Читать книгу Autonomía universitaria y capitalismo cognitivo - Esther Juliana Vargas Arbeláez - Страница 9
ОглавлениеAnte los permanentes fracasos de todos los planes de reforma universitaria, no solo en Colombia, sino en casi todos los países del mundo occidental, la llamada opinión pública ha reaccionado frecuentemente con ademán de atónita indignación poniendo en tela de juicio la universidad misma: queriendo convertirla en una escuela profesional que sirva de complemento a las necesidades de la industria y que provea de un determinado grupo profesional (nunca, o casi nunca, de los grupos directivos), o decretando su definitiva liquidación —con lo cual reaccionan como los anarquistas— o, en fin, acudiendo a la autoridad para que por la fuerza solucione el complejo problema que hoy tienen las sociedades súper-industrializadas y las que suelen designarse con el eufemismo de sociedades en vía de desarrollo. Por su parte, los defensores de la institución universitaria no solamente ceden a las exigencias impuestas por los tres tipos de soluciones, intentando nuevas reformas de estructuras, experimentando nuevos o viejos modelos, aceptando, por ejemplo, que la función de una universidad en un país en vías de desarrollo debe ser y es la de contribuir al desarrollo, son peor aún, invocando en un lenguaje abstracto y muchas veces patético la misión de la universidad, la esencia de la universidad, sin que en esas polvorientas especulaciones pueda encontrarse con mínima claridad la respuesta a la pregunta, ¿qué es esa misión?, y sobre todo, ¿cuál es y en dónde se puede localizar esa mística esencia?
Rafael Gutiérrez Girardot, La encrucijada universitaria
Cuando [el pensamiento] ha llegado a ser cada cosa, en el sentido de que quien sabe es llamado tal en acto (y esto sucede cuando puede pasar al acto por sí), permanece también entonces de algún modo en potencia [..] y puede entonces pensarse a sí mismo.
Aristóteles, De anima