, se hincó de rodillas y se cubrió, pero él lo levantó del suelo, le dio ánimos y le entregó un talento de plata». O también, FOCIO , Biblioteca 265: «Una vez que la condena en el proceso precipitó a Esquines al destierro de la ciudad, Demóstenes lo siguió a caballo, en lo demás le dio ánimos, y le entregó un talento de plata a un Esquines que esperaba lo contrario, pues éste al ver a aquél tras sus pasos y pensando que iba a arrestarlo para alguna desgracia, se hincó de rodillas y tras cubrirse pedía salvación. Pero él, según decíamos, tuvo para con aquél un gesto propio no de un orador público sino más bien de un filósofo. Puesto que Demóstenes le sugería que sobrellevase noblemente el destierro, Esquines dijo: ‘¿Y cómo podría estar separado de una ciudad de tal categoría, en la que incluso es posible encontrarse con que los que parecen ser enemigos destacan en bondad y honradez por encima de los amigos en otros lugares?’». Ahora bien, curiosamente una anécdota semejante, incluso con paralelos lingüísticos, la encontramos en PLUTARCO , Demóstenes 26, sólo que en esta ocasión aplicada al propio Demóstenes, huido de Atenas por el asunto de Hárpalo (ahora los benefactores de Demóstenes son «algunos ciudadanos adversarios políticos suyos»).
62 Cf. II 34.
63 Cf. DEMÓSTENES , XVIII 142.
64 Este Antifonte es un ateniense al que Demóstenes llevó ante la Asamblea bajo acusación de traición: había prometido a Filipo incendiar los arsenales atenienses. Esquines salió en su defensa censurando a Demóstenes su autoritarismo, y aquél quedó en libertad. Demóstenes, no obstante, lo llevó ante el Areópago, que lo condenó a muerte (cf. para fuentes y pormenores legales, HANSEN [1976], págs. 136 s.)
65 En el arcontado de Teofrasto, en abril del 339 (cf. III 115; DEMÓSTENES , XVIII 149).
66 Imprecisión en las fechas: Esquines abandona Atenas el 330, Alejandro morirá siete años más tarde (323).
67 Cf. el Testimonio anterior de la Suda a este respecto.
68 Epigrama escrito por Esquines y dedicado como exvoto a Asclepio en Epidauro, en agradecimiento por la curación milagrosa, en opinión del orador, de una úlcera que tuvo en la cabeza y que durante un año la medicina humana no logró curar. Este breve poema de cuatro hexámetros dactilicos está recogido en la Antología Griega VI 330 y lleva la firma «del orador Esquines», sólo que los grandes editores de esa Colección (Bergk, Waltz, Beckby) creyeron que se trataba de una ficción literaria, no una dedicatoria real, obra de alguno de los rétores homónimos de época imperial como, por ejemplo, Esquines de Mileto, contemporáneo de Séneca el Viejo. La confirmación de la autoría de nuestro orador ha venido en esta ocasión del campo de la Arqueología y de la Epigrafía: en las excavaciones llevadas a cabo en Epidauro apareció una estela votiva que permite confirmar que esta breve composición poética fue efectivamente una ofrenda a Asclepio de parte de «Esquines hijo de Atrometo, ateniense», lo que de otra parte confirma la vena poética que el propio orador se adjudica en I 135-136 (cf. el testimonio siguiente). Sobre la pequeña peripecia filológica de esta inscripción, cf. FORBES (1967), págs. 443-448. Para la traducción sigo el texto editado en P. A. HANSEN (1989), págs. 187 s. (núm. 776).
69 Asclepio, hijo de Apolo y dios de la medicina. En Epidauro había un santuario, dedicado a él, al que se acudía en busca de la curación milagrosa de las enfermedades.
70 Estela de mármol, fechada en 375-350 a. C., y con la representación de un águila portando entre las garras una serpiente entre la línea de la dedicatoria y los versos propiamente dichos, cuatro hexámetros dactílicos. Es una lápida funeraria en memoria de Cleobulo hijo de Glauco, del demo de Acarnas, que era tío materno de Esquines (cf. II 78). Dada la práctica poética de nuestro orador (cf. testimonio anterior), la crítica filológica se inclina por adjudicar también este epigrama a Esquines. Para la traducción sigo la ed. de Hansen comentada en el Test, anterior (núm. 519, en págs. 33 s.).
71 Erecteo es un héroe ateniense ligado a los orígenes de la ciudad; en un momento dado es incluido en la lista legendaria de los primeros reyes de Atenas. Es un tópico literario aludir a Atenas o a los atenienses como «pueblo de Erecteo».